Se sentó sobre sus piernas sin romper el beso, Aoi de inmediato le rodeó la cintura haciendo que se acercara aun más. El beso delicado se fue transformando en un beso apasionado y desesperado, solo se separaron por la necesidad de aire, momento en el que Aoi aprovechó para besar con deseo el cuello del castaño, robándole pequeños gemidos.
Uruha echó la cabeza hacia atrás para hacerle la tarea mas fácil al otro, no estaba pensando, solo sentía. No importaba, las manos del pelinegro quitándole la camisa hacían que se le olvidara cualquier problema, cualquier cosa. Sintió la lengua de Aoi en su pecho, recorriéndolo, besándolo, llegó hasta su pezón derecho; el cual succionó delicadamente. Uruha sonrió emitiendo un gemido apenas audible.
Por su parte el pelinegro estaba en su propio mundo, sin poder creer que la piel blanquecina de su castaño estuviera a su merced, obviamente no seria una oportunidad que desperdiciaría. Recorrió la espalda de Uruha con las palmas de las manos, subiendo y bajando, apenas rozando; acto que lograba que el otro se retorciera bajo su tacto. Se besaron de nuevo, luchando por el poder con la lengua, batalla que Aoi iba ganando. Uruha lo dejaba ganar, estaba seguro; aprovechó para bajar las manos de la espalda hacia el bien formado trasero del guitarrista. Lo apretó con fuerza y haciendo suficiente esfuerzo, se levantó cargando al castaño, quien de inmediato rodeó con sus piernas la cintura del pelinegro.
Aoi recostó a Uruha en el piso, no se separaron ni un momento del beso. Lo hicieron hasta que Aoi volvió a hacer su labor con el cuello del castaño. Uruha no se quedó atrás y con mas fuerza de la necesaria le sacó la playera a su amado pelinegro, la verdad es que estaba desesperado, desesperado por sentir su piel junto con la suya. Un tacto ansiado desde hacia tanto tiempo.
-alguien esta deseoso – dijo el pelinegro mirando con lascivia a Uruha, quien estaba sonrojado.
Uruha sonrió aun mas – tu también lo estas – alzó la cadera unos centímetros, haciendo que su entrepierna se rozara con la de Aoi, provocando que gimiera sin querer.
El pelinegro se lamió el labio inferior, solo con imaginar lo que seguía su miembro despertaba aun mas. Dirigió sin vergüenza la mano al cierre del pantalón de Uruha, desabrochó el botón y justo cuando iba a bajar la prenda su celular empezó a sonar.
Uruha rió – algo te vibra – dijo divertido.
Aoi giró los ojos – que se esperen, hay cosas mas importantes – sacó el celular de la bolsa de su pantalón y lo aventó a un lado - ¿en que estaba? – Comenzó a bajar el pantalón del castaño, dejándolo en boxers – Uru, mira nada mas como estas – sonrió complacido al ver la erección de su compañero.
-así me pones…ahh – no terminó la oración pues Aoi ya estaba besándolo en el abdomen, acariciándole las piernas, los muslos, sin llegar a ese lugar que se moría por se tocado – Aoi…- volvió a levantar la cadera, pero el otro lo ignoró.
Disfrutaría cada parte del cuerpo de Uruha y nada se lo impediría; nada excepto su celular que no dejaba de sonar. Estaba a punto de levantarse a apagarlo cuando el celular del castaño comenzó a llamar también.
Uruha chasqueó la lengua – debe ser importante si nos están llamando a los dos – se levantó ligeramente apoyándose con los codos.
El pelinegro se levantó de mala gana y tomó su teléfono más que molesto. Vio la pantalla para revisar el numero y resopló al ver de quien se trataba - ¿Qué carajo quieres? – le contestó a Kai de mala gana, logrando que Uruha soltara una risita.
Por su parte Uruha contestó su teléfono – si supieras lo que te interrumpes, te juro que no lo vuelves a hacer – sonrió satisfecho.
-lamentablemente, creo que lo volvería a hacer – dijo Reita del otro lado del teléfono.
