Me encontraba encerrado con Antonio en un closet, se supone que íbamos a platicar, pero debido a lo estrecho del lugar, estábamos muy pegados, de repente la puerta se abrió de golpe y solo vi las figuras de Alfred y Kiku viendo mi penosa situación.
- Parece, que nos ganaron el lugar.-. Fue lo único, que el tonto de Alfred se le ocurrió decir.
Lo primero que hizo Kiku, fue cerrar la puerta, seguro correrá a decirle a Ludwig y la verdad, no voy a permitir que mi relación termine por un malentendido. He intentado seguirlo, sin embargo; Antonio me lo impide.
- Amorcito, ¿A dónde vas?-. Me dice el cínico español.
- Yo no soy tu amorcito, déjame en paz. Eres un idiota.-. Le grito, mientras empiezo a buscar a Ludwig para prevenirlo de lo que Kiku, podría decirle.
Estoy consciente de lo que el japonés vio, pero podría malinterpretarse y tengo la sensación de que Kiku, siente algo por mi bello rubio. Y no voy a permitir, que nada destruya mi felicidad.
Doy alcance al pelinegro, quien iba tomado de la mano de Alfred, él cual aún estaba muy sorprendido por la situación.
- Espera Kiku, déjame explicarte lo ocurrido.-. Le pido al asiático, quien se limita a responder.
- A mí, no tienes nada que explicar, sino a Ludwig, en cuanto se entere que lo engañas con ese chico.-. Me dijo muy serio.
- Yo nunca he traicionado a Ludwig.-. Le conteste.
- Yo no vi eso.-. Me desafía.
- Eso fue un malentendido que Antonio y Francis planearon.-. Le digo.
- Explícate, Roderich.-. Me exige Alfred.
Y nos dirigimos lo más apartados del ruido de la fiesta para poder conversar, lo más civilizadamente.
- Roderich, por favor. Dinos que está ocurriendo.-. Empieza a decirme Alfred. Siendo la primera vez, que lo veo tan serio.
- Lo que ocurre es que intente hablar con Antonio, para pedirle que se aleje de Lovino, el hermano de Feliciano.-. Comienzo a explicar.
- Pero, tú conoces como es Antonio, a veces cree que la gente se puede desechar. Al igual que Francis.-. Al escuchar esto, el rubio empieza a mostrarse más tranquilo, pues él sabe como es, su antiguo amigo.
- Aún no entiendo nada. ¿Cuál es el problema que Antonio, quiera a Lovino?-. Me cuestiona Kiku.
- Nada, la raíz del problema radica, en que Antonio, tal vez solo quiera acostarse con Lovino, como lo intento conmigo.-. Al decir esto, el japonés se sorprende.
- Eso explica porque terminaste con Antonio.-. Dice el americano.
- Eso y el hecho de que me engañara con Francis.-. Termine por explicar ese hecho.
- ¿Francis se acostó con Antonio? Debo contárselo a Arthur. -. Grita sorprendido Alfred.
- Shhh. No lo grites, tonto. No quiero hacer más grande problema.-. Le digo al atolondrado rubio.
- Y eso, ¿Qué tiene que ver, ante el hecho de que estabas encerrado en un closet con Antonio?-. Me pregunta Kiku.
Por lo que debo empezar a relatar cómo fue que llegue allí.
Flashback
Después de perseguir a Feliciano hacía la mesa de las botanas, Ludwig me indicó que empezará a buscar al grupo Antonio y así poder localizar a Lovino, mientras, él se encargaría de que su amigo, no se metiera en problemas.
Por ello me puse a buscarlos, pero al primero que vi fue a Francis besándose con Arthur, seguido de Ivan tratándole de meter mano a Yao, también de Gilbert intentando ligarse a Mathew, el hermano de Alfred, sin embargo; un estudiante llamado: Tim, tengo entendido que él ya se graduó de nuestra escuela, es de origen holandés. Parecía decirle al hermano de Ludwig, que se alejará de su novio, por lo que el peli gris se alejó echando pestes.
