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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

estem bueno, la historia estaba pensada en ser d un solo capitulo, pero entre sus reviews y las insitencias de mi hermano, no pude evitar escribir mas. 

espero q sea de su agrado, y por cierto, el fanfic es mio. lo escribi porq mi hermano me lo pidio (larga historia XD) no lo copie ni mucho menos.

bueno espero q no aburra >.<

Un cigarro. Toda la mañana estuvo ansiando por eso y por alguna razón había esperado hasta el momento de entrar a la sala de ensayos. Sacó el cigarro y encendedor, el solo gesto de poner el cigarro entre sus labios le recordó la noche anterior, la noche en que por fin sus labios habían probado los de Aoi. Paraíso.

 

Sintió una punzada en el corazón, la ignoró y prendió el cigarro ¿Por qué no volteó cuando escuchó a Aoi llamarlo? Ni él mismo sabía, pero rectificó que fue una buena decisión cuando escuchó una voz femenina llamando al pelinegro, razón por la cual Aoi no había ido tras él. En parte fue un golpe de suerte ¿Qué harían? ¿Hablar? ¿Tratar de llegar a un acuerdo? ¿Volverse amantes? Uruha sonrió ante el pensamiento.

 

La puerta de la sala de ensayos se abrió de repente, Uruha ni se molestó en ver quien era, solo siguió fumando mientras sacaba su guitarra del estuche.

 

-Uruha – lo llamó en un suspiro la voz de Aoi.

 

El castaño alzó la vista – hola – saludó alegremente. No tenia razones para no hacerlo, si quería olvidarlo, lo mejor era tratarlo como si nada, acabaría acostumbrándose y todo saldría bien – parece que se nos hizo temprano – sonrió aun mas. Sonrisa falsa.

 

Aoi frunció el ceño al ver al castaño tan feliz, había querido seguirlo la noche anterior, tenía toda la intención de hacerlo; sino hubiera sido por su novia, quien casi a la fuerza lo metió de nuevo al bar.

 

-¿podemos hablar? – durante la noche no había podido conciliar el sueño en solo pensar que decir, en pensar como arreglar las cosas, en fantasear en que tal vez él y el castaño tenían una oportunidad.

 

-¿de que? – Uruha lo miró como si de verdad estuviera confundido.

 

-anoche….-.

 

-anoche no pasó nada – lo interrumpió – tomé un taxi y llegué a mi casa sano y salvo, así que no te preocupes – le guiñó un ojo.

 

El pelinegro tomó aire y apretó los puños – sabes perfectamente que no me refiero a eso – el castaño le dio la espalda con el pretexto de afinar su guitarra.

 

- creo que usare el afinador, no tengo muchas ganas de estar lidiando con las cuerdas – fue la respuesta que obtuvo.

 

Aoi se desesperó, de verdad que Uruha sabía como sacarlo de sus casillas; algo que irónicamente amaba del castaño – ¿alguna vez tomas algo en serio? – le preguntó cruzándose de brazos, claramente ofendido. Por primera vez estaba dispuesto a hablar de esto, dispuesto a que algo ocurriera, pero el castaño solo parecía querer dar vueltas.

 

-descubrí que si no me tomo la vida tan en serio logro sufrir menos – Uruha ni siquiera se molestó en mirarlo, seguía afinando la guitarra comos si estuviera teniendo una platica sobre automóviles.

 

 Aoi soltó una carcajada - ¿esa es tu excusa? Hacer las cosas a tu manera y que todos los demás se jodan ¿no? -.

 

-básicamente, soy un egoísta, ya deberías saberlo – Uruha se alzó de hombros, esto que intensificó la ira del pelinegro; no podía evitar querer molerlo a golpes y estaba a punto de hacerlo cuando Kai entró en la sala.

 

El baterista borró de inmediato su sonrisa al mirar a sus compañeros, era claro que algo sumamente incomodo estaba ocurriendo. Miró a Aoi quien tenía la mandíbula apretada y los puños cerrados mientras veía a un despreocupado Uruha de espaldas.

 

-¿interrumpo? – preguntó un poco inseguro.

 

El castaño se giró para verlo y sonrió como si nada – por supuesto que no Kai, la platica de hecho se estaba volviendo aburrida – miró a Aoi rápidamente antes de volver con Kai – ahora voy a buscar a Reita, ha de estar agotado si pasó la noche contigo – le dio unas palmadas en la espalda a su ahora sonrojado líder y salió como si nada.

 

La puerta se cerró y de inmediato Aoi soltó un puñetazo contra ella imaginando que era la cara del castaño. Kai torció la boca ante la acción - ¿ahora que pasó? – por supuesto, como líder sabía exactamente lo que pasaba entre sus dos guitarristas y mas de una vez había hablado con Aoi al respecto.

 

-          nos besamos – contestó aun mirando hacia la puerta.

 

El baterista casi no atina a sentarse en el sillón de la impresión - ¿y luego? – trató de no gritar.

