Los planes nunca salían como quería el blondo, pues ese día lo había programado como ejercicio en la mañana, salida con Kiba en la tarde y en la noche estaría con su familia, disfrutando de un rico y nutritivo ramen casero, si ese día su madre había prometido hacerlo.
Pero ahora en lugar de estar corriendo, se encontraba en una alberca techada donde se celebraba una competencia de natación, sinceramente se sentía muy bien, pues al parecer Sasuke sabía investigar lo que le gustaba.
Aun que le llamaba la atención de que hubiera poca gente, los hombres iban vestidos de traje negro con camisa blanca y la corbata también era negra así como los zapatos, se parecía a la forma de vestir de los guardaespaldas del Uchiha solo que ninguno llevaba lentes obscuros y las escasas mujeres iban vestidas de forma sencilla, algo que su mamá hubiera usado para esos eventos.
- Teme, ¿Qué hacemos aquí? Ttebayo – la sensación de sentirse observado le molestaba, además de que se sentía raro llevando ropas caras, ¿Qué manía tenía el otro con comprarle ropa de marca, algo que no podía usar de diario?
- Pues me entere que se celebraría esta competencia – en realidad él la había organizado y
la gente que estaba ahí eran gente que trabajaba pare él y que sabía no le irían con el chisme a la bruja.
- ¿Por qué hay poca gente? Ttebayo…
- Es un evento de caridad, por eso es que es exclusivo y poca gente se enteró, además como te gusta la natación pensé que tal vez te gustaría venir, por eso te traje…
- Mmm…
- Valla – de verdad se sorprendió – te deje callado – y ahora se asomaba su eterna sonrisa de superioridad.
- Baka…
En ese momento salieron los competidores, Naruto prácticamente grito pues jamás se esperó ver a uno de sus ídolos, pues sinceramente el adoraba la natación y ya llevaba tiempo pensando en volverse nadador y en un tiempo no muy lejano poder participar en unas olimpiadas.
Kōsuke Kitajima entraba en todo su esplendor y tomaba su lugar, otro nadador que también conocida, a pesar de haber iniciado su carrera como nadador era Akihiro Yamaguchi, los demás también los conocía sin embargo los únicos de los que era fan eran los antes mencionados.
- Teme, no puedo creer que el este aquí, soy su fan, fue una lástima que en estas olimpiadas no ganara ninguna medalla, ttebayo.
El Uchiha solo sonrió, estaba contento de lo que había logrado, sin duda haría todo lo posible porque esa bella sonrisa no se perdiera de ese hermoso rostro y se esforzaría más para que solo se las dedicara a él.
Durante la competencia ambos gritaban emocionados, cuando termino, Naruto tuvo la oportunidad de intercambiar unas cuantas palabras con su ídolo y el nadador le regalo sus gogles, los que uso en las olimpiadas.
El rubio se emocionó mucho más y al ser tan espontaneo y expresivo abrazo al azabache haciendo que el otro tuviera un ligero sonrojo en sus mejillas.
Por primera vez pudo abrazar a su ángel rubio sin tener que recurrir al chantaje o tener que forzarlo, ahora comprendía a Gaara, ese calor que por primera vez experimento fue algo que siempre había querido sentir.
Después dela competencia se lo llevo a caminar un rato, después de todo a Naruto le encantaban las actividades al aire libre, cuando llego la hora de la comida lo llevo a un restaurante de cinco estrellas, sonrió al verlo un poco incómodo con el ambiente.
- Teme, ¿Por qué me trajiste a este sitio? Ttebayo – sus ojos se pasearon por el lugar, demasiado elegante para su gusto.
- Sé que te gusta el ramen pero quise que mínimo por hoy me acompañaras a comer algo diferente…
- ¿Por qué nunca te tomas la molestia de invitarme antes de solo ir a secuestrarme? ttebayo– suspiro cansado, la verdad no sabía el porqué de ese comportamiento del moreno.
- Es divertido y más cuando intentas escapar, además me gusta sabotear tus planes, otro de los motivos es que así estaré seguro de que no me engañas…
- De verdad que eres un bastardo además como sabes que me gusta el ramen…
- Es lo único que saben comer ustedes – lo interrumpió, la verdad es que todos sus datos se lo habían dado sus informantes, pero sabía que Naruto se enojaría si se lo decía.
- Baka…
- De hecho Naruto, tenía planeado llevarte al campo de golf, pero mejor decidí dejar a mis trabajadores a salvo…
- Buena elección, lo más seguro es que alguno terminara hospitalizado…
Se quedó callado al ver que llevaban entre dos chef un enorme atún, sus lindos ojos cielo se abrieron como platos, no era la primera vez que comía sushi, pero era la primera vez que lo preparaban delante de él.
