Sasuke llego a su mansión molesto, con un trapo en su nariz, buscaba al tarado de su hermano, aun recordaba lo que había pasado y no se lo perdonaría, ¿Cómo se atrevía a secuestrar a SU rubio?, cuando por fin había pensado que podría pasar un poco de tiempo conciliador con Naruto, aparecía su hermano y no le basto con golpearlo sino que también se llevaba al dueño de sus deseos.
Lo busco prácticamente por todas las habitaciones pero no lo encontró, así que por obviedad supo que no estaba ahí, se pregunto cuanto tiempo tardaría en llegar y que tanto estaría haciendo con su zorrito.
- Joven amo – le llamo Iruka con un tono educado – se le ofrece algo.
- Si, quiero ser informado de inmediato en cuanto llegue mi hermano – su voz era acorde con lo que sentía en ese momento, coraje.
- Su hermano acaba de llegar – lo había visto llegar molesto con rastro de sangre, pero prefirió no decir nada y el verlo por la casa de un lado para otro, supuso que estaría buscando a alguien y en cuanto vio a Itachi cruzar por la puerta, supo de inmediato a quien su joven amo buscaba, por lo que decidió ir a buscarlo para informarle.
El azabache ni siquiera le agradeció el detalle de que le fuera avisar de la llegada de su hermano, llego al salón de te, donde sabia que él estaría con seguridad y en cuanto lo vio con una sonrisa arrogante deseo poder golpearlo.
- ¿A dónde llevaste a Naruto? – su mirada fría era evidencia de lo molesto que estaba.
- No te importa, de echo quiero saber que rayos tienes en la cabeza para tratarlo tan mal en la escuela – se sentó en el cómodo sillón que se encontraba en esa sala, cruzando su pierna y mirando profundamente a su hermano.
- Ya te fue con el chisme – su rostro era inmutable, el no quería escuchar las reprimendas de su tonto aniki.
- No, el no me dijo nada, pero en cuanto le hable de ti… - hiso una pausa y vio fijamente su rostro y encontró lo que buscaba, se veía el interés en sus ojos, deseaba saber que fue lo que le dijo el blondo acerca de él y no pudo evitar sonreír – dijo que no quería hablar, de un Teme con complejo de dios, que además era un ególatra engreído.
Su sonrisa se amplio al ver a su ototo afectado por sus palabras, era mas que evidente que su hermano estaba coladito por el pequeño rubio y sinceramente se alegro, su hermano merecía ser feliz, merecía tener lo que a él le fue negado, el amor.
- Sabes querido hermanito, si sigues con esa estúpida actitud jamás harás que el zorrito se fije en ti, se ve que es una persona noble y desinteresada, una persona que se muestra tal y como es, no tolera injusticias y jamás se dejaría pisotear por alguien, te recomiendo que intentes pedirle una cita de manera civilizada.
- Una cita… - repitió mas para si mismo que para su hermano, sin embargo este lo escucho y su sonrisa volvió a aparecer.
- Si, una cita, escoge un lugar abierto y bonito o tal ves a un restaurant de lujo, aun que no se sentirá muy cómodo con eso…
El azabache menor salió de la sala dejando a su hermano hablando solo, fue hacia el comedor y pudio que le llevaran un cuaderno y un lápiz, en cuanto se lo dejaron en la mesa, tomo asiento y le pidió al personal que lo dejara solo.
Mañana seria el último día de clases de la semana, así que el domingo estaría bien, lo esperaría en el reloj que se encontraba en la plaza “Ebisu Garden Place”, pero tenía que saber como pedírselo…
“Naruto, quieres in con migo a la plaza”…. No demasiado común
“Hey dobe, acompáñame”… se pondrá a gritar en cuanto le diga dobe
Así estuvo durante un rato, intentando ver que frase podía ocupar para que en rubio aceptara salir con él. Le resultaba difícil ya que era la primera ves que se lo pediría a alguien, normalmente era a él quien se lo pedían y el siempre les decía de la manera mas fría que no.
***
Naruto, se la había pasado genial, le había caído demasiado bien el moreno, se lamentaba que el Teme no fuera como su hermano.
Al principio no quería aceptarlo, pero sinceramente le alegro sufrir ese “secuestro” por parte de Itachi, ya que así no tubo tiempo se sentir la ausencia del pelirrojo, pero no seria lo mismo mañana cuando si se presentara al colegio, pero también decidió que el hecho de que Gaara fuera tras Sasori era lo mejor.
