—Es cierto —. En realidad no entendía a que se refería. —Es cierto, Claude-san cayó en la tentación una vez que probo su sangre ¿lo recuerda joven amo?
—En realidad recuerdo muy poco de ese estúpido que deseaba con tal fuerza y obstinación ser mi sirviente —sus ojos rojos están llenos de incertidumbre, chasque la lengua en forma de disgusto —está bien, si lo recuerdo, lo golpe con sangre en mi mano pero…
—Esa sangre que dejo en su mejilla fue el detonante para que Claude-san quien comenzaba a enamorase de Alois Trancy lo abandonara —su sonrisa era sádica —fue su perdición… usted fue su perdición joven amo…
Ahora sí que estaba intrigado.
—Y bien ¿quién es Amenfis? —el sonríe y se acerca a mi oído
—Si el joven amo quiere información, yo también quiero paga —lo miro con desdeño —si le paga a un Shinigami no creo que le sea muy difícil pagarme a mi
—No, no lo es, pero ten en cuenta que ese idiota no está atado a mí, no es mi mayordomo —le sonrió para que vea que jamás podrá manipularme —Sebastián, es una orden dime quien es Amenfis —me odia lo se, lo veo en sus ojos rojos deseosos de tomar mi vida
—Amenfis, es el nombre con el cual es conocido el primer demonio de la historia, muchos creen que incluso es el mismo Lucifer, pero nadie a estado en su presencia y a vivido para contarlo. Hace algunos años Amenfis apareció por un periodo corto de tiempo, se dice que fue cuando el mismo hijo de… digamos que del cielo bajo para controlar toda la peste y muerte que Amenfis dejaba a su paso.
—Suena interesante —me levante y me dirigí al baño el está ahí mirándome sin saber que hacer — ¿tú conoces a Amenfis?
—Como ya le he dicho nadie sabe con exactitud quien o que es Amenfis, es más antiguo que la vida misma.
—Y … —moví la mano en círculos y con una ceja levantada esperando que continuara, pero al parecer no entiende mi lenguaje corporal, chasque la lengua —y ¿porque se supone que me estaría buscando? ¿Tienes alguna idea?
—Se me ocurren muchas my lord —bajo la cabeza, detesto que haga eso —pero todas terminan con su muerte —un leve respingo se apodera de mi cuerpo, lo suprimo antes de que él se dé cuenta
—Sebastián, es una orden, quiero una entrevista con el tal Amenfis — mi mayordomo tiene la boca abierta, eso es una nueva faceta
—Pero My Lord —intenta acercarse a mi
—Es una orden —vuelvo a repetir de forma tajante, el solo se inclina y musita esa frase tan típica en el
—Yes my Lord — y lo veo salir por la ventana. Debo darme un baño. La tina está preparada, el agua antes caliente ahora esta tibia. No me importa mucho, coloco una mano dentro de ella y en segundos esta comienza a burbujear.
—Se le caerá la hermosa piel si entra así a la bañera Conde —la voz esta a mi espalda, pero no me preocupa, se quien es
—Sabía que no te habías largado Enterrador —sonreí de lado —dime lo que hace falta, que desea ese tal Amenfis de mi
—Todo Conde, todo… —sus manos están sobre mi cuerpo —aunque nadie lo culparía, es irresistible… —su boca se coloca sobre mi cuello —pero si me deja ir mas allá de un simple roce tal vez le diga como esconderse de él.
—Idiota ¿y porque desearía yo algo como eso? — lo he sorprendido con mi respuesta, bajo la guardia y eso le costara. Con un ágil movimiento me di vuelta lo sujete del cuello y golpe las cara interna de sus rodillas, ahora está a mi altura —creo que no lo entiendes, soy un demonio, ya no soy el chiquillo desprotegido que debía recurrir a Sebastián cada que alguien intentaba dañarme, no ahora su tarea es frenar me instinto asesino y de sangre, aunque sabes que es lo gracioso, jamás pensé que podría degustar a un Dios de la Muerte —mis ojos rojos brillan en la oscuridad —nada te salvara ahora
—Espere Conde, puedo serle de ayuda —esta suplicando que aburrido, mi mano se acomoda en su pecho, le sacare primero el corazón, lo dejare mirar como aun late en mi mano
El sonido de una motocierrra me hace retroceder. Ese idiota travesti ha interrumpido mi desayuno, no se lo perdonare. Con una sonrisa maniática en los labios da dos pasos en mi dirección.
—Mocoso nos volvemos a ver —dice mientras jala de la correa de esa cosa para hacerla funcionar
—Para mi mala suerte si —contesto mientras miro mis uñas —eres repugnante no sé cómo te permiten salir —lo estoy molestando al propósito, así es más divertido masacrarlos
—Te tragaras tus palabras niño —se lanza en mi contra y yo solo lo espero sin mover un solo musculo
—Detente Grell —el enterrador lo ha lanzado lejos, una barrera descarga miles de Volts, chasqueo la lengua
—Eso no iba a matarlo Enterrador —intento sonar inocente —si es mucho lo dejaría inconsciente un par de horas
—Lo suficiente para que tu hicieras de él lo que te plazca —está furioso lo sé —pero aquí lo importante es ¿Quién te enseño a levantar hechizos?
—¿Hechizos? —le sonrió de forma suave —¿Cuáles yo no sé qué es eso?
—Eres un…
—Si yo fuera tu tendría mayor cuidado con mi lengua, podría terminar muy lejos de tu boca, ahora si me disculpan tengo cosas que atender, fue un placer jugar con ustedes — me despido, salgo de la habitación pero no por ello dejo de escuchar la conversación que sostienen
—Will me dijo que viniera a buscarte. Quiere que lo ayudes, hay una gran anomalía en las almas que están…
—Eso ya lose Grell el problema no es administrativo, es ese niño
—Phantomhive ¿qué tiene que ver ese mocoso en todo esto?
—Ese es precisamente el problema, nunca en la historia de este mundo ha existido un infante en forma de ángel, cuanto menos de demonio, bueno solo hubo uno, y llevo al universo entero en contra del creador, no quiero imaginar lo que sucederá si Amenfis se adueña de Ciel Phantomhive, ese chico tiene más poder del que su propio mayordomo cree
—¿Es más fuerte que Sebastián?
—Solo hay que ver, somos dos Shinigamis y no logramos ni tocarlo
—Will, debo informarle a Will
—Sí, y dile que estoy a disposición si me requieres
—Usted…
—digamos que es una emergencia…
Vi salir al pelirrojo, unos instantes después al llamado Enterrador, sonreí con sorna, creen que soy peligroso, reí fuerte, son unos incompetentes, para mí que soy el mal hecho carne, es tan poca cosa. Solo ah visto el preludio de la destrucción total. Ahora sabran lo que de verdad significa la palabra DEMONIO.
Me coloque frente a una de las tantas habitaciones del lugar, un joven de unos veinte años de edad me mira con curiosidad, su vida como demontre acaba de iniciar, se nota en sus rasgos tan poco refinados, le hago una seña con la mano, el sonríe y me sigue dentro de la habitación, comeré un bocadillo antes de bañarme y regresar a la mansión.
Oh!! Es un punto que me había olvidado mencionarles, he vuelto a mi mansión aunque los que ahora la habitan no son los mismos que me conocieron alguna vez.
Continuara…