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El Show de Keehl por Ocios4-SvNs

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15: Jigsaw


La horrible ventisca invernal despeinó ferozmente el cabello castaño de Isahías momentos antes de entrar al hospital, donde la calidez de las estufas provoco un fuerte sonrojo en su rostro.


Apresurado, aprovechó que las puertas del ingreso a la parte de las habitaciones estaba siendo abierta, por lo que no tuvo que notificar su entrada en la recepción; ya que al notar algunos uniformados interrogando a los enfermeros y otras personas tuvo el presentimiento que era relacionado con su cliente. Y su inquietud aumentó aún más, al ver que dos guardias cuidaban la habitación de Mihael Keehl.


-¿Es aquí donde el Sr. Keehl está? -Preguntó para cerciorarse.


El oficial levantó una ceja y con voz grotesca le contestó:


-¿Quién pregunta?


-Me llamo Isahías Corvux, le dije al Dr. River que ayer vendría.


Fue otro oficial que entró a pedir la confirmación adentro, y segundos más tarde el muchacho pudo entrar. Aunque no pudo evitar sentir como el ambiente estaba cargado de la tensión... sintió como si hubiera entrado en un velatorio haciendo mucho escándolo y vestido de payaso: totalmente fuera de lugar. Además, la intensa mirada de Mello y la desagradable y desconfiada del Dtve. Y el Dr, no hacían más que hacerlo poner nervioso.


-Mello, ¿cómo estás? -se animó a preguntar mientras se acercaba lentamente.


-Isahías -contestó después de una pausa.


El Dtve. Yagami bajó la guardia cuando el joven saludó al extraño que recién entraba, y al despedirse brevemente, se marchó alejando el mal aura del lugar.


-Por poco no te recuerdo. -Continúo Mello.


-¿Qué fue lo que te pasó? - Aunque la historia la sabía a medias, quería escuchar todo de la boca de él.


-Disculpe, -habló Near- ¿pero no debería sencillamente darle cualquiera sea su información, y retirarse, detective? - El comentario no era una realidad una pregunta, sino una clara indirecta para que que el muchacho se largara.


-Che mira, -contestó irritado, levantándose- te pedí perdón ayer. Por favor, ¿por qué no dejamos esto atrás, eh? Él es mi cliente y yo tengo el derecho a-


-Él es mi paciente. -Interrumpió descaradamente Near, con dureza en su voz.


Se produjo un silencio tenso.


-¿Éste me lo hace a propósito, o qué? - Mostró una sonrisa de incredulidad. Pero rápidamente su expresión se convirtió en amenazadora.- Si vos no querés aceptar las disculpas, me chupa un huevo. Seguramente tenés más pacientes que atender así que por qué te vas a la-


-Isahías, basta. -Levantó Mello la voz, y luego miro fijamente a su doctor. - Near, si te quieres quedar aquí, haz silencio o te marchas. Tiene derecho a saber, no es necesario que te comportes así.


El joven detective mantuvo el amenazador aire durante unos momentos. Y luego se calmó, sentándose de vuelta en la silla.


Mello entonces, después de abandonar un soplo de hastío, comenzó a narrar lo que sucedió la noche anterior.



El detective Yagami, con velocidad entrenada, apuntó con su arma a la dirección del extraño fotógrafo; quién se estremeció al verlo. Parecía no entender la orden "tirate al piso". Su confusión no duro demasiado, en cuestión de segundos, el extraño se abalanzó contra el detective que chocó contra Near. Ambos cayeron. Soichiro se levantó rápido del suelo, Near se encontraba adolorido cuando intento incorporarse.


Ukita, el compañero de Soichiro, lo esperaba afuera. Vio que un hombre salía corriendo, y luego su compañero llegó. Le dijo que subiera al auto y lo persiguiera. El sujeto que perseguían era muy veloz, e ingenioso. Se dio cuenta que un auto lo seguía, y se metió en una contra mano que provocó que Ukita tuviera que tomar otro camino.


Yagami corría tras de el, controlando su respiración. No podía cansarse. Le llevaba una distancia de 15 metros aproximadamente. Llevaban corriendo tres cuadras. ¿A dónde lo llevaba?


Las calles estaban mal iluminadas, por lo que un par de veces el mayor cae, lastimándose las manos.


