POV NARUTO
En la clase de Educación Física nos reunimos en equipos para jugar futbol, me eligieron como portero, y creo que fue ahí donde Kiba encontró la oportunidad ideal para hacerme pasar el mal momento del día, lanzó un balonazo directo a mí que, bueno, me mandó directo a la enfermería, y ahora ahí estaba, caminando a casa con un yeso en mi mano derecha. En ese momento sonó mi celular.
- hijo?? Estas bien?? Me acaban de llamar de la escuela
- estoy bien mama, solo es una fractura
- como que estas bien y que solo es una fractura??!! Estuviste peleándote otra vez, verdad??!!
- no, fue solo un accidente en la clase de educación física – de todas formas inculpar a Kiba sería una mala idea… solo traería más problemas
- entonces porque te mandaron a casa?? No te suspendieron??
- no, es solo que con la mano derecha enyesada me va a ser difícil escribir
- de todas formas no es excusa para faltar a clases
- pero si fueron ellos los que me enviaron a casa – una gota rodó por mi cabeza
- bueno, pues ahora vas a tener que escribir con la izquierda… nos vemos en la noche cariño!!
Realmente había planteado la posibilidad de la bipolaridad de mi madre, pero ahora más que nunca lo comprobaba. Además no estaba acostumbrado a regresar a esas horas a casa… que haría tanto tiempo solo?? No podía jugar videojuegos, quizá leería algún libro o vería la tele. A lo lejos pude divisar tres cabelleras negras muy conocidas, me adelanté un poco para llegar a ellos. No había notado que ellas incluso podían pasar por sus hijas, su tez blanca, su cabello y sus ojos negros, al parecer eran característicos de los Uchiha.
- Itachi!! Espérenme
- aaaa Naruto-kun
- Naruto nii-chan!!! – gritaron las dos pequeñas muy entusiasmadas – que te paso en tu mano??
- aaaa, tuve un pequeño accidente en la escuela… y ustedes vienen de la primaria??
- sip!! Oye oye, hoy si vienes a comer con nosotros??
- no creo que sea buena idea – dije viendo el rostro de Itachi, que claramente me decía lo mismo que ellas – pero me encantaría – concluí sonriendo
- siii!! – ambas niñas me tomaron las manos y juntos llegamos a su casa – además no tienes que preocuparte por Sasu-chan, el sigue en su escuela a esta hora y dijo que tenía que quedarse a estudiar en la biblioteca hasta tarde – aclaró la mayor
- niñas ya basta con ese tema!!
- si Ita-chan!!
- por cierto Itachi, como están tus padres?? Hace ya un buen tiempo que no los veo
- ya sabes que siempre están metidos en sus negocios, estos días es raro, incluso para nosotros, verlos
- y tu trabajo??
- es una molestia, jeje, debí dedicarme a otra cosa, estar encerrado en una oficina no es lo mío… asi que decide bien a lo que te vas a dedicar muchacho
- aun lo estoy pensando mucho, no estoy muy seguro de lo que quiero
- sabes algo?? El tiempo perdido por la indecisión es algo que ya no vuelves a recuperar, incluso puedes perder algo más que solo tiempo – sabía muy bien a que venían estas palabras, asi que decidí hacer que no había entendido su doble significado
- si, cuantos videojuegos no pude haber terminado ya?? – dije fingiendo frustración
- jajaja, Naruto-kun tu no vas a cambiar nunca
Itachi siempre me había sorprendido, en cuanto a lo enterado que podía estar sobre esta situación con Sasuke, asi que no le soltaría información extra asi de fácil, aunque él había sido siempre un buen amigo para mí, incluso después del malentendido. Ayudé a preparar la comida, a pesar de que eso siempre se me había dado fatal, comimos, les ayudé a las niñas a resolver sus tareas, para que después pudieran jugar en el patio. Sonó el teléfono del pelinegro, me había agradecido demasiado el que me quedara a cuidarlas, ya que a él le había surgido un imprevisto en el trabajo y tenía que ayudar a resolverlo.
- oye nii-chan, porque ya no eres amigo de Sasu-chan?? Te hizo algo malo?? – dijo Hikari, mientras peinaba el cabello de una de sus muñecas
- Hikari, Ita-chan nos dijo que ya no preguntáramos de ese tema… aunque yo también quiero saber
- emm, bueno – no podía decirles lo que Sasuke me había hecho, ellas lo querían mucho y no podía arruinar la imagen que tenían de él – digamos que tuvimos una discusión
- pero se supone que los adultos lo arreglan todo hablando… o al menos eso siempre dicen
- jaja, se supone que asi debe ser, pero nosotros aun éramos algo chicos como para entenderlo
- pero ya crecieron, deberían volver a ser amigos
- me temo que no es tan fácil
- porque no??
- porque… etto… – estas chicas eran realmente inteligentes cuando se lo proponían
- ya les dijeron que no deben preguntar cosas que puedan molestar a la gente
- Sasu-chan!! Regresaste temprano – ambas fueron a darle un abrazo – no creo que a nii-chan le moleste nuestras preguntas, verdad??
- ejem!! Claro que no – me levante del pasto donde estábamos sentados – bueno, pues como ya llego el teme para cuidarlas, yo me voy
- nooo, no te vayas nii-chan, quédate otro ratito… siii??
- no creo que…
- si tu las haces llorar, te juro que no te vas hasta callarlas dobe… se vuelven insoportables cuando lloran – Sasuke estaba de alguna forma invitándome a quedarme?? No, no creo… al fin solo debía pasar todo el tiempo con ellas e ignorarlo totalmente
- esta bien
-siii!! Veamos la tele!!