 

-pues, – Aoi se sentó al lado de su amigo – no sé. Creo que quiere que le ruegue o algo, pero se equivoca si cree que voy a andar detrás de él como su idiota – dijo molesto.

 

Kai suspiró – ahí vas con tu bendito orgullo -.

 

-¿orgullo? No es orgullo, es dignidad. No le voy a andar rogando…- se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.

 

-          si claro no le vas a andar rogando – contestó el batero irónicamente – bueno solo por preguntar ¿Cuántas veces le has rogado? – el guitarrista no supo que contestar, no era como si le hubiera rogado miles de veces; de hecho esta era la primera vez que se decidía a hablar bien con el castaño – digo, Uruha tiende a ser, despistado, payaso y a veces un poco molesto. No es la clase de persona que dé el primer paso, pero si de las que dice las cosas que siente, así como van. Creo que deberías darle un empujón y ya – asintió con la cabeza como si fuese lo mas lógico del mundo – tiene miedo, es obvio que se ponga así – terminó el batero levantándose.

 

Aoi alzó una ceja - ¿miedo? ¿De que? -.

 

-del compromiso Aoi, tiene miedo de salir lastimado, ya ha sufrido bastante ¿no crees? Es obvio que se ponga a la defensiva – explicó Kai pacientemente.

 

-          ¿y se supone que yo lo espere a que supere sus traumas? – al parecer el pelinegro esta de muy mal humor – no, Kai, perdóname, pero si él quisiera estar  conmigo lo demostraría y haciendo las cosas que él hace, no son precisamente muestras de cariño ¿sabes? – trató de calmarse para no hacer una escena.

 

Kai giró los ojos – y las que tu haces ¿si? Te das por vencido a la primera que te manda al diablo. Sin contar que eres tu el que tiene novia no él. Si realmente quisieras estar con él ¿no deberías  dejarla? ¿No deberías tratar un poquito más? ¿Comprender a Uruha y hacer un esfuerzo? Claro que no, es mucho mas cómodo echarse la culpa entre ustedes en lugar de resolver las cosas – Kai hizo una pausa solo porque la cara de Aoi era un poema a la confusión; la cual cambió rápidamente a una de ira.

 

-¡ya lo intenté y se puso de reina! En lo que a mi respecta si él quiere vendrá y hablará conmigo. Si no, no estaba destinado a ser – se acercó a su guitarra. De cierta forma ni él mismo creía en sus palabras, sin embargo, necesitaba engañarse, la verdad era que la actitud de Uruha le había herido el orgullo y con su orgullo nadie se metía, ni siquiera la persona que amaba.

 

-eres un imbecil – atinó a decir su lider.

 

 

-x-

 

Uruha caminó por los pasillos de la compañía sin buscar a Reita, solo había sido un pretexto para salir de ahí. En verdad no entendía que tenía Aoi en la cabeza ¿Qué esperaba que se lanzara a sus brazos y lo besara apasionadamente? Si claro, para que después del ensayo se fuera con su novia. Uruha no era masoquista, tal vez un poco, pero no era idiota. Echarle sal a la herida, jamás.

 

No había dormido en toda la noche por estar pensando en aquel beso, en verdad el pelinegro lograba reacciones que ni siquiera era capaz de comprender. Sin embargo, un beso no soluciona nada, no es ni un principio ni un final. Al final un beso era nada. Al final eso era lo que Uruha quería, que fuese nada…

 

-¡SHOU, ABRE LA PUERTA! – unos gritos un tanto desesperados lo sacaron de sus pensamientos, sin querer había terminado frente a la sala de ensayos de Alice Nine - ¡SHOU, POR FAVOR! – los gritos se debilitaban pero seguían insistiendo.

 

Uruha se quedó paralizado viendo la escena, el vocalista de su banda, Ruki, tocando la puerta como histérico; ahogado en lágrimas y desesperación. El castaño torció la boca, “otra razón mas para no tener una relación, alguno de los dos va a acabar traicionando al otro”.

-Ruki – decidió llamarlo. Su compañero de banda ya estaba de rodillas frente a la puerta llorando – levántate, no te va a abrir – trataba de no sonar condescendiente, pues aunque Ruki fuera uno de sus mejores amigos, no podía evitar estar del lado del vocalista de Alice Nine.

 

El rubio negó con la cabeza – no deja que me disculpe, que le explique – dijo entre sollozos - ¿Qué voy a hacer? Si él me deja me muero – su llanto se reanudó.

 

Uruha suspiró – dale tiempo, ahorita debe estar peor que tu – se mordió la lengua después de haberlo dicho, tal vez no era lo que el vocalista necesitaba escuchar –vamos tu también necesitas despejarte – le dijo sonriendo levemente.

 

Ruki se levantó tambaleándose, tenia los ojos rojos e hinchados y las lagrimas no paraban de salir involuntariamente de sus ojos – Shima ¿crees que me perdone? – le preguntó cuando ya caminaban de vuelta a su sala de ensayos.

