No había podido dormir bien después de todo aún se recriminaba haber sido muy estúpido para prestarse a las bromas pesadas del F4.
Así que aprovechando que ese día no tendría que trabajar y además no tenía que ir a la escuela se alisto para salir a hacer un poco de ejercicio y sacar todo el estrés acumulado por culpa de un estúpido azabache.
Se puso un pans color gris, además del gorro que tenía la sudadera se puso otro pues aun había algo de nieve en la calle, se puso unos guantes y su tenis en la entrada, estaba listo para salir.
- ¿vas a ir a correr con el frio que hace a fuera? – su hermanito estaba muy abrigado, él era mucho más friolento que él.
- Si, avísale a nuestros padres, no quiero preocuparlos ttebayo – tome la manija y abrí la puerta.
- Ok, suerte…
Esa sonrisa no medio buena espina, pero no le di mucha importancia. Cosa que lamente porque a la entrada de mi edificio estaba Sasuke.
- ¿Dónde vas a ir con este frio? – su sonrisa arrogante y su mirada obscura sobre mí no me daba buena espina.
- Voy a ir a ejercitarme, necesito sacar el estrés en el que estoy desde que los conocí ttebayo – le lance una mirada fiera, pues la verdad aun no le perdonaba la broma.
- Entonces…
Se acercó a mí y sin decir agua va, me levanto como si fuera una princesa y me metió a su auto, comencé a pelear para queme soltara pero no sirvió de nada, me imagino que eso ya lo había pensado puesto que iba con chofer, sin duda para hacer tonterías su cerebro pensaba en todos los pro y los contras.
***
Cuando me desperté me asome por mi ventana, es una costumbre que tengo desde que tengo memoria me llamo la atención de que un auto de lujo estuviera en la entrada del edificio, así que no tuve que hacer mucho para darme cuenta de que el niño mimado estaba ahí por su hermano, se rio cuando vio como el azabache lo cargo como princesa, eso lo tendría a resguardo, como anécdota que contar en las reuniones familiares.
Tenía un presentimiento algo raro, sentía que pronto ocurriría algo malo, pero que al final todo sería felicidad, así que al final dejo de darle mucha importancia, al fin y al cabo su familia siempre sabia salir adelante no importaba que tan fuerte fuera la tormenta.
Decidió que el también saldría, después de todo sus padres necesitaban tener sus tiempos a solas y precisamente ese día no tenían que ir a su trabajo, ¿por qué no aprovechar?.
Pronto seria su cumple años número doce, pero estaba consiente que sus padres tan solo podrían permitirse comprarle un pastel.
Termino de desayunar el ramen instantáneo que se había preparado, se abrigo bien y salió sentía que alguien lo buscaba así que fue a buscarlo el también, después de todo el si creía en las casualidades…
***
Se sentía tonto pero aun así salió, era la primera vez que salía sin sus amigos, pero precisamente ese día a Sasuke le dio por secuestrar a Naruto, Gaara se escondió como siempre y Shino le dijo que ese día lo ocuparía para hacer algo de alfarería.
Se dirigió a un parque, no sabía bien porque le dio por caminar pues el acostumbraba a salir en auto y a lugares cerrados, sea las discos, sus áreas de juego o al campo donde practicaban tiro al blanco.
Después de un rato se dejó caer en una banca, observando por primera vez a las personas que pasaban a su alrededor.
Y se levantó rápidamente cuando noto a un pequeño de cabellera roja, se sintió estúpido y dio gracias a que sus amigos no estuvieran con él o le hubieran hecho burla, pues su corazón se aceleró, sus mejillas comenzaron a arder y sobre todo, por ansiedad, salió casi corriendo hacia esa persona.
Le toco el hombro e inmediatamente se tuvo que hacer hacia tras, por primera vez agradeció tener reflejos rápidos, bueno teniendo a Sasuke como amigo es algo necesario.
- ¡Neji-san! – su rostro sorprendido fue simplemente hermoso.
- Me alegra saber que me recuerdas – una ligera sonrisa salió de mis labios sin mi permiso.
- Claro que lo recuerdo, sería imposible olvidar a alguien como usted, pero le suplicare que no vuelva a hacer lo mismo…
Estaba sorprendido por el cambio repentino de actitud, ahora se mostraba un tanto serio y eso me hiso sentir extraño, como si le hubiera molestado el haberse encontrado con migo.