-¡Maldición! - gritó al perder un poco más de distancia. Decidió avisar a Ukita dónde estaba a través de la radio.


Se había quitado sus anteojos, el correr con ellos era incómodo. Y maldijo su mala visión y las jodidas luces de los lugares.


El muchacho seguía corriendo, y al cruzar la calle, el auto de su compañero le bloqueó bruscamente. Pero a la velocidad que Soichiro corría, no pudo evitar empujarlo con más violencia de lo que esperaba, al detenerse y atraparlo contra el capó del vehículo.


El muchacho seguía tratando de librarse del fuerte agarre del mayor, pero cuando lo esposó finalmente, quiso defenderse con las patadas.


-Tranquilo, no vas – pero el muchacho distrajo al detective al pisarle el pie con fuerza, soltándose de las poderosas manos.


Velozmente Ukita lo emboscó como un jugador de fútbol americano, por lo que el más joven se lastimó la cara al caer.


-¡Tranquilizate, pendejo! -Gritó Ukita. - Quedas arrestado por resistirte al arresto, invasión a la privacidad... - El detective empezó a decirles sus derechos.


Soichiro se sentó en la parte de atrás del auto para evitar que se escapara, le pusó el cinturón de seguridad como también lo hizo con él, y le sacó la cámara. Estaba intacta. Se fijo en las fotos que había tomado. Mihael estaba durmiendo en algunas, otras eran directamente a su cicatriz, a las máquinas que controlaban sus ritmos, y a los informes del estado del hombre en general.


Se dirigieron a la jefatura en un intranquilo silencio.


...


-Espero que te des cuenta de los problemas en los que te haz metido, jovencito. -Hizo notar el Dtve. Yagami con un tono autoritario y paternal.


El muchacho era muy joven, rondaba por los veinte años de edad. Había bajado la mirada, y sus cabellos de reflejos azules, resplandencian bajo el foco de la cegadora luz blanca.


Ukita había decido dejarle el trabajo de la investigación a él, mientras que se retiraba a descansar un poco.


-Me haz dicho que eres fotógrafo. ¿Tienes un empleo fijo? -Dijo el detective Soichiro Yagami.


-No, es siempre al mejor postor. Verá, -se puso cómodo- me he metido en lugares peligrosos. Creí que era una trampa en la que había caído.


-¿Por eso escapaste? ¿Pensaste que eramos... de la mafia o algo?


-Exacto.


-¿Me puedes decir qué hacías sacándole fotos al paciente? -Preguntó Yagami, intrigado.


-Un encargue. -Le respondió mucho más tranquilo.


-¿Un encargue? ¿De quién?


-De una mujer. -El muchacho levantó la mirada y la paseo por el cuarto, intentando describirla lo mejor que podía:- un metro setenta, pelo corto y negro, delgada y tetona.


-¿Recuerdas algo más? - Recibió una negativa.- ¿Te dijo para qué era?


-No, la verdad que no.


-¿Quieres decir que aceptaste entrar a una habitación de un hospital, en un horario no permitido y de manera ilegal, en la de una paciente que recién despertaba del coma, porque una joven te lo pidió?


-Si la vida se siente aburrida, detective Yagami, uno se aferra a lo que interesante, sin importar los riegos.


-Claro. ¿Cuánto te ofrecieron, muchacho?


-Unos quince mil dólares por adelantado. -Respondió con una gran sonrisa.- Nada mal ¿eh?


-Lo que hiciste, como ya sabés, es ilegal. Y este es -se fijo en unas hojas- tu quinto arresto en lo que va del año. -Se quitó los anteojos, y lo miro fijamente.- Te involucraste de una manera directa con un paciente que es la víctima de reiterados ataques. -Se levantó y se le acercó más, manteniendo la mirada. - Vas a tener más que una noche en nuestra cárcel.


-¿De cuánto hablamos? -Preguntó después de una pausa, preocupado.


-Eso depende de qué puedas ofrecer.


-Le dije todo lo que sé. -Habló, mostrando desesperación.- La mujer me contactó, no me dijo su nombre ni nada... ¡Ah! Pero un hombre me llamó y me dijo que era ella la que iba a venir.


-Explicate.