El rubio solo paseaba su lengua por sus labios, al ver como poco a poco el enorme pez terminaba de ser cortado para terminar en los platos, el Nigirizushi estaba presentado de forma bella, así que en cuanto estuvo todo servido no dudo en tomar los palitos.
Sasuke no quitaba sus ojos de Naruto, sonrió ante los gestos que hacia su bello Kitsune al devorar el atún, al parecer era verdad del enorme apetito que se tenía pues prácticamente se estaba devorando todo.
Nunca pensó realmente enamorarse de alguien, pero ahí estaba él, frente a la persona que le alteraba el pulso, que hacía que sus celos se dispararan hasta cifras incalculables, el único que había pateado a su orgullo y al único que le había rogado en más de una ocasión.
En ese momento era muy feliz, desde que su hermano se fue después de la muerte de su padre, el no tuvo a nadie, su vida se volvió algo fría y ahora que podía experimentaría todo lo que pudiera con ese rubio atolondrado.
- Estoy lleno…
- No me sorprende dobe, estuviste a punto de terminar con el atún, tu solo – se levantó y ayudo a Naruto a hacer lo mismo.
El moreno jalaba a su acompañante ya que el rubio parecía no querer irse, lo cual era cierto, para él lo que se quedaba en la mesa era mucho y bien podía dárselo a su familia, su hermanito sería feliz si pudiera comer un poco de ese atún.
- Espera teme… -se tuvo que plantar firme para que el otro se frenara.
- ¿Qué quieres dobe? – estaba molesto ya quería pasar a la siguiente actividad.
- Podrías adelantarte…
Sasuke no entendía el porqué de su petición, pero aun así accedió, después de todo no quería que su cita se viniera abajo por una tontería.
Cabeceo de forma afirmativa y se adelantó, cuando el rubio lo vio alejarse lo suficiente, le pidió al mesero que si le podía dar lo que quedo para llevar, este solo sonrió de forma amable y se apresuró a hacer lo pedido, le pareció tierno el encargo del chico, después de unos minutos le dio una bolsas decoradas con el logotipo del restaurante, el rubio agradeció con una sonrisa y acelero el paso para alcanzar a Sasuke que de seguro estaría molesto por la tardanza.
Pero para su mala suerte, justo en la entrada choco con un chico tirando las bolsas que traía y desparramando todo en el suelo.
- ¿Por qué no te fijas por dónde vas? – el chico estaba furioso, pues le había interrumpido la plática.
- Uzumaki, ¿Qué estás haciendo aquí? – la voz salió burlona, pues era la chica que siempre lo molestaba en el instituto.
- ¿lo conocen? – cuatro jóvenes, dos chicas y dos hombres los alcanzaron.
- No, no lo conocemos… - negaron las tres chicas.
Naruto pensó que era tonto que lo negara, después de todo Ten Ten lo había llamado por su apellido delante del chico.
- ¡Oh! – uno de los chicos se había dado cuenta de la comida desperdigada – ha de ser unos de los encargados de la basura del restaurante.
- ¡Por Dios, que apeste! – el otro chico se tapó la nariz de forma exagerada siendo seguido por las mujeres.
- Yo creo que pidió las sobras para su familia – Karin lo dejo salir de forma casual pero con evidente burla.
El Kitsune se molestó, ante ese comentario, por supuesto que pensaba llevarlo a su casa para su familia, pero eso que llevaba no eran sobras.
- Si quieres puedes esperar a que terminemos, así podrás llevarte nuestras sobras – Ino no pudo quedarse callada, después de todo aún estaba enojada por no deshacerse de ese idiota y que prácticamente tuviera al f4 tan pendiente de él.
- ¿Por qué demonios tardas tanto? – la varonil voz se dejó escuchar por la espalda de los presentes.
- Sasuke – el susurro del doncel basto para hacer que las seis personas se hicieran a un lado haciendo que el mencionado tuviera una excelente vista de lo que ocurría.
El rubio fijo sus hermosos ojos azules en los ojos negros como la noche de su novio, trago saliva al ver que estaba molesto, pues el aún se encontraba tirado en el suelo además de que por unos segundos sus ojos dejaron de prestarle atención para pasearlos en todo el panorama.
Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse y él no se hizo de rogar, cuando estuvo de pie sacudió su ropa, necesitaba hacer algo ya que el ambiente comenzaba a ponerse pesado.
- Sasuke, ¿Cuánto tiempo sin verte? – uno de los chicos le tendió la mano pero el otro solo lo ignoro, pues toda su atención estaba en su Kitsune.
- Al parecer tus gustos descendieron mucho desde la última vez que te vi…
Sasuke reacciono ante esas palabras, soltó la mano del rubio y sujeto al tipo de la camisa, el chico al sentirse amenazado se quedó estático y sus ojos reflejaban miedo.
