Memoria
El único sonido que se podía escuchar era el de las paletas del ventilador del techo y el de la máquina que ayudaba a Keehl a respirar.
Todo se había quedado en un profundo silencio cuando Mail pronunció aquellas palabras que rápidamente le dieron aviso a los demás de su presencia.
Los presentes miraron al recién llegado con extrañeza cuando él iba acercándose lentamente, sintiéndose sin aire al tener a la persona que tantas veces le había dedicado tiempo en las solitarias noches de su cachondeo. En su mente, sólo estaban Mello y él. Por lo que susurró muy débilmente, sin darse cuenta: "también lo violaron".
-¿Cuándo? - preguntó sorprendida Wedy después de un momento. -¿Cómo lo sabes? ¿Quién eres?
-Es imposible -dijo Nate-. Le hicimos una prueba y no salió nada que lo indique.- Miró al enfermero que también estaba en la habitación y le ordenó:- Sr. Ukita, ¿podría acompañar al señor Jeevas hacia la salida?
Near le comentó brevemente que Matt era el que lo encontró a Mellol
-No, esperen- Matt les dio una mirada rápida a todos y comentó:- Hay un sitio en Internet que dejé de visitar cuando lo vi a él que estaba siendo violado y-
-¿Te refieres a "El show de Keehl"? -le interrumpió Wedy, limpiándose un poco las lágrimas-. Esas violaciones no son verdaderas, niño. Son actuadas y ninguna escena sexual es realizada sin el consentimientos de los actores. Yo soy la líder de toda la organización de L.O.L. -le extendió su mano para darle una tarjeta de la compañía que había sacado de su cartera- y dejame decirte que nadie está obligado hacer cosas que no le gustan.-Hizo una pausa para dedicar su mirada al blondo- Porque al fin y al cabo, es una película. Al actor se le manda un guión y él es el que decide hacerla o no.
-¿Entonces como explica la sangre que salió de él, y que estuviera en vivo? -Le preguntó con un tono inquisitivo mientras seguía siendo sujetado por Ukita por el hombro.
-A muchos de nuestros clientes les agrada ver el sexo no consentido por lo que nosotros quisimos llevarlo a un nivel más real -le respondía Aiber tratando de llevarlo hacia afuera-. Con el profesionalismo del doctor River, el orificio de Mihael tenia una pequeña bolsita que poseía un líquido similar al de la sangre. Por esa razón, cuando el otro actor metía y sacaba su miembro, este salia con lo que parecía ser sangre.
Se hizo otra vez silencio que duro unos segundos más que el anterior. Matt seguía analizando las respuestas para tratar de advertir algo fuera de lo común en esas palabras de empresarios. Pero debía admitir que esas contestaciones parecían ser bastante coherentes. Además, era un compañía de hacia ya muchos años con actores conocidos y premios (como los OSCAR pero para esta temática) que habían ganado a lo largo de su trayectoria asi que ¿para qué arriesgarse asi?
No tenia mucho sentido y en esta situación, no podía concentrarse demasiado.
-...parecía tan real que hasta me lo creí -Decía el pelirrojo tratando de tranquilizar sus latidos-. A menos puedo saber si -se interrumpió a si mismo, mirando a Nate y dijo-... no me va a decir nada ¿no cierto? -El doctor no le iba a revelar nada de la condición de Mello.
-Así es.
-Está bien, gracias por la explicación.
-Es lo menos que podemos hacer por quién lo encontró. -Finalizo Aiber mientras lo veía irse, cerrando la puerta detrás de él.
El enfermero y el visitante salieron calmadamente de la pequeña habitación blanca, dejándolos un poco inquietos a los presentes por la inesperada visita.
Wedy dirigió su mirada hacia el cuerpo de su amigo que descansaba apaciblemente en la cama de sabanas celestes y livianas. Temió de que no estuviera con frío dado que el fresco del aire condicionado estaba un poco alto.
-Que no haya más visitas hasta que despierte, Near. -Le ordenó Wedy.
…
Jeevas caminaba como si fuera un preso hacia la horca: con la mano de Ukita en su hombro para controlar amablemente que no intentará volver hacia la habitación.
