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Susurros del más allá por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita TT_TT Estoy triste y les traigo el capítulo tarde por la misma razón: le entró un virus a la laptop y hubo que formatearla por completo... ¡Adiós a mi colección de doujinshi sasunaru! TT_TT ¡mis imágenes, canciones, fotos y mis fics! Ahora tengo que bajarme mis propios fics para recuperar los documentos -_- Por eso ni corregí el capi, snif, snif. Pasen a lo que vinieron: ¡¡a leer!! TT_TT

 

Muro de los susurrantes: Sue, Hananasu, yelina uchiha, hana-no-tenkai, pay-chan, Zchizophrenia, Itzel, livi chan, eminahinata, tsukimichi y fan yaoi.

 

Disclaimer: Los personajes aquí utilizados son propiedad de Kishimoto-sensei. A lo mejor tiene algunos detallitos de las películas Ghost, Sexto sentido y la serie Ghost wishpers, pero en sí la idea es producto de mi mente maquiavélica.

CAPÍTULO 3: INVESTIGACIÓN. APARECE AKATSUKI

 

-¿Uchiha Itachi? –repitió el rubio sin poder creerlo-, ¿el hermano de Uchiha Sasuke?

-Ahh, ¿conoces a  mi hermanito?

-Estamos en el mismo grupo.

-Qué coincidencia… No, seguro que es el destino –sonrió-. Entonces nos será más fácil mantenerlo alerta.

-No te emociones tan rápido, Itachi-san. Imagínate cómo reaccionaría si llego y le digo: Hola, Uchiha, ¿adivina qué? Puedo ver fantasmas y tu difunto hermano está aquí conmigo haciéndome la vida miserable para que hable contigo. Va a tacharme de loco y la verdad es que no lo culparía.

-Mmm… Tienes razón –pareció pensativo-. Ah, lo tengo, tal vez Kisame nos ayude.

-¿Kisame?

-Es mi mejor amigo, te daré toda la información suficiente para que él pueda confiar en ti y no sea necesario que le digas sobre tu poder.

-Bien, pero eso será hasta mañana –volvió a acomodarse en su cama-. Ahora debo dormir.

-Claro –sonrió el otro-. Dulces sueños, Naruto-kun.

-Hum.

 

Eran las siete treinta de la mañana. Naruto había comentado que iba en el mismo salón que Sasuke, y si la memoria no le fallaba a Itachi, su hermano aquél día entraba a clases a las ocho en punto.

-Naruto-kun –llamó-, hey, Naruto-kun.

El chico seguía sin responder. El moreno pensó una forma para despertarlo y sonrió al ocurrírsele una genial idea. Se acercó hasta el oído del rubio y comenzó a cantar.

-Si me buscas, tú a mí, me podrás encontrar…

-¡No cantes eso! –gritó despertando de golpe

-¡Por fin, Naruto-kun! Llevo rato intentando levantarte.

Le señaló el reloj para que viera la hora y al hacerlo el rubio se puso pálido.

-¡Maldición, volveré a llegar tarde!

 

Debido a la presencia del fantasma y por querer ignorarlo, había olvidado por completo poner su alarma. Se vistió lo más rápido que pudo, tomó su mochila y cuando agarró la manija de la puerta se detuvo y dio media vuelta.

-Algo más. Irás conmigo, ¿cierto? –le preguntó al pelinegro

-Claro.

-Entonces cuando estemos en la calle no te sorprendas si no te respondo, sería demasiado sospechoso.

-Comprendo y no te preocupes.

-Bien –tomó aire-. ¡¡Voy a llegar tarde!! –salió corriendo

-Qué chico tan enérgico.

 

Naruto corría a todo lo que sus pies le daban e Itachi lo seguía. El moreno agradecía siempre haber practicado deportes, de lo contrario a pesar de ser un fantasma no podría seguirle el ritmo al menor. De pronto el rubio se detuvo de golpe.

-¿Ya te cansaste, Naruto-kun?

-No es eso. Acabo de recordar… ¿qué día es hoy?

-Martes.

El ojiazul quiso golpearse contra una pared. También había olvidado que los profesores tendrían junta en la mañana y por eso ellos entrarían hasta las nueve.

-Y yo ni siquiera desayuné –se lamentó

-Eh… Anímate, Naruto-kun –le sonrió-. Si tenemos tiempo entonces vamos a un teléfono público. Mientras más pronto comencemos, antes te librarás de mí.