- Vuelve a insultarlo de esa forma y hare que tu empresa se vaya a la quiebra con tan solo tronar mis dedos…
- Lo siento – se inclinó de forma respetuosa – lo siento mucho…
- A mí no – lo interrumpió de forma cortante – a él – señalando con la vista al rubio que se quedó sorprendido ante la acción del otro.
- Lo siento mucho – el chico se inclinó varias veces.
Después de eso Sasuke tomo a su novio de la mano y lo saco de ahí, aún estaba molesto, quería regresar y golpear al desgraciado ese, pero no quería montar toda una escena delante de la persona que amaba.
Lo subió al auto y por un momento ninguno de los dos hablo, sin embargo fue el rubio quien termino rompiendo el silencio.
- Sasuke…
- Fue por eso que querías que te dejara solo – su voz salió molesta, además de que no había sido una pregunta sino una afirmación.
- Yo…
- No digas nada – al final se detuvo en un centro comercial – por lo pronto tendrás que aguantarte con lo que quiero hacer y más te vale que no rezongues…
Salió del auto apresurándose en llegar a la puerta del copiloto, la abrió para tomar al rubio de la mano y sacarlo del auto, lo arrastró hasta la tienda de ropa para comprarle una muda, ya que la que traía estaba manchada de comida.
Naruto quería reclamarle, pero aún se notaba enfadado por el encuentro en el restaurante así que coopero en todo, después de medirse la ropa y decidirse por un conjunto salieron de ahí hacia la mansión Uchiha.
- ¿Aún te encuentras molesto? ttebayo… - se atrevió a preguntar después de un rato de silencio.
- No – soltó con voz calmada, se estaciono y Naruto se dio cuenta que estaban frente a una pantalla blanca.
- Sasuke…
- Quiero ver una película contigo, pero odio estar en lugares donde hay demasiada gente… - le aclaro antes de que el otro le preguntara, en una parte era verdad, pero en la otra quería estar con Naruto en un lugar un poco más íntimo, quería disfrutar de su sola compañía – aunque no sé qué película van a poner, le pedí a una de las criadas que eligiera.
- Ok…
Para la sorpresa e incomodidad de los chicos la película resulto ser romántica, por lo que ninguno hablaba pero ambos sí que tenían muchos pensamientos…
- Esto no puede ser posible, que incomodo me siento… - el rubio se acomodó en su asiento.
- Quiero besarlo, pero, justamente tenía que pasar esa escena… - el azabache también se reacomodo en su asiento.
En ese momento se veía a ambos protagonistas darse un beso bastante apasionado.
- ¡¿Qué clase de película es esta?! ttebayo, Uchiha Sasuke más te vale que no voltees – el rubio se quedó firme en su asiento y ni siquiera se atrevía a quitar los ojos de la pantalla.
- Yo de verdad quiero besarlo – su rostro se giró lentamente hacia el Kitsune.
El otro al notar ese ligero movimiento también giro su rostro, por fin, después de casi media película sus ojos tenían contacto, ambos mostraban diferentes sentimientos, pero uno predominaba más, sus rostros se fueron juntando poco a poco, como dos imanes, sin embargo antes de que le beso concluyera el celular que traía Naruto sonó sacándolos de ese hechizo y haciendo que ambos se echaran para atrás de forma apresurada.
- Bueno…
- ¡Naruto! – se escuchó la alegra voz de los integrantes de su familia – nos trajeron atún…
- Era enorme – se percibió la voz de su hermanito lleno de felicidad – pensé que era una ballena pequeña, pero no, el chef dijo que era atún.
- Nos lo hizo aquí mismo y aun no podemos acabarlo…
- Esta delicioso…
- Regresa pronto o no te dejaremos nada…
Y así como llamaron colgaron…
- ¿Tu enviaste una atún a mi familia? Ttebayo…
- Por supuesto, eres algo dobe, tu familia no come, tragan como si hubieran estado por ayuno tres días, ¿crees tú que lo que llevabas sería suficiente?, cuando quieras algo así pídemelo, no dudes que te lo daré, así que no vuelvas a hacer lo de esta tarde, por cierto más te vale no comer nada de ese atún, si quieres más yo te llevare al restaurante de nuevo…
- Eres un celoso de primera – sonrió como nunca le había sonreído, estaba feliz pues nunca nadie había hecho eso por él.
Por eso no dudo en agradecerlo y se acercó para besar al azabache, un beso húmedo, donde demostraba lo que sentía por él, lo que aún no podía decirle con palabras…
Sasuke estaba feliz, era la primera vez que el rubio le sonreía de esa manera e hizo que su frio corazón comenzara a palpitar como loco, pero lo que sin dudad hizo que su felicidad aumentara fue ese beso, un beso puro y lleno de amor, un sentimiento que desde la muerte de su padre no había vuelto a sentir.
Sinceramente esperaba que su madre jamás se enterara que se había enamorado de una persona hermosa pero en palabras de su madre, pobre y sin valor social.