***
Era temprano, pero eso ya era costumbre en él, así que se levanto a las seis de la mañana y pidió que comenzaran con la preparación del desayuno.
Estaba a punto de sentarse cuando las mucamas le llevaron el teléfono…
- Disculpe Itachi-sama , pero su esposo pregunta por usted…
- Muchas gracias – tomo el teléfono y con un ademan les indico que lo dejaran solo – hola Dei…
- Hola, disculpa que te hable pero necesito que regreses, se que te dije que podías pasar tiempo con tu familia y lamento esto de verdad pero…
- Basta –sonrió –no te disculpes tanto, entiendo, me iré hoy mismo solo iré a despedirme de un pequeño que acabo de conocer y estaré a tu lado en un momento…
- Jajaja, gracias y yo te espero para que me platiques todo lo que paso, bueno te dejo, nos vemos pronto…
- Si, cuídate…
Salió de su mansión después de tomar su desayuno, quería despedirse de Naruto antes de volver a New York, su marido tal vez lo necesitaba para que se presentara a alguna reunión de beneficencia o algo por el estilo.
Cuando llego a su destino, vio como Naruto tomaba su bicicleta…
- Buenos días Naru-chan – lo saludo cordialmente.
- Itachi-san, que sorpresa – el Kitsune estaba sorprendido de verlo ahí.
- Sube, te llevare a la escuela – abrió la puerta del copiloto.
- Pero…
- Vamos ordenare que vallan por ti y te dejen donde tu les digas…
Aun dudaba, la verdad es que ya no quería ocasionar más molestias al azabache, pero no sabia como negarse, además de que no quería andar arriba de un auto que no era suyo.
- Naru-chan – se escucho una infantil voz.
- Ah, kyo-chan, hoy te vas mas temprano
- Hoy tango actividades en el club, pero por que aun no te has ido, se te esta haciendo tarde, por cierto – apenas se había dado cuenta de la persona que también se encontraba ahí - ¿Quién es usted?
- Hola pequeño, soy Uchiha Itachi – se presento muy formal.
El niño solo abrió la boca de la sorpresa, él sabía quien era, no por nada se había quedado con la computadora, había investigado a todos los que estudiaban y habían estudiado en el colegio más prestigiado de Japón.
- Es un honor conocer a uno del clan Uchiha, se inclino con respeto - algo que sorprendió a su hermano – espero que mi hermano no le este causando problemas.
- Bueno… - Itachi le pareció interesante el comportamiento del niño – quiero llevarlo a la escuela dado que tengo que irme hoy, pero al parecer se rehúsa a dejar su…
- No diga mas – tomo la bicicleta – te la llevare al trabajo – subiéndose – hasta luego Uchiha-san
Itachi solo sonrió y le dijo adiós con la mano, después de eso tomo a un Naruto sorprendido y falto de reacción y lo subió al auto, durante el trayecto el azabache le pregunto acerca del pequeño, la verdad es que a pesar de todo él aun no tenia hijos ya que su marido prefería esperar.
Cuando los estudiantes vieron quienes bajaban del auto, se acercaron para hablarle al moreno, principalmente el trió de hienas que siempre molestaban al rubio, pero este no le hiso caso a nadie.
- Bien, nos vemos Naruto - saca una tarjeta de la bolsa de su pantalón – ten, esta es mi tarjeta y ahí vienen los números telefónicos donde me puedes localizar, si alguien te hace algo, no importa quien, llámame y vendré de inmediato, es una promesa – se subió al auto – nos vemos.
Arranco el auto derrapando, Naruto comprendió que al moreno le encantaba la velocidad, lamento el que se tuviera que ir, últimamente le estaba pasando muy seguido, su amiga Sakura aun no volvía, Gaara se había ido, Sasori se había ido y ahora Itachi se iba. Suspiro y entro al colegio.
- Naruto-kun… - al escuchar esa voz alzo la vista.
- Sakura-chan – en cuanto la vio, la abrazo – cuanto tiempo…
- Lamento no haber venido antes, pero es que el medico me recomendó un viaje para distraerme y olvidar lo que ocurrió.
