CAPITULO 37.
Un rubio y un pelirrojo entraban a su pequeño hogar, antes de siquiera poder dejar las maletas que traían consigo fueron apresados por sus padres.
- Naru-chan, Kyo-chan, los extrañe mucho, mucho…
- Si, no los volveré dejar ir a ningún lado, no saben la falta que nos hicieron…
Los dos chicos se dejaron abrazar, Kyo de verdad había extrañado a sus padres, él a diferencia de algunos jóvenes de la misma edad, prefería estar con sus padres haciendo cualquier cosa que salir con sus amigos.
Y Naruto, en esos momentos necesitaba del apoyo de sus queridos padres, aun que no les dijera lo que le pasaba, sabía que contaba con ellos.
- Pensé que aprovecharían nuestra salida… - claro, el pequeño pelirrojo jamás dejaría pasar la oportunidad de hacer sonrojar a sus padres.
- Kyo-chan, deja de decir esas cosas… - la pelirroja mayor de verdad que se sentía algo incomoda a veces con los comentarios de doble sentido que su pequeño hijo raramente hacia.
- ¿Por qué siempre piensas mal de mis palabras? – la pelirroja sabia que ese era un reproche fingido.
Naruto era el reflejo de Minato pero tenía todo el carácter de su madre, sin embargo Kyo era una extraña combinación de ambos, por lo cual nunca sabían que era realmente lo que pasaba por su linda mente.
- Basta… tengo hambre… - Naruto se soltó del abrazo de su padre, el cual había preferido no meterse en la conversación entre su mujer y su niño, para dirigirse a la cocina – preparare ramen para festejar nuestro regreso… ¿Quién quiere?
- ¡YO!... – se escucharon las tres voces restantes de su familia al unisonó.
Si, definitivamente Naruto jamás cambiaria a su amorosa familia devoradora de fideos, no importaba que su madre fuera rara algunas veces, que su padre fuera malo en las apuestas, ni que su hermanito, a veces se comportara de forma mucho más madura que él.
Esa noche, a pesar del remolino de sentimientos que tenía, se había permitido disfrutar de ese maravilloso momento familiar.
***
Después de la cena se fue a su habitación, era hora de pensar un la situación en la que se encontraba.
Decir que no sentía nada después de lo sucedido en esas mini vacaciones era mentira, le dolía lo que estaba pasando, no quería admitirlo, tal vez algo del orgullo del azabache se le había pegado, pero sentía algo muy fuerte por él.
Las lagrimas que salían descaradamente, sin su permiso, delataba que cada recuerdo que tenía con el Uchiha en ese momento se incrustaba como agujas en su corazón.
- Lo siento, Sasuke, de verdad lo siento… - esperaba de todo corazón que su pequeña disculpa le llegara.
No pudo más, por lo que se acostó en su cama y después de dejar salir esas lágrimas silenciosas se quedo dormido.
***
Estaba preocupado, ese día tenía que asistir al colegio, sabía que el azabache era rencoroso y por estúpido que pareciera estaba preocupado, no por él si no por Sabaku no Gaara.
No podría entender sus sentimientos hacia él, solo sabía que era importante en su vida, puesto que aun que fuera pequeño, por los sucesos en los que se conocieron, lograron crear un lazo.
Se alisto como de costumbre y con un suspiro salió de su casa despidiéndose de sus padres y hermano.
Pedaleo hasta la escuela, durante todo el trayecto estuvo pensando los lugares en los que sería bueno esconderse, los golpes que debía dar para que le diera tiempo de escapar y recordó algunas cosas que hubiera preferido olvidar.
Cuando llego, analizo la actitud de esa jungla de animales, porque, ¿qué otra cosa podrían ser esos seres sin corazón?, Mmm… pensándolo bien, los animales si tenían corazón, ahora lamentaba haberlos insultado, quedo en que después se disculparía con Akamaru, la mascota de su amigo.
Aun no había nada que lamentar, al parecer, por increíble que parezca tal vez, por esta ocasión, Uchiha no haría nada.
