Ambos hermanos se encontraban en la entrada de la mansión pera retirarse de ahí, Gaara se había ofrecido a llevarlos pero el rubio declino su oferta, sentía que ya había abusado demasiado de la amabilidad del Sabaku no.
- Hubieras aceptado – al pequeño no le pareció, la verdad es que no quería caminar mucho.
Habían llegado en bicicleta y el viaje había sido algo incomodo, al menos para el pequeño por que tenia que ir en la canastilla de atrás.
- Ya no quiero causarle mas molestias, además necesitaba preguntarte algunas cosas ttabayo…
- ¿Cuáles? – tenía una vaga idea sobre que quería preguntarle su aniki, así que una pequeña sonrisa se asomó en sus labios.
- ¿Cómo es que le tienes tanta confianza a Itachi-san si solo lo has visto una vez? ttebayo – eso era algo que lo carcomía, no quería ni imaginar que tanto desconocía de su pequeño hermanito.
- ¡Ah!, eso… pues es fácil, después de que se despidió de ti, me fue a ver a la primaria, dijo que le había parecido interesante y que si le permitía acercarse a mi, que no me quería hacer daño, simplemente me quería conocer y pues le dije que sí, me dio su correo electrónico y numero telefónico, nos hemos estado mandando correos ya desde hace meses y pues por eso es que le tengo confianza… por cierto si me vas a preguntar como es que supo donde estudiaba pues de una vez te digo que no lo se, pero supongo que utilizo su influencia, me imagino que para ellos es fácil dar con el paradero de una persona…
- Mmm… - definitivamente le daba la razón al mayor, su hermanito era muy interesante, todo una caja de pandora – ¿Y que tenias que tratar tu con Hyūga-san? Ttebayo.
Esta vez Kyo no contesto rápido, pues no le había comentado nada a su hermano del tiempo que pasaba con el castaño en esas mini vacaciones forzadas cuando él era monopolizado por el Uchiha por lo que no sabía cómo se lo tomaría, había tantas opciones, aunque pensándolo bien su hermano era tan espontaneo que era muy difícil imaginar lo que pasaría por su cabeza cuando se lo dijera.
- No es nada de lo que debas preocuparte, yo puedo solucionarlo, sé que aun soy un niño pero quiero que me des un poco de confianza en este tipo de cosas…
- Kyo – su voz apenas fue un susurro – yo también deseo poder contar con tu confianza, sabes que eres mi único hermano y no me gustaría que te pasara algo y yo por no tener ningún conocimiento te deje solo, tú me has ayudado mucho ttebayo, así que yo también deseo poder ayudarte en algunas de tus cosas…
- Tienes razón, somos hermanos… - sabía de antemano que él podía contar con su hermano en todo momento, que sería el primero en defenderlo, pero aun así el asunto con el de ojos perla era su asunto y no involucraría a su querido hermano.
- Los mejores hermanos ttebayo… - una bella sonrisa se posó en los labios en ese momento.
Y así fue como durante el trayecto a casa hablaron de todo lo que les preocupaba y de lo que harían de ahora en adelante.
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Cada una de las palabras que me dijo Kyo-chan me han puesto a pensar en todo lo que he hecho, es verdad que siempre he jugado con los sentimientos de las mujeres con las que me enredaba, jamás he sabido lo que es estar enamorado, sin embargo ahora, estoy completamente seguro de lo que siento por ese niño.
Desde que lo vi por primera vez me llamo la atención, su forma de pensar, el buscaba hasta el más mínimo detalle para descubrir la verdad, es sincero…
Se preocupa por el bienestar de sus seres queridos, observa lo que los rodea para saber cómo actuar cuando se presente el problema, es observador…
Defiende al débil y a las buenas causas, no se intimida con las personas más grandes que él, asi como tampoco le importa el meterse en discusiones verbales, pues dice lo que piensa y siente en ese momento, es fuerte…
Da cariño a quien lo necesite, su luz la comparte con aquel que está en la obscuridad y su sonrisa contagia al que se encuentra deprimido, es cariñoso…
Pero lamentablemente solo es un niño, uno que ha venido a vengar a todas con las que antes jugo, pues ahora era él quien estaba enamorado de un imposible….