- No te preocupes lo bueno es que ya estas aquí, bueno te dejo, la verdad es que no se si ya me levantaron esa cosa o seguirá, así que nos vemos después…
- Espera, ya he preguntado, por eso me atreví a hablarte, al parecer quedo suspendida por un tiempo…
- Bueno de algo a nada, entonces vámonos al salón, quiero tener clases…
Las clases fueron tranquilas, por primera ves el Uzumaki pudo disfrutar de un día tranquilo, no fue perseguido, durante las clases no le lanzaron nada, su banco no había desaparecido, sus libros no estaban rayados y los pizarrones no tenían mensajes vulgares hacia su persona, un bello día tranquilo.
Cuando terminaron las clases se dirigieron al comedor para comer los almuerzos juntos, estaban platicando tranquilamente cuando las tres chicas se acercaron a donde estaban…
- Uzumaki, no te sientes abandonado – Karin aun estaba furiosa por la humillación de la fiesta.
- Todos los que te defienden poco a poco se van retirando – Ten Ten solo deseaba fastidiarlo.
- No te sientes un poco abandonado – Ino tampoco desaprovecharía la oportunidad de molestarlo, ya que la verdad lo odiaba.
- Por que no se largan y me dejan comer tranquilo –se había levantado de la silla para encararlas.
Sin embargo ninguna pudo contestarle ya que Sasuke tomo por el hombro a Karin y la aventó hacia atrás.
- ¡Hay!, Sasuke-kun me tiro sin querer – hiso pose dramática.
- Karin – las otras dos fueron ayudarle a levantarse.
- ¡CALLATE MALDITA BRUJA, QUE FUE APROPOSITO, ESTORVABAS! – ni siquiera se digno a voltearla a ver.
Después de despejar el área puso sus manos sobre la mesa, ni siquiera reparo que Naruto no se encontraba solo, ya que su vista solo lo abarcaba a el.
- Bien – agacho su vista – sin rodeos – se lo dijo a si mismo, para después de eso dar una vuelta alrededor de la mesa y quedar en el mismo lugar.
Naruto no sabia que tramaba ahora el Uchiha, pero decidió esperar paciente mente cualquier cosa, estaba preparado para responderle a cualquier majadería que le hiciera a el o a su amiga.
- Te espero mañana en el reloj que se encontraba en la plaza “Ebisu Garden Place” a la una de la tarde – después de decir eso se retiro, pero apenas había dado cinco pasos cuando se apresuro a volver – su llegas tarde te matare – después de decir eso se fue del comedor.
El rubio estaba preparado para responder a cualquier majadería, pero para lo que acababa de decirle no tenía ni como contestarle, se quedo con la boca abierta, acaso el Uchiha le acababa de pedir una…
- ¡CITA!, Uchiha-sama te acaba de pedir una cita – Karin estaba furiosa.
- Maldito, como te atreves a intentar embaucar a Sasuke-kun…
Naruto no las escucho, el seguía pensando en lo que debería hacer, estaba tan concentrado que no noto algo que ocurría a su alrededor.
***
La mañana estaba fresca, sin embargo el sol iluminaba el día, Naruto se levanto, él no trabajaría ya que era domingo además la dueña del restaurant había decidido visitar a unos amigos por lo que no abriría su negocio, así que se levanto y se baño, salió con una bata y en su cuarto se puso a ver la ropa que llevaría.
Decidió que llevaría un jeans algo ajustados, se puso unas calcetas y sus tenis negros, una playera de manga larga color negra con los hombros anchos, debido a que estaba fresco se puso su chamarra negra con líneas naranjas, su favorita y regalo de su padre además decidió ponerse una bufanda, llevo una pequeña mochila para llevar un paraguas por si llovía, además de que llevaría otro suéter por si enfriaba mas y unos guantes, ya que aunque no lo pareciera era muy friolento.
Una vez que se vio en el espejo y a su juicio se veía bien, tomo su cartera de ranita, salió de su cuarto para decirles a sus padres que volvería mas tarde.
No llevo su bicicleta ya que ese día prefería caminar, se fue con calma ya que tenía tiempo de sobra. Cuando estuvo en el lugar citado vio a la persona que estaba esperando…
- Hey Kiba, pensé que llegarías tarde…
- Jajaja, pero si ya nos habíamos puesto de acuerdo para pasar todo el día juntos, por fin podre ir a comprar algo de ropa nueva, aunque después de eso que te parece si vamos a los videojuegos…
- Me parece perfecto, vamos…
Después de decir eso se fueron a los comercios que estaban cerca…
***
Sasuke se levanto temprano para sorpresa de las mucamas que siempre tenían la peligrosa misión de ir a despertarlo.