"Con una entiendo" pensaba haciendo referencia a que no necesitaba que alguien lo acompañara hacia la salida que muy bien sabia en dónde quedaba. Que obvio era que lo querían sacar.
Todavía quería saber si Mihael se pondría bien pero ese albino no iba darle ninguna información de nada. Y a pesar que se sentía como un poco "estafado" porque le había salvado la vida y estaba preocupado del paciente, sabía que el River tenia que cumplir su trabajo y no podía darse el gusto de otorgarle un beneficio sólo por eso.
Y tenia razón. Si hubiera sido él el quemado, le agradaría saber que su doctor no le iba a estar dando información de su condición a cualquiera que se la pidiera.
Así que salió de allí despidiéndose del enfermero, observó el cielo nublado de ese mediodía cuando respiro el aire fresco de una mañana hambrienta para él. Y escuchó unos insistentes bocinazos.
Era Matsuda que le había dicho al chófer del taxi que lo hiciera.
La expresión de su amigo del enojo por la tardanza lo delataba fácilmente.
-0-
Habían pasado algunos días desde ese acontecimiento. Como Jeevas estaba en sus vacaciones obligatorias, luego de desayunar esa lluviosa mañana, decidió que el agua no iba a ser un impedimento para salir un rato de su departamento e ir al shopping por un nuevo juego para su xbox y si le alcanzaba la plata, también algo de ropa. Necesitaba despejar un poco su mente que tan ansiosa andaba a causa de la falta de actividad y el querer saber por qué alguien le quemaría a una persona.
¿Acaso Mihael tenia trato con alguien que no debía? ¿Lo perseguían? Preguntas como esas y otras lo frecuentaban. La angustian y la creciente preocupación lo habían asaltado al llegar a su departamento después de haber estado en el hospital hacia un par de semanas atrás; con unas lágrimas que rodaban por sus mejillas. Las mencionadas emociones eran tan fuertes que era inevitable que fuera ese su efecto. Ya que posterior a ver a la persona que le quería tanto, en esa forma tan desgraciada, le dolía de sobremanera.
…
Llegó a la habitación ansioso, suponiendo que tal vez se encontraría dormido o quizás con alguien que lo estuviera atendiendo amablemente, mientras él se sacaba sus auriculares para dar una explicación de por qué estaba allí.
Ya no podía aguantar la falta de información. El deseo de verlo se había convertido en una imperante necesidad.
Pero, después de abrir la puerta rápidamente de la habitación, al fijar su mirada en dirección hacia Mello, se estremeció al encontrarlo despierto y sin nadie alrededor. Tenia un aspecto pálido, como de una persona enferma y sus azules lo veían con curiosidad; al igual que Matt a él. Se preguntó si le habían hablado de su persona, arrepintiéndose de haber entrado.
Observó que la venda que cubría parte de su rostro estaba teñida de un leve rojizo, que avisaba que debía cambiarse.
-¿Hola? -Le preguntó la voz de una mujer detrás. -¿Eres Jeevas, no es asi?
Él asintió con la cabeza mientras ella iba entrando, alejándolo.
-El doctor River me advirtió de ti ¿sabes? Me dijo que no te dejara entrar.
-Mira, yo... yo soy...
-Un amigo -lo atajó Keehl.
-¿Disculpa? -Le preguntó la enfermera.
El blondo miró la insignia del nombre de ella rápidamente en su pecho y a continuación, prosiguió:
-Linda, yo le autorizo a quedarse. ¿No hay problema, cierto?
-... supongo que sí es asi -le respondía vacilando- creo que no. ¿Pero estás seguro?
Él asintió con la cabeza.
Linda se retiró lentamente de la habitación, sintiendo que debía entrar y decirle "No es buena idea. No creo que estés en condiciones, Keehl, de dar permisos" pero ya lo había dicho y no quería cambiar de idea. Además, Mello con su forma de ser ya era grande para arreglárselas solo y tocar el botón para darles aviso por si algo ocurría. Así que cerró la puerta, y dejaría que la incertidumbre le ocupara la mente poco a poco.
Mail, sorprendido por tal afirmación, fue acercándose creyendo que quizás se había confundido con otra persona, mientras que el otro le daba una pequeña sonrisa simpatica.
-Tranqui, puedes hablar que ya se fue .-Le dijo Mihael indicándole una silla.- ¿Sabes quién soy?