Sin embargo decidió asegurarse de que tampoco hiciera nada en contra de Gaara por lo que comenzó a buscarlo por el instituto, aun que pensándolo detenidamente decidió ir al lugar donde lo conoció, las escaleras de emergencia.
Lo encontró recargado con un cuaderno sobre sus piernas, sus ojos se encontraron y la sonrisa que le dedico el pelirrojo le alivio ligeramente el corazón.
- Siéntate – la voz era relajada por lo que el rubio obedeció sin dudarlo y se sentó a su lado – no deberías tener ese rostro tan preocupado, tu también estas en problemas… - una ligera sonrisa se poso en sus labios – de nuevo, ahora que lo recuerdo, siempre ha sido así, te metes en problemas y bienes aquí a descargar tus sentimientos…
- Siento lo que paso en la isla… - después de todo, Sasuke se enojo con su amigo de la infancia por su causa.
- ¿Por qué habrías de disculparte? – después de todo el conocía el temperamento de su tonto amigo.
- Si no te hubiera encontrado…
- Eso es lo que quería decir… soy yo el que debería disculparse…
- Yo soy el que lastimo a Sasuke…
La voz del rubio se le antojaba demasiado triste, algo que sinceramente no le gustaba, así que tomo su cuaderno, donde estaba escribiendo una nueva melodía y comenzó a trazar un circulo.
Al rubio le llamo la atención lo que estaba haciendo el otro y vio el dibujo de una cara que mostraba enojo, ese pequeño dibujito le hizo curvear los labios en una ligera sonrisa
- No crees que Sasuke estará así…
- No…
La sonrisa de Naruto se amplió mas y sin pensarlo, tomo el cuaderno y el lápiz y comenzó a dibujar también…
- La cara del teme es más sombría, sus cejas prácticamente forman una sola línea ya que su seño lo frunce demasiado – modifico las cejas haciendo más remarcado el área mencionada – además le falta el pelo de cacatúa que tiene, aun no entiendo cómo logra tenerlo así – son rio un poco.
- Aun que no lo creas el nació así…
Naruto regreso la vista al dibujo y su expresión comenzó a reflejar la tristeza que sentía, Gaara noto el cambio, le dolía saber que había descubierto demasiado tarde los sentimientos que el rubio había despertado en él puesto que estos no serian correspondidos, sin embargo, el velaría por la felicidad de su ángel, de la mitad de su alma, después de todo, si él era feliz a él le llegaría también la felicidad.
Al ver la desolación que rodeaba al chico que lo había ayudado sin habérselo propuesto, lo abrazo, quería consolarlo, él juro que le devolvería la felicidad al Uzumaki y lo aria, a pesar de lo doloroso que fuera y de paso le cobraría caro a su amigo cada lagrima derramada por el pequeño kitsune.
***
Las clases pasaron normales, en ese momento era la hora del descanso, por lo que tomo su obento y se fue a los comedores.
Apenas comenzaba a comer cuando apareció Uchiha Sasuke junto a Neji y Shino, todos los alumnos que se encontraban en el comedor corrieron a su encuentro con felicidad en sus ojos.
- En nombre del F4 – sus ojos se posaron en todos los estudiantes que se encontraban reunidos – tengo algo que anunciar.
Al decir eso, el desconcierto mostrado en las caras de sus amigos era evidente que ellos no estaban enterados del “común acuerdo” del que hablaba el moreno.
Naruto no quiso prestar atención, sabía que anunciaría el hecho de que otra vez tendría la dichosa tarjeta roja por lo que prefirió seguir comiendo.
- Sabaku no Gaara a partir de este momento deja de pertenecer al F4…
Al escuchar esas palabras los ojos cielo se alzaron para ver el rostro inexpresivo del azabache mostrando lo que sentía en ese momento, sorpresa.
- ¿Qué? – Shino no podía creer lo que estaba escuchando.
- Sasuke… - acaso esta vez pensaba llevarlo demasiado lejos, no, él jamás estaría de acuerdo, Gaara, Shino y Sasuke eran los mejores amigos desde el parvulario.
