Todos giraron para ver a la persona que entraba en ese momento al comedor, Shino y Neji no pudieron evitar la sonrisa de su rostro al ver de quien se trataba.
- ¡Gaara!… -exclamaron al mismo tiempo.
- Volví – dijo este con una sonrisa radiante.
Nadie lo noto, pero Naruto si, Gaara estaba diferente, sonreía y sus ojos brillaban, ya no eran tristes ni opacos, tenían vida, sonrió desde el alma, estaba feliz de volver a verlo, era egoísta, pero desde lo del accidente lo había estado llamando con el pensamiento y ahora que lo volvía a ver de verdad que estaba feliz.
Pero él único que parecía no estar muy contento con el regreso del pelirrojo era el azabache, que lo veía de manera fría y muy fijamente.
***
Durante la tarde en el trabajo, Naruto le estaba informando a Kiba lo que había sucedido en la escuela, ya que se encontraban en su hora de descanso…
- ¿Pero no es muy pronto para que el príncipe de fuego regrese? – con ese apodo identificaba a Gaara.
Naruto solo asintió, ya que ese es el mismo que estaba pasando por su cabeza.
- Entonces el que él regrese tan pronto significa…
- No lo sé pero, ten por seguro, que no fue nada bueno… - su cara de preocupación era muy notoria.
- Pero si es eso, ¿no deberías estar gritando y brincando de felicidad?, o al menos tener una sonrisa deslumbrante en tu rostro.
- No lo sé, es que algo es diferente…
- Tal vez su estancia en el extranjero le sentó de maravilla y se convirtió en todo un adonis…
- No seas tonto…
- Naruto, yo creo que estas confundido y que el causante de esto es cierto azabache prepotente…
No dijo nada ya que aun que se negara a admitirlo abiertamente, era verdad, algo dentro de él estaba feliz del regreso del pelirrojo, sin embargo también sabía que ese sentimiento de alegría no se expresaba con la misma intensidad que antes de tratar al arrogante narcisista de Uchiha Sasuke.
Estaba tan concentrado en sus pensamientos que se sorprendió de ver que el causante de la mayoría sino que de todas sus desgracias estaba parado a un lado de él y solo se dio cuenta cuando este lo tomo del brazo para jalarlo comenzando a caminar a la salida.
- Oye, espera – intentaba zafarse del agarre que el moreno tenia sobre su brazo – aun no salgo de trabajar y no quiero que me descuenten de mi salario.
- No te preocupes por eso, yo te pagare tu salario y te daré lo que te pagan por horas extras – lo saco del restaurant y lo metió a la limosina que los esperaba.
Naruto ya no dijo nada, sabía de antemano que Sasuke no le haría caso, además no tenía ganas de pelearse con él, durante todo el camino se la paso callado, algo muy raro en él, pero es que aun seguía pensando en el motivo por el que Gaara regreso tan pronto.
Cuando logro salir de sus pensamientos se dio cuenta que estaban en la mansión de los Uchiha, no sabía que harían ahí pero esperaba no tener que demorar nada, prefería poder llegar ya a su casa.
- Bien, llegamos…
- ¿Para qué me trajiste aquí? – bueno era el momento de preguntar.
- Voy a regresarte todo lo que te quemaron en ese incidente…
- No quiero – se dio media vuelta dispuesto a irse.
- Por favor, déjame regresarte lo que por mi culpa te quitaron – lo dijo casi en forma suplicante, ya estaba decidido de todas forma que solo con él dejaría su orgullo de lado.
- Está bien – suspiro derrotado, no quería, pero sabía lo persistente que se pondría y la verdad su mente no estaba para soportarlo.
Sasuke lo tomo de la mano y lo dirigió hacia la mansión, hasta el estudio, los empleados, se quedaban sorprendidos al ver la cara de felicidad que tenía su pequeño amo, Iruka se sentía feliz, pues la verdad desde que su padre había muerto el había dejado de ser un niño feliz.
Después, a una orden del azabache, la servidumbre comenzó a desfilar, primero con mochilas y bolsos, para que el rubio escogiera el que más le gustara, el rubio estaba indeciso, todas eran bonitas pero no quería abusar, le hubiera gustado que el precio estuviera en las bolsas, pero el Uchiha al parecer supo lo que iba a hacer porque le quito los precios.
- Mmm… Teme, no sé estos bolsos me parecen mucho lujo para mí, la mía era bastante normalita.
- Dobe, solo escoge, no tienes por qué fijarte en esos detalles, de hecho había pensado en mandarte a hacer algunos diseños exclusivos, pero sabía que no te gustaría mucho la idea…
Al final escogió una mochila negra con vistas naranjas, además de que tenía una espiral bordada en plateado, le regalo dos uniforme y la bicicleta fue otro problema ya que también sabía que eran caras y después de una breve discusión escogió una que se aproximaba a lo que había sido su viejo transporte.
- Bueno, si eso es todo me retiro – Naruto se levanto para comenzar a caminar hacia la salida.
- Espera, por favor – Sasuke no quería que se fuera – por favor quédate a cenar con migo, por lo regular ceno solo, por una vez me gustaría comer acompañado.
No sabía el motivo, pero acepto, sinceramente ese fue un día maravilloso, no discutieron por tonterías y el Uchiha se comporto como una persona normal.
Después de la cena se sintió algo cansado, así que Sasuke amablemente le pidió que se quedara a dormir, de nuevo no supo el motivo por el que acepto.
Le prestó su cama, Naruto la sintió tan cómoda que de inmediato se quedo dormido, el azabache lo contemplo con ternura, lo amaba y ahora con el regreso de su amigo pelirrojo tenía que luchar con todas las ganas posibles.
Y ya sabía cómo comenzar, lo arropo y lo dejo tranquilo a pesar de que se moría de ganas de quedarse con él, sin embargo no se quedo con las ganas de acariciar esa melena rubia y suave y posar una beso mariposa en esos tentadores labios.
- Lo lamento – le susurro al oído – lamento todo lo que he ocasionado, pero sabes, eres la primera persona de la que me enamoro por eso no sé cómo comportarme contigo, por favor no me odies por lo que hare…
Lo abrazo para sintir su aroma, le acaricio su mejilla y acomodo su rostro para poder darle un beso casto, un simple roza que para él era suficiente en ese momento.
Se alejo sutilmente, esperando que amaneciera pronto para iniciar con lo que planeaba y rezando por que funcionara.