Tomo un baño de tina algo larga ya que estaba planeando todos los posibles lugares donde llevaría al zorrito, pensó llevarlo tal ves a comer y después a un parque de atracciones, tal ves le gustaran ese tipo de cosas o simplemente lo llevaría a donde hubieran video juegos, la verdad es que no tenia idea de los lugares que el rubio frecuentaba y se lamento por eso, ya que él quería que tuvieran la mejor cita.
Pero él no tenia ni idea de cómo tener una cita ya que esa seria la primera que tendría y quería ahorrarse las burlas de Shino y Neji, así que nunca les preguntaría algo al respecto.
Después de terminar su ducha fue a su habitación y abrió su guardarropa que mas parecía otra habitación, selecciono algo sencillo, unos tenis un pantalón de mezclilla que le quedaban justos y una camisa, además de ponerse una chamarra, se puso una gorro en la cabeza se veía bastante bien.
Espero pacientemente a que dieran las doce y salió de su mansión, una ves que llego al lugar cita se acomodo y espero, llego antes así no le reclamaría por llegar tarde….
***
Eran las dos de la tarde, Naruto junto con Kiba visitaban su quinta tienda, ya que el castaño no se decidía por una gorra que quería que quedara bien para regársela a un amigo que tal ves pronto se convirtiera en su novio.
Mientras se divertían probándose las gorras, el rubio se sentía un poco mal por haber dejado plantado al Uchiha, pero este nunca le pregunto antes si ya había echo compromiso.
Mientras Sasuke seguía esperando en el reloj a que el rubio llegara, en ese momento veía su reloj por veinteava vez.
***
Las cuatro de la tarde, ambos amigos disfrutaban de una hamburguesa en un restaurant de comida rápida, platicaban los sucesos mas importantes que habían pasado, ya que antes los dos estaban en el mismo colegio, pero debido a la beca del rubio ya casi no se veían mas que en el trabajo.
Sasuke seguía en el reloj de la plaza, ya había perdido la cuanta de las veces que había visto el reloj, estaba preocupado de que algo malo le hubiera pasado a su zorrito, pero de ser necesario lo esperaría toba la noche.
***
Comenzó a ponerse nublado clara amenaza de que llovería, sin embargo para ellos que disfrutaban de los videojuegos no se habían dado cuenta de ese suceso.
El azabache seguía en el mismo lugar pero ahora sentado, su reloj marcaba las seis de la tarde y para colmo comenzaba a llover, veía como todos los que estaban por ahí salían corriendo a refugiarse, sin embargo él no, ya que le dijo a su rubio que el lo esperaría ahí y eso haría, no le importaba si de pronto nevaba.
***
Los dos salían del local y se daban cuenta de la lluvia, pero ninguno se preocupo ya que ambos venían preparados para esa situación. Sin embargo Naruto sentía algo en su pecho que no lo dejaba estar tranquilo desde hacia ya varios minutos.
- Oye kiba – su vos sonaba algo preocupada – crees que alguien este esperando a otra persona bajo esta lluvia.
- Solo que este loco – le dijo volteando hacia otro lado.
- Ese esta loco – saco su sombrilla de la mochila y comenzó a correr.
- Naruto, ¿adonde vas? – le extraño el comportamiento de su amigo.
- Lo siento Kiba, luego te explico…
Corrió como si su vida dependiera de ello, deseaba estar equivocaba, de echo rogaba por que se hubiera ido al ver que no llegaba, sabia que el azabache no era una persona paciente por lo que suponía que a los cinco minutos de retraso se hubiera ido.
Sin embargo cuando llego vio a una persona acurrucada, temblando, sin duda mojado de pies a cabeza, se acerco a paso lento acercándose y lo cubrió con la sombrilla.
Sasuke al no sentir el agua y al ver unos tenis color negros, alzo su vista y vio unos ojos tan azules como el cielo en primavera, sin dudarlo se levanto y lo abrazo, no importándole si lo mojaba.
- Maldito dobe, no sabes lo preocupado que estaba – le dijo sin soltarlo.
Naruto no podía creer lo que estaba pasando, de echo, por la sorpresa al ser abrazado por el azabache soltó el paraguas, no correspondió el abrazo, pero su corazón comenzó a latir y sintió un calorcito en el estomago.
- El único Teme aquí eres tu, jamás me preguntaste si tenia algo que hacer – eso era cierto, no era su culpa.