-... Hace un par de días, recibí una llamada de un hombre que me dijo que iba a pagarme esa plata si hacía lo que me pedía. Creí que era algo bueno, y fui. Me dijo que la mujer me iba a estar esperando en la plaza Gluatamine.


-¿No te dijo ni cómo se llamaba o algo? ¿Era la voz de alguien mayor, joven?


-No, su voz estaba con algo que la distorsionaba. Debe creerme, por favor.


-¿Y cómo entraste?


-La tetona que me dio el adelanto me dijo que a las 01. 15, fuera a la parte donde se descarga la comida, que alguien me iba a estar esperando. Un tipo pelirrojo.


-¿Pelirrojo? ¿Era viejo, joven...?


-Tenía una gorra y la luz no era buena, lo siento. Pero este tipo me guió y después, antes de dejarme, se comunicó con el celu con una tal Taka... Tada .. algo así, Kyomi. -Respondió nervioso.


-Y dime... una vez que terminarás este trabajo ¿qué ibas a hacer con las fotos?


-Mañana, a las 10 de la mañana, debía encontrarme con la misma mujer y entregárselas. Me iba a dar el resto de lo que me debía.


El detective Yagami se volvió a colocar los anteojos, y desvió su mirada hacia un punto en el suelo.


Lo que le había dicho el chico parecía ser verdad.


-¿Conocías a Mihael Keehl? -Preguntó inesperadamente.


-¿Qué? ¿El hombre al que le saqué fotos? No -hizo énfasis al negar con la cabeza.-, no. No lo conocía. No sé ni quién es. Sólo le saqué fotos y eso.


-Ya veo...


O el hombre que lo guió es cercano a Mihael, o hay más personas de las que pensábamos, involucradas en esto.


¿Podría ser que el Dr. River tenga algo que ver? Mucha coincidencia que justo el día que despertó, pasara esto.


Quizás le haya dado la información a alguien... pero parece ser la clase de persona completamente celosa para proteger secretos. Tampoco me pareció que fuera muy sociable, y que por hablar con alguien en el almuerzo se le escapara...


En todo caso, ¿por qué el Dr. River haría algo así? ¿Podría ser que haya estado desde el principio... involucrado?


Es apegado al Keehl, y en ningún momento le sacó la mano del hombro cuando estuve con ellos.


¿Es la clase de persona enferma que busca el reconocimiento como persona, lastimando a propósito a otros? Aunque Mello haya dicho que fue alguien llamado Light Yagami, no hemos encontrado a nadie aún con ese nombre. Y Misa Amane está desaparecida. No la podemos encontrar en ningún lado.


El detective Yagami fruncía el entrecejo, sumergiéndose más en sus cavilaciones.


-¿Qué me pasará ahora? -Preguntó el joven, asustado.


Pero antes del que mayor pudiera responder, le llamaron del otro lado del interrogatorio. La capitana, la señorita Mei Kisami, le comentó en pocas palabras lo que debería hacer con el acusado.


Tardó unos momentos antes de que Soichiro volviera, con la misma expresión seria que llevaba antes. Puso la cámara de fotos sobre la mesa, y dijo:


-Como he dicho antes, te haz involucrado de una manera directa a nuestro caso. El caso lleva más de un año y lo único que queremos mis compañeros y yo es terminarlo de una buena vez.


El muchacho escuchaba cada palabra con una atención aterrorizada.


-Hemos acordado que no pasarás la noche aquí. - Le acercó la cámara al joven, que se mostraba totalmente aliviado.


-Genial, Sr. Jamás vuelvo a hacer algo así. -Comentó mientras acercaba su mano hacía el dispositivo. Pero inmediatamente el Detective se la agarró.


-Pero serás nuestra carnada.



-Un par de días después-


La fresca y seductora brisa de la nublosa mañana, abrazó el delgado y, aún, débil cuerpo de Mello cuando salió del hospital acompañado de Near. Temblando ante el inesperado contacto que traspasó sus finas ropas.


Dos días habían pasado desde la visita de Isahías.


Dos días en los que Mello aguantaba con una creciente desesperación y ansiedad que lo intranquilizaban.


Cuando terminó de contarle a Isahías lo que había sucedido la noche anterior, el muchacho le empezó a contar que había descubierto más cosas acerca de Yagami que le iban a alegrar muchísimo. Bien la información se la podía dar a la policía, pero al obtenerla de una manera ilegal, no la iban a poder usar.


