2. La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.
Proverbio árabe
-Sasuke, ¿hasta cuando vas a estar así? – preguntó el rubio mientras seguía a su pareja por toda la ciudad. Ya hacía unas cuantas horas que daban círculos, la villa no era tan grande.
-Hasta que me de la gana. – gruñó.
-¡¡Pero ya te dije que fue un error!! Perdóname, mi amor, juro que no volveré a hacerlo nunca, nunca más. – exclamó Naruto mientras se ponía de rodillas delante del moreno. – Sí es cierto que hace unos días me dejé convencer por Sakura para hacer un trío con ella y Gaara, pero te juro que no volverá a pasar. Ellos no me gustan. ¡¡Sólo me gustas tú!!
-Bueno, tal vez podría perdonarte si me lo demuestras. – señaló Sasuke mientras pensaba en las horrorosas pruebas por las que tendría que pasar su compañero para conseguir su perdón. Naruto asintió frenéticamente.
-¡¡Haré lo que sea!!
La convicción de Naruto internó en el cuerpo de Sasuke, clavándose en su corazón. Su mirada pasó de ser fría a ser cálida, se agachó a la altura del otro y besó su frente para después abrazarlo.
-De acuerdo, no importa, te perdono, mi amor.
Sasuke saltó de alegría. Abrazó más fuerte a Sasuke, lo alzó y empezó a dar vueltas ante los reclamos de su pareja. Besó mil veces sus labios y esa noche se acostaron con toda la pasión del mundo.
-Ah… más… fuerte Naruto… como… te amo…
-No sé como he podido… hum… estar sin ti, Sasuke… - rugió mientras penetraba más fuerte su cuerpo, cerciorándose de lo que realmente le gustaba Sasuke. Se vinieron los dos a la vez, con un grito de gloria.
-Naruto, te amo, te amo…
Naruto sonrió mientras mordisqueaba una de sus tetillas, con una mano acariciaba el semen que se escurría por las piernas de su pareja y con la otra acariciaba el agujero de su ombligo.
A Naruto le encantaba saber que Sasuke era suyo. Levantó las piernas del menor ante una queja y risa por parte de éste y empezó a lamer todo el esperma que había dejado por sus piernas, provocándole cosquillas al moreno. Coló su lengua en el pequeño ano (ya no tan pequeño) y le sonrió a su amante.
-Eres hermoso… - susurró mientras volvía a penetrarle. Sasuke se quejó por el dolor de la intromisión repentina pero pronto volvió a gemir encantado por las atenciones.
Al día siguiente, Sasuke se levantó, notando que Naruto no estaba ya en la cama y se duchó. Se puso un cálido albornoz y salió de la habitación, encontrándose con una nota de su pareja en el frigorífico. Había salido a comprar.
Sasuke pensó que sería una buena idea pasar por la tienda de Sakura (donde Naruto estaba comprando) para darle una sorpresa cariñosa. Con amor, le preparó una tarta de chocolate en poco tiempo y la metió en un recipiente para meterla en una pequeña mochila.
Salió a la calle y paseó tranquilamente por las calles, hasta llegar a la tienda de Sakura. Le extrañó demasiado que la chica no saliese a recibirle y que Naruto no estuviese allí, pero no pensó nada en particular. Lástima.
Cuando se iba a marchar, oyó unos gemidos en el almacén. Asustado por la posibilidad de que fuese un asesino que los hubiese dejado encerrados en una habitación esperando ayuda, agarró una zanahoria (para golpear al posible asesino) y se dirigió a la despensa.
Abrió la puerta y se quedó callando, observando la escena.
Mientras las lágrimas iban cayendo de sus ojos, observaba como Naruto mordía los senos de Sakura, como la penetraba rápidamente mientras ella gemía como prostituta. Sonrió por su estupidez y cerró lentamente la puerta, para no molestarlos. Tiró la zanahoria al suelo y volvió a su casa, a encerrarse a llorar.
Se prometió a sí mismo que nunca más volvería a perdonar a Naruto.
Su relación había terminado.