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Muchachos Antes que las flores por paolaneko1

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Notas del capitulo:

¡LO SIENTO!, SE QUE HA PASADO MUCHO TIEMPO DESDE QUE ACTUALIZE, PERO NO HABIA TENIDO TIEMPO, DE ECHO ESTE CAPITULO ESTA ALGO FORZADO, ESPERO QUE LES GUSTE... TOME EN CONSIDERACION EL ECHO DE QUE VARIOS DE USTEDES ME MENCIONARION QUE NO APARECIA NADA DE LA PAREJA DEI-ITA, ASI QUE ESPERO Y LES GUSTE LO HICE CON CARIÑO (AUN QUE ME HUBIERA GUSTO QUE ME SARIENA MAS FLUIDO Y CON MAS SENTIMIENTO).

ESPERO SUS COMENTARIOS, POR FAVOR, SE QUE NO LOS HE CONTESTADO, PERO ME ENCANTA LEERLOS Y SABER QUE LES GUSTA LO QUE ESCRIBO, ES LO QUE ME MOTIVA A NO DEJARLO ESTANCADO.

Llego a su habitación y lo primero que hizo fue romper todo lo que estuvo a su paso, era la primera vez que se enamoraba y la primera vez que le rompían el corazón, odiaba esa sensación de dolor que le ocasionaban los sucesos anteriores.

Un dolor punzante en su pecho, un agujero en su estomago, los ojos le ardían debido a las lagrimas que querían salir, todas esas sensaciones las experimentaba por segunda ocasión.

La primera vez fue cuando perdió a la única persona que lo apreciaba de verdad, su padre, pero estaba seguro que no había dolido tanto como ahora.

Comenzó a sentir húmedas las mejillas, al parecer su orgullo al final había sido pateado por su sufrimiento y las lágrimas por fin salían acentuando más sus sentimientos.

Pero a pesar de todo ya había tomado una decisión, aun que su corazón dolido le dijera que era una estupidez, aun así lo aria.

Tomo sus cosas y comenzó a empacar de manera apresurada, ya no quería estar en ese lugar, el que pensó que sería su paraíso, donde tenía la ilusión de que ese rubio ángel le diera un si en su petición de noviazgo.

***

-          ¿A dónde fue? – la voz de Shino no dejaba ver la preocupación que tenía en ese momento mientras hablaba por su celular.

Anoche, después de que Sasuke saliera detrás del rubio tuvo un ml presentimiento y este se vio confirmado en la mañana, cuando fue a buscar al azabache a su habitación y la encontró totalmente destruida, se hizo cargo de todo para que no se vieran involucrados en un problema.

Y ahora que todos estaban reunidos y sin que ninguno supiera responder a su pregunta, termino hablando con los encargados del aeropuerto.

-          ¿A las 10 en punto?, ok gracias por todo…

-          ¿Se fue? – Neji estuvo al pendiente de las preguntas de su amigo, también estaba preocupado por su amigo, es ese estado podría cometer muchas idioteces.

-          Si, se marcho al amanecer.

-          Esta loco…

-          Naruto - Shino sospechaba que el rubio estaba involucrado en el asunto.

Además, el azabache solo reaccionaba de esa forma por el blondo, ya que estaba consciente de que en estos momentos para su amigo Naruto era el centro de su universo.

El rubio se sintió incomodo ante la mirada de Neji, la de Shino no podía saber bien ya que siempre estaban ocultos a través de sus lentes obscuros, sin soportarlo más se puso de pie.

Abandono el lugar seguido de Kiba y su hermano, ninguno de los dos había hablado y estaba seguro que notaban lo tenso que estaba el ambiente.

Al cruzar las puertas se topo con su pelirrojo amigo, le regalo una sonrisa, fingida claro está ya que no podía hacerlo de corazón, pero no quería preocuparlo, ya bastante tenía con su propia tristeza.

-          Aniki…– no quería interrogar a su hermano pero sentía la necesidad de saber quera lo que harían.

-          Empaquemos, ya no hay necesidad de estar aquí…

Conocía también a su pelirrojo hermano, su carácter era más parecido al de su padre, la preocupación en su infantil voz era demasiado palpable, sabia sin voltear, ya que tanto su hermano como su amigo caminaban dos pasos detrás de él, que esa había sido la pregunta que no le había dejado hacer y el mismo lo sentía, ¿Qué haría ahora?

***

Un suspiro era lo que había salido por su boca, los ojos de ese tonto rubio eran demasiado transparentes para él, le dolía lo que estaba pasando pero no quería preocuparlo, por eso le había regalado esa nefasta sonrisa.

