Me encontraba discutiendo con Francis, el me dice que no sea tan penoso, que le dé un beso aunque sea pequeño.
- Ándale, mon amour-. Me dice.
- Que no, no seas insistente-. Te respondí.
Pero al verte pasar cerca, no sé que hice pero bese a Francis de modo apasionado, yo creo que en mi interior quería decirte que ya te supere, que ya me olvide de ti.
Flashback
3 meses atrás…
Te estaba esperando en un parque, dijiste que me ibas a llevar a comer.
- Hola, Arthur. ¿Cómo esta mi noviecito?-. Saludaste.
- Bien, aquí esperándote, eres muy impuntual-. Respondi.
- Los héroes tenemos muchas cosas que hacer-. Me contestaste.
- O sea, esas cosas son más importantes que yo-. Te reclame.
- No, quise decir eso-. Intentaste disculparte.
Después de eso nos dirigimos a un restaurante, pediste tu hamburguesa de siempre y yo orden un plato de papas y pescado.
- ¿Y que estabas haciendo?-. Te pregunte.
- Nada, solo se me hizo tarde, ¿Por que eres tan desconfiado?-. Me comentaste.
- No soy desconfiado-. Respondí-. Solo me molestan unas de tus actitudes-. Continúe diciendo.
- ¿Cómo cuales?-. Me cuestionaste.
- Pues eres infantil, te crees el héroe cuando en realidad no lo eres-. Te dije.
- JAJAJAJA-. Solo reíste.
- Lo ves, solo que no te tomas nada en serio-. Te grite molesto.
- Eres demasiado serio Arthur-. Comentaste.
- No lo soy, eres tú el inmaduro, no sé cómo puede fijarme en ti-. Te dije muy molesto.
Tristemente me dijiste:
- Si tanto te molesta mi forma de ser Arthur, terminemos-. Dijiste-. Yo en verdad te quiero y no pretendo ser una molestia-. Te pusiste de pie y me dejaste solo.
Yo inevitablemente me puse a llorar, pensando en que era un tonto, impulsivo, arrogante y demás apelativos.
Me puse de pie, pague la cuenta y decidí dirigirme a mi casa, pero no contaba con que me iba a encontrar con alguien.
- Arthur, ¿Por qué tan solito y triste?-. Me dijo una voz bastante masculina, no la reconocí en primera instancia.
- Oh, por nada, Francis-. Te respondí.
- No es cierto, te conozco vamos por un café, yo invito-. Me dijo Francis.
- Está bien-. Dije.
Y nos fuimos caminando en silencio, hasta que pasamos por el bar “Fuerzas Aliadas” y vimos como se divertían Iván, Yao y tú, parecían muy entretenidos.
- Mira ahí están, ¿Quieres ir por unos tragos?-. Me pregunto Francis.
- Nop, ve tu, seguro te están esperando-. Le dije.
- Sí, pero prefiero ir a un lugar más tranquilo-. Me contesto.
- Está bien-. Me limite a contestarle.
Y nos fuimos al café “Le café de l'amour” que según Francis sirven unos pasteles deliciosos y en verdad lo son.
- Vas a ver Arthur, te van a encantar-. Me comento mientras me servia una taza de té con galletas.
Nos pusimos a platicar de muchas cosas, fue bastante ameno.
Vi lo atractivo que es Francis, sus ojos azules, su cabello rubio, su barbita le da un toque sexy.
- ¿Qué te ocurre?-. Me volvió a preguntar.
- Nada-. Respondí.
- ¿Rompiste con Alfred?-. Me dijo de golpe, me quede en silencio.
- Me lo imagine-. Dijo-. No son compatibles-. Me dijo.
No podía creer lo que me decía, sabía que era verdad, pero escucharlo es muy diferente, las lágrimas volvían a salir involuntariamente.
Solo vi como Francis se me acercaba y me susurraba.
- Me da gusto que terminaras con el-. Me dijo-. No te merece-. Me volvió a decir, en eso me beso el lóbulo de la oreja, yo solo lo abrasé.
- Fui en tonto, debí haberlo sabido-. Dije.
- No digas eso, el es el que no supo valorarte, déjame entrar en tu corazón, siempre te quise-. Me confesó.
Yo no podía creer, en respuesta lo bese tímidamente y él correspondió mi beso.
Después de eso, salimos del café y nos fuimos tomados de la mano, en eso volvimos a pasar por el bar en donde te encontrabas.
Entramos y nos acercamos a la mesa que compartías con Ivan y Yao.
Ellos son saludaron, tu solo viste nuestras manos agarradas y te limitaste a decir “Hola”.
Francis les dijo a los tres.
- Arthur y yo somos pareja, felicítenos-. Dijo y luego me dio un beso en los labios, mientras yo solo me sonrojaba.
Iván y Yao se alegraron por nosotros, tu solo te limitaste a decir “Que bien, les deseo lo mejor”. Y te retiraste, tus ojos se veían bastante tristes, me sentía muy mal, no sé por qué acepte iniciar una relación con Francis, luego de haber terminado contigo.
Fin del Flashback
Pero te digo una cosa, no me arrepiento, quiero mucho a Francis, a pesar que sea medio pervertido y me duele saber que tú y yo ya no somos amigos como antes.
Te deseo lo mejor para que encuentres a alguien y tal vez así recupere tu amistad.
Después de recordar eso, Francis y yo nos dirigimos a la cafetería en donde nos sentamos con Antonio, que es buen amigo de su infancia, porque indirectamente nos alejamos de Iván y Yao, no por mala onda, si no para que no te alejaras de ellos, pero seguimos siendo amigos.
Deseo con ansias que volvamos a ser el grupo de “Aliados” que solíamos ser.