-Aki no me asustes – se giró para ver a Aoi quien lucia preocupado - ¿Qué pasa? -.
Reita suspiró – Hiroto, lo acaban de llevar al hospital. Al parecer se desmayó o algo así, pero no despierta -.
Sintió como los colores se le iban de la cara, a pesar de que era guitarrista de otra banda, él y Hiroto se llevaban muy bien y lo consideraba un gran amigo. Que estuviera en el hospital, lo asustó y preocupó - ¿los demás ya saben? – preguntó levantando se por completo y buscando su camisa.
-si, Kai está hablando con Aoi. Saga fue quien lo encontró y el primero en enterarse fue Nao, todavía no hablamos con Ruki pero supongo que esta con Shou y yo supongo que él ya sabe – explicó el bajista – te veo en el hospital entonces - se despidió y colgaron.
Se quedó estático unos segundos hasta que sintió un beso en su espalda que lo hizo estremecer – ¿estás bien? – le preguntó Aoi al oído y después le mordió ligeramente el lóbulo. Se perdió en el instantáneo placer por un momento.
- Hiroto – pronunció cerrando los ojos y echando la cabeza para atrás para recargarse en el hombro de Aoi, quien se dedicaba a besarle el cuello otra vez – deberíamos ir al hospital, me preocupa…mhh – Aoi rodeó su cintura por detrás y bajó la mano hacia su entrepierna.
-espera, ahorita vamos – dijo acariciando el miembro de Uruha por encima del boxer. También estaba preocupado por el guitarrista de Alice Nine, pero había esperado y soñado tanto con tener así a Uruha que no lo iba a dejar pasar.
El castaño no pudo debatir mas, también lo deseaba tanto como Aoi, sin embargo, de verdad estaba preocupado por Hiroto. Se volteó para encontrarse de una vez mas con la boca del pelinegro, se besaron intensamente una vez mas, hasta que Uruha se separó. Sin dejar de mirar a su compañero, le desabrochó el pantalón con esfuerzo debido al yeso que llevaba en la mano, dejó que el otro se lo quitara.
Uruha se hincó sin pensarlo dos veces y le bajó sin cuidado el boxer. Le sorprendió el tamaño del miembro de Aoi, sin duda era mas grande que cualquiera con los que se hubiera acostado. Sonrió de lado al pensar como se debía sentir dentro de él. Con este pensamiento le dio un beso a la punta y sintió como el cuerpo de Aoi se estremecía por el acto.
Aoi acariciaba el cabello del castaño ansioso por lo que seguía, tratando de obligar de cierta forma a Uruha que lo hiciera de una vez; pues el otro solo se limitaba a darle pequeños besos alrededor, provocándolo. Soltó un grito de placer en el momento que Uruha se metió todo su miembro a la boca de una sola vez.
- carajo, no te detengas – le dijo amarrándolo fuerte del cabello e imponiendo él el ritmo.
El castaño sabía perfectamente lo que hacia, su lengua experta recorría cada centímetro del miembro de Aoi provocando reacciones en él, que jamás alguien había logrado. Tomando ritmo Uruha iba de arriba hacia abajo, hasta su garganta. Aoi sintió que estaba cerca y quiso hacerse para atrás.
-Uru…-.
No contestó sino que lo hizo mas rápido y Aoi no lo soportó mas, gimió mientras se venia en la boca del castaño y él tragó todo sin chistar. Le dio un beso en la punta cuando terminó y sonrió.
-carajo – dijo Aoi – que bien haces esto -.
-lo sé, pero es lo mas que te puedo dar por el momento, quiero ver a Hiroto – dijo reincorporándose y besándolo de nuevo. Aoi probó su propio sabor, pero no le importó de hecho le gustaba como sabia combinado con el sabor de Uruha.
El pelinegro asintió resignado, aunque no podía quejarse, quería más. Quería poseerlo y ahora no cabía duda que lo haría, no importaba nada mas.
- te amo – soltó de repente mientras veía al castaño vestirse.