La verdad es que cuando la vio quiso golpearlo, pero sabía que nada lograría con eso, además él se la regresaría, esa blanca y sincera sonrisa, la que hacía sentir a su corazón una calidez que ni siquiera Sasori le había hecho apreciar.

Y por supuesto que se lo restregaría al bastardo de Sasuke, pero no iba a poder solo, necesitaba ayuda y sabia a quien pedírsela, aun que tendría que hacer algo que le dolía, pero no importaba, sabía que tarde o temprano Kamisama le premiaría sus buenas acciones.

 

***

 

Itachi se sentía aburrido, odiaba el tipo de vida que llevaba, aun así intentaba seguir adelante, en ese momento se encontraba leyendo un libro, o intentaba debido a sus repentinos pensamientos, en su sala privada dentro de la habitación que compartía con su esposo.

Pensaba que tal vez sería bueno escaparse por lo menos una sema a visitar, o fastidiar, a su tonto hermanito, además quería ver de nuevo a ese interesante niño de cabellos rubios, además si no salía pronto de esa mansión se volvería loco.

Escucho un suave golpe en su puerta, algo raro ya que ninguna de las mucamas se atrevía a molestarlo cuando se encontraba en ese lugar, de seguro era algo importante, aun así esperaba que no fuera su esposo pidiéndole que asistiera a otra estúpida cena de caridad.

-          Amo Itachi – Emma era una empleada de confianza por ese motivo había abierto la puerta aun sin oír la autorización correspondiente – tiene una llamada desde la isla Mare, Nueva Caledonia…

-           ¿Quién llama? – era raro que alguien le hablara desde uno de los complejo Uchiha, sabía de antemano que su madre no era y su hermano menos.

-          Sabaku no Gaara…

-          Eso es extraño – la mujer había llevado el teléfono en una charola por lo que en cuanto el moreno extendió la mano, el artefacto le fue acercado para que lo tomara – puedes retirarte.

-          Si, llámeme si necesita algo…

Le sonrió, por lo que sin más su empleada hiso una rápida reverencia y cumplió el pedido, Emma siempre era servicial con el moreno ya que él, mas que una empleada la trataba como igual, era amable en todos sus pedidos, por eso era respetado y obedecido sin chistar.

Cuando la puerta se cerró llevo el artefacto a su oído, esperando sinceramente que algo divertido pasara con esa llamada.

-          Hola… - fue interrumpido por una voz animada, algo difícil de creer.

-          Sé que es una sorpresa el hecho de que te llame desde este lugar aniki…

-          De hecho mi querido Gaara, es una sorpresa que me llames y más de esa forma, que yo sepa solo mi familia y unos cuantos amigos tienen este número… - su voz era calculadora y fría como siempre.

Sin embargo el pelirrojo noto cierta calidez, ellos se conocían desde siempre, de hecho tal y como lo llamo siempre lo había considerado un hermano mayor, sin embargo el amor que le tenía al modelo lo segó, así que sin pensarlo lo alejo de su vida.

Sabía que debía ser algo relacionado con su tonto hermanito, si no, el pelirrojo jamás se hubiera molestado en hablarle, ya que su mundo solo giraba alrededor de Sasori y el F4. Cuando era pequeño y se encerró en si mismo quiso ayudarlo con cariño y compresión, sin embargo el pelirrojo a cada acercamiento se cerraba mas permitiendo que su amigo fuera el único en lograr crear un lazo con el pequeño.

 

-          Lo sé, bueno, conociéndote ya has de saber que el numero me lo dio Sasori y que la llamada es con relación al tonto de tu hermano – si la única persona que sabía lo ayudaría en su terea seria el genio del clan Uchiha, solo esperaba sinceramente que aceptara hacerlo.

-          Pensé que no me conocías – sonrió, definitivamente esto tenía una excelente pinta, tal vez pronto saldría de su rutinaria vida – Bien, te escucho…

Gaara no se detuvo ante nada, le conto todo con lujo de detalle todo lo que había pasado en sus mini vacaciones esperando que al final de la historia encontrar un aliado.

