Los meses pasaron tan rápido que ninguno tuvo tiempo de asimilar su nueva faceta como “padres”.
Después que el menor confirmara su embarazo y lo informarán a sus padres, ambos decidieron pasar el tiempo lo más distanciados el uno del otro- aun más pues desde que se metieron en la misma cama su relación había cambiado-, una decisión que no fue necesaria confirmarla o acordarla.
Pues después de los primeros pleitos que tuvieron referente al embarazo de este no les había dado otra opción….
********** 4 mes de embarazo **********
-insisto en que deberías dejar de trabajar- comento el azabache mientras almorzaban pues quería estar al tanto de lo que le pasará a su pareja, claro justificándose que sólo por su bebé- el estrés no te hace ningún bien.
-puedo perfectamente con ambos- mencionaba sin mucha emoción o apetito- no es como si fuera complicado ir a firmar papeles o tomar algunas fotos.
El otro no estaba muy convencido de eso pues ya se notaba la pancita del menor más pronunciada.
-Te costará más trabajo y lo sabes- intentaba no hablar de forma incorrecta- cuando crezca más- refiriéndose al estomago- no podrás moverte libremente y sería sencillo si te vas acostumbrando desde ahora.
Por unos segundos reino un incomodo silencio y entonces el Uchiha supo que de una u otra forma ya la había regado.
-Estas tratando de decir que cuando este gordo no podré hacer nada más que dormir- se notaba el enfado en su tono de voz.
-Yo no te llame así baka- refuto, sabía de los cambios hormonales pero no era como sí Naruto los expresará de forma “normal”
-Ah, con que rematando soy un gordo baka-en ese momento tomo su tazón de sopa.
-Wahg, no seas imbécil- le grito al sentir aquel liquido caliente sobre sí aun cuando se había hecho a un lado se mojo una parte del hombro- ya te dije que dejes de aventarme cosas- le musito molesto pero trataría de no caer en su juego infantil.
- pues bien este gordito se va a trabajar- comento de forma seria- y ni te molestes en esperarme idiota- camino a paso presuroso y finalmente azoto la puerta principal.
-Ese idiota ¿Por qué no puede ponerse a llorar en vez de aventarme lo primero que tiene a mano?- se pregunto al tiempo que se quitaba el saco- QUE HAGA LO QUE SE LE DE LA GANA.
***********
Desde entonces aquella hermosa casa que les regalaran para vivir, era disfrutada por la servidumbre pues ninguno pasaba tiempo en ella… ya no almorzaban juntos como antes y ni siquiera sabían cuando el otro estaba en casa.
Naruto por su parte se concentraba en las empresas de sus padres y uno que otro foro en el que participaba con imágenes que sorprendían cada vez más al público pues decían que tenían un nuevo estilo.
Parecía que los cambios hormonales en su cuerpo le estaban afectando y no sólo para bien –hablando de su profesión como fotógrafo- sino que también le deprimían a tal grado que se vio llorando más de una vez en su habitación pensando en que todo aquello era una estupidez…
¿El qué? Pues simplemente el juego de orgullo que llevaba con el mayor, ahora le parecía tan patético que sus ganas por decirle a Sasuke que se rendía cada vez crecían más- especificando que Naruto paso por etapas de ira, enojo, tristeza y depresiones a lo largo de su embarazo- ciertamente se había cansado de ese cruel juego pero más que nada por el hecho de pensar en la vida que llevaría su bebe en medio de aquella situación tan tensa.
Por otro lado Sasuke se encontraba sumamente metido en el trabajo que olvidaba llegar a casa a dormir o siquiera tomarse el tiempo deber la evolución de su pequeño heredero. Sabía que hacia mal en ignorar la salud de un ser sin culpa pero no podía evitar ver a Naruto y que por su mente pasará la idea de poder hablar sin decir algo que molestará al menor.
Lo mejor era dedicarse de lleno a su vida profesional y más tarde a la familiar, aunque ahí yacía un problema ¿Cómo podría convivir en familia si no se llevaba bien con su pareja?- por no decir que no se soportaban- Incluso había contratado un asistente personal para el rubio, el cual se encargaba de cumplirle cualquier capricho a este y ciertamente lo más lógico era pensar que contrato a alguien que tomará el lugar que él debería.