Uruha se giró a mirarlo, puso una de sus manos sobre la mejilla derecha de Aoi – yo también te amo, y por alguna razón ya no tengo ganas de ocultarlo – dijo sincero; probablemente las palabras mas honestas que decía en mucho tiempo. La declaración asombró a Aoi y el castaño le beso los labios delicadamente – no te presiones, solo dije que ya no quiero ocultarlo. Estoy cansado Aoi, cansado de amarte y no recibir nada a cambio. Quiero amarte aunque no estés conmigo, aunque no quieras estar conmigo. Estoy harto de luchar con este sentimiento, que la verdad no me va a abandonar. Si quieres usarme, esta bien, porque así estaría aunque sea un poco mas cerca de ti. Si solo quieres acostarte conmigo, lo haremos, haremos lo que tu quieras, pero no te alejes. Solo quiero sentirte cerca – su voz se quebró y no continuó.
-tu estas loco ¿verdad? – Contestó Aoi conmovido por las palabras de su amado castaño, palabras que lo hacían de alguna forma muy feliz – no te quiero por el sexo, jamás ha sido eso. De hecho quería pedirte perdón por esa vez, es que verte con Tora sacó como que mis celos enfermos y no pude contenerme, me sentía tan mal al respeto pero es que…-.
-eres tan orgulloso – completó el otro con una sonrisa melancólica.
Aoi asintió – quiero estar contigo, mas que como amante. Quiero estar contigo, ser tu pareja, despertar todos los días a tu lado, saber que eres mío nada mas. Abrazarte cada vez que sientas frío y cuidarte cuando estés enfermo. Quiero ser yo el que cure la soledad que llevas dentro – señaló con el dedo índice el pecho de Uruha. El castaño abrió mucho los ojos asombrado – por supuesto que me doy cuenta como te sientes y no nada mas es por las noches que te pasas tomando. Me doy cuenta, cuando sonríes, la felicidad nunca se refleja en tus ojos. Tratas de hacerle pensar al mundo que estas bien y que no te importa nada cuando por dentro estas igual de destrozado que yo, porque no estamos juntos – Uruha trató de hablar pero Aoi no lo dejó - pero mi maldito orgullo nunca ha dejado que me acerque a ti, porque tu eres el único que sabe como herir esa parte de mi. Y te detesto por eso, odio sentirme tan vulnerable contigo, y a la vez, es lo que mas amo de ti, como logras hacerme sentir como nadie mas en este mundo. Cuando me hablas solo a mi, cuando me sonríes; porque sé que a nadie mas miras como me miras a mi – suspiró – deja de ser tan miedoso, confía en mi y yo dejaré que destruyas mi orgullo…-.
Aoi…quiero que me ames….
Uruha…dame la oportunidad de amarte…
-x-
Shou se vestía a toda velocidad, había recibido la llamada de Nao diez minutos antes, se sentía muy angustiado por la noticia de Hiroto. Ruki observaba como su novio se paseaba por todo el departamento buscando cosas que ni parecían ser útiles, pero según Shou lo eran. Finalmente logró tranquilizarse un poco.
-esta bien, creo que llevo lo necesario, vamos – dijo con la voz temblando.
-tranquilo amor – le dijo Ruki – vas a ver que no es nada grave, vamos, en el carro le habló Aoi – se encaminó hacia la puerta pero se detuvo al ver que Shou permanecía en su lugar, su semblante había cambiado de preocupación a enojo en menos de un segundo.
-¿Qué? – preguntó sin entender.
Shou suspiró – ¿Cómo para que le vas a hablar a Aoi? – lo que le faltaba, el cinismo de Ruki justo cuando su amigo estaba en el hospital.
El vocalista de Gazette lo miró sin comprender - ¿Cómo que para que? Pues Aoi también es amigo de Hiroto, alguien tiene que avisarle – Shou se cruzó de brazos.
-pues si, pero ¿Por qué específicamente Aoi? Ósea no quieres avisarle a Reita o a Kai, quieres avisarle específicamente a Aoi, que conveniente – Shou se sentía completamente indignado, sabía que no había sido con el guitarrista con quien lo había engañado, pero si lo había hecho una vez, lo mas probable es que lo hubiera hecho varias y la relación que llevaba con el pelinegro no era normal, de eso estaba seguro.