-           Y bien piensas ayudarme…

-          De hecho mi querido Gaara, esto es algo que estaba pidiendo, sabes últimamente me la he pasado en aburridas cenas de caridad, así que con gusto te ayudo, además con todo lo que seguramente planeas no solo tendré un lindo y tierno cuñado, sino que él idiota de Neji dejara de jugar con las desdichadas que se le ponen enfrente y Shino, bueno también aprenderá que no se debe jugar con las personas…

-          Entonces nos vemos pronto…

-          Cuenta con ello, aunque me preocupa que esto acabe mal para ti…

-          No te preocupes los conozco desde la guardaría, sé que esto será muy entretenido, doloroso, si, pero también satisfactorio, creo que ya es hora de pagarles todo lo que les debo y que mejor que haciéndola de celestina…

-          Por eso eres el rey en las sombras, eres el más centrado a pesar de todo y comprendes más los sentimientos de las personas…

-          No ni-san, eso me lo enseño el pequeño kitsune, el es importante para mí, es la mitad de mi alma y debo asegurarme de que él sea feliz, estoy seguro que si él es feliz yo también lo seré…

-          Al final crees en el Karma… - la burla estaba presente, a pesar de la felicidad que sentía en ese momento.

-          Bueno, leo las cartas…

-          Eso no lo sabía, bueno, creo que lo mejor es darme prisa conociendo a mi estúpido hermanito, no tardara en hacer alguna tontería…

-          Te espero, aun que si me das un día como mínimo sería estupendo para comenzar a mover mis piezas…

-          Ok, nos vemos…

-          Te estaré esperando…

Colgó el teléfono, una  sonrisa adornaba su cara, no cabía duda de que su hermano aun se comportaba como un niño berrinchudo y eso para pesar de Sasuke le divertía, ¡Por fin algo de diversión!

Dejo el teléfono en la mesita que adornaba el lugar y se levanto de su cómodo sofá, aun mantenía la sonrisa en su rostro cuando giro se dio cuenta que no estaba solo en ese lugar.

-          Sabes hace mucho que no veía una sonrisa en tu hermoso rostro…

Deidara amaba a su esposo, desde la primera vez que lo vio, sin duda, amor a primera vista, pero el estilo de vida que llevaban hacia que su matrimonio fuera frio y distante. Hacía mucho que no veía una sincera sonrisa en el rostro de su cónyuge y solo hasta ahora se daba cuenta que ese azabache era prácticamente un desconocido.

Se sorprendió al ver a su rubio marido a esa hora en ese lugar, normalmente solo llegaba a dormir y a veces ni siquiera a eso, eran tan distantes que ni siquiera era capaz de sentir su presencia, algo realmente triste, de hecho lo mejor era auto engallarse, diciendo que estaba tan centrado en su plática que no se dio cuenta de en qué momento entro o si escucho su conversación.

-          Mmm… pues casi no nos vemos y pues en este lugar me aburro tanto que no tengo motivos para sonreír.

-          Lamento no estar el tiempo que tú quisieras en casa… - la tristeza en las palabras de su azabache era palpable, tanto que espero que esa simple frase bastara para aminorarla.

-          Sé que tienes trabajo – esa era la realidad – no quiero recaer en las discusiones de siempre, lo mejor será dejarlo así – había aprendido a amarlo, ya que su matrimonio había sido arreglado por su madre, pero a veces pensaba si el divorcio seria una mejor solución a sus problemas.

-          Itachi, te amo… - sabia que esas simples palabras no serian suficientes, en ese momento su corazón se lo gritaba, su relación se estaba enfriando, muriendo, un simple te amo no salvaría esa relación.

-          Eso dices, sin embargo ni siquiera has querido tener un hijo...

Su voz era fría al igual que sus ojos, si quería castigar a su maridito, el realmente lo deseaba, el sueño de todo doncel, ya sea porque puede dar vida o sentimentalismos parecidos, el tener a un pequeño en quien poner toda su atención, su motivación, su cariño, alguien que estuviera recibiendo sus abrazos, sus besos, alguien que estuviera con él en esa enorme mansión, alguien que le diera vida y alegría a esa construcción que el silencio estaba consumiendo poco a poco.

Sinceramente a pesar del dolor, se sentía más un adorno que el amo de ese lugar que se supone es su hogar, no se había vuelto loco solo porque sus mucamas estaban con él y de vez en cuando le llevaban a sus hijos para que se divirtiera con ellos.

-          Tienes razón y sabes, no deseo perderte, así que hare algo que nunca había hecho…

-          Ocupar uno de tus elegantes zapatos como taza de té – la ironía estaba latente en cada una de sus palabras – eso sería sorprendente de ver, pero no te creo capaz de hacer eso…

-          Itachi, tienes unas ideas muy raras…

-          Mmm…

 

Algo del monosilabismo de su hermano se le había pegado, sabía que su matrimonio era envidiado por todos los que leían revistas, ellos eran los más fotografiados durante los eventos a los que asistían juntos, los cuales eran contados, pero nadie sabía que apenas y si estaban juntos en la cama y eran contadas las veces que hacían el amor, a veces pensaba seriamente que su marido tenía una amante.