- caricaturas!! … que caricaturas te gustan?? – habló Hikari
- etto…
- a Sasu-chan le gusta la de…
- quieren chocolate caliente?? – dijo rápidamente tapándole la boca a Naomi y ligeramente… sonrojado??
- yo si porfavor!!
- jyfo tdanmbiwen – dijo la mayor aun con la boca tapada
- tú también dobe??
- seguro – se me había escapado una sonrisa que borre casi inmediatamente, se retiró
- oye nii-chan porque no le ayudas a Sasu-chan a traer las tazas?? No creo que pueda él solo con todas
- “estoy seguro que estas niñas saben acerca de la manipulación de personas” – pensé mientras me dirigía a la cocina – te ayudo tem…?? – intenté contener la risa al verlo con un delantal de osos con un fondo rosa y un guante de cocina… hasta que fue imposible para mi reprimirla – jajaja!!
- oye!! Deja de burlarte baaka!!
- jajaja!! Lo siento, lo siento, es que… jajaja!!
- suficiente!! Viniste a ayudarme o a burlarte??!!... además tú también usaras uno – dijo con una sonrisa de medio lado
………………………………….Minutos más tarde………………………………….
- no puedo creer que tengan dos delantales de este estilo… – Salí de la cocina con dos tazas de chocolate, con la mano que tenia disponible, y llevando puesto uno de conejos en un fondo igualmente rosa con holanes en los bordes
- fue idea de estos monstruos – él llevaba las otras tazas –… y hay más de dos – dejamos el chocolate sobre la mesita de la sala, las niñas ya estaban viendo el televisor, nos sentamos en un sillón – por cierto… que te paso en la mano??
- oh!! Solo un accidente en la escuela… ya recordaras a Kiba
- y al parecer sigue siendo tan molesto como siempre – él ahora estudiaba en otro instituto, a pesar de que alguna vez fuimos todos juntos
- jaja, asi es – dudé un momento –… hoy me encontré con Sakura – me animé a decir, quizá mas para ver su reacción, que por lo que pudiera decirme
- … – parecía indiferente
- creí… creí que te importaría más saber de ella
- Naruto, no me digas que aun crees en esa patraña??... no, mejor olvida lo que dije… aun lo crees, porque precisamente me estás diciendo todo esto
- pues sea lo que sea a mi no me interesa ya lo que pienses o dejes de pensar
- lo mismo va para mi, asi que ahórrate tus comentarios
- sabes qué?? Pensé que podríamos volver a ser amigos, pero con esa actitud tuya tan arrogante, veo que es imposible
- pues yo también creo que hasta que no dejes de ser un idiota, podremos hablar con madurez
- bien!! Pues si asi lo crees, me largo de aquí!! Al parecer nunca podre estar a tu nivel, señor maduro
- bien!! Qué esperas para irte??!! O necesitas que te muestre el camino??!!
Me dirigí a mi casa completamente furioso, ni siquiera me di cuenta que habíamos llegado a gritarnos frente a las niñas, quizá me pase un poco, pero definitivamente no iba a dejar que el teme me hablara de esa forma, estaba claro que nosotros no podíamos ser amigos y no entendía cómo es que alguna vez llegamos a ser los mejores. Me tardé demasiado en abrir la puerta, no podía ni calentarme comida y ni se dijera de prepararme un ramen, que bien me hacía mucha falta, me sentía realmente incompetente con mi mano enyesada y a eso le sumaba el que no podía quitarme a Sasuke de la cabeza… debía tener problemas mentales o algo asi, como para seguir pensando que antes de la discusión, había pasado un momento agradable. Debía distraer mi mente, asi que me decidí a llamarle a Shikamaru para preguntar sobre la tarea que habían dejado después de que me fuera, que afortunada o desafortunadamente para mi estado actual, no había. Intente ponerme a estudiar pero mi cabeza divagaba y terminaba siempre en algo referente al pelinegro, harto ya de esta situación, encendí la computadora decidido a leer los correos que hace ya muchos meses no leía, porque sabía que la mayoría de ellos eran de esas que llaman cadenas o referentes a dios o a milagros o a veces también de: “si no lo mandas en menos de 10 minutos caerá una maldición sobre ti y tu familia” o cosas por el estilo, que mas que dar miedo dan risa. Me extrañó notar un correo de Sakura, hace años que no me enviaba ninguno, pero no me quedaría con la tentación, asi que fue el primero que abrí:
Naruto-kun
Perdona que te moleste a través del correo de Sakura, soy Sai, el que iba con ella en el centro comercial… seguro te preguntaras porque estoy intentando contactar contigo, la verdad es que tengo algo muy importante que contarte. Ella me ha hablado mucho de ti y de tu amigo Sasuke, me gustaría que nos encontráramos en el mismo lugar el día viernes a las 4 de la tarde, borraré este mensaje enviado para asegurarme que ella no se entere de nuestro encuentro, por favor no me respondas y asiste.
PD: Sakura no es mi novia, no me gusta, ni me interesa… te lo digo por si acaso era necesario que lo supieras.
Atte. Sai
De que se trataba todo esto?? Miré el calendario que se encontraba en una de las paredes de mi habitación… lo había enviado unos días después de habernos conocido, hace una semana, hoy era jueves, asi que mañana debería ser el día del encuentro. Todo esto era muy extraño, y más aún porque no quería que ella se enterara, en fin, ya vería mañana de que iba tanto misterio. Seguí leyendo los tontos correos que me enviaban, sobretodo Kiba que parecía no querer dejarme en paz ni siquiera en mi casa, pero al menos el otro asunto había quedado de lado y lo que ahora ocupaba mi mente era ese correo que no dejaba de darme mala espina.
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