Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Acompañante de placer: Oiran por RiSaNa_Ho

[Reviews - 318]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Muchas gracias por su paciencia! 

Epílogo

.

By Risana Ho

.

…oooO*Oooo…

.

Ocho años después.

.

Su lugar preferido era el jardín. Cada mañana que tenía oportunidad, luego del desayuno, salía con su espada de madera y practicaba los movimientos que sus padres le habían enseñado. Cerca del enorme árbol de flores de cerezo, bajo su sombra y el sonido del riachuelo, se animaba a continuar. Además, su parte favorita, consistía en ver los pétalos caer al agua cubriéndola con un bonito tono rosa.

Esa mañana quería mostrarles a sus padres el avance de su técnica, mientras ellos observaban sentados en la banca de piedra.

Una vez más Suzaku agitó firme la espada de madera frente a sus ojos claros, esperó una expresión de asombro, o una felicitación por su buena ejecución, pero nada ocurrió. Con rapidez giró la cabeza para saber la razón del silencio, y casi suspiró cansado al encontrarlos besándose. ¡¿Qué adultos tan irresponsables?! Hizo un mohín infantil antes de soltar la espada y correr a su dirección. Presuroso saltó a los brazos de su padre.

—¡Padre, vas a dejar sin aire a papá!

Sasuke lo sostuvo a tiempo, dejando libre a Naruto, un poco más y su hijo hubiese caído de cabeza. El ceño fruncido de Suzaku le pareció gracioso; una marca de celos Uchiha. Puso una mano en la cabeza del niño, revolviendo sus cabellos oscuros. Suzaku se removió inquieto, intentando liberarse, usaba ese gesto para hacerlo enojar. Entonces Naruto pellizcó su mejilla y procuró no reír a carcajadas cuando se puso roja, a veces seguía comportándose también como un niño.

El orgullo Uchiha de Suzaku no lo dejaba reclamar. Se parecía mucho a Sasuke en ello.

—No te enojes, hijo, sabemos que has mejorado bastante-ttebayo.

Su aprobación esfumó el enojo de Suzaku.

—¡¿En serio, papá?!

Naruto sonrió seguro y confiado. Suzaku alzó la cabeza para mirar el rostro de su padre, éste asintió de igual manera. Rápidamente abandonó su lugar entre los brazos de Sasuke y corrió otra vez a recoger su espada.

—¡Algún día seré tan bueno como el abuelo Minato! ¡Cuando sea grande por fin venceré a Sakumo! —Satisfecho de sus propias palabras, levantó ambas manos.

—Sakumo es más grande que tú por varios años.

—¿Y qué? No importa, las habilidades no se miden por la edad, ¿cierto, padre?

Esas palabras determinadas convencieron a Sasuke, él lograría su objetivo. Definitivamente era su orgullo y el de Naruto. Una voluntad heredada de ambos.

—Confío en ti, y estoy seguro podrás enseñarle a Kuroi y Aoi —dijo Naruto de repente—. O podrías practicar con Saito, la próxima semana viene de visita.

Suzaku no estuvo convencido.

—¡Mis hermanitos aún no sostienen bien la espada! Prefiero ir contigo al dojo. Y Saito es un niño muy raro—susurró eso último a sí mismo, pero aún audible para sus padres.

Por un instante la imagen de Saito Sabaku pasó por la cabeza de Naruto. Saito era la viva imagen de Sai, con esa piel pálida, cabello negro y rasgos afilados, solo el color verde de sus ojos determinaba el parentesco con Gaara. Sin embargo, aunque las sonrisas del pequeño Saito no eran como las de su progenitor, su extrema atención por la lectura lo colocaba frente a sus primos como un niño "raro". Diestro con la espada, pero con una preferencia mayor a los libros.

En esos años habían cambiado algunas cosas.

Por ejemplo, sus amigos habían ido a paso lento. Después de casi un año en Osaka, Gaara por fin dejó Suna. Los conflictos en la zona comenzaron a disolverse gracias a la expiación en los decretos de Ieyasu y provocaron la reducción del grupo rebelde. Gaara regresó a Kioto por una promesa hecha a Sai. Shimura dedicó varios meses a ordenar sus pensamientos respecto a él, llegando a la conclusión de admitir esos sentimientos que ambos se provocaban. El tiempo alejado de Gaara sirvió para demostrarle lo mucho que extrañaba su compañía. Al final, con los conflictos más apaciguados, decidieron darse una oportunidad en Kioto. Cuando Gaara le propuso matrimonio fue el término de su estadía como Capitán, nadie sabía su secreto, y quiso abandonar el Cuartel con la frente en alto cediéndole el puesto a Juugo. Gaara compró una casa lejos de Kioto. Ahí empezaron una buena vida junto a su hijo.