Además, tenía que ver con Matt Jeevas.


Mello se preparaba para escucharla, pero Near le pide que se la diga a él primero, explicándole brevemente que si la noticia le causaba un sobresalto emocional, podría tener problemas médicos. Así que el doctor le pidió a Isahías que sea lo que sea, se lo diría él primero.


"A su debido tiempo" fue la respuesta que obtuvo Mello de él cuando Isahías se fue luego de darle la data a Near. Algo que hizo ponerlo increíblemente irritado.


Era su detective. Era su información. Era su vida. ¿Por qué River debía meterse más de lo que necesitaba?


Era porque sencillamente, después de descubrir las cartas amenazadoras, en especial la última, Near se dio cuenta que la vida de Mello estaba en grave peligro. No era sólo el robo a casi todos sus ahorros, lo malo. No era sólo la desaparición y posible muerte de Matt lo que Light, lo terrible. Sino que era todo lo que este hombre haría por arruinarle la vida, todo lo que sería capaz por hacerla insufrible con más muertes, con más dolor, con más pesadillas, lo que era espantoso. Porque Light Yagami estaba obsesionado, y jamás lo dejaría ir.


Near quería comentarle sobre este peligro inminente. Y lo que le dijo Isahías, durante la conversación que había mantenido con él, era malo. Si se lo llegara a decir, Mello iría directo a la trampa de la venosa viuda negra de Yagami. Por esa razón, "a su debido tiempo" significaba que sí, lamentablemente, debía decírselo. Pero Mello debía estar preparado mental y físicamente, y el haber salido del hospital hacía tan poco y querer enfrentarse, porque sabía que lo haría si hubiera dejado que Isahías le revelara semejante información, sólo lo mataría.


Near no quería que Mello hiciera nada estúpido mientras estuviera con él. Y esta seria su manera de vigilarlo. De cuidarlo. Por eso, pidió permiso para tomar unas vacaciones adelantadas a su jefe. Bien le había dicho a Mihael que lo haría exclusivamente por razones medicas, algo se lo tomo de mala manera al sentirse como un invalido. Pero sólo eran un par de semanitas que estaría con él, semanitas donde la la heladez invernal del aire iba a sentirse en su cuerpo terriblemente.


-Haz estado más callado de lo usual... -Comentó Mello.


-¿Hace cuánto que conoces a Isahías? -Preguntó repentinamente Near, quien caminaba a su lado.


Mello se sorprendió.


-Desde hace un par de años. Mi compañía había hecho un concurso y él ganó.


-¿De qué clase? -Mello le miro unos momentos. "Sexual" decían sus ojos. -Entiendo.


-Pero no fue durante nuestro tiempo juntos. Así que no te preocupes.


-No lo haría, si hubiera sido.


-¿No te habría molestado que te hubiera engañado? -Preguntó desconcertado.


-Me disculpo, no quise dar a entender eso. Quise decir que en la situación en la que nos encontramos ahora, como amigos, la confesión de que hubieras engañado no me molestaría debido a que no me causaría una repercusión emocional de enojo en mi interior ya que no es de mi interés nuestra vieja relación de noviazgo. No tendría sentido para mi enojarme y/ o molestarme. -Tomó un poco de agua que tenia en su botella y le convidó a Mello. -Tendría sentido que me sintiera decepcionado a que no hayas podido serme fiel. Y sabría que la siguiente persona con la que te encuentres podrías hacerle lo mismo. -Luego de una pausa, Near agregó:- ...Pero me hace feliz que no lo hayas hecho.


Mello sonrió ante eso.


Después de caminar otro par de cuadras y tirar la botella en un cesto, pudieron encontrar el restaurante a dónde iba a ir tomar el desayuno. Eligieron unas mesas más alejadas de los enormes ventanales del lugar, alegrándose de que estuviera con la calefacción tan alta. Había mucha gente desayunando, y la música no era tan alta como para que la gente tuviera que levantar también su voz para escucharse. Algo que a los dos les resultó muy ameno.


Y mientras leían los menús que se encontraban en la mesa, Mello desvió su mirada hacia el fondo del lugar, y le llamó poderosamente la atención.