Aquello ya era algo extremo y que no sabían cómo terminarlo sin decirse palabras hirientes o tratar de salir victorioso.
Todo por una situación bastante absurda y de dos adolescentes sumamente tercos…
¿Cómo ocurrió?
********** 7 años antes *********
En aquella prestigiosa escuela asistían los hijos de familias poseedoras de grandes emporios empresariales y no era de extrañar que el destino de aquellos jóvenes fuera el de suceder el poder de su familia.
Aun con todo eso no dejaban de ser adolescentes comunes y corrientes con problemas que a esa edad cualquiera enfrenta, borracheras, salidas nocturnas, noviazgos y rompimientos.
-Eres un idiota Sasuke- comentaba la chica- ¿Cómo pudiste dejarme por un niño retrasado?
-No hables mal del él- espeto con enojo- además yo no te deje porque ni siquiera andaba contigo.
-Pero tú dijiste que era linda- comento con tristeza.
-Es cierto- aseguro- pero nunca mencione que me interesaras de otra forma, lo siento Karin.
Se percato como el chico estaba listo para marcharse pero ella no quería eso y no lo permitiría, por nada ser iría el único chico que la trato bien.
-No te vayas- murmuro al tiempo que se dejaba caer al piso- lo que paso entre nosotros no puede ser cosa de un momento y ya, tú me hiciste pensar que así como soy estoy bien.
El chico no escuchaba simplemente caminaba lo más lejos de ella, la consideraba una gran amiga y el hacerle esto le costaba mucho pero en su corazón sólo cabía su hermoso niño, el cual para desgracia de nuestro azabache llego a donde ambos se encontraban.
Naruto veía la escena con gran pena pues aunque no entendía que pasaba le molestaba mucho que el Uchiha ignorara a la chica que continuaba en el piso.
-No me interesas-le dijo lo más fríamente que pudo, nunca había sido su intención hacerle creer que tenía otras intenciones y lo peor sería que intentaran continuar una amistad… realmente eso sería ser cruel – al menos aquí no lo es con las chicas.
-¡¡¡Te amo!!!- le grito.
Simplemente cuando levanto la vista el chico ya no se encontraba con ella…
-Entonces ¿Qué significo para ti el que te entregará mi corazón?- murmuro dolida.
El rubio se sintió muy mal por la chica, ella no merecía un trato así… aun cuando sabía que el mayor le amaba y que quizás por eso rechazo a la joven, le molesto mucho la humillará de esa forma- aunque realmente fue ella- por lo que enojado siguió al mayor.
-SASUKE!!!!!!!!!-grito consiguiendo que el mayor detuviera su andar y le mirara sorprendido.
-¿Qué te ocurre?- inquirió al tiempo que sonreía por tener a su novio frente suyo- ¿Me extrañabas?- le susurro con coquetería al tiempo que lo alaba de su cintura y que quedara preso en sus brazos.
-Déjate de tonterías- hablo aun molesto y se soltó bruscamente del agarre- ¿Cómo puedes ser tan cruel?
-¿Cruel yo?-inquirió extrañado de aquella actitud hostil- pero si tu eres quien no quiere abrazarme.
-No hablo de eso- refuto cruzándose de brazos- hablo de la chica con quien estabas.
El mayor no se inmuto y reflexiono a que se refería, deduciendo que vio toda la escena que armo su amiga cuando la rechazo.
-Son cosas sin importancia- murmuro- igual ya no la volveré a ver.
-¡¡¡YA NO IMPORTA!!!-le grito en un remedo- ¿Acaso no te interesan los sentimientos sinceros de esa chica?
Frunció el ceño ante tal reclamo, acaso su novio deseaba que él estuviera con esa chica para no romperle el corazón.
-Para empezar no tienes porque gritarme pues te oigo muy bien- contesto seriamente- en segundo lugar es un asunto aparte, no tenías ni porque enterarte pues lo que yo haga es mi asunto y ya.