Naruto estaba feliz por Gaara. Su amigo merecía esa felicidad, y también Sai. Ellos lo habían ayudado demasiado, nunca sabría cómo pagárselos.

En cuanto a Kiba y Hinata. Inuzuka seguía en Kioto al frente de Konoha, era el actual líder después del retiro de Jiraiya. No trabajaba solo, Shino Aburame había llegado como su nuevo ayudante. Y Hinata, ella tenía una hija pequeña llamada Hanako, vivía en Mito mientras Neji mantenía negocios mercantiles. Siempre intentaba estar al tanto de sus vidas.

Él tampoco se había quedado atrás, siendo una persona inquieta y llena de energía, eligió abrir un dojo. Entrenaba a los niños que decidían utilizar sus habilidades para un buen provecho. Sus días en Konoha habían concluido, pero su espíritu aventurero jamás se extinguiría. Aún aportaba su granito de arena a la noble causa de un lugar mejor para vivir. Otras veces ayudaba a Kiba, Gaara o Kakashi con algún consejo de estrategia, sobre todo con la aparición de grupos conflictivos en Kioto y Edo. Sasuke trabaja en el Cuartel y colaboraba con Juugo e Itachi. Eran tiempos de paz, aunque tampoco podían bajar la guardia.

Y mañanas como ésa, exentos de sus obligaciones diarias, pasaban tiempo de calidad con sus hijos.

Sus hijos.

El hilo de sus pensamientos fue roto al escuchar una puerta corrediza abrirse. Pronto apareció Haku con su largo cabello castaño atado en una cinta y sonriendo. No iba solo, en cada mano guiaba a un niño.

—Despertaron tarde y pregunt-

Haku no terminó la frase, los mellizos soltaron sus manos y corrieron a sus padres, lanzándose presurosos justo como había hecho Suzaku anteriormente. A sus cuatro años eran muy inquietos y traviesos, les encantaba jugar así. Sasuke sujetó a Kuroi y acarició su cabeza rubia. Mientras Aoi fue abrazado por Naruto, él se parecía mucho a Suzaku por su cabello negro y ojos azules.

—¡Oigan! —reclamó Suzaku. Tenía que darse a respetar. ¡Era el hermano mayor!

Ambos ignoraron a su hermano, abrazándose más fuerte a sus papás. Suzaku frunció el ceño y cruzó los brazos, sentándose en medio.

—¿Por qué no pueden ser tranquilos? —bufó entre ellos.

—Lo heredaron de Naruto, ¿qué podíamos esperar? —Respondió Sasuke a modo de broma.

—¡Oye, malagradecido! —Dijo con fingido enojo, siguiéndole el juego—. Deberías estar feliz porque tienen sangre Namikaze y Uzumaki, sino serían unos amargados como tú.

Suzaku, acostumbrado a sus discusiones infantiles, rodó los ojos.

—Además —continuó Sasuke ignorando a Naruto—, eras igual de inquieto, hijo. Hasta tus primos cuando eran niños.

—¿Yukio y Kanae?

Ellos asintieron, provocando que Suzaku imaginara un escenario con los adolescentes. Podía esperarlo de Yukio, pero no de Kanae.

Entonces Naruto recordó a los hijos de Itachi.

Conocer a su familia fue una agradable experiencia. Deidara tenía un carácter explosivo, pero amable y considerado. Especialmente tratándose de sus "engendros", como solía decirles. En su primera visita, debido al excesivo trabajo de Itachi, fueron ellos quienes viajaron a Edo. La mansión Uchiha era enorme y encontraron a Deidara en el jardín, regañando a un par de niños (ocho y seis años) que intentaban subir a la rama baja de un árbol. Peligroso. Aunque Sasuke conocía a sus inquietos sobrinos.

Yukio Uchiha se llamaba el primogénito de Itachi; de piel clara, pelo negro y los ojos azules de Deidara. No solo eso, también había heredado su carácter fuerte. Un niño bastante inquieto y sobresaliente, cuidaba mucho a su hermanita y aprendía las cosas rápido. Contrario a él, Kanae Uchiha era una niña tranquila, de carácter semejante al de Itachi, reservado, inteligente y prudente. La niña de cabellos y ojos oscuros captaba las cosas de inmediato, aún a su corta edad. Tanto Kanae como Yukio eran los preciados tesoros de Itachi Uchiha.