El objeto de su atención, había dirigido su mirada hacia la mesa de ellos en el mismo momento en que él lo hizo, por lo que ambos se sintieron muy felices de encontrarse. Con una gran sonrisa interrumpió la conversación que tenía con su secretaria, haciendo un gesto con la mano de que se acercara, y así, unir las mesas.


Algo que Mello accedió encantado. Ya que era Elle.



Takada, al ver como Mello comenzaba a acercarse a ella, sintió como en su interior las cosas se rompían en infinitos pedazos, por un creciente pavor que asaltaba sus nervios. Y le quitaba el aire a sus pulmones.


Se suponía que estuviera muerto.


Le habían dicho que Mello estaba muerto.


Perdió el equilibrio cuando intentó levantarse de la silla para extenderle la mano, cayéndose vergonzosamente de nuevo en ella.


-No, está bien. -Mello le contestó, levemente riendo al fallido intento.- Soy Keehl, Mihael. Pero me conocen más como Mello.


-Kyomi, Takada. -Respondió en un hilo de voz.


Era como ver un fantasma.


La mujer estaba impresionada de que fuera tan varonil y atractivo, aunque la cicatriz había hecho estragos en gran parte de su rostro, los hermosos ojos que tenían aún su brillo eran... espectaculares. El estar frente al hombre que hizo que Light Yagami perdiera la cabeza, era asombroso. Pero aún temblaba como las ramitas del árbol que estaba tras el ventanal, ante las repentinas ráfagas del helado viento invernal.


Sentía como las lágrimas se le anclaban en la gargantas, desgarrándosela con horrible dolor. El opresivo temor de meter la pata que la corroía por dentro provocaba que se sintiera sofocada, comenzando a transpirar.


¿Qué haría Mello si supiera que ella sabía dónde estaba Matt? ¿Podría ser capaz de hacer las mismas cosas que Light, por tener su venganza?


Intentó tranquilizarse, pero el que se había presentado como Near la miraba fijamente, poniéndola nerviosa. Su corazón latía rapidísimo, produciendo que su respiración se acelerara notablemente. ¿Por qué me mira? ¿Por qué me mira? Era imposible que se conocieran de antes, y era imposible pensar que la reconocía de otro lugares. ¿Por qué me mira? ¿Por qué me mira?


No tenía en nada en contra y era imposible pensar en algo que hubiese incriminado y aparecido en las noticias...


Y en ese instante, Takada se sobresaltó ante la idea.


" ...incriminado y aparecido en las noticias."


¿Podría ser que Light se hubiera desecho del cadáver de Matt, liberándose de todo que lo inculpará a ÉL, inculpándola a ELLA? Absorta en sus pensamientos, la expresión de furia empezó a revelarse en sus ojos.


Quizás, la puta de Misa le había dicho que ya no era útil, y le mandó a los medios su foto. Y por esa razón, ¡el pendejo me mira! ¡Me han reconocido!


-¿Estás bien? -Elle le preguntó, parando su amigable conversación con Mello.


-Yo...


-Si te sientes mal Takada, podemos salir.


-¿Qué...? -Preguntó notablemente pálida. ¿A dónde me van a llevar? ¿A la jefatura?


Todos ya saben seguramente, sólo están haciendo tiempo para ¡aumentar mi tortura!


-Srita. Takada, está transpirando y su respiración es agitada. Si se siente con fiebre, puedo ofrecerle Ibuprofeno. -Comentó Near.


-Es médico, -agregó Mello – así que no te preocupes.


Ese gesto de amabilidad le pareció de tan mal gusto. ¿Por qué le iban a ofrecer algo a ella? Ella, quien era parte de que su querido amigo estuviera ausente de sus vidas por más de 2 meses. Ausente del bienestar, ausente de la felicidad y comodidad. Ausente de todo.


¿Pero qué le pasa a esta gente?


Su vista empezaba a nublarse, oscurecerse.


-Estoy bien. -Mintió, y contestó irritante. Tomó un poco de agua.


-¿Segura? ¿No te gustaría salir? -Prosiguió Mello.


-Estoy bien. - Le respondió cortantemente.