 

-           Hablo en serio – tomo su celular y marco rápido una serie de números…

-          Esto parece interesante… - esta vez su rubio esposo había logrado intrigarlo.

-          Mr. Jake, cánsele todos mis asuntos pendientes en este mes, me ha salido un problema familiar y es de suma importancia que lo resuelva personalmente…

Ok, eso sí que jamás lo hubiera pensado, de hecho se hubiera quedado con la boca abierta de no ser quien era, ya que a pesar de ser un doncel, su padre antes de morir lo había criado como cualquier otro hombre. Cuando su madre se convirtió en la matriarca del imperio Uchiha, él había sido obligado a tomar una educación mas de acuerdo a su condición, lo alejo de su hermano y lo comprometió a la fuerza con Deidara.

-          ¡Me importa un comino que se pierdan esos dos contratos millonarios! – al parecer el rubio se estaba molestando, pero no intervendría, quería realmente saber hasta donde era capaz de llegar su esposo.

-          Ni te atrevas a venir a buscarme porque te suelto a los perros – ante ese comentario sonrió, ya que su marido ni siquiera había notado que los dos perros que habían comprado ya habían pasado a mejor vida hace aproximadamente dos meses -  entiende, no iré a la oficina… ¿Cuánto tiempo?, pues el que sea necesario, ocúpate de todo y pobre de ti si cuando regrese las pérdidas totales sean mucho más a lo que ya tengo estipulado…

El rostro de su marido mostro coraje, tal vez su asistente personal había hablado de mas…

-          Ya te dije que no te quiero ver, me voy con mi marido, eso es todo lo que necesitas saber, lo que yo haba a partir de este momento no es de tu incumbencia…

Colgó el teléfono de forma furiosa y lo aventó hasta la otra esquina por suerte no se destrozo.

-          Bueno, tenias razón esto es algo que jamás me hubiera imaginado que arias…

-          Lo sé – sonrió de manera sutil – y bien, ¿Con quién estabas hablando?, sentí algo de celos el verte tan centrado en la conversación que ni siquiera notaste mi presencia.

-          Mmm… pues era Gaara, el amigo de mi hermano, me pidió un favor así que iré a Japón…

-          Bien, me platicaras en el camino, se que ese estúpido no se detendrá y vendrá a buscarme, así que te propongo que nos fuguemos…

-          Jajaja, estás loco…

-          Itachi – tomo la confianza para acercarse a su esposo y tomarlo de la cintura – quiero que en este tiempo recuperemos nuestro matrimonio, se que por mi idiotez y mi cargada agenda, lo nuestro se está yendo a pique, no lo deseo, te amo…

-          Está bien – le dio un beso mariposa en los labios – fuguémonos, ya que por si no lo habías notado ya no tienes perros que soltarle a tu asistente, espera verte pronto para decírtelo, pero hasta ahora te veo…

Eso sorprendió de sobremanera al rubio, ¡Tanto se había deslindado de su “hogar”!...

-          ¡Diablos!, no sé cómo no me has solicitado el divorcio…

-          Pues…

Deidara sintió miedo de saber que su hermoso doncel ya lo hubiera pensado, por lo que sin dudarlo más lo tomo tal cual estaba y se lo llevo a su auto para ir lo más rápido posible al aeropuerto, ya es resto de las indicaciones las daría por teléfono, no llevarían nada, tenía el dinero para comprar lo que quisiera, estaba dispuesto a ayudar en todo a su esposo si quería volar el complejo de su familia el mismo conseguiría la dinamita y personalmente la haría volar, además de que le cumpliría su deseo, no lo dejaría hasta que quedara en estado.

Porque simplemente lo amaba y no quería perderlo por nada ni por nadie….

 

Notas finales:

SE QUE ES CORTO Y ESTOY SEGURA QUE TIENE UN MONTON DE FALTAS DE ORTOGRAFIA, PERO SI NO ACTUALIZABA HOY TARDARIA UN MES MAS EN PODER ACTUALIZAR, NOS VEMOS, LOS APRECIO MUCHO.

ESPERO SUS COMENTARIOS, PARA SABER SI VALE LA PENA ESCAPARME PARA ACTUALIZAR ENTE FIC....


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