La impresión de estar hablando con Keehl le dejó pasmado. El sonido de su voz sonaba como una inyección en sus venas, que actuó sobre el sistema nervioso central de Jeevas provocandole una parálisis.
Y con esa pregunta, le quitó la inteligencia.
¿Cómo podría responderle a esa sencilla pregunta que de respuesta traería una gran incomodidad a cualquiera?
…
Cuando Mihael se recuperó del susto que Matt le produjo al abrir inesperadamente la puerta, sus recuerdos afloraron velozmente en su mente.
"Matt" Mail Jeevas había sido compañero en los primeros años de la secundaria Netho Dante. Una escuela privada: pequeña, no religiosa y muy competitiva con otras escuelas y ellos mismos.
Naturalmente, según recordaba Mello, los primeros días de Mail fueron difíciles de sobrellevar en el nuevo instituto dado a que no podía lograr encajar dentro de aquellos nuevos compañeros que les hacia gracia la forma de expresarse que tenia por su origen italiano (su forma de hablar parecía torpe y era acompañada de mucha gesticulación de sus manos y su cuerpo. Gestos que para muchos eso era gracioso), provocando que se apartaran del joven tanto como en las actividades grupales de recreación y estudio; dejándolo solo con un nintendo.
Matt jamás advirtió que una mirada azulada lo veía con curiosidad y discreción desde el otro lado del salón porque Mello, cuidándose que su objeto de atención o cualquiera, no era el único que tenía ese problema: el blondo había tenido un acento que resaltaba ya que provenía de Eslovenia. Parecido al de un acento portugués mezclado con la entonación alemana pero más suave.
Pero Mello había aprendido a hacer indestacable, con la práctica, su acento. Como Matt no sabía como hacerlo, fue el centro de ataques verbales y físicos por parte de de sus pares del salón (y de otros) cometían con ímpetu y furia hacia él. Sencillamente por desagrado y diversión.
Sin embargo, semejante similitud de provenir del extranjero no era algo que los convirtió en amigos los años posteriores. Fue un hecho que surgió de "casualidad" por una leve urgencia de ir al baño por parte del blondo cuando pasó delante del salón de computación y escuchó el sonido del teclado moviéndose rápidamente seguido del típico mensaje de error.
-¿Qué estabas haciendo? -Le había preguntado en aquella ocasión.
Mail lo miró fijamente, con un poco de preocupación y le contesto un indiferente "¿qué te importa?".
Mello se acercó y se posicionó detrás de él, con la misma actitud indiferente que había recibido, y adivinó lo que su compañero hacía.
-Si le cambias la exención al archivo a .Dot en vez de .WMP será más conveniente porque tenemos que escribir un informe en Word a primera hora de la mañana. Tu troyano no se hará esperar...
-¿No me delatarás?
-¿Qué ganaría con eso? -Le respondió saliendo del lugar.
Luego de esa vez, cierta confianza entre ellos nació. Comenzaron a verse más seguido en la sala de computación al planear cosas en contra de sus enemigos. Y el tiempo se encargo que fueran acercándose más, dejando gradualmente el recelo de la desconfianza . Recelo que terminó por desaparecer cuando se encontraron riendo, jugando o compartiendo secretos entre ellos como buenos amigos; o aprendiendo como ocultar más el acento con trucos que el blondo sabía y que Matt opinaba de ellos.
Pero sucedió algo. El enfoque de Mail por la tecnología, la computación y las ciencias y el interés por las leyes y el derecho de Mello produjo que sus caminos se separarán. Así, como en su amistad se formó gradualmente, ésta rompió de la misma manera.
Mihael jamás olvidó aquella introvertida personalidad de su amigo. Aquella inconfundible mirada verdosa que parecía estar llena de confianza de que podía contrariar cualquier opinión o mandato que no le agradara. Esa sonrisa increíblemente, y sin quisiera ser, seductora de los labios de Jeevas.
Ahora, se encontraban inesperadamente de nuevo. Pero Mello no podía evitar suponer que ese leve sonrojo a una pregunta tan simple se debiera a que conocía la página en la trabajaba.
-¿Sabes quién soy? -Le volvió a repetir, con uno tono diferente.
Marcado de preocupación.