Cuando el desayuno fue traído a sus mesas por una joven mesera, la bandeja traía grandes tazas de cafés para todos. La bandeja también estaba acompañada de jugos de naranjas, tostadas, mermelada de frutilla y medialunas dulces, saladas y de grasa.


Takada fue la única en tomar con edulcorante.


Cuando Mello tomó su gran taza de café, sopló un poco antes. Pero no pudo evitar quemarse igualmente la lengua.


-Mierda, está hirviendo y muy amargo... -se quejó.


Una risita afloró de los labios de Elle, y comentó mientras comía su tostada: -Matt también tomaba café amargo.


-Yo todavía no me acostumbro del todo.


Near le miró con una ceja alzada y preguntó.


-¿Desde cuándo lo tomas amargo?


-Desde... desde que el estúpido venía a hacerme compañía cuando... -Hizo una pausa. "Cuando el hijo de puta me quemó la cara y Matt me llevaba esta porquería para tomar" quería decir Mello pero no pudo completar la frase. - ¿Crees que van a hallar algo? - Se dirigió a Elle.


"Hallar". No había dicho "encontrar".


Hallar se usaba para cosas. No para seres vivos. ¿Acaso Mello pensaba que Matt ya no estaba vivo? ¿Creía que estaba muerto?


-¿Cómo estaba Matt la última vez que se vieron? -Le preguntó Elle a Takada.


-É- él -se aclaró la garganta.-. Él estaba triste de que me fuera. Pero no, no lo vi preocupado, o sea, estaba bien.


-¿... de que te fueras? -Dijo Mello. -¿De dónde?


-Bueno, habíamos empezado a vivir juntos. Pero nos separamos.


-La última vez que se vieron, fue cuando yo te vi salir de su departamento con las valijas.


-Exacto. -Le afirmó a Elle.


-¿Y cuándo fue eso? -Prosiguió Mello. -Si no te molesta que te pregunte.


-Fue a principios de Mayo. Alrededor de los días 3 y 4.


Takada advirtió que Mello se quedó unos momentos pensativo.


Luego se dio cuenta que había caído en una trampa, ya que ella sólo había estado observando el movimiento que Jeevas hacía dentro de la casa. Él no era alguien que tuviese muchos amigos, sólo a su jefe y al imbécil de Matsuda. A nadie más, y le molestaba muchísimo recibir mensajes y/o llamadas. Era muy... cerrado. Y tanto Elle como Matsuda sabían que debían darle espacio y no presionarlo. Eso era lo que sabía durante el tiempo en que estuvo observándolo.


Pero no tenía idea de lo que Mello pudiera saber acerca de ella. Y si se habían encontrado en otros lugares que no fuera en su casa, y las cosas que podrían haber compartido.


Mello abrió su billetera, y sacó un papel. Parecía un recibo. Se quedó viéndolo durante unos momentos.


-¿Sucede algo? -Le preguntó Near al blondo.


Pero este negó con la cabeza. Y continúo viendo el papel mientras degustaba su desayuno.


La mujer vio que la hora del noticiero que estaba en una pared le estaban avisando que pronto sería la hora en las que el muchacho que le había sacado las fotos a la persona que tenía en frente, la estaría esperando en la plaza del frente, llamada Gluatamine.


Sin embargo, cuando intentó levantarse, las noticias cambiaron y mostraron la foto de Mail Jeevas. Un sobresalto la dominó unos segundos. Pero fue justamente por eso que hizo que Mello volteara a ver la tele, y ciertos recuerdos re aparecieran en su mente.


-Hoy se cumplen ya tres meses desde la desaparición del joven Jeevas. -Takada no podía creer que justo en ese momento lo mencionaran.- La policía, lamentablemente, no ha podido encontrar nuevas pistas sobre el caso. Pero recordemos que fue visto por última vez en el bar 'Azteca' de la ciudad 'Los Aires Buenos'. Seria buenisimo que quién pueda ayudar a los que están en esto, se acerquen a la comisaría más cercana. Continuaremos sobre esto después de dar los títulos.


Mello otra vez estaba viendo el papel. Y de pronto la miro, seriamente.


-Disculpen, me tengo que ir. -Dijo Takada, mostrando apuro para irse.


-Espera, quiero preguntarte algo.


-Disculpa, pero ya llego tarde.