Los demás estudiantes también mostraron sorpresa, no podían creer lo que estaba ocurriendo, pero de antemano sabían de quien era la culpa.
El moreno ni siquiera se inmuto ante las reacciones que ocasionaron sus palabras, de hecho ni siquiera había terminado de declarar su sentencia…
- Y, en una semana más, Sabaku no Gaara y Uzumaki Naruto serán expulsados de esta institución.
Después de esas palabras giro para salir de ese lugar seguido por el castaño y el de anteojos para intentar hacerlo entrar en razón.
Naruto se sentía triste pero no podía pensar cómo solucionar ese problema con el estomago vacio por lo sin pensarlo más se puso a terminar de comer.
Todos los demás estudiantes pasaban por su lugar dándole miradas de odio o rencor, sin embargo ninguno se acerco a él a excepción del trió de buitres.
Las cuales alcanzaron a escuchar el susurro del rubio…
- Si, expulsados… - dijo con rabia la pelirroja
- ¿Sabes lo que eso significa?... – la rubia parecía querer tirársele encima.
- Que te vamos a echar a patadas de aquí… - termino la castaña.
El pequeño kitsune ni siquiera se inmuto por la presencia de esas tres… después de todo eran las que siempre lo estaban molestando.
- No importa que alguien como tu sea expulsado de la escuela… ¡Pero debido a ti, Sabaku no Gaara fue expulsado del F4! – alego Ino
- Desde que tú llegaste a esta escuela todos los problemas aparecieron… - Karin también estaba molesta.
- Es la primera vez que Sasuke y Gaara se pelean por un maldito plebeyo como tu… - bueno Ten Ten no se quedaba atrás.
Naruto decidió ignorarlas así que se metió un poco de arroz a su boca…
- Dinos maldito pobretón, sabes que ellos solo te tienen lastima, ya que son buenas personas, tu para ellos no significas nada…
- Hazte responsable… ya que es por tu culpa que el F4 se halla separado, ¡TIENES QUE HACERTE RESPONSABLE!...
- Yo me hare responsable…
La melodiosa y tranquila voz de Gaara se escucho haciendo que el trió se callara para voltearlo a ver.
Ahí estaba el pelirrojo con un abrigo color café claro, camisa blanca a cuadros café obscuro, un pantalón de mezclilla algo ajustado y unas botas color café.
Sus ojos claros se posaron con enojo sobre las tres chicas.
- ¿Cómo quieren que me haga responsable? – su voz salía algo fría.
- Sabaku… - susurro la pelirroja.
- Por favor despierta – la rubia estaba enamorada de él, pero sabía que sería algo imposible, puesto que el pelirrojo había estado enamorado de alguien de la talla de Sasori.
- ¿No son ustedes las que tienen que despertar? – estaba molesto, que derecho tenían esas a meterse en su vida, NUNCA se preocuparon por conocerlo – chicas molestas, ¡CON QUE DERECHO SE QUIEREN METER EN MI VIDA!...
- ¡GAARA! – la blonda parecía afectada por las palabras del pelirrojo – si sigues con esa actitud no podremos estar a tu lado…
- ¿Y quién se los pidió?...
- Te arrepentirás, te lo aseguro – fue lo único que pudo decir ante las frías palabras de la persona que le gustaba.
No soporto mas por lo que dolida prefirió retirarse casi corriendo para que no la vieran derramar lágrimas, después de todo no le daría gusto al pobretón.
El chico solo las vio partir haciendo que su semblante se relajara, se acerco a la mesa donde el rubio comía y recargo sus manos en la mesa para que sus rostros quedaran algo cerca y le mostro una sonrisa, algo que solo tenía para el kitsune.
- No debería mostrar esa cara de decaído tan pronto…
No supo que decir, la verdad es que le sorprendía que su amigo se hubiera puesto así con ese trió de brujas.
- Vamos… - le tomo una de las salchichas que estaba comiendo.
- ¡Gaara!...
Por un segundo olvido olvido lo que estaba viviendo, sin dudarlo, tomo su obento y siguió al de ojos aguamarina a la salida de emergencia, lo que consideraba su “lugar secreto”.
