Sakura se levanto de la silla donde se encontraba, camino entre las personas que la rodeaban para salir de la discoteca, no podía creer aun que su plan no hubiera dado resultado, odiaba que todo lo que hubiera hecho hasta ese momento no hubiera dado resultado para lograr conquistar a la persona que amaba desde que estaba en el parvulario.
Sus pasos sonaban debido a los tacones de diez centímetros que usaba color dorado, sus largas piernas eran visibles debido a la abertura que tenía su vestido rojo casi entallado que dejaba ver su hermosa figura, sus ojos ya no dejaban ver inocencia, al contrario, dejaba ver un brillo de odio que tenia.
A cada paso que daba llamaba la atención de los hombres y el odio de las mujeres, choco con la que anterior mente había chocado, justo el día en que llevo a Naruto.
- Porque no te fijas por dónde vas – le dijo la chica, estaba molesta y había chocado apropósito con ella, ya que el chico que la acompañaba no dejaba de verla.
Además la recordaba, así que sabía que podía insultarla, humillarla todo lo que quisiera y ella lo único que haría sería llorar, pero grave fue su error, ya que esta vez la de ojos verdes no tenia que fingir quien era y sin dudarlo, le planto una bofetada que la dejo tirada y con la mejilla doliéndole e hinchada.
- Mira maldita bruja horripilante, no te me vuelvas a acercar a menos que quieras que te desfigure esa horrible cara que tienes.
Después de decir eso siguió su camino sin volteare atrás, tenía que acudir a la “cita” que tenia con su “amigo”, estaba decidida, si para poder conseguir el cariño y el amor del Uchiha tenía que deshacerse del pobretón ese, lo haría sin dudarlo.
Ella sabia el punto débil del azabache, tanto así había averiguado de él que sabía que los amigos de él y ella eran los únicos que lo conocían.
Él conocería el dolor de perder a la persona y que mejor lo viera con sus propios ojos, tomo su celular y marco a un numero en especifico y después de dar algunas instrucciones colgó, para volver a realizar la llamada a la persona que quería ver sufrir.
Después de esperar unos minutos, una voz masculina que sonaba seductora ante sus oídos le respondió…
- Sasuke, ni se te ocurra colgar porque lo pagaras caro – le dijo después del típico saludo inicial por parte del otro.
- ¿Qué es lo que quieres maldita bruja? – no le hacía gracia el tener que hablar con esa mujer que había ocasionado los problemas actuales que tenia.
- Te espero en la alberca del instituto, lo más pronto que puedas, ahí estará Uzumaki y a menos que quieras que le pase algo lo dejaras plantado, además ven solo o de lo contrario sufrirá mas – después de decir eso colgó el móvil.
Acelero un poco más, tenía que darse prisa, conocía al rubio y sabia que se desesperaría y se iria, ya todo estaba listo, sonrió ante lo que pronto se avecinaría.
***
Sasuke aun tenía el móvil en su oído, no podía creer lo que le estaba pidiendo la Zorra rosada, pero de una cosa si estaba seguro, él no permitiría que se le acercara a su ángel, primero la eliminaba antes de que le tocara uno de sus rubios cabellos.
Se dirigió hacia su ropero y tomo la bufanda que aún conservaba de recuerdo de su primera cita, la beso, para después colocarla sobre su cama, tomo las llaves de su auto y salió corriendo.
A pesar de que Iruka le había preguntado hacia donde se dirigía, no le contesto, esperaba llegar a tiempo y evitar que dañaran a su amor.
***
Naruto acababa de llegar al lugar citado, le sorprendió encontrar el colegio abierto, pero al parecer eso era una costumbre, paseo por los alrededores, no entendía muy bien el porqué, pero necesitaba recorrer los mismos lugares en los que había estado con su amigo Gaara, lo extrañaba, se sentía un poco perdido por todo lo que le estaba pasando.
Fue a la sala de música y toco un poco para quitarse la tristeza, en ese momento no puso atención en una melodía en particular, solo quería enviarle a su amigo, un saludo y decirle que volviera, quería hablar nuevamente con él y decirle todo lo que le atormentaba, porque sabía que sus sentimientos estaban cambiando, pero tenía miedo de que eso pasara.
Dejo de tocar y con lentitud se fue alejando del piano, ya se había tardado, así que lo mejor era darse prisa para llegar y poder hablar con su amiga.
Al llegar se sorprendió que aun no hubiera llegado Sakura, así que entro y se acomodo en una de las sillas que se encontraban ahí.
Se puso a pensar en lo que aria, era verdad que había soportado varias de las humillaciones de sus compañeros, sin embargo esta vez no solo lo lastimaron de forma física al grado de sacarle sangre, si no que habían quemado también sus pertenencias.