-Eres un egocéntrico desalmado-no le gustaba para nada cuando el chico le hablaba con ese tono tan frío- de seguro así tratas a todas las personas que te aman.
-Entonces tu qué ¿eh?- sabía que estaba excediéndose pero él no empezó con el pleito- me vas a decir que contigo también soy cruel.
-¿Cuánto falta?- indago subiendo aun más el tono de voz al grado que los demás alumnos les miraban un poco sorprendidos- obvio eran conocidos como la pareja perfecta y nunca les habían visto pelear, hasta ahora- y curiosos se quedaban a ver- cuando te canses de mí seguramente me trataras igual y me desecharas ¿no?
Aquello le dolió mucho pues era la persona que más amaba y nunca le haría algo así, no tenía por qué dudarlo más sin embargo lo estaba haciendo.
-Pues ya me canse- le espeto con enojo consiguiendo que el menor se quedara mudo y le mirara sorprendido- me canse de seguir con esta estúpida conversación sin sentido.
-Para ti nada tiene sentido- susurro apenas audiblemente, sintió como algo dentro de su cuerpo se rompió, algo tan importante y esencial que le estaba causando un dolor enorme- ¿Por qué me dices esto justo ahora?
-¿Decirte qué?
-Que estas cansado de mí- su mirada estaba enfocada en el suelo.
-Naruto por favor ya basta- llevo una mano a su frente pues le estaba comenzando a dar migraña- no compliques más las cosas, ni imagines otras tantas.
-Ayer fue un día muy especial- comento bajito- y hoy lo estas convirtiendo en el peor de mi vida, vine a buscarte para pedirte que fuéramos juntos de vacaciones y…
Todos estaban atentos ante aquella charla que parecía una película, sus miradas atentas en aquellos jóvenes y aun más interesadas en aquel último comentario.
Los murmullos de que se habían acostado finalmente comenzaron a sonar entre aquellas bolas de gente a su alrededor, frustrado por todo sujeto la mano de su pareja y lo jalo fuertemente a un lugar más privado.
Y una vez apartados miro directamente aquellos orbes azul cielo que estaban un poco apagados.
-Se perfectamente que fue algo especial y no sólo para ti- comento tratando de calmarse- por eso no entiendo porque tus reclamos, es sólo una chica y aun más alguien que no conoces.
-Tienes la suerte de que se fijará en ti- no quería mirar a su compañero – podrías haberla tratado mejor.
-¿Qué? Esperabas que le diera un ramo de rosas y le dijera “lo siento pero no te amo”- imito una voz por demás melosa- eso dudo mucho le hiciera ver las cosas así.
-no te burles- comento fastidiado.
-pues no digas idioteces.
-tú no entiendes nada…
-repites eso pero no veo ninguna justificación valida a tus berrinches.
-ah, ahora hago berrinches.
-¿tu? Para nada- comento sarcástico.
-Pues si hago berrinches entonces quiero dejarlo todo aquí para que no tengas que soportarlos más.
Esas palabras tardaron en ser procesadas en su mente ¿Cómo de rechazar a su amiga paso a terminar con su novio?
-¿Qué tratas de decir?
-Lo que oyes, terminamos Uchiha.
Se iba a retirar cuando sintió un fuerte agarre en su mano y de cierta forma era tan brusco que le lastimaba pero más le asustaba era esa fría mirada oscura sobre su persona.
-Haz lo que se te dé la gana- murmuro furioso- pero escúchame bien Namikaze, si te vas y me dejas ahora nunca volverás a tenerme.
-Como si eso fuera a detenerme- se soltó como pudo- no eres la gran cosa.
-hump no pensabas lo mismo ayer cuando te estaba poseyendo- tenía un deje de maldad y una sonrisa de superioridad- ¿lo recuerdas? Me implorabas por más y…
No pudo continuar cuando sintió un fuerte golpe en su mejilla.
-ERES UN ESTUPIDO –grito el rubio quien recientemente había abofeteado a su acompañante de preciosos ojos negros- SI CREES QUE POR SER TAN ATRACTIVO VOY A ANDAR AGUANTANDOTE Y ROGANDOTE… MIRAME PARTIR IMBECIL.
