Iba caminando de regreso a mi casa, estaba triste debido a la actitud de mi amigo Kiku, quien se encontraba muy serio desde la mañana.
- ¿Qué tienes, ya dime?-. Le pregunte.
- Nada, solo estoy cansado-. Me contesto Kiku.
- Ah, está bien-. Le conteste resignado, mientras íbamos rumbo a su casa.
Deje a Kiku en su casa, le vi raro, pero tal vez solo es mi imaginación. Seguí sin rumbo, no quería llegar a mi casa, no sé el por qué solo no quería llegar.
Así que decidí ir a un parque que se encuentra cerca de la casa de Ludwig y distraerme un poco.
Ya en el parque, me senté a columpiarme, me encanta hacer eso, desde pequeño lo hago.
Mientras me columpiaba, escuche una voz que se me hizo conocida.
- Feliciano, Feliciano-. Dijo la voz, yo al ver de quien se trataba, no puede evitar sonreír.
- Hi, Gilbert. ¿Cómo estás?-. Le pregunte muy entusiasmado.
- Muy bien, mejor ahora que te veo-. Me contesto y me sonroje.
- ¿Estás esperando a mi hermano?-. Me pregunto.
- Nop, lo que ocurre, es que no quiero llegar a mi casa-. Conteste.
- Ni yo quiero llegar a la mía, que te parece si te invito un helado y así platicaras mejor con Ore sama-. Me dijo.
- Yuppi, helado-. No pude evitar gritar, me encanta el helado.
Gilbert, no pudo evitar reírse.
- Muy bien, vámonos-. Dijo Gil.
Ya en la heladería, él ordeno un helado de chocolate y yo uno de limón, ese es mi sabor favorito.
- ¿Qué hacías en el parque tan solito?-. Me pregunto Gilbert.
- Nada, te digo no quería llegar a mi casa-. Respondí.
- ¿Nada más? Ore sama no está feliz con respuestas incompletas, seguro te fue mal en tu primer día de clases-. Me dijo y se rio.
Al verme descubierto, no puede evitar sonrojarme.
- Es cierto, pero no solo es eso, me preocupa mi amigo Kiku, hoy estuvo muy raro, sobre todo después de que Ludwig nos presentara a su novio-. Le conté.
- ¿El Señorito?-. Indago, yo no entendía su último comentario.
- Roderich-. Dijo él.
- Sipi-. Afirme yo.
- Tal vez, tu no lo entiendas ahora, eres muy joven, no como yo, el grandioso Gilbert-. Dijo Ore sama.
- Ah-. Le conteste yo.
- Lo que ocurre es que Kiku está celoso de Roderich, no se tal vez cree que el señorito no es el mejor partido o seguramente piensa que si Ludwig tiene novio ya no les prestara atención a ustedes, sus Best Friends-. Me contesto.
- Tal vez-. Respondí en poco pensativo.
- Pero, no te pongas así, son cosas que pasan. Me dijo y me dio un beso en la mejilla y no pude evitar ponerme colorado.
- Te vez lindo, sonrojado, eres muy tierno, no como el amargado del señorito-. Me dijo, cuando termino de decirme eso, me puse más rojo.
- JAJAJAJAJA, ya no te sonrojes, van a pensar que me estoy aprovechando de ti-. Dijo Gilbert.
Después de terminar el helado, ya era muy tarde. Gilbert me dijo:
- Te llevo a tu casa, no te vaya a pasar algo, sobre todo con lo distraído que eres-. Me dijo, puso su mano sobre mi cabeza y me acaricio muy suavemente.
Nos fuimos tranquilamente hacia mi casa, ya cuando llegamos.
- Bueno, aquí estamos. Gilbert me dijo.
- Muchas Gracias por traerme-. Le dije muy apenado.
- Te cuidas, todo mejorara, ya verás que si-. Se despidió de mi, con otro dulce beso en mi mejilla, pero ahora yo se lo correspondí.
Lo vi partir, después entre a mi casa para encontrarme a mi hermano mayor: Lovino.
- Feliciano, llegaste muy tarde…-. Empezó a regañarme.
- Lo siento-. Dije, sin dejarlo terminar el regaño.
- Oye, por cierto, mañana ya voy a ir a la escuela, ya me siento mejor-. Me dijo.
- ¡Qué bueno hermano!, así ya no te atrasaras-. Le contesto y me subí inmediatamente a mi habitación.
Deje mi mochila en el piso y me recosté a pensar en todo lo que me había dicho Gilbert, pero sobre todo mi a gusto los besos que me dio, aunque hayan sido en la mejilla. Pero mañana será otro día, debo alistarme. No dejo de tomarme la mejilla.
“¿Cómo serán sus besos?, seguro como mi helado favorito”, pienso y no puedo evitar volverme a sonrojar.