Mello casi tira su silla al levantarse para esquivarle el paso a Takada, y cuando él estuvo en frente de ella, la mujer tuvo que verlo desde arriba, sintiendo su inquisidora mirada.


-¿Alrededor del 4 de mayo dijiste? Fue ese día en que le dijiste a Matt que lo ibas a encontrar en el bar Azteca, pero en realidad lo dejaste plantado y se encontró conmigo. Matt me dijo en ese momento que tenías a otro y ya no lo querías, que hacía poco que salían "oficialmente".


- ¿Te dijo todo eso? ... no sabía... Supongo que eran buenos amigos.


-Takada.


- Mira, en serio. Déjame pasar.


-¿Por qué empezaste a vivir con él tan pronto?


-¿... qué quieres decir con eso? Me gustaba.


-Pero una mujer tan independiente como lo eres tú, no empezaría a vivir con alguien como lo era Matt: desorganizado en todo sentido. Siempre llegaba tarde, no era muy higiénico y su estilo de vida era muy pobre socialmente.


-Mello, por favor. -Rogó casi como gimiendo de dolor, temblando.


-Y tú eres demasiado organizada. Eres lo opuesto a él. Quieres reconocimiento mediante apariciones, como participar en fiestas importantes y esa clase de cosas. ¡Estar rodeada de gente todo el tiempo! -elevó su voz, molesto.- Ese es el mundo que deseas. ¿Y mudarte con Matt sólo después de unas semanas de estar la relación oficializada? ¿En qué estabas pensando? Sabías que él iba a ser un peso muerto para tus sueños. -Le sujetó con fuerza los brazos, y le preguntó seriamente:- ¿Entonces por qué, Takada? No tiene sentido.


Con esa pregunta, Takada pensó que se iba a morir.


-Es que yo... -unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, y se dio cuenta que no iba a poder soportar más la presión. Así que, con gran esfuerzo, intentó levantarle la mirada.- Mello, él... Light...


-Takada, ¿estás con Light Yagami en esto? -Mello se había puesto tan cerca de ella, que pudo sentir su aliento. -¡RESPONDEME!


Takada se estremeció. Y justo cuando iba a responderle, que sí; que sí estaba con Light Yagami y sí sabía dónde estaba metido Matt Jeevas, la punzante y repentina observación que Mikami Teru le daba desde su mesa, le hizo retroceder ante su decisión.


La estaba vigilando.


-No, yo... no sé de qué hablas. -Murmuró finalmente.- Suéltame. -Le miró fijamente. -¡Que me sueltes! -Gritó llorando.



Near pudo sentir el fracaso y la desesperanza cuando Mello bajó los brazos, y dejó que Takada se marchara, viéndola salir velozmente por la salida. Podía sentir el desprecio hacia la mujer, la impotencia de encontrar una respuesta a su sufrimiento cuando parecía que al fin iba a poder conseguirla.


Mello quería una respuesta, y luchaba para controlarse y hacer las cosas calmadamente. Pero Near advirtió como sus puños temblaban de lo mucho que le enfurecía que la mujer se le hubiera escapado como si fuera agua entre sus dedos. El tiempo seguía pasando para él, pero para Matt ¿ya habría terminado? Takada lo sabía. ¿Pero qué fue lo que le hizo pararse en mitad de su confesión? Ella había visto a alguien que la hizo retroceder. ¿Pero quién? Near buscó entre los presentes algo que los delatara, pero no consiguió nada. Posó su mirada otra vez en el blondo, y el temor lo absorbió súbitamente. No conocía aquella mirada.


Mello se acercó hacía él violentamente sin darle la posibilidad siquiera de escapar y lo empujó, haciéndolo caer sobre el piso. Se sentó a horcajadas de él, y las manos se anclaron firmemente a su cuello, privándole poco a poco del aire.


Varios hombres se habían acercado a sacarlo, inclusive Elle. Pero hacían que Mello se agarrara más fuerte de él.


-¡BASTA, MELLO! -La voz de Lawliet se escuchó resonar.


River trató de separarse, golpeando sus brazos con fuerza y llegó a rasguñarlo. Y finalmente, lo único que intentaba era reducir la fuerza puesta en él.