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Un nuevo día se anunciaba y desde temprano se veía a dos personas en la alberca de la escuela, una de ellas de figura alta, con complexión atlética, de cabellos rojos como el fuego y unos hermosos ojos amatistas, llevaba una camisa blanca abierta hasta el segundo botón, unos pantalones de piernas anchas también de color blanco, paseaba a la orilla de la alberca con un cronometro en mano, seguía a su compañero de rubios cabellos el cual tenía una bermuda naranja con unas vistas negras y una camiseta azul con un espiral del mismo color que las vistas, nadaba lo más rápido que podía.
Al llegar a la orilla, el pelirrojo le mostraba el tiempo que hacía y este solo negaba la cabeza y sin más volvía a hacer el mismo recorrido de vuelta.
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Por otra parte en la piscina olímpica de la mansión Uchiha se veía a dos chicos nadando todo lo que podían, se veía que también llevaban un buen rato nadando….
En este caso se veía a un azabache, gritando a los nadadores con el cronometro en mano.
- ¡Maldito Neji, nada más rápido, este no es tu mejor tiempo!, tú crees que así ayudas a que Shino practique para la competencia.
- ¿Por qué no mejor compites tu?… - estaba furioso, ya no sentía los brazos y se sentía de verdad agotado, por ese motivo le aventó agua a los pies.
- ¡Oye!, ¿Qué crees que haces arrojándome agua?, hasta yo nado más rápido que tu…
- Deberías de demostrárnoslo Sasuke – Shino también se encontraba agotado…
- Dejen de perder el tiempo y naden, no pueden darse el lujo de perder…
Por toda respuesta decidieron nadar diez minutos más, ya que si seguían discutiendo con el otro terminarían arrojándolo a la alberca.
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Naruto y Kiba se encontraban en su lugar de trabajo, estaban limpiando las mesas aprovechando que la clientela había bajado y además de que ese día le tocaba quedarse en la tienda al esposo de la dueña, estos platicaban de lo recientemente ocurrido.
- ¿Por qué tienes que ser tan testarudo y decir esas cosas? – su amigo siempre se metía en problemas por que no podía quedarse callado cuando una situación se le antojaba injusta.
- no lo sé, ¿Por qué hice eso? – si era sorprendente el hecho de que le tuviera que pedir explicaciones a su amigo por cosas que él mismo hacía.
- ¿de verdad no sabes? – su voz dejaba ver molestia además de que sus manos terminaron apoyadas en su cadera – tienes una enfermedad incurable, defiendes a los débiles de los más fuertes…
- En este caso te equivocas, Gaara no es una persona débil, solo… - no el pelirrojo no era débil, sino que era una persona que se consumía en la tristeza, en el dolor, en la soledad, algo que él no podía permitir, se lo debía, por todas las veces en las que le ayudo - es mi culpa que lo estén excluyendo de su grupo, no me siento bien sabiendo que por mi culpa ellos terminen una amistad que ha durado de años, de una hermandad…
- Así que si pierdes, ¿estaba bien? – debía asegurarse de que su amigo tenía en claro lo que quería lograr con todo esto.
- Es por eso que debo ganar ttebayo…
- ¿Estás seguro de ganar?
- No – su rostro muestra tristeza, sin embargo sus ojos comenzaron a brillar con seguridad y con el mismo sentimiento dejo salir de sus labios…– pero daré mi máximo esfuerzo para ganar ttebayo…
- ¡Realmente eres un tonto! - se sentía molesto por la actitud del rubio - ¿Cómo resultara?, si solo tuviera una máquina del tiempo para ver el resultado ahora…
De repente se quedaron callados al ver que el durmiente comenzaba a murmurar cosas que al principio no entendían sin embargo comenzaron a sonar con más claridad.
- ¡Naruto nada más rápido!, más rápido, más rápido, 3, 2, 1, - se despierta asustado…
- ¿Qué fue eso?, ¿Qué soñaste? – estaba a punto de zarandear a Asuma-san para que terminara de despertarse-
- ¿Era acerca de Naruto?… un sueño de la competencia, ¿Quién gano? – el chico estaba que se comía las uñas de los nervios.