- Estaba preocupado, si no llegabas hoy movilizaría a todos para que te encontraran…
- Eres un exagerado…
- Y bien como piensas recompensar tu falta…
Naruto no podía creer que le estuviera ordenando, pero se apiado de él al verlo mojado y temblando…
- Ok, vamos – reviso su monedero y vio que tenia poco dinero – por aquí hay un pequeño restaurant donde sirven un café delicioso.
Comenzó a caminar con el azabache siguiéndolo, sus manos estaban en su bolsa del pantalón procurando calentarse un poco el cuerpo ya que los temblores se estaban haciendo cada vez más fuertes. La lluvia había parado.
Llegaron al edificio, Naruto lo guio, el lugar estaba en el segundo piso por lo que tenían que subir aun elevador, al rubio le sorprendió que el otro no reclamara nada, pero el azabache no lo hacia por que comenzaba a sentirse mal.
- Es por aquí – entrando al elevador y jalándolo para que entrara.
Pulso el botón para pare que comenzara a subir, pero antes de llegar al piso el elevador se atasco.
- Maldición – Naruto comenzó a golpear las puertas.
- Mira lo que haces dobe, ahora estaremos aquí encerrados.
- Mejor cállate y ayúdame, si no, no podremos salir.
Ambos comenzaron a golpear y gritar esperanzados de que alguien los escuchara, lo que ninguno noto cuando entraron al lugar fue un cartel que decía que el restaurant había cambiado de local y que el elevador no funcionaba y se presentarían hasta mañana los trabajadores para arreglarlo.
- Esto es genial, encerrado en un elevador junto al Teme, ya decía yo que algo malo pasaría, siempre pasa algo malo cuando tu estas cerca…
- Ya cállate, yo tampoco hubiera deseado estar aquí encerrado – no lo que el deseaba era poder tener una cita con él.
- Pues ahora tendremos que esperar hasta que alguien venga – se sentó era mejor tomárselo con calma.
- Tienes razón – se sentó aun lado de Naruto, sin embargo su cuerpo comenzaba a sentirse débil y debido a so prácticamente callo encima del rubio.
- Oye que tienes – lo empujaba pero no podía quitárselo de encima – quítate, mas vale que no pienses en propasarte por que te matare – empujo con todas sus fuerzas y Sasuke callo cual largo era sin moverse o decir algo.
Naruto se puso a gatas y se acerco al azabache comenzando a picarlo en las costillas…
- ¿Estás bien? – se preocupo al ver el rostro del moreno ligeramente sonrojado y algo sudado, así que puso su mano en su frente y se preocupo, ya que tenia calentura.
- Diablos, enfermaste – rápidamente tomo su mochila y comenzó a sacar las pocas cosas que habías puesto en ella.
Rápidamente le quito el gorro y lo puso a un lado, le quieto la chamarra que estaba totalmente mojada y le quito la playera, le puso el suéter que él tenia en la mochila y la chamarra que tenia puesta se la quito poniéndosela a modo de taparlo con ella, su mochila se la puso de almohada, también se quito la bufanda y se la puso, tomo el pastillero que siempre su mamá le obligaba a cargar con pastillas tanto para la calentura como para el dolor de cabeza y le dio una pastilla, se alegro de haber comprado agua embotellada cuando estuvo en el restaurant familiar. Él se puso los guantes, ya que eso seria lo único que tendría para soportar el frio.
- No debería hacer esto, te enfermaras – le dijo con voz cansada, estaba feliz de que el pequeño lo cuidara, pero no quería que el también se enfermera.
- Yo estoy acostumbrado a pasar frio – le dijo muy convencido – al contrario que tu, que siempre lo has tenido todo, eres mas propenso a enfermarte durante los cambios climáticos, así que lo mejor será que te duermas un rato para que la pastilla haga efecto – le sonrió – vamos descansa yo estaré aquí para velar tu sueño.
- Naruto – le dijo serrando los ojos y con tono bajo- Gracias – después de decir eso se durmió.
No supo cuanto tiempo paso, estaba algo desorientado, pero le costo solo medio minuto recordar que estaba encerrado aun en el elevador con Naruto, se incorporo despacio, ya no se sentía tan mal, busco al zorrito y lo encontró acurrucado en una esquina, se veía que tenia frio, así que se incorporo y se sentó a un lado de él y los tapo a ambos con la chamarra del rubio además coloco la bufanda a modo de que los cubriera al mismo tiempo, tomo sus manos y se durmió feliz por primera vez en su vida.