Ruki alzó una ceja – pues, seguramente Nao le avisó a Reita y lo mas seguro es que él este con Kai, así que no tiene sentido. Reita no dudaría en avisarle a Uruha, así que el único que falta seria Aoi, además a la mejor ya sabe – explicó como si fuera lo mas obvio del mundo.
La explicación no convenció a Shou para nada, que bonitos pretextos sabía poner Ruki si se lo proponía - ¿te acostaste con él verdad? – Preguntó enojado - ¿crees que no me he dado cuenta como te llevas con él? Siempre están juntos, eso no es normal – reclamó casi gritando.
El mas bajo sintió como si le hubieran pegado en el estomago, ¿Qué demonios le pasaba a Shou? ¿era una de las consecuencias de haber sido infiel? Si. Pero ¿pensar que le fue infiel con Aoi? Eso era demasiado, mas si él había visto las fotos del otro tipo, no entendía como el guitarrista encajaba en la ecuación - ¿de que hablas? Aoi es mi mejor amigo, jamás haría algo así, además tu sabes que él esta enamorado de Uruha – trató de sonar calmado y no enojarse, después de todo no tenia derecho a hacerlo.
-claro que harías algo así, nada me asegura que nada mas lo hayas hecho con el otro tipo, lo mas seguro es que te hayas ido a acostar con el primero que se dejaba – estaba tan enojado que no media las palabras que decía – si, Aoi esta enamorado de Uruha pero no son nada, ahora que lo pienso, también Uruha es un peligro, es bien fácil. Ya has de haber pasado por la mitad de tu banda – no tenia pruebas de lo que decía, pero era mas que obvio, ahora que lo pensaba tenia sentido. Si Ruki le había sido infiel, lo mas probable es que hayan sido muchas, y por supuesto con los miembros de su banda era mas fácil ¿Cómo no se había dado cuenta antes?
Ruki lo miró sin poder creerlo, pero se sintió incapaz de defenderse, aun si las acusaciones eran falsas, no tenia cara para defenderse. Era indiscutible que Shou desconfiaba de él y se lo merecía. No podía decir nada, porque se lo merecía.
-¿ves? No te defiendes, ósea lo estas confirmando – estaba mas que furioso - ¿sabes que? No tengo tiempo para lidiar con esto, tengo que ir a ver a Hiroto, después hablamos. Cuando me quieras decir la verdad – salió del departamento dando un portazo. Se sentía tan estupido, quien sabe cuantas veces había sido traicionado ¿Cómo no lo había visto antes?
Ruki se cayó de rodillas sobre el piso, no podía controlar las lágrimas que salían sin parar de sus ojos. Entendía a su novio, de verdad lo hacia; por eso no podía reclamar, debía soportarlo hasta que Shou lograra perdonarlo.
-x-
Seguía observándolo mientras dormía, se sentía un poco culpable. Lo había dejado solo cinco minutos y fueron suficientes para que el guitarrista se desvaneciera, sintió un vacío en el pecho cuando regresó a la terraza y había encontrado a Pon tirado en el piso. No dudo ni cinco segundos en llevarlo al hospital, donde lo ingresaron y lo atendieron de inmediato.
Después de que llegó Nao a hacerse cargo del papeleo y demás, el doctor les explicó que Hiroto había tenido un episodio de hipoglucemia debido a un ayuno muy prolongado. Lo cual significaba que el guitarrista no se estaba cuidando por alguna razón, él nunca descuidaba sus comidas, no hasta ahora.
Saga le quitó un mechón de la cara - ¿Qué tienes Pon y porque no nos dices nada? – le preguntó aun cuando sabia que no obtendría respuesta. Estaba preocupado, Hiroto parecía estar bien cuando estaban en la terraza.
-Saga – lo llamó Tora entrando a la habitación - ¿Cómo esta? – preguntó acercándose al bajista.
El otro solo atinó a negar con la cabeza – de verdad no se que tiene, siempre esta comiendo para evitar este tipo de cosas – siguió peinando el pelo del guitarrista por puro reflejo.
