Perdonar y olvidar o era ¿olvidar y después perdonar? No importa, cualquiera de las dos parecía imposible en aquel momento. Miró el reloj, mas de la una de la mañana, llevaba mas de doce horas encerrado en la sala de ensayos; no había salido ni siquiera a comer. No quería verlo, dolía y mucho. Y lo único que hacía era preguntarse que había hecho mal; pensaba que estaban bien, que la relación era buena, que eran felices. Equivocado.
Si era cierto que lo había descuidado un poco, no fue su culpa; Alice Nine se había llenado de trabajo y no le quedaba tanto tiempo para convivir con su novio. Pero Ruki le dijo que estaba bien, que comprendía pues él tenía el mismo trabajo. Entonces ¿Por qué lo había engañado? ¿Por qué después de reclamarle, el vocalista de Gazette solo había atinado a decirle que se sentía solo? ¿Por qué no pudo simplemente hablar con él?
Lagrimas. Otra vez. Le había costado tanto dejar de llorar durante el ensayo y ahora lo estaba volviendo a hacer. Escuchó la puerta, tembló al ver quien era. Se secó las lágrimas con la manga de su camisa, no quería mostrar su debilidad. Al menos no frente a él.
-Shou – quería decir más ¿pero qué? ¿Qué podría decir que valiera la pena? Le había roto el corazón a la persona que mas amaba. Porque era cierto, lo amaba, con toda el alma y se había dado cuenta cuando vio lo que seria su vida sin el vocal.
-¿Qué haces aquí? – Shou ni se molestó en mirarlo, fingió estar arreglando unos papeles sobre la mesa en la que estaba sentado.
Ruki se acercó con miedo cerrando la puerta tras él - ¿Cómo estás? – de acuerdo, pregunta mas tonta no se le pudo ocurrir; en verdad no sabía que decir.
-¿Cómo se supone que esté? – Contestó Shou con una sonrisa amarga – hace dos días descubrí que mi novio es una zorra – dijo fríamente aun sin mirar a Ruki.
El pequeño vocal sintió que las palabras perforaron su pecho, Shou tenía derecho de decir lo que quisiera, pero no por eso dolía menos -¿tienes que decirlo así? Ya sé que estas enojado pero…. – su voz se quebró pero no lloró.
-no hay otra forma de decirlo – respondió mirándolo por primera vez – y no estoy enojado – Ruki lo miró esperanzado – estoy decepcionado – esa frase dolió mas que cualquier golpe que pudiese haber recibido, no se movió ni respondió –yo confié en ti, me dijiste que todo estaba bien, que no importaba que tuviera tanto trabajo. Todas esas veces que te cancelé no fue porque yo quisiera y aun así tenía que aguantar los berrinches que hacías cada vez que te decía que no te podía ver. Y yo, yo nunca te dije nada cuando tú me cancelabas a mí, porque tenías trabajo, yo te comprendía y te decía que no importaba. Claro, tu no supiste entender que por fin mi sueño se está haciendo realidad, que mi banda esta adquiriendo mas fama y por lo tanto el trabajo se hace mas extenuante, tu solo me querías para ti y cuando no pude, lo primero que hiciste fue correr a los brazos de otro – Shou se detuvo porque empezó a llorar otra vez.
-yo, yo no sé que decir – empezó Ruki – solo que te amo y que de verdad estoy arrepentido. Tienes toda la razón, no fui justo contigo; es que…ya sé que no es una excusa ni nada. Es solo que estaba acostumbrado a que estuvieras siempre para mí, ya sabes, disponible y cuando ya no lo estuviste me dio miedo. No quería que me dejaras o que encontraras a alguien mas – sus ojos también se llenaron de lágrimas.
-¿Cuándo te di pie para que pensaras que te iba a dejar? – preguntó.
-es que…me cancelabas todo el tiempo y pensaba que te ibas a otro lado. Que ya no querías estar conmigo – respondió con miedo.
Shou suspiró – era trabajo Takanori. Tu lo sabes bien, yo jamás seria capaz de hacer algo como lo que tu hiciste. Yo te amo – dijo con tristeza – lo peor es que como desconfiaste de mi, te metiste con alguien mas según tu para que yo no te lastimara ¿Por qué no confiaste en mi? ¿Por qué no hablaste conmigo si te sentías así? – negó con la cabeza.
-yo…yo, no sé – Ruki se empezó a desesperar, no llegaban a ningún lado – Shou por favor perdóname. Yo tengo la culpa, cambiaré por favor, perdóname; ya sé que no lo merezco pero yo te amo. TE AMO – se hincó ante el otro vocalista – perdón, haré lo que tu quieras pero por favor perdóname – siguió llorando sin poder contenerse, tapándose la cara con las manos y aun así siguió hincado frente a él. Estaba dispuesto a humillarse si con eso recuperaba a Shou.