Dicho esto se alejo del mayor sin siquiera voltear pues las lagrimas que reprimió salieron sin control, no le daría gusto a ese hombre de verle llorar de esa manera.
-Regresarás- susurro al tiempo que su mano tocaba el área afectada por el golpe- NO ERES NADA SIN MÍ-le espeto antes de perderlo de vista.
***** ACTUALMENTE *****
Después de ese día todos les miraban sorprendidos al no verles llegar juntos o almorzando, ni tan siquiera hablándose.
Miles de chismes surgieron a partir de ese distanciamiento y más los de que por un “tercero” ambos rompieron… Vamos a que hasta apuestas de quien fue el engañado hicieron, pero de ninguno de los dos sacaron una sola palabra.
Una tontería, es la palabra que definiría aquel pleito…
Las consecuencias seguían latentes y sin más que decir de porque se trataban así… continuaron su vida la cual debería haber cambiado con la llegada de la preciosa Akemi.
En efecto, ambos concibieron una hermosa niña de pelo negro y ojos azules.
Sasuke pensó inmediatamente que todo lo que hacia Naruto era para molestarle pues sus ideales eran tener un hijo varón como primogénito- es absurdo que piense eso pero pues así de retrasado es- y aun con todo quedo prendado de su preciosa niña.
Aquel día mientras se encontraba en reunión la llamada del asistente de su esposo fue para informarle que Naruto había comenzado a tener contracciones, en ese momento su corazón se acelero, había evitado por mucho al rubio pero siempre con unas ansias grandes por ver a su hijo.
Una vez llego inmediatamente fue hacia los cuneros donde le presentaron a la nena y entonces supo que era lo más hermoso del mundo.
Naruto por su parte al cabo del trabajo de parto y conocer a su bebe se sintió enormemente feliz, le importaba poco que fuera mientras naciera con bien, pero igual pensó que para ser molestado había salido idéntica a Sasuke- son tan para cual ni que más decir- pero al tenerla en sus brazos supo que no podría tratarla igual que su idiota padre.
Por unos momentos ambos compartieron ese feliz acontecimiento, sin nada que decir ni que pensar, sólo admirándola…
-¿Akemi?- indago el rubio mientras peinaba la matita de pelo de su bebe.
-Akemi- aseguro el mayor.
Ambos gustaban de ese nombre y desde que se hicieran pareja ello había sido un acuerdo mutuo pues imaginaron sus vidas juntos hasta la vejez- con hijos y mascotas incluidos.
Muchos creerían- al menos los amigos cercanos de ambos- que con ese pequeño regalo su vida cambiaría y dejarían de ser tan tercos, más no fue así.
-No puedo creer que seas tan bestia Uchiha- hablaba Sai sumamente serio.
-Deja de ofenderme Sai que aunque te pese sigo siendo tu jefe- continuaba leyendo aquel informe que le había llevado el vicepresidente.
-Claro y ¿Qué harás cuando Akemi crezca?- cuestiono curioso- le dirás que mami y papi no se quieren y que si duermen separados es porque ambos son cabezas huecas.
-Nunca le diría algo así- susurro fastidiado pues desde que se casará aquel chico le reprochaba todo lo que hacía y de aquello hacia ya más de dos años.
-No creerás que nunca se dará cuenta o ¿sí?
-Lo sé pero no está en mis manos- aparto la vista de esa sonrisa burlona – Naruto no quiere saber nada de mí…
-Y para ti está bien porque tampoco te interesa lo que haga con su vida ¿no?
-Ya esta grande como para saber que hacer- hizo un puchero de enojo ante los reclamos del pelirrojo.
-Por favor Naruto, sabes bien que después de tantos años alguno ya debió haber cedido.
-y ¿Por qué yo?
-Porque después de todo aun le amas.
-¿amar? déjate de bromas.
-no bromeo y lo sabes- agrego- nunca olvidaste ese amor tan profundo que tenías por Naruto, si hasta peleaste conmigo porque no le pedí su número de teléfono cuando lo conocí.
-eso fue antes y no fue para tanto- se avergonzó ante esos recuerdos.