Tora lo abrazó cariñosamente y Saga no puedo evitar recargarse en su pecho. La puerta se abrió de nuevo y un Shou un poco desesperado entró, los otros dos no se separaron, incluso con la mirada confundida de su vocalista.
-Pon…- fue lo único que dijo. Miró a Saga quien lucia agotado - ¿ya comiste? – Le pregunto aun mas preocupado, el bajista negó con la cabeza – Tora ¿Por qué no lo llevas a que coma algo? Yo me quedó aquí con él, Nao no tarda en entrar y Kai y Reita ya están allá afuera – dijo sentándose junto a la cama de Hiroto.
A pesar de las protestas de Saga, Tora se lo llevó a comer algo a la cafetería del hospital. Shou se quedó mirando a la nada unos minutos, no podía dejar de pensar en la traición de Ruki y después sin querer recordó lo que le había dicho Tora cuando había decidido perdonar a su novio. Confía en él o sino tu vida será un infierno. Ya lo era.
Se talló los ojos exasperado, no sabia ni que pensar. Hiroto entonces hizo un ruido, distrayéndolo por completo; el guitarrista siguió inconsciente, pero ahora el vocalista no podía dejar de mirarlo. Jamás había visto a Hiroto de esa forma, tan vulnerable, tan pacifico; sin duda era una visión hermosa.
Por primera vez, Hiroto ante sus ojos se veía diferente. Diferente ¿en que manera? No sabía.
-x-
-necesita mucho reposo, mínimo unas dos semanas – explicó el doctor a Nao – no lo sometan a mucha presión, el joven se ha estado propasando. Al parecer no ha comido en días y por su estado yo diría que tampoco ha dormido mucho. En fin, con una buena alimentación y descanso estará como nuevo – dicho esto el medico, le entrego mas papeles a Nao y se fue.
-parece que Gazette no será el único con vacaciones – sonrió irónicamente Kai.
Nao hizo una mueca – espero que el manager no lo tome muy mal – dijo con un deje de amargura.
-muy tarde – habló una voz detrás de ellos.
Nao, Kai, Reita, Uruha y Aoi miraron sorprendidos al manager de Alice Nine, nadie le había avisado del incidente y ahí estaba como por arte de magia.
-no lo puedo tomar de otra forma Naoyuki, nos tendremos que resignar – los demás trataron de dejar solo al baterista con su manager, sin embargo este ultimo les hizo una seña para que se quedaran – lo que voy a decir también el concierne a Gazette – suspiró ante las miradas asustadas de los integrantes – hemos decidido que ambas bandas tendrán dos semanas de vacaciones, al parecer entre los dedos rotos y los desmayos no hay forma de que trabajen bien. Así que tendrán vacaciones las dos bandas juntas – explicó.
- ¿juntas? – preguntó Kai sin entender.
El manager asintió –la compañía tiene una enorme casa de campo, lo suficientemente grande para diez. Los mandaremos ahí a que se relajen y estén desconectados de todo para que regresen al estudio como nuevos – dijo como si nada.
Dos semanas, desconectados, sin ver a nadie mas, ni hablar con nadie mas. Dos semanas casi solos, dos semanas con Uruha.
Dos semanas con su antiguo novio, tal vez para reconquistarlo, tal vez. Dos semanas con Reita.
Dos semanas para pensar, para lograr perdonar, que todo se solucione y estén bien, sin las presiones del trabajo ni nada. Dos semanas con Ruki.
Dos semanas en donde no podría evitarlo, donde tendría que conquistar a alguien mas frente a sus ojos o tal vez dos semanas para estar con quien si quería estar, sin que nadie los vigilara. Dos semanas con Saga.
Dos semanas para estar cerca de él, aun si no trataría de conquistarlo, lo vería diario, estaría a su lado, dos semanas. Dos semanas con Shou.
Dos semanas para estar con él, para lograr eliminar los miedos, las diferencias. Dos semanas para intentarlo, para probar, para conseguirlo. Dos semanas con Aoi.