El vocalista de Alice Nine sintió que su corazón se partía al ver a Ruki en ese estado, de verdad estaba arrepentido, de verdad lo amaba ¿verdad? Fue hacia una de las mesas de la sala y tomó dos pañuelos, se hincó junto al rubio y le tomó las manos para ver su cara.
- ya no llores – le dijo tendiéndole los pañuelos que el otro aceptó - ¿sabes que es lo peor? –Ruki lo miró preparado para recibir el rechazo – que a pesar de lo que hiciste te amo y creo que no seria capaz de vivir sin ti – sonrió amargamente.
Ruki dejó de sollozar – eso ¿Qué quiere decir? ¿Me perdonas? – dijo esperanzado.
Shou negó con la cabeza – no, Ruki, aun no puedo perdonarte. Me heriste mucho, pero no quiero que nuestra relación termine – tomó de las manos al rubio – quiero estar contigo, quiero que estemos juntos, pero dame tiempo para perdonarte ¿va? Ayúdame a hacerlo – le rozó la mejilla con uno de sus dedos – pero no lo vuelvas a hacer, porque yo…yo me muero – no pudo seguir hablando y se soltó a llorar en las piernas de Ruki.
-no, no, por supuesto que no. Te juro que no lo vuelvo a hacer yo te amo – se apresuró a decir el mas bajo – te ayudaré, te amaré y te cuidaré. Seré mas comprensivo, ya no seré berrinchudo te lo prometo, te lo juro. Toda va a ser distinto Shou, te amo – levantó la cara de Shou y pegó sus labios con los de él.
- yo también te amo…-.
-x-
Ira. Si, era eso lo que sentía cada que vez que SU novio hablaba de su compañero de banda. Había tenido que soportar toda la tarde escuchando a Aoi quejarse de Uruha, otra vez. En realidad no pasaba un día en que el pelinegro no dijera al menos el nombre del otro guitarrista. Lo odiaba.
Caminaba de un lado a otro pensando que hacer cuando la carcajada de su primo la sacó de sus pensamientos.
-¿a ti que te pasa? – le preguntó un poco molesta.
-cálmate, pareces león enjaulado ¿Qué tienes o qué? – le preguntó divertido cruzando la pierna en forma masculina, sentado sobre el sillón blanco de la sala de su departamento.
-es culpa del maldito de Uruha – contestó molesta – Aoi no deja de hablar de él ni un segundo. No tienes una idea de cuanto lo odio -.
-no puedes evitar que Aoi hable de Uruha, lo ama con toda su alma – dijo con absoluta frialdad – toda la compañía lo sabe -.
-¿y eso a mi que? Está conmigo ¿no? -.
-deberías de dejarlo, ni siquiera lo amas -.
-¿y? cuantas veces te tengo que decir que no lo voy a dejar, no tienes idea lo conveniente que es tener un novio que sea famoso-.
-también tienes un primo que lo es – se sintió un poco ofendido – no entiendo como eso no basta – sabía lo caprichosa que era su prima, pero esto era una exageración.
-no es lo mismo, además, si quisiera dejarme ya lo habría hecho. Es obvio que hay cosas que yo le puedo dar que el idiota ese no – sonrió – solo que me molesta que todo el tiempo este hablando de él. Debe de haber una forma para que lo olvide – de pronto se le ocurrió.
-¿Qué pensaste? -.
-Tora ¿soy tu prima favorita verdad? -.
-x-
Otro trago, eso era lo que necesitaba o era un cigarro, tal vez los dos. Trató de enfocar pero le fue imposible, se rió del mareo. Le gustaba sentirse así, ebrio. Se acercó a la barra y pidió otro cigarro ¡ah, no! Era otro trago ¿verdad? Rió aun más fuerte. Le sirvieron el trago, el cual tomó con gusto.
-¡Aooooiiiiiii! – Gritó cuando vio al pelinegro acercarse – cigarro…¿me das un cigarro? No sé donde dejé mi cajetilla – dio un trago a la bebida que traía en la mano.
- te acabaste tu cajetilla hace como media hora – respondió Aoi con una ceja levantada.
Uruha lo miró confundido - ¿en serio? Que tonto – se rió.
-no tienes idea cuanto – contestó Aoi por lo bajo. No entendía que hacia ahí, su novia se había ido hace rato, Ruki estaba tan deprimido que ni los había acompañado. Salir con los de Alice Nine al principio sonaba como buena idea, pero resultó que no eran lo suficientemente entretenidos para él y tampoco estaban completos; al parecer Tora llegaría tarde y Shou tampoco estaba de ánimos.
Por supuesto, acabó de niñera de Uruha que estaba más que ebrio. ¿Por qué se molestaba en cuidarlo? Simple, si no lo hacia seguramente el castaño terminaría yéndose con una desconocida o desconocido y eso no lo iba a permitir. Jaló a Uruha del brazo y lo llevó directo hacia la mesa donde estaban todos.
- de verdad no recordaba que se pusiera tan mal – dijo Hiroto, el guitarrista de Alice Nine – según yo, Uruha tenia una resistencia increíble al alcohol – veía al castaño como si fuera lo mas raro que había visto en su vida.
