Roderich, después de haberse despedido de mis amigos, se marcho hacia su salón, él se encuentra estudiando en segundo grado, es el presidente del club de Música y Artes. Es una persona muy culta, sigo pensando en lo feliz y afortunado que soy por tenerlo como novio.
- ¿Desde cuándo andan?-. Pregunto mi amigo Feliciano.
- Pues desde hace un par de meses-. Conteste un poco temeroso por la respuesta.
- ¿Meses?, ¿Y por qué no nos lo dijiste?-. Pregunto algo ofendido mi amigo Kiku.
- No lo sé.- Respondí.
Pero en mi interior me dio pena contarles toda la historia, no es fácil.
- Bueno, eso es lo de menos-. Comentó Feliciano.
- Está bien, los veré en el receso-. Me despedí de ellos, mientras me dirigía hacia mi salón de clases.
- Sí, nos vemos-. Se despidió algo molesto Kiku.
- BYE-. Se despidió muy feliz mi italiano amigo.
Lo curioso es que no puedo dejar de pensar en cómo conocí y me enamore de Roderich.
Flashback
Un año atrás…
Iba rumbo a la escuela, el instituto World School, era el primer día de mi segundo año, es una buena escuela, pero algo ahí no me llenaba; solo iba por costumbre, hasta que vi a lo lejos a un ser muy bello, con unos hermosos ojos violetas, piel blanca, un lindo cabello marrón oscuro, una figura singular. Pero el momento que más me hizo feliz ese día fue cuando me hablaste por primera vez.
- Muy buenos días, ¿Me podrías indicar dónde está el aula para los de primer año?-. Me dijiste con una serena y bella voz.
- Al fon-do del del pa-sillo, si del pasillo-. Me sentí muy tonto por contestarte así.
- Gracias-. Dijiste y te retiraste, dejándome en mis pensamientos.
Y lo peor es que no te pregunte tu nombre, que tonto. Me sentí como un menso, por ese hecho.
Hasta mi hermano, me lo dijo, que soy muy lento, que no soy tan genial como él.
Seis meses después…
Pero la historia no acaba ahí, hablando de mi hermano, después de verte por primera vez, te llegaba a ver por el pasillo, intente averiguar todo de ti, pero no descubrí mucho.
Que eres el presidente del Club de Música y Artes, que la primera es tu pasión, tanto que el tocar el piano es una de tus especialidades, también tocas el violín. Eres algo tacaño y que tu mejor amiga se llama Elizaveta y eres de origen austriaco.
Toda esta información me la proporciono mi hermano Gilbert, un joven alto como yo, de cabello platinado con los ojos rojos, con un ego impresionante.
Gilbert, me causo muchos problemas, pero creo que en parte gracias a sus acosos, te conocí.
Un día iba caminando hacia mi salón, se me había olvidado mi libro de Historia, hasta que escuche la voz ruidosa de mi hermano, la cual salía del salón de música, cosa que se me hizo rara, porque él no tiene ningún talento musical.
- Ándale, el asombroso de Gilbert, o sea yo, te está invitando a salir-. Decía mi hermano.
- Y mi respuesta es no-. Dijiste ya cansado de mi hermano.
- Vamos señorito, te vas a divertir-. Te dijo él mientras tomaba tus delicadas manos.
- No y no me digas señorito, me molesta-. Respondiste, pero para mí fue como un grito de ayuda, al que fui a acudir.
- Ya déjalo, Gilbert-. Te dije seriamente.
- Pero Ludwig-. Me respondiste.
- Pero nada, ya deberías estar en casa, mi madre dijo que llegaras hoy a tiempo-. Te recordé, cosa que hizo que te molestaras.
Me gruñiste y saliste del salón.
- Discúlpalo, es un poco terco-. Te dije y tú soltaste una risita.
- No te preocupes. Por cierto mi nombre es Roderich. ¿Cuál es el tuyo?-. Me preguntaste.
- Ludwig-. Respondí.
Después me entere, que mi hermano quería contigo, pero tú nunca le hiciste caso, me comentabas que eran muy diferentes, que simplemente no funcionaria.
Yo solo reía, me daba miedo declararte mi amor, temía que me rechazarás como lo hacías con Gilbert.
A los pocos meses, me arme de valor y te lo dije…
Cuatro meses después…
Ibas rumbo al club de Música, yo me encontraba a tu lado.
- Ludwig, muchas gracias por acompañarme-. Me decías.
- De nada, ya sabes puedes contar conmigo cuando quieras-. Te respondí.
- Aun no puedo creer, que Gilbert sea tu hermano, son demasiado diferentes-. Comentaste al momento que llegabas al salón.
- Perfecto, soy el primero en llegar-. Te alegraste, en eso entrabamos al salón, mientras preparabas tus instrumentos.
- Oye Roderich, ¿Puedo preguntarte algo?-. Te cuestione un poco nervioso.
- Si, dime-. Contestaste un poco distraído.
- ¿Te gusta alguien?-. Dije más nervioso.
- Si, ¿Por?-. Respondiste un poco serio.
- ¿Se puede saber quién es?-. Pregunte muy intrigado.
- Pero, si tú lo conoces muy bien-. Respondiste con ironía.
- No, me digas que es GILBERT-. Grite un poco molesto.
- Por supuesto que no-. Me respondiste con sorpresa.-. ¿Por qué gritas?-. Me cuestionaste.
- Porque…-. Me acerque a ti, que parecías inmóvil y te bese con suavidad en los labios. -. Porque tú me gustas-. Finalicé mi respuesta y declaración.
Tú no me respondiste, tomaste mi rostro entre tus manos y me besaste pero ahora nuestras lenguas tuvieron contacto, fue cálido y bello. Al momento de separarnos me dijiste:
- Tonto, la persona que me gusta eres tú-. Me dijiste y volviste a besarme, mientras yo tomaba tu cintura para sentirte más cerca de mí.
Fin del Flashback.
De eso ya tres meses, los cuales han sido los mejores de mi vida, ahora solo espero que muy pronto culminemos nuestro amor.
Ya me encontraba en mi salón con el resto de mis compañeros, solo me preocupa que Feliciano y Kiku tengan dificultades con su grupo, pero seguro les irá bien.
Mis clases ya están iniciando, debo disfrutar del último año de mi preparatoria.