 

- no sé Ruki, yo no lo haría, lo engañaste con otro – se volvió a morder la lengua. No era su intención hacerlo sentir peor, pero es que de verdad estaba molesto por lo que su amigo le había hecho a Shou. Miró a Ruki, quien se limitó a asentir y mirar al suelo.

 

-fue una estupidez. Te juro que no estaba pensando, yo amo a Shou; si me hubiera dado cuenta de eso antes, no lo hubiera hecho – explicó el rubio tratando de justificarse – es que a veces soy muy…-.

 

-¿inmaduro? – Completó el castaño – mira Ruki, tú no me debes ninguna explicación, yo no soy nadie para decirte como llevas tu relación. Solo te digo que ahora tienes que asumir las consecuencias de tus actos y de verdad espero que Shou te perdone, porque él te ama; probablemente mas de lo que tu lo amas a él pero en fin – la ley de todas las relaciones, el que ama mas pierde. Por supuesto que Uruha no iba a terminar así, sabía de antemano que él amaba mas Aoi de lo que el pelinegro lo amaba a él; razón lo suficientemente grande para no arriesgarse. Prefería vivir con miedo que con sufrimiento.

 

Entraron a la sala de ensayos y en dos segundos Aoi ya estaba encima del vocalista abrazándolo - ¿Qué paso? ¿Hablaste con él? – le preguntó preocupado.

 

Ruki negó con la cabeza – ni siquiera me abre la puerta, ninguno de Alice Nine me dirige la palabra ¿Qué hago? – volvió a sollozar, esta vez en los brazos de su compañero guitarrista.

 

-es que para empezar Shou no debió haber revisado tu computadora – pronunció Aoi.

 

Uruha abrió muchísimo los ojos, ¿Cómo era posible que Aoi defendiera a Ruki de esa forma? Esta bien, eran amigos, si; aunque no por eso lo que había hecho Ruki estaba bien. Le había sido infiel a Shou y además había sido tan cínico que guardó conversaciones y fotos en su computadora; a la vista de cualquiera. Por supuesto cuando Shou la usó no pudo resistirse y encontró los archivos.

 

Incluso si el hecho de que el vocalista de Alice Nine revisara los archivos de Ruki había estado mal, la acción quedaba completamente de lado comparado con lo que su amigo había hecho.

 

-para empezar Ruki no se debió haber metido con otro – lo dijo simplemente por la molestia que le había causado el comentario del pelinegro, pero fue suficiente para que Ruki sollozara aun mas.

 

Aoi le dedicó una mirada de odio, le molestaba tanto la insensibilidad del castaño. No justificaba las acciones del pequeño vocalista, pero si lo entendía y era su amigo, debía apoyarlo ¿Por qué Uruha no hacia lo mismo? Siempre haciendo y diciendo lo que quiere y lo que piensa, sin detenerse a pensar en los demás.

 

Ruki suspiró – lo mejor es que me haga a la idea de que lo perdí, ¿ensayamos? – se dirigió a Kai.

 

-solo hay que esperar a que Reita llegue – contestó sonriendo como bobo.

 

A veces al ver a Kai y a Reita, Uruha pensaba que se podía ser feliz en una relación; ellos dos estaban tan enamorados uno del otro. Claro, tenían sus discusiones y peleas en las que los demás miembros rezaban por no verse involucrados, eran peores que una tormenta eléctrica. Sin embargo, siempre acababan bien, eran capaces de resolver sus problemas; tal vez porque ellos si estaban dispuestos a ceder algunas veces, a arriesgar y a dejar de lado el orgullo por el bienestar del otro.

 

Arriesgar. Por supuesto que no, muy en el fondo no dudaba que la relación del bajista con el baterista terminaría y no era por desearles algún mal. Simplemente las relaciones humanas son complicadas.

 

-pues ¿Qué le hiciste? – bromeó Aoi.

 

Kai le hizo muecas – JA, JA que chispa tienes – dijo sarcástico – se quedó revisando unas cosas para su próxima sesión de fotos – explicó un poco sonrojado – quería ajustar los detalles él solo – terminó alzando los hombros.

 

¿Cómo Kai podía ceder tanto? Aoi no lo entendía, creía que Kai y Reita eran demasiado independientes en algunas cosas, que no se tomaban en serio. ¿Por qué? simple, si Aoi fuese su novio le gustaría que le pidiera consejos o algo así, sin embargo ellos se daban tanto espacio que a veces no parecían pareja; solo dos amigos. Una cosa era ser comprensivo y otra cosa era ceder tanto. Debían formar parte uno de la vida del otro, no vivir cada quien su vida y después reunirse ¿verdad?

 

Perder el miedo y arriesgar, jamás.

Perder el orgullo y ceder, nunca. 

Notas finales:

waa aprecio sus reviews, perdon si no contesto luego luego pero es q luego hago muchas cosas al mismo tiempo....waa


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