- Bueno – se rascaba la nuca con aire confundido – cerca del final, estuviste apunto…
- ¿Apunto? – ok esto era extraño para el rubio.
- Cuando extendiste tu mano…
- Extendí mi mano – hizo ese ademan.
- Todo se volvió negro…
- ¿Qué?
- Todo se volvió negro – confirmo el hombre - nada, entonces desperté…
- ¿Qué es eso?, pregunto aún más confundido el castaño menor.
- solo un sueño – además de que esperaba no tener que volver a soñar ese tipo de cosas y menos en presencia de su linda esposa o lo echaría a la calle.
- ¡No eres de mucha ayuda sabes!, pero no importa está decidido ganaras, no importa que métodos tenga que usar.
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Shino se encontraba practicando nuevamente, ya casi anochecía, esta vez se encontraba practicando solo en una alberca pública, la cual había pedido que cerraran pues quería estar solo.
Sin embargo cuando llego a la orilla noto que ya no se encontraba solo, pues unos zapatos de color negro estaban ahí, se quito sus gafas para agua y subió la vista, una sonrisa apareció en su rostro al descubrir quién era la persona que se encontraba ahí.
Salió del agua para sentarse en uno de los camastros del lugar, Kiba lo abordo rápidamente lo que tenía que tratar con el chico, sinceramente se estaba comenzando a sentir incomodo por lo que quería tratar el tema lo más rápidamente posible e irse.
- ¿Y?, ¿Me estas pidiendo que pierda la competencia apropósito? – sus ojos en ese momento estaban fijos en el piso mientras que una sonrisa sarcástica se posaba en sus labios.
- Bueno, es otra forma de decirlo, además no veo que ganes o pierdas algo con todo esto, sin embargo para Naru…
- El será expulsado… - lo interrumpió, no sabía por qué pero el hecho de que estuviera defendiendo al kitsune lo estaba molestando.
- Entonces, ves bien que para resolver un problema un varón debe de retar a un doncel en una actividad donde le lleva ventaja en estatura y fuerza, ¿No crees que es vergonzoso?
- Si un chico desafía a un doncel y pierde ante el eso es realmente vergonzoso…
- Así que vas a ganar no importa que…
- Mmm… en un principio no tenía la intención clara, pero ahora, no importa que pase, asi tenga que morir buscare la victoria, no me conformare con solo concursar en esta competencia… -
- ¡¿Cómo te atreves?!
- Escucha, no creo que tengas el derecho de gritarme, sabes…
- ¿Qué dijiste?
- Que hayamos platicado un poco no significa que tengas derecho a gritarme, te lo advierto, por las buenas todo es suave, pero por las malas es peor que toparse con pared…
- ¿Qué quieres decir con eso? – a este punto Kiba deseaba poder golpearlo.
- Las aves de igual plumaje siempre andan juntas, ese dicho es muy cierto – al ver la actitud del chico lo recordó, sus ojos mostraban coraje y sabía que no se le había lanzado a golpearlo ya era porque estaba consciente de que no iba a poder.
- ¿Qué quieres decir?
- El habito de Naruto de defender siempre a los más débiles, es contagioso – comenzó a caminar a los vestidores, eso sería todo lo que practicaría.
- ¡Hey hombre rudo! – no quería dejarlo así se supone que había ido a intentar convencerlo de que perdiera, pero no le había salido como esperaba.
- La salida es por ahí… - fueron las últimas palabras que le dedico al chico.
Kiba ya no quiso seguirle, lo mejor sería orar para que su amigo lograra la victoria, así que sin más abandono el lugar.
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Salió del trabajo preocupado por las palabras de su amigo, aun no sabía que era lo que este intentaría hacer para ayudarlo, aunque la verdad era sorprendente que su amigo quisiera ayudarlo en su problema, era en parte divertido, porque esta sería la primera vez que recibiría su ayuda, normalmente era al revés.