-me hiciste pataleta para que te acompañara a elegir ropa para su primera cita e incluso tuve que poner de mi mesada porque perdiste tu cartera- respondió Gaara con burla.
-Acéptalo aun le amas y eso es lo que no te deja perdonarlo… pues es la única forma actual en la que puedes hablarle es “peleando”
Esas palabras se repetían en la mente de ambos chicos, quizás si habían sido demasiado infantiles y orgullosos, pero es que querían tener la razón.
¿Cuándo fue eso necesario?
Escucharon como eco y rieron al entenderlo finalmente.
Sasuke llego a casa temprano aquel día pues con Sai peleando con él sobre su matrimonio había sido un completo martirio, y es que el estaba seguro de que ya no amaba al rubio, no sentía ese latir tan fuerte dentro de sí como cuando le conoció, ni el temblar de sus piernas al tener esa azulina mirada en su persona ¿Cómo podía decir que aun era amor?
Cansado de tanto pensarlo camino hasta el comedor y se sorprendió de encontrar al chico rubio ahí, estaba en la mesa jugando con la pequeña. No sería extraño de no ser porque estaba usando traje y eso era un indicio de que…
-Saliste a trabajar- aseguro con un tono por demás serio.
-Te dije que continuaría con mis asuntos personales- respondió sin mucho ánimo.
-¿y Akemi?
-Se quedo con Shizune- sabía que estaba molesto por lo cual trato de huir antes de que comenzará un nuevo pleito… pero fue tarde.
-¿Crees que esta mejor que con su padre?-espeto molesto- habíamos acordado que te quedarías a cuidarla.
-Recuerdo que “ordenaste” algo así- musito con tono firme- pero no el haber estado de acuerdo con ello.
-No puedes ponerle una nana e irte nada más por gusto.
-No es por gusto sino por trabajo.
-No tienes la necesidad pues lo hago yo.
-¿Y por qué no cuidas a Akemi?
-Porque yo soy el que debe trabajar- sentencio.
-Nadie fijo eso- cada vez se molestaba más con esa actitud tan prepotente- así que deja de ordenarme que no eres quien.
-Haz lo que se te dé la gana pero a mi hija no la dejes con una extraña.
-No es una extraña- refuto.
-Mi conocida no es- sentencio.
-Sólo buscas pelearte por todo.
-Mira quién habla- hablo fríamente- sólo buscas desacerté de tus deberes.
Ambos continuaron con la pelea elevando cada vez más la voz, lo que provoco que esos ojitos azules se humedecieran y que la niña comenzara a llorar.
-Ya, ya Akemi- murmuraba el rubio mientras la mecía en sus brazos, por un momento olvido que su hija estaba presente y que con sus gritos la había asustado.
El pelinegro al notar el llanto opto por guardar silencio pues no le gustaba ver a su bebe llorar y menos por discusiones, al ver que su pareja tenía controlada la situación se fue.
Naruto suspiro con pesadez, no le gustaba pelear a costa de su pequeña pues para él no era una carga, quizás ya había llegado al límite, ese en el que un padre debe pensar primero en su bebé y luego en él.
Siguió el rumbo que tomo el Uchiha- no sin antes dejar a su pequeña en la cunita pues después de llorar se había quedado dormida- y una vez parado frente a la puerta de la habitación de este se dijo así mismo que no había marcha atrás, toco un par de veces antes de abrir y pasar.
El azabache estaba en el escritorio con su laptop en la cual escribía rápidamente- siempre descargaba su frustración trabajando.
-Uchiha- le llamo sin tener mucho resultado pues el mayor seguía en lo suyo- creo que esta vez sí fue lo último- susurro tratando de no equivocarse en esa decisión.
-Era justo lo que estaba pensando- contesto el mayor finalmente posando su mirada en el chico- es por eso que viniste ¿no?
-Si, la felicidad de Akemi está sobre nuestro propio orgullo-musito no muy seguro- lo mejor es divorciarnos.
Aquello ya se lo esperaba el mayor pues era obvio que no podían seguir con su intento por ganar y en una de esas llegar a lastimar a su pequeña, esa era la única opción razonable… al menos a su forma de ver.