Tan ensimismado estaba en sus cavilaciones que no se dio cuenta que un hombre se acercaba por detrás, lo empujo al suelo y sujetándolo con fuerza, otro de los tipos que se encontraban ahí, puso sus manos en su espalda para esposarlo, después lo incorporaron a modo de que quedara incado.
- ¿Quiénes son ustedes? – les pregunto con voz firme, el no demostraría que tenía miedo.
- Son mis amigos, yo los invite a esta fiesta – esa voz la reconocería a donde fuera.
- Sakura – sus zafiros se toparon con los esmeralda de la chica.
- Hola Naruto – sonrió de forma cínica mientras se acercaba a él de forma elegante, sus pasos resonaban por todo el lugar ocasionando un ligero escalofrió en los presentes, para el rubio era confuso, ya que la Sakura que él conocía era una chica débil y buena amiga.
- ¿Qué significa esto? – no entendía lo que estaba pasando.
- Sabes, yo hace mucho que conozco a Uchiha Sasuke junto a el resto de los F4, estamos juntos desde el Jardín de niños, desde entonces estoy enamorada de él, intente por todos los medios llamar su atención, pero no importaba cuanto me esforzara lo único que obtenía de Sasuke-kun eran malos tratos…
FB…
Un día saleado, los niños tenían una hora de actividad libre, un pequeño pelirrojo, tocaba una dulce melodía en su violín, mientras una maestra lo vigilaba, un chibi de ojos perla, jugaba junto con otro niño con lentes a la pelota, mientras un azabache se dedicaba a ver unas flores en el pequeño jardín que se encontraba un poco alejado del grupo, mientras que una peli-rosa se encontraba en una mesa terminando de colorear un dibujo con sus crayolas.
Cuando ella termino con su dibujo, se levanto de su asiento y corriendo se acerco al pequeño que seguía observando las flores…
- Sasuke-kun, Sasuke-kun – le gritaba mientras se acercaba – mira lo que dibuje – y orgullosa le muestra su dibujo donde unos deformes muñecos estaban encerrados en un corazón, uno tenía el cabello negro y el otro de un rosa fuerte.
El chibi los vio con una de sus lindas cejas alzadas el dibujo que le mostraba la niña y después de unos segundos de enorme silencio se escucho la voz infantil del niño…
- ¿Qué rayos son esas cosas? – su tono era molesto.
- Pues… - su voz sonaba en un susurro, pero era perfectamente audible para el pelinegro – somos tu y yo…
La niña no termino de decir lo que quería, ya que de inmediato, el cuaderno de dibujo que sostenía en sus manos fue arrebatado con violencia…
- Jamás, escúchame bien – arrojo el cuaderno al piso y comenzó a pisarlo – jamás digas que un dibujo horroroso se parece o soy yo, entendiste – en pujo a la chibi haciéndola caer sobre el pasto – y grábate también esto, yo jamás seria novio de una niña tan fea, pareces una bruja de lo horrible que estas…
El pequeño, se fue dejando a la niña llorando y maldiciéndose por no ser lo suficientemente bonita para gustarle al pequeño Uchiha.
FFB.
- No sabes cuándo llore, me sentí humillada después del rechazo de Sasuke-kun, le pedí a mis padres que me llevaran lejos y me complacieron, estudie en Estados Unidos, cuando cumplí los quince años, les pedí a mis padres que de regalo de cumpleaños me dejaran hacerme cirugía plástica y después de mucho rogarles accedieron regresando después con todas mis ilusiones renovadas, ¿y todo para qué?, para que un maldito pobretón me quite a la persona que más amo – después de decir la última palabra le soltó una fuerte bofetada, haciendo que resonara en el lugar en el que se encontraban.
- Yo no te quite nada – la voz del rubio sonaba firme y sincera a pesar de estar en esa situación – además no soy pobre soy clase media…
- ¡Naruto…! - el grito de desesperación lleno el lugar.
- Sasuke-kun – nombro al azabache, él cual al ver a Naruto intento acercarse para asegurarse de que se encontraba bien – detente ahí – le dijo la chica al ver su reacción.
El azabache le hiso caso y sus ojos se posaron en los jades de ella, sus orbes obscuras reflejaban coraje hacia la persona que tenía enfrente y este aumento más al ver la sonrisa cínica que mostraban los labios de la bruja que se había atrevido a lastimar a su Rubio.
- ¿Qué es lo que quieres Sakura? – su voz era clara, pero con frialdad, un tono de voz que sin duda causaba escalofríos.
- Solo quiero que me ames, eso es lo único que yo quiero, si le dices a Naruto que lo odias y que solo me amas a mi lo dejare ir…
- ¡JAMAS!, jamás negare lo que ciento por Naruto…