Y fue cuando los pude ver a Antonio bailar muy de cerca a Lovino, quien también se movía bastante, para ese entonces se escuchaba, una canción que le gusta mucho al español, de unos tales “Chino y Nacho”, según recuerdo se llama: “Tú me quemas”*, eso no música.
Sin embargo; veo como Francis se le acerca a Antonio para comentarle algo, y después el español enfoca sus ojos en mí y se separa de Lovino para empezar a platicar conmigo.
- ¿Qué tanto me miras? ¿A poco me extrañas?-. Me pregunta muy burlón.
- Para nada, solo quiero hablar un momento.-. Le contesto tranquilamente.
- Ya sé donde, porque me imagino, que deseas alejarte de este “ruido infernal”.-. Y me empieza a guiar hacia una especie de armario con despensa.
- Ahora si dime, ¿Qué quieres, bonito?, Sabes, aún me gustas.-. Me empieza a decirme y a tocarme alrededor de la cintura, mientras yo intento separarme de él, pero el lugar es demasiado estrecho.
- Déjame en paz, yo tengo novio, es el hermano de Gilbert. Nunca vas a cambiar.-. Le digo.
- ¿A qué te refieres?- Me pregunta, sin embargo continua muy cercano a mí.
- A tu relación con Lovino, solo quieres jugar con él.-. Le explico muy seguro.
- Yo no engaño a nadie, por el momento aún no somos nada, estamos conociéndonos.-. Me empieza a explicar.
- Estás haciendo lo mismo que hace un año.-. Le empiezo a reclamar.
- Roderich, yo te quería, lo de Francis fue un error.-. Me confiesa, a su vez; continúa acercándose a mí.
- Con Lovino, no vas a jugar como lo hiciste conmigo.-. Continúo reclamándole.
- Ya ves, como eres. Nunca escuchas a la gente.-. Me grita.
- Sabes una cosa, voy a desquitarme.-. Me toma del cuello e intenta besarme, mientras, hago todo lo posible por alejarlo.
Y ahí fue cuando veo, que la puerta se abre de golpe, solo para ver la imagen de Alfred junto a Kiku, interrumpiendo el juego de Antonio.
Fin del Flashback
- Y eso fue lo que ocurrió-. Termino mi relato.
- Kiku, yo creo que dice la verdad.-. Le dice Alfred al japonés.
- Yo sé, como son ese par, les gusta molestar a lo demás. Te lo digo por experiencia.-. Termina el rubio de comentar.
- Roderich, quiero mucho a Ludwig y solo deseo que sea feliz; y por lo que he visto en estos días, él te quiere y acabó de comprobar que tú también. Debo confesarte algo.-. Empieza Kiku a confirmarte la idea que tengo de él.
- Yo quería que Lud y yo fuéramos algo más, que amigos. Sin embargo; eso no será posible, lo cual no me molesta, es más. Quiero que sean felices. Y discúlpame por odiarte al principio, pero ahora puedo considerarte mi amigo.-. El pelinegro me dice, lo cual me alegra.
Alfred se queda callado, al escuchar la confesión del japonés.
- Gracias, Kiku.-. Me limito a decir y al ver que ese par tiene algunas cosas que aclarar, decido dejarlos a solas.
- Debo buscar a Lud y explicarle lo ocurrido.-. Y me retiro para poder hablar con mi novio.
Ojala lo que les comente acerca de Francis y Antonio, afecte a mi nuevo amigo y a Alfred, harían bonita pareja, ahora que lo pienso.
Después de un rato, puedo ver a mi rubio, quien al verme, corre hacia a mí. No puedo evitar, pero comienzo a besarlo y él sorprendido por mi actitud, me acerca a su cuerpo para poder así profundizar el contacto.
Estamos en nuestro mundo, por lo que al separarnos, decido arrástralo hacia una esquina para poder explicarle lo ocurrido con Antonio.
Parecía muy tranquilo, al estarme escuchando; sin embargo; al terminar mi relato, sale hecho una fiera en busca del español.