 

Ingresaron a una cabina telefónica. Naruto depositó algunas monedas e Itachi le dictó el número de celular de Kisame.

-¿Diga? –le preguntaron del otro lado

-Eh… Disculpe, ¿hablo con Hoshigaki Kisame?

-Sí. ¿Quién es?

-Mmm… Supongo que algo así como un amigo. Ehem, como sea. Lo importante es que debe hacer que vuelvan a examinar el automóvil donde tuvo el accidente Uchiha Itachi.

-¿Qué?, ¿quién rayos eres?

-Sólo hágalo, es importante.

-¡Espera!

Naruto colgó y suspiró con un poco de nervios. Nunca había hecho algo así.

-Descuida –dijo Itachi adivinando sus pensamientos-, aún si rastrearan la llamada no podrían saber que eres tú. A menos que tengas la mala suerte de que nadie más utilice este teléfono, tus huellas queden en él, las consigan y con ellas te localicen.

-Si estás tratando de hacerme sentir tranquilo créeme que no funcionó para nada, Itachi-san.

 

Pasó a una tienda para comprar un pan que comió mientras caminaba ahora más tranquilo ya que le quedaba un poco de tiempo. Cuando ingresaron a la escuela Itachi pudo ver a varios metros a su hermano hablando con Kakashi-sensei. Negó con la cabeza al saber que no podría volver a platicar con él y continuó caminando al lado del rubio.

-Se siente tan raro estar tan cerca de él y que ni siquiera pueda escucharme –comentó sonriendo con melancolía

-¿Eran muy unidos?

-Por lo general lo hacía enojar, pero sí. Prácticamente fui yo quien se encargó de criar a Sasuke luego de la muerte de nuestros padres. ¿Y qué hay de ti, Naruto-kun?, ¿quién estuvo contigo cuando tus padres fallecieron?

Se detuvieron bajo un árbol. El rubio meditó si debía responderle, pero al fin y al cabo el moreno le estaba confiando detalles importantes de su vida y muerte. Debía corresponderle, al menos un poco.

-Mis abuelos.

Itachi iba a decirle algo cuando un grupo de alumnos se les acercaron sonriendo con burla.

-Vaya –habló uno de cabello castaño-, pero si el fenómeno Uzumaki está hablando solo.

-No sé por qué no me sorprende –comentó otro

-Será mejor que nos alejemos de él –añadió uno más-, dicen que trae mala suerte.

-Jajajaja –chicos y chicas reían

Naruto no dijo nada, estaba acostumbrado a ése tipo de comentarios y lo mejor era ignorarlos. Sin embargo Itachi no coincidía con eso. Apretó los puños con fuerza y le lanzó un puñetazo al primero que habló.

-¡Aaahhh! –se tocó la mejilla con dolor- ¡Se sintió como si me hubieran golpeado!

El pelinegro miró su puño con sorpresa; el rubio estaba igual hasta que sintió cómo era sujetado de la camisa.

-¡Habla, fenómeno! –exigió el segundo chico- ¡¿Qué rayos le hiciste?!

-Yo no hice nada –respondió con calma

-Serás…

-Déjenlo inmediatamente.

Todos voltearon a ver al que intervino. Sasuke los miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Lárguense de inmediato –les ordenó

-No te metas, Uchiha.

-Sí, Sasuke-kun. Éste anormal no lo merece.

-Dije que se largaran –repitió

Molesto, el sujeto soltó a Naruto y junto con sus compañeros se fueron. Ninguno ofendería al serio e inteligente joven, lo respetaban.

-No deberías hacer eso –habló el rubio-, van a molestarse contigo.

-Me hubiera conformado con un gracias, usuratonkachi.

-… -desvió la cara con vergüenza- Gracias, Uchiha.

Itachi se percató de la leve sonrisa con la que su hermano se marchó. Era raro, ya que él no solía ser muy amistoso con la gente.

-Tal vez lo sea… porque se trata de Naruto-kun.

 

En otra parte de la ciudad Kisame llegó a un edificio algo viejo. Tocó el intercomunicador que se encontraba en la puerta.

-¿Sí? –preguntó la voz de una mujer

-Hola, soy Hoshigaki Kisame.

-Claro, te esperábamos. Enseguida abro.

La puerta se abrió y el hombre ingresó al lugar. Por dentro era totalmente diferente: bien amueblado, con computadoras de última generación y muchos aparatos más que Kisame no tenía idea para qué servirían.