-tiene mucha resistencia – contestó Reita – pero cuando tienes la disposición de ponerte ebrio, hasta una cerveza puede ponerte en ese estado y créeme, Shima lo único que quiere es ponerse ebrio – miró de reojo a Aoi, quien miraba a la mesa inmerso en otro mundo.
-beber para olvidar – dijo Tora sentándose con ellos – para nada recomendable – sonrió al ver al castaño fumando y moviéndose al ritmo de la música.
-hasta que llegas – espetó Hiroto – yo pensé que nos dejarías plantados – se cruzó de brazos.
Tora negó con la cabeza – eso jamás. Uruha – llamó al otro guitarrista - ¿quieres bailar? Parece que te mueres por estar en la pista – se levantó.
-¡siii! Por fin, alguien divertido, ustedes son tan aburridos, vamos Tora – se bebió lo que quedaba del vaso de un solo trago y caminó hacia la pista seguido del guitarrista de Alice Nine.
La cara de Aoi pasó por varias tonalidades del rojo hasta llegar al morado - ¿y ahora a este que le pasa? Desde cuando tan amigable con Uruha – soltó mas enojado que nada.
Nao quien había permanecido callado hasta ese momento contestó – pues ahora que lo pienso, hace poco nos dijo que estaba empezando a sentir algo por alguien, pero no nos quiso decir quien. Tal vez sea Uruha – en ese instante cayó un vaso de la mesa rompiéndose en pedazos.
-Saga, con cuidado – gritó Kai levantándose bruscamente de las piernas de su novio, pues la bebida le había salpicado en el pantalón.
-x-
Dios, de verdad era sexy. Era casi imposible no tener reacción cuando el castaño bailaba de esa forma, no sabía si era porque estaba ebrio o porque eran sus movimientos naturales. Por dentro rogó que fuera la segunda opción.
Uruha bailaba de espaldas a él, pegando su cuerpo peligrosamente al de Tora; el ultimo solo atinó a colocar las manos en las caderas del castaño para hacer que dejara de bailar unos instantes – Dios, Uruha, deja de bailar así o me van a dar ganas – le susurró al oído.
El guitarrista de Gazette se giró hacia Tora y rodeó su cuello con los brazos - ¿ah si? ¿te van a dar ganas de que? – siguió moviendo sus caderas pegado al cuerpo del otro.
Esto no duraría mucho, provocaría un poco mas a Tora hasta que por fin no pudiese resistirse, se lo propondría y saldrían de ahí, directito a su departamento. Uruha tenía la regla de no meterse con nadie de la compañía, pero el alcohol era el pretexto perfecto para olvidarse de las reglas.
-no creo que sea apropiado que te lo diga, seria mejor que te lo hiciera – contestó Tora rodeando la cintura del castaño y pegándolo aun mas - ¿te gustaría eso? – Besó el cuello de Uruha arrancándole un gemido – tomaré eso como un si – y mordió el lóbulo de su oreja.
Listo, no tardarían más de dos minutos en salir de ahí, sintió a Tora despegarse. Otra noche que no pasaría solo, se alegró por eso. Engaño. Quería que Aoi fuera el que curara su soledad, porque la verdad era que en la mañana despertaría solo y seguramente se arrepentiría de haberse acostado con otro más. De haber seducido a otro mas frente a la persona que amaba, de ser poco menos que una zorra. Sin embargo, ahora el alcohol le daba coraje, ya tendría tiempo de arrepentirse; ahorita solo se dedicaría a gozar.
No llevaba mas de dos metros caminando hasta que sintió que algo o alguien lo separaba bruscamente de su acompañante – no te metas en problemas Tora y deja que yo lo lleve a su casa – Aoi no le dio tiempo de contestar, ni a Uruha de separarse, en cuestión de nada ya estaban en el carro del pelinegro rumbo al departamento de Uruha.
-¿QUÉ CARAJOS TE PASA? ME ESTABA DIVIRTIENDO ¿SABES? – le gritaba el castaño – ¡¡¡NO TODOS TENEMOS NOVIA PARA DESCARGARNOS!!! – siguió gritando todo el camino, pero Aoi no le respondió ni una sola vez.
En el momento en el que bajaron del carro Aoi volvió a tomar a Uruha por el brazo, jalándolo con más fuerza de la debida. El otro trataba de zafarse, pero el alcohol lo había vuelto un poco débil.
-abre – le dijo secamente cuando estuvieron frente a la puerta.
Uruha lo miró raro pero obedeció. Ni bien abrió la puerta cuando Aoi lo empujó súbitamente hacia dentro, de puro milagro logró sostenerse en pie. Miró al pelinegro, cuya mirada fue suficiente para que se le bajara la borrachera.
-no entiendo porque quieres ir a buscar algo que ya tienes aquí – Aoi se señaló a si mismo - ¿lo quieres? Lo tienes – sin previo aviso el pelinegro se le aventó al castaño estrellándolo contra la pared y besándolo con furia.