- Yo…
- No es lo que piensa – su mano se dirigió a su nuca, al parecer ese tic de nerviosismo era un caso genético – yo tiendo a golpear a la persona que me toma por el hombro, es que mi mamá así reacciona y pues yo… - comenzó a balbucear cosas inentendibles sin embargo sigo pensando que soy un caso único.
Pudiendo tener a la mujer o doncel que yo quiera me vine a enamorar de un niño y uno del que no tengo conocimiento si puede o no dar vida.
- No lo volveré hacer – le aseguro.
- Y que hace por aquí…
- Pues en sí, nada en particular…
- Eso es raro, después de todo tiene a sus amigos para salir…
- Si bueno… - me sentía raro intentando explicarle que simplemente había ido ahí porque no tenía nada que hacer – todos tenían algo que hacer.
- Eso es extraño, pues Gaara-san me dijo que estaría en su casa el día de hoy, je je je me divierte saber que es un dormilón, aunque yo no puedo quejarme también adoro dormir…
El solo imaginármelo dormido hace que sienta mariposas en el estómago, las cuales son calcinadas a causa de la ira que siento, ¿acaso el maldito de Gaara ha tenido contacto con el después del concurso de natación?, ese fue el último día en que yo interactúe con él.
- ¿Tú mantienes contacto con Gaara? – no podía quedarme con la duda.
- Si – su sonrisa fue deslumbrante – él es algo así como mi consultor de la fortuna, además de que algo me llama a querer conocerlo, a ser su amigo, él es una persona que ha sufrido mucho y que ha sabido salir adelante, se aferra a los buenos recuerdos y no le importa sufrir por ello, además de que estoy seguro daría su felicidad a cambio de la de sus seres queridos y ustedes son importante para él, de echo me habla mucho de ustedes, sabe que tengo un mal concepto de usted – sus ojos serios me hacen sentir mal – sin embargo el trata de enumerarme sus muy pocas cualidades…
- Pocas… - el susurro de mis labios fue interrumpido por su dulce voz…
- Si pocas- comenzó a caminar y yo sin dudarlo lo seguí – sabe para mí la fidelidad es muy importante en una pareja, mis padres se casaron muy jóvenes y el cómo se conocieron fue algo sin duda genial – sonrió, acentuando el hecho de que esa anécdota le fascinaba – desde entonces han estado juntos, yo le pregunto a mi padre de manera esporádica si continua amando a mi madre como cuando la conoció, sus respuestas siempre son sinceras y sonríe no solo con los labios sino también con sus ojos y la voz soñadora sin duda me deja encantado…
- ¿Qué es lo que te responde? – solo lo susurre
- No la amo igual…de echo me enamora más y más a cada segundo que convivo con ella, sé que jamás me dejara solo y que ella siempre estará ahí para mí al igual que yo siempre estaré a su lado, seré su soporte para cuando lo necesite y de ser necesario la llevaría en brazos cuando el camino se vuelva más difícil…
Eso fue lo más cursi que escuche sin embargo algo en mi me decía que yo también quisiera una persona que estuviera a mi lado y que me amara por lo que soy y no por lo que represento.
- Eso es…
- Lo es demasiado cursi para un macho como usted, sin embargo, yo quiero enamorarme de alguien como mi padre, alguien que sea honesto, que no sepa mentir, maro para las apuestas, alegre, trabajador, que pueda sentir el dolor de las personas y poder darles consuelo…
Era yo o de plano me estaba dejando en claro que él era un imposible para mí, sus palabras solo me dejaban en claro todos y cada uno de mis errores.
- Tu padre es un ser asombroso – lo interrumpí estaba de más escuchar los requisitos que se necesitaban para poder cortejarlo, desde el principio tenía las de perder.
- Si lo es, pero ante todo es humano y también tiene defectos, por lo que siempre he dicho, es válido siempre dar una segunda oportunidad a quien lo merece…
No cabe duda con él conoceré el cielo y el infierno, pues tan pronto me había cortado las alas me dio un bálsamo de esperanza para intentar volar nuevamente.
- Así que Neji-san – su hermosa sonrisa vuelve a sus labios - ¿Usted cree que yo pueda conseguir un novio así?
Eso simplemente me dejo perplejo, pues ahora no sé qué pensar…