-Por aquí –apareció una chica de cabello azul-. Él ya te está esperando.

 

Lo guió hasta una oficina donde un hombre de cabello anaranjado y con varios piercings en la nariz y las orejas estaba sentado. Kisame ocupó otro de los sillones.

-Buenos días, Pein –saludó él

-Buenos días, Kisame. Dijiste que debías decirme algo importante.

-Sí. Hace un rato recibí una llamada anónima que me dijo que debíamos volver a examinar el auto de Itachi. La verdad me pareció sospechoso, pero… tal vez sea una pista verdadera.

-Mmm… Puede que sí o que no, igual le diré a Hidan que revise.

-Muchas gracias.

-¿Tienes idea de quién pudo ser?

-La voz no me pareció conocida, aunque puedo asegurar que se trataba de un chico joven, tal vez no mayor de veinte años.

-Excelente. Esta información quizá nos sea de utilidad.

 

Un rato después Kisame salió del lugar. Aquellas eran las instalaciones de Akatsuki, una división secreta de la policía japonesa que se encargaba sólo de casos muy particulares o importantes. Habían aceptado investigar sus sospechas de que tal vez el accidente de Itachi había sido provocado ya que Zetsu, uno de los miembros del equipo, era un viejo amigo suyo. Nagato, mejor conocido como Pein, era el Líder y el cerebro de la operación. Coordinaba todos los movimientos del equipo, era un excelente negociador y con un talento para usar cualquier tipo de arma; Konan, la mujer que le abrió la puerta, era una excelente hacker y con amplios conocimientos en tecnología e informática, con una capacidad increíble para rastrear gente; Hidan se encargaba de revisar vehículos, armas y cualquier objeto con el fin de encontrar hasta el más mínimo rastro que diera con el sospechoso; Kakuzu era médico forense, examinaba cadáveres para buscar las causas de muerte y las armas utilizadas en casos de asesinato, aunque también fungía como el administrador financiero del equipo; Sasori se encargaba de recrear las escenas de crimen así como hacer retratos de las víctimas no identificadas y de los sospechosos; y Zetsu, el viejo amigo de Kisame, era un experto en explosivos y armas de fuego, por ello se encargaba del mantenimiento de todo el armamento utilizado por ellos.

-Hidan –llamó Pein a un hombre de cabello gris-, revisa de nuevo el automóvil del caso Uchiha.

-Entendido –contestó el otro

-Konan, quiero que tú y Sasori se encarguen de investigar a las personas más cercanas a los hermanos Uchiha. Si como Kisame supone esto no fue un accidente, es probable que el culpable sea alguien que los conoce bien.

 

Llegó la hora de descanso en Konoha. Al escuchar el timbre Naruto salió rápidamente del salón, pues por toda la escuela ya se había corrido el rumor de lo ocurrido en la mañana y no quería causarle más problemas a Sasuke.

-Allá está mi hermano –señaló Itachi un árbol a lo lejos-. Deberías ir con él.

-Claro que no, sería raro.

-Pero parecen llevarse muy bien.

-No somos tan cercanos como tú crees, simplemente nos tratamos con respeto, es todo.

-Aún así pienso que deberías hacerlo. Tienes que estar cerca de Sasuke, de esa forma podremos saber si alguien intenta dañarlo, servirá para protegerlo.

El rubio meditó sus palabras. Itachi tenía razón, la vida del azabache podría estar en peligro, y gracias al fantasma del pelinegro, Naruto tenía el poder para impedir que algo malo le ocurriera.

-Tú ganas –se rindió-. Pero no me hables mientras estamos con él, tal vez se me ocurra contestarte y sospecharía de mí.

-Descuida, pensaba quedarme aquí y esperarte tranquilo.

 

En el fondo Naruto estaba tenso, todavía sentía nervios al ser él quien se acercara a otra persona. Hacía mucho tiempo que dejó de hacerlo. Inhaló profundo, se levantó y caminó hasta llegar frente a Sasuke.

-Eh… ¿P-Puedo sentarme, Uchiha?

-¿Por qué? –le preguntó

Eso descolocó a Naruto, quien no se lo esperaba. Comenzó a quebrarse la cabeza buscando una razón hasta que oyó una risa burlona.

-Era broma, usuratonkachi. Adelante.

-Teme –susurró sentándose a su lado con aire enfurruñado

Sasuke sonrió levemente al verlo con esa expresión. Le molestaba mucho que por culpa de los idiotas de la escuela el rubio fuera tan parco cuando se notaba que en el fondo era alguien muy alegre y jovial. Tal vez algún día podría ver su verdadera sonrisa.