-Puedes marcharte cuando quieras- murmuro antes de irse no soportaba ni un minuto más en esa tensa atmosfera.
Dejo su trabajo de lado una vez el menor se fuera, realmente no creyó llegar a una situación así… siempre considero a su hermano patético por haber sido abandonado por su primera esposa y ahora él estaba pasando por lo mismo.
“aun le amas” recordó aquella frase que tanto le había perturbado ¿Qué tan cierto podía ser aquello?
El rubio se encontraba cerca de la cuna de su pequeña y la contemplaba durmiendo, una lágrima recorrió su mejilla al pensar en que le estaba separando de su padre por su propio egoísmo.
-Akemi ¿me perdonarías si dejo a papá?- indago mientras la pequeña suspiraba, denotando lo profundamente dormida que estaba.
-Ella estará bien- escucho que susurraban a su espalda- no por nada es mi hija.
-Sasuke- bajo la mirada avergonzado, no esperaba ser descubierto de esa forma tan vulnerable.
-Siempre has sido así- tomo el mentón del chico para enfocarse en esa mirada azul- esto es lo que odio de ti- pronuncio al tiempo que soltaba al menor, para mirar a su hija dormir tranquilamente, una vez comprobó estuviera bien y le diera el beso de las buenas noches salió de aquel cuarto.
Se extraño de esa frase y con ganas de saber su significado siguió al azabache hasta su propia recamara- pues la bebe dormía en el cuarto contiguo.
-Así ¿Cómo?- miro como este se quitaba su saco y se aflojaba la corbata, acciones que por extraña razón le sonrojaron- “aun le amas”-resonó en su cabeza hasta que el mayor le saco de sus pensamientos.
-Esos ojos- pronuncio – siempre miraron a otras personas.
-¿Qué? Pero si yo te amaba solo a ti- se defendió de aquella acusación- no puedes decir que veía a otras personas.
-pero lo hacías- se acerco al menor y le hablo seriamente- siempre pensaste en lo que estaba bien para ellos y el día en que debiste pensar en lo mejor para nosotros, pensaste en ella.
-y ¿tu?- contraataco- nunca pensaste en nadie que no fueras tú, éramos pareja no tenías porque guardarte esas cosas, podías decirme lo que fuera y así entenderte.
-Si no hubieras llegado gritando podría habértelo explicado- murmuro sin ningún tipo de reproche.
-Tal vez no debiste ser tan frío y ella lo habría entendido aun así.
El silencio reino un par de minutos, no sabían que con tan sólo unas pocas palabras aquel incidente de adolescencia parecería tan minúsculo.
Ambos se sintieron más tranquilos al reconocer que se estaban rindiendo, en aquel momento ninguno fue ganador, sino que perdieron por no saber hablar lo suficiente.
Sin embargo el miedo se acrecentó y sus corazones latieron sumamente rápido.
-Ahora que todo está aclarado supongo que no hay más razón para continuar con esto- aclaro el Uchiha- creo que no tengo más motivos para arruinarte la vida.
-Supongo- concluyo un poco triste- entonces ¿Qué hacemos?
-Cuando lo desees puedo darte el divorcio- esa palabra salió con mucha dificultad pero finalmente fue dicha- es al menos lo más fácil.
“Fácil” pensaron ambos, hacía siete años habían tomado el camino fácil y les hizo sufrir durante tanto tiempo, ahora podían decidir entre intentarlo por más incomodo que pareciera o elegir lo fácil y olvidar todo.
-Fácil y conveniente…
-Gracias por todo Naruto- comento el azabache- al menos algo bueno surgió.
-Lo sé- contesto aun con un tono triste, el vivió sin uno de sus padres pero sabía que el Uchiha no abandonaría a su pequeña- espero no le afecte.
-La veré seguido- contesto con tono seguro.
-Entonces adiós Uchiha.
-Adiós baka.
Con una decisión difícil, el mayor se fue de aquella casa sin intentar pensar en que ya no tenía ningún futuro que le esperará… ni una persona que le interesará, todo se quedo en esa casa a la cual no podría volver.
¿Fin?