Una vez que abrió la puerta de su casa, entro lo más rápido que pudo puesto que ya estaban en invierno y el frio que hacia no lo soportaba mucho.
Al llegar a la sala se encontró con toda su familia reunida, todos tenían rostro de preocupación, algo que sinceramente no le gusto, incluso sintió como su estómago se encogía provocándole dolor.
- ¿Qué sucede?
- Naru-chan – comenzó la pelirroja - ¿Es verdad que estas a punto de ser expulsado?...
Se quedó callado, además de que la sorpresa se expandió por todo su rostro, sabía de antemano que no podía mentirles, era malo para eso y estaba seguro que esta vez no lo dejarían en paz hasta que confesara. Así que se armó de valor y después de suspirar comenzó a hablar…
- Es cierto…
- ¿Pero por qué?, no creo que solo te quieran expulsar solo porque si… - no sabía cómo decirle a su padre que si lo iban a expulsar era solo por complacerle un capricho a Sasuke.
- ¿Acaso hiciste algo malo? – su madre cada vez mostraba más preocupación.
- Me metí en problemas con la gente equivocada ttebayo…
- Con Uchiha-san – su padre comenzaba a pensar que tal vez sería necesario huir.
- No se preocupen, yo lo solucionare de la mejor manera posible ttebayo…
- Naruto, sé que estar en ese colegio es un privilegio para personas como nosotras, ya que con mi trabajo sería imposible poder pagar la colegiatura, pero no por eso quiero que expongas tu bienestar físico y emocional.
- No te preocupes padre, todo estará bien, te lo prometo, por ahora necesito pensar algunas cosas ttabayo…
- Está bien, lo dejaremos hasta aquí pero recuerda que siempre podrás contar con nosotros para lo que necesites…
- Lo sé y lo agradezco…
Sin más les dio un abraso a sus padres y agradeció que su hermano no dijera nada, ya después le preguntara si fue él quien les dijo sobre sus problemas con el F4.
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La noche silenciosa lo recibió, era verdad eso que les dijo a sus padres necesitaba pensar en muchas cosas, aun no sabía que era lo que en realidad quería lograr con todo eso, ¿realmente quería ganar?, ¿Por qué?, seria mentira si dijera que solo lo haría para poder estas más tiempo de calidad con Gaara, ya que últimamente, el azabache llegaba de repente a su mente, era algo que comenzaba a confundirlo de verdad.
Comenzó a caminar hacia el parquecito familiar que estaba cerca de su edificio, sin embargo al dar el tercer paso fue deslumbrado por los focos de un auto, del cual bajo su mayor confusión.
- Sasuke… -lo pronuncio en un susurro…
El azabache se acercó a él y comenzó a caminar a su lado, siguiéndolo, quería poder detener todo, ya no quería sufrir más, por eso estaba ahí, para intentar arreglar todo, sin tener que llevar a cabo la competencia, no quería que le pasara algo por culpa del sobre esfuerzo, además de que el episodio donde estuvo a punto de ahogarse lo tenía muy vivido además de que le provocaban horribles pesadillas.
- ¿Adónde vas tan tarde en la noche?- su voz mostro el enojo que sentía por esa acción.
- A la práctica ttebayo, ¿Por qué?
- ¿Tanto quieres ganar? – eso comenzaba a irritarlo más, tanto amor le tenía a su amigo pelirrojo.
- Nosotros no tenemos otra opción ttebayo – él no quería perder la beca, pues sus padres estaban mucho más emocionados que el por estar es ese colegio de prestigio y Gaara tampoco la tenía si quería recobrar a sus amigos.
- ¿Nosotros?- Sasuke no lo resistió más – ¡¿Por qué tiene que ser Gaara?!, te pude haber permitido que escogieras a cualquier otro pero… ¿Por qué él?
- Sasuke…
No lo dejo continuar al abrazarlo, un abrazo desesperado, donde intentaba demostrarle lo mucho que lo amaba y lo que estaría dispuesto a hacer por una sola respuesta…
- Aun no es demasiado tarde, solo di una frase, di que te gusto, solo eso…