 

A varios metros Itachi los contemplaba sonriendo. Esos dos se miraban muy bien juntos, parecían entenderse.

-Puede ser que a veces lo que un niño solitario necesite sea la compañía de otro niño solitario.

 

Cayó la noche y Naruto terminó de darse un baño. Limpió la casa un poco y cenó un ramen instantáneo, le gustaba mucho y además no tenía ganas de cocinar. Encendió la televisión para que hubiera algo de ruido mientras hacía su tarea.

-No entiendo esto –murmuró

-¿Qué cosa? –le preguntó el fantasma

Se trataba de un problema de Matemáticas. Itachi procedió a explicárselo; el moreno tenía una gran facilidad con la enseñanza.

-Por algo podía administrar la empresa de mi familia –declaró con orgullo

 

Un rato después terminó sus deberes y Naruto procedió a acostarse. Itachi lo acompañó, pues tenía una duda persiguiéndolo desde la mañana.

-¿Por qué pude golpear a aquél imbécil? No había podido tocar nada hasta ahora.

-Generalmente cuando un fantasma pasa mucho tiempo en este mundo comienza a aumentar su poder espiritual, puede tocar cosas e incluso romperlas, a veces hasta manifestarse al punto de ser visto o escuchado durante unos instantes. Es por eso que hay gente que jura haber visto fantasmas y cosas extrañas.

-Oh, ya veo. Pero yo no tengo mucho tiempo muerto.

-Lo sé, por eso me pareció increíble. Eres algo especial.

-Pues siempre me consideraron un genio. Quién diría que como espíritu también lo sería. ¡Muy bien! Entonces me pondré a practicar mucho, ¡tal vez hasta pueda flotar! No me molesta caminar, pero seguro será algo espectacular.

-Claro, descontando el hecho de que soy el único que puede verte.

Aún acostado Naruto sonrió con gracia. Odiaba aceptarlo, pero la compañía del moreno le era muy agradable.

 

¿Akatsuki logrará averiguar quién es el culpable?, ¿Naruto podrá acercarse más a Sasuke?, ¿Itachi dejará de despertarlo con la canción de Candy Candy? Esto y más en el siguiente capítulo: “Una amenaza latente”.

 

 

~~~~~~~~~~ HISTORIA DE UNA FRASE ~~~~~~~~~~

 

III

 

-¡Eres un idiota!

-¿Yo? ¡Pero si fue tu culpa, usuratonkachi!

-¡Que no me llames así, teme!

Itachi y Kisame los miraban discutir en el jardín.

-A este paso nunca terminarán su maqueta –comentó Kisame

-Es que mi hermano y Naruto parecen disfrutar pelear por todo.

-Vaya par de mejores amigos, si se la pasan discutiendo.

-Cierto, pero ambos sabemos que todo eso tiene un trasfondo.

Ambos amigos se miraron e intercambiaron sonrisas cómplices.

-¡Hey, noviecitos! ¡Es hora de comer! –llamó Itachi

-¡N-No somos novios! –se sonrojó Naruto

-S-Sí, hermano, te lo hemos dicho muchas veces –protestó Sasuke igual de avergonzado

-¿En serio? –Kisame fingió sorpresa- Nos han tenido viviendo en una mentira todos estos años. Si ya hasta pensábamos organizarles la boda.

-¡Cállate, pescado!

-Bueno, vayan a lavarse las manos –intervino Itachi-. Comemos y luego van a terminar su maqueta.

Ambos jóvenes asintieron y caminaron hacia la puerta.

-Tú primero, dobe –dijo dándole paso

-¿Ah? G-Gracias –desvió la cara con pena debido al gesto de caballerosidad

Una vez se alejaron, Kisame rió.

-Lástima, cuando admitan sus sentimientos ya no podremos burlarnos de ellos como ahora.

-Sí –sonrió el otro-, pero habrá otras formas para hacerlo y mucho más entretenidas.

 

“El amor es así, como el fuego, suelen ver antes el humo los que están fuera que las llamas los que están dentro"

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Eso es todo por hoy, les debo al autor de la frase. Si no me ocurre otra tragedia nos vemos la próxima semana con Nuestro futuro. Que pasen una feliz navidad y que santa les traiga muchos regalos TT_TT Se me cuidan mucho y bye byeeee TT_TT


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