Su corazón estaba acelerado, su cuerpo pedía por aire lastimosamente. Sentía la desesperación causada de la falta de fuerza en sus músculos que le prohibían sacárselo de encima.


¿Por qué hacía esto Mello? Porque Near tenía una respuesta, que podría ser el agua que calmará su imperante sed, que lo secaba y mataba de a poco. "A su debido tiempo" había dicho. ¿Cuánto tiempo debía pasar para que "a su debido tiempo" llegará?


Jamás se lo iba a decir, y creía que esta era la única manera de apresurarse, y así, salvar a Matt.


-Voy a soltarte un poco para que digas lo que te dijo Isahías. -Hablo amenazadoramente Mello.


-No. -Dijo Near. -Por favor, suéltame... -Consiguiendo respirar un poco más.


El color rojo había opacado totalmente la blancura de su rostro, y gemía de dolor. Sentía que sus ojos, derramando lágrimas, iba a salir de sus cuecas antes de caer en el desmayo.


-Dímelo.


Pero antes de que su vista se oscureciera por completo, los hombres pudieron sacar las garras de Mello sobre el cuello de Near.


El joven doctor comenzó a tocer desgarradoramente, aspirando todo el aire que sus pulmones podrían llenar.


-Chico, ¿estás bien? -Le preguntó un extraño.


El muchacho tenía sus ojos cerrados, deseando tranquilizarse. No pudo contestar.


-¡QUE ALGUIEN LLAME A LA POLICÍA! ¡LA AMBULANCIA! -Gritó alguien.


-¡YA VIENEN EN CAMINO PARA ARRESTAR A ESTE ANIMAL!


-HIJO DE PUTA, ¿CÓMO VAS A HACERLE ESO AL CHICO? ¿QUÉ TE PIENSAS QUE ERES?


-A LOS DESGRACIADOS COMO TÚ, HAY QUE QUEMARLOS. HIJO DE PUTA.


-También lo vi agrediendo a una mujer -agregó más leña un hombre con anteojos. -Seguro golpea a todos por igual.


Varias voces se arrimaron para acorralarlo, pero Elle iba controlando su cercanía. Sabía que en cualquier momento, alguien se iba a meter y agarrarlo.


Pero de pronto, las patrullas acercándose hicieron que todos le prestarán atención. Y gracias a esa distracción, un hombre tomó desprevenido a Mello y le golpeó en la cabeza. Produciendo que cayera al piso. Otros apartaron a Elle del camino, y lo mantuvieron alejado del blondo para que no pudiera protegerlo. Sin embargo, Near se había parado para ayudarlo. Y gritó como pudo que se detuvieran de las golpizas que habían comenzado a darle. Pero seguían. Lo único que pudo pensar Nate River era que sino hacía algo, esta vez sí lo iban a matar.


Entonces vio un matafuegos en el lugar, y lo sacó rápidamente, activandolo en contra de los agresores. Al ver como todos eran alejados repentinamente, Elle tomó el brazo de Mello con brusquedad. Y agarró luego el de Near, sacándolos a ambos del restaurante lo más veloz que sus piernas pudieran correr. Los metió como pudo dentro de su auto, y se dieron a la huida.



Notas finales:

Estoy MUERTA. ¿Por qué soy tan sádica con el pobre Mello?

-suspira pesadamente-. ¿Ustedes saben que los amo, no? LOS QUIERO TANTOOOOOOOOOOOOOOO

pero jamás voy a saber si ustedes, mis corazones, no me comentan. Mami se esfuerza hasta quedar casi muerta ¿quieren una foto? Porque mami bien puede darselas. Una foto que se pudre arriba de su cama, con todos los pedos con olor a huevo que la maldita leche descremada le ha dado. Van a tener suerte si esa foto no se derrite antes.

(Pero muchas a la gente que sí me comentó :D )

En otros olores: ¿saben que huele a nuevo *.*? Mi nuevo fanfic de DRRR! llamado: Descontrol
Será de terror puro (?

También vi Another ¿encontraron la referencia en el fic? xD

Bueno, eh.. terminé de leer Franquestein. Re copado. Tengo 19, la concha del mono.

Un cap + épilogo. Y este Show se acabará :)

PD: Jigsaw significa rompecabezas. / Gluatamine es un cantante de NicoNico, escuchenlasdkaskdsd


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