Cuando llegaron se acomodaron como en la mañana, era hora de hablar de la magnitud del problema.
- Esta vez estamos en una situación algo difícil – el pelirrojo quiso ser el primero en rompe ese incomodo silencio.
- La verdad es que no me interesa lo que me pueda pasar, de todas formas no estoy aquí por voluntad propia, sin embargo no puedo dejar que esto te pase a ti…- suspiro – además no es como si Uchiha Sasuke pueda hacer eso, ¿Verdad?, ¿Él no puede expulsarte?...
- Si puede – la voz seria hiso que el rubio se fijara en su rostro – Sasuke tiene el apoyo del imperio Uchiha, y ¿Olvidas quien es el dueño de este colegio?
El rostro del kitsune se mostro realmente afligido…
- Vamos no pongas esa cara, no te va… además, ya tome mi decisión, no voy a apartarme, no voy a quedarme con los brazos cruzados.
- ¿Tienes un plan? – esperaba de todo corazón que le diera una respuesta afirmativa.
- Tendré que encontrar uno… por que ahora tengo una razón para no quedarme callado y obedecer ciegamente…
- Tienes razón… ser echado del F4 no es algo que pueda tolerarse…
Gaara soltó una carcajada después de escuchar eso, algo que realmente hizo al otro sorprender, después de todo esta era la segunda vez que lo oía reírse de una forma tan libre y sincera.
- Eres realmente un tonto…
- ¿Qué? – el rubio se molesto ante lo anteriormente mencionado.
- Eso no me preocupa…
¿Qué otra cosa podría ser la razón de la que hablaba Gaara?, no entendía que era entonces su preocupación, a él si le preocuparía ser alejado de sus amigos.
Esos pensamientos hicieron que el rostro del rubio volviera a mostrar tristeza.
- De nuevo ese rostro… - el pelirrojo sonrió después de acariciarle la morena mejilla haciendo que el otro mostrara sorpresa ante esa acción.
Después tuvo que salir del asombro y pasar a la molestia ya que descubrió que el otro había aprovechado su momento de distracción para robarse su almuerzo.
***
Naruto llegaba a la lavandería puesto que había quedado con su papá que saliendo del trabajo pasaría por él para irse juntos a su hogar y se encontró con que ahí estaban también su mamá y su hermano, los tres estaban apurados terminando de arreglar toda una pila de uniformes.
- Naru-chan no te quedes ahí parado, que no ves la cantidad de uniformes que tenemos aquí…
- Si hijo, apresúrate, ya que nosotros no contamos con personal y desde la mañana estoy con esto…
- ¿Qué rayos está pasando aquí? – jamás en el tiempo que su papa llevaba dedicándose a la lavandería le habían llegado tantos uniformes.
- Pues se corre el rumos de que si traes tu uniforme a lavar a esta lavandería es seguro que encontraras a un hombre rico – su madre parecía contenta.
- Pero eso es mentira…
- Eso no nos interesa Naru-chan, esto es trabajo – su pequeño hermano parecía tener signos de pesos en los ojos – así que hay que aprovecharlo, además papá prometió pagarnos si le ayudábamos.
- ¿Qué? – su hijo era malo con él - ¿Cuándo prometí eso?
- Entonces me voy, no pienso trabajar de a gratis, tengo tarea que hacer…
- Está bien – suspiro derrotado – te pagare.
- Ya, dejen de discutir, apresurémonos.
Naruto prefirió ponerse a trabajar, era seguro que en ese momento su padre tenía más de cien uniformes pendientes y sospechaba que había un tanto mayor ya listos para ser entregados, siendo honestos eso no lo podría sacar su padre solo, además reconoció algunos uniformes de colegios privados de señoritas, algo que sinceramente le hizo sonreír.
***
La noche estaba siendo inundada por el sonido de un violín, el sonido ya no mostraba tristeza, era algo diferente, pero al parecer no estaba definido el sentimiento, era algo confuso, entre alegre y triste.