Los niños seguían con su tarea de subir al árbol. No obstante, al escuchar el sonido de la reja bajaron para ver al intruso.

—¡Tío Sasuke! —Gritaron emocionados, corriendo a su encuentro.

Sonrió ligeramente y cargó a Kanae con un brazo, mientras acariciaba la cabeza de Yukio con su mano libre, éste aferrándose contento a su cintura. Estaban agitados y pasaron desapercibida la presencia de Naruto. Él observaba atento a Sasuke, ese hombre que todos consideraban "frío y calculador" amaba a su familia. Deidara sonreía desde su lugar cerca del árbol.

—¿Por qué no habías venido, tío Sasuke? —Preguntó Kanae con reproche.

—Te extrañábamos —concordó Yukio, haciendo un puchero.

Sasuke suspiró imperceptiblemente. No explicaría nada del conflicto, menos de su situación al borde de la muerte.

—Estuve muy ocupado, pero no volverá a pasar.

Yukio y Kanae se vieron entre sí, apretándolo fuerte.

—Es una promesa, tío Sasuke, tienes que cumplirla.

Asintió sin decir nada más. Y ellos por fin descubrieron a Naruto.

—¿Quién es él?

Sasuke miró directamente a los ojos de Naruto, luego regresó su atención a ellos.

—Se llama Naruto Namikaze, es una persona importante para mí. —Un tinte de confusión pintó los ojos inocentes de los niños. Necesitaba un ejemplo, así entenderían mejor—. Es muy importante, como Deidara lo es para Itachi.

Sus sobrinos, inteligentes y perspicaces, aceptaron alegres. Sus padres se amaban, y ahora su tío tenía una persona especial a su lado. Yukio soltó a Sasuke y se acercó a Naruto, jalándolo de su manga. Parecía serio, a punto de confiarle algo sumamente primordial.

—Quiere mucho a tío Sasuke, aunque parezca enojado es buena persona —dijo Yukio en un susurro cómplice cuando Naruto, despacio y difícil, se agachó a su altura. Kanae se removió entre los brazos de Sasuke hasta bajarse y corrió con su hermano, para susurrarle también:

—Nosotros también ayudaremos a cuidar del bebé.

Naruto sonrió enternecido, la niña había puesto una mano en su vientre de seis meses.

—Gracias, a los dos.

La familia Uchiha era única.

—¡Cuidado!

Apenas comprendió la advertencia y sintió el chorro de agua empapando su cara. El hilo de sus recuerdos quedó perdido entre las risas de sus hijos a unos pasos. Parpadeó varias veces aún aturdido con las carcajadas de fondo. ¿Cuánto tiempo estuvo distraído? ¡Ni siquiera había sentido a Aoi dejando sus brazos! Sasuke a su lado sólo encogió los hombros. Traidor.

—Tú tienes la culpa, estabas en las nubes, papá —justificó Suzaku, riendo. Kuroi cargaba un recipiente en las manos que, anteriormente lleno del agua de rio, había utilizado para mojarlo y asintió junto a su mellizo.

Debería estar molesto y reprenderlos, pero tal vez él habría hecho una travesura similar. Y lo más significativo; esos niños estaban creciendo libres y felices.

Quién sabe, posiblemente el destino tendría dispuestas muchas situaciones difíciles, momentos tristes, peleas y circunstancias dolorosas, así de impredecible y multicolor es la vida. Sin embargo también formarían lazos más fuertes, vivencias de cariño y afecto, porque serían circunstancias que no afrontaría solo, ni él ni Sasuke.

Por ahora pretendía firmemente disfrutar su vida, su cálido presente. Se habían ganado el derecho. ¡Ése era su camino!

—Exijo venganza-ttebayo! —dijo de repente. Se levantó de la banca y remangó las mangas de su yukata naranja—. ¡Corran por sus vidas, pequeños demonios!

Los tres soltaron un grito agudo y huyeron presurosos al otro lado del rio, gritando a coro un: Jamás nos atraparás vivos.

Sasuke negó con la cabeza y Naruto golpeó su hombro antes de salir corriendo tras sus tres mocosos. Fue inevitable reír de lado cuando su esposo atrapó a Suzaku del cuello, y Aoi y Kuroi intentaron subir a su espalda para defender a su hermano mayor.

—Tonto.

Pero lo amaba.

Adoraba a su loca familia.

.

…oooO*Oooo…

.

.

.

Notas finales:

Y un pequeño bono como epilogo para cerrar "Oiran" con broche de oro. Algo lindo porque este par de tontos se lo merecen.


Ojalá podamos leernos en una próxima historia.


Gracias x leer (°~°)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).