Era una mansión en la que se podía apreciar la arquitectura occidental como la oriental, una persona entro a ese lugar, tenia copia de la lleva de la puerta de entrada, sus pasos resonaron por el pasillo y se detuvieron cuando llego a la sala, ahí estaba la persona que buscaba, el dueño de ese sonido que a pesar de todo era maravilloso.
El músico detuvo sus manos, haciendo que ahora el silencio se adueñara del lugar, sin embargo no quito su vista de las partituras.
- Habla – el receptor sabía que era todo lo que en ese momento conseguiría por lo que sin dudarlo decidió hacer lo que el músico le pedía.
- No importa lo que hicieras antes, podía entenderlo – su voz era sincera – honestamente había veces en las que yo no soportaba la actitud de Sasuke… nunca, créeme cuando te digo que nunca, pensé decirte estas palabras…
- Así no eres tú Shino…
- ¿Por qué lo hiciste? – la pregunta era directa y la voz dejaba ver la molestia que sentía, el enojo contenido.
- Solo lo sentí… - del mismo modo las respuestas eran directas y frías.
- A Sasuke le gusta Naruto…
- Lo sabía…
- ¡Gaara! – el sonido tan parco del otro comenzó a desesperarlo – Incluso si te enredaras con mi hermana y la botaras después de tres días no me enojaría tanto…
- Tú no tienes hermanas.
- No estoy bromeando… no puedo tolerar que te enredes con el chico del que se enamoro nuestro amigo
- Lo siento mucho por Sasuke, pero…
- ¿Pero qué? – de verdad que esta vez no podía entender a su pelirrojo amigo.
- No puedo permitir que Naruto sea echado de la escuela.
- Entonces, ¿qué intentas hacer?
- Tengo que hacer algo… - aun no era tiempo de que él supiera, de hecho el no encajaba en lo que quería hacer.
- No hay vuelta atrás… esta vez no tendrás a nadie de tu lado.
Después de decir eso se retiro del lugar, ya no tenía nada más que hacer ahí, la verdad es que lamentaba toda la situación puesto que a pesar de su actitud extraña siempre considero que Gaara era una gran persona.
Sin embargo, no lo dejarían así, sabía que en ese mismo momento, Neji intentaría hacer entrar en razón al Uchiha, estaba al tanto de que era una batalla perdida, después de todo, a él le toco ir con la persona más racional de los cuatro.
***
Sasuke se encontraba concentrado intentando hacer que una de las bolas del boliche entrara en el oyó cuando sintió a alguien parado detrás de él.
- Entiendo cómo te sientes pero Sasuke, no crees que te estás pasando… expulsarlos de la escuela es demasiado…
El moreno no le hizo el más mínimo caso y se movió para buscar una mejor posición para pegarle de nuevo a la bola.
- ¿Demasiado? , eso solo deberías usarlo cuando veas que los estoy matando.
Aventó molesto el taco y se fue hacia otro lado tomando unos dardos y comenzar a lanzarlos en el blanco de la pared, la furia era evidente por el modo en el que los lanzaba.
- Gaara no está en sus cabales, tu sabes bien cuanto significa Sasori para él, haciendo un lado su carácter hasta lo persiguió, de repente se entera que él se casa, eso es suficiente para volverse loco…
- ¡Exactamente!, a ese tipo ni siquiera le gusta sinceramente Naruto, solo lo está usando por lo que le hizo el idiota de Sasori… no puedo perdonarlo por eso, lo sabes.
Al ver que Neji no lo dejaba tranquilo se fue a jugar con la consola.
- Sasuke – Neji al ver que se sentaba decidió llamar su atención.
Esa insistencia termino por enfurecerlo, ¡¿DE PARTE DE QUIEN ESTABA?!, se puso de pie para encáralo.
- ¡NO TE PONGAS DE PARTE DE ESE TIPO! –lo sujeto de la camisa de forma violenta – o tu también estas fuera.
Después de decir eso salió de su lugar de reuniones dejando a un Neji sin saber qué hacer para intentar hacerlo entrar en razón.