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The One Night Stand por Fallon Kristerson

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Notas del capitulo:

Nos quedamos en que los gemelitos son bipolares, no? 8D bueno, hora de seguir ^^

8. Mi mejor amigo

Sentía un suave calor pegarle en el rostro, agradable. El negra oscuridad se volía anaranjada y amarilla a través de sus párpados cerrados, y alrededor suyo sentía unos brazos delgados aferrarse a él. A sus espaldas, Kotaro hundió aún más el rostro en su cabello, rozando ligeramente su cuello con la nariz. Sintió cosquillas, así como sintió que el hambre lo atormentada. Pero también se sentía cómodo y el decir que quien lo abrazaba era su hermano gemelo ya era de por sí mucho. No es que ahora de pronto volviesen a llevarse bien, no claro que no. Gakuto solo había estado cansado, más mental que físicamente, y aquel abrazo se sentía tan bien; y Kotaro... Bueno, para Gakuto, Kotaro seguía siendo un misterio, un extraño no tan desconocido.

...

-Buenos días... –masculló el menor de los gemelos mientras que entraba en la cocina, donde sus hermanos mayores ya se encontraban.

Gakuto tragó el último pedazo de su pan y extendió su mano hacia su taza de leche, mientras que Suzume devolvía los "buenos días" del pelicereza recién llegado. Los tres se sumieron en un extraño silencio, tan poco característico para los Mukahi de esa generación, solo interrumpido por algunos sorbos que daba el acróbata. Suzume se levantó y dejó su taza en el lávabo, dirigiéndose hacia la puerta.

-Por cierto –murmuró desde la entrada de la cocina-, sabían que la próxima semana habrá una reunión formal en la residencia de uno de los jefes de papá, ¿verdad?

-Es obvio que no lo sabíamos. ¿En qué momento deberíamos habernos enterado? –farfulló de mal humor Gakuto, escondiéndo la mirada dentro de la taza.

Suzume solo se encogió de hombros y se largó.

-Genial... –suspiró el mayor de los gemelos.

-¿De qué te quejas? Supongo que irá Yuushi... –dijo Kotaro con seriedad y hasta cierto tono rencoroso en su voz.

-Cierra la boca, no es asunto tuyo.

-Lo que digas, padre –contestó el menor, ganándose una fuerte mirada de odio.

Luego de un rato volvió a hablar Gakuto:

-Dime, ¿fue desde el principio? –preguntó, a lo que Kotaro lo miró un poco desentendido. Suspiró-. Que si desde el principio te gustó el bastardo azul, retardado.

Kotaro no repondió de inmediato, sino que se quedó mirando a su espejo con cierto recelo. ¿Qué demonios le pasaba por la cabeza a ese clon tan molesto? Gakuto no lo sabía y había veces en las que deseaba no saberlo. Sin embargo aquella no era una de esas veces.

-¿Qué es para ti el principio? –preguntó por fin el menor-. ¿Te refieres a la cena? ¿En qué momento de ella?

Gakuto asintió, enmudecido por el amargor que reflejaba su hermano mientras pronunciaba esas preguntas.

-Pues no te interesa, no preguntes cosas que solo te harán perder el tiempo –masculló Kotaro y se levantó-. Nos vemos.


-Demonios, ahora tendré que ir a otra de esas estúpidas reuniones enormes de gente aburrida e hipócrita –se quejó el acróbata molesto.

Jiroh sonrió disimuladamente. Moría por preguntarle por lo que había sucedido durante el fin de semana. Su hermano, quien había oído de su amigo, quien había oído de su novia, es decir la Mukahi mayor, le había comentado que algo había sucedido con los gemelos, mas no le había dado muchos detalles, a causa de que ni él los conocía. Por lo que tendría que preguntarle a Gakuto... Pero eso podría esperar a que su humor mejore un poco.

-¿Cuántos años decías que tenía? –oyó de pronto a su amigo.

-¿Eh? –preguntó confundido y Gakuto suspiró resignado-. Gomen, no te estaba prestando atención.

-Que qué edad tenía el sujeto ese con el que estás saliendo.

-Keigo –corrigió indignado el lirón y luego sonrió-. Veinte.

Gakuto alzó una ceja.

-Oh...

-No digas nada, Gaku –pidió el rubio mascullando-. Digo, ya sé que es cuatro años mayor y que yo sigo siendo menor de edad, pero la cosa va en serio...

-¿Ah, tanto? –siseó Gakuto escéptico, con un acusador reproche y un doloroso sarcasmo-. Recuerdo que habías dicho eso mismo con...

-Sé muy bien lo que dije, pero eso ya no es un tema, Gakuto –le cortó Jiroh con tono severo, a lo que Gakuto solo se encogió de hombros y hundió aún más sus manos en sus bolsillos. Aquel jodido tema siempre sacaba de él el peor de sus humores y eso no era poco. Jiroh lo sabía.

-Como sea, haz lo que quieras...

Jiroh lo miró descepcionado. ¿Iba a serguir saliéndole con ese tema por el resto de su vida? Dios sabía que de eso ya había pasado ya más de un año y que él mismo ya lo había superado. Distino a lo que el sabía que mucha gente creía de él, Jiroh no era un niño que se había perdido entre cuentos de hadas y sueños. Pero Gakuto actuaba como si apenas hubiese sucedido el día de ayer.

-Gaku... –murmuró el lirón, llamando la atención del Mukahi-. ¿Hasta cuándo vas a seguir con esto?

Gakuto volvió a mirarlo, un poco confundido y sin saber qué contestar. ¿Que por cuánto más iba a seguir con eso? Ni él lo sabía, de hecho no había pensado en eso. ¿Cuándo olvidar el día en que jiroh apareció ante él hecho un mar de lágrimas? ¿Cuándo olvidar toda la rabia que se había acumulado en contra ese jodido bastardo? Estaba ya tan acostumbrado a que Jiroh evitase las relaciones serias en lo que respecta el tema "romántico", por lo que nunca se había dado cuenta de lo mucho que le seguía preocupando.

-Ahm, sorry Jiroh, yo no quería...

-Ya, no importa –se apresuró a decir el rubio al notar la incomodidad de su amigo-. Solo... no vuelvas a tocar el tema, ¿ne?

Gakuto asintió obedientemente, como un niño al que le explicaban que uno más uno daba dos y y no tres, y Jiroh volvió a sonreír.


-Esta vez estuvo muy bien, ¿no crees?

Yuushi sonrió ampliamente, pero Gakuto no respondió. Ni si quiera lo insultó. Hundió aún más su rostro en la almohada, evitando el contacto visual con el adulto, quien pasó distraído una mano por encima de la espalda descubierta de su amante. La piel de Gakuto se sentía caliente, ni cálida, ni tibia, caliente, como si hubiera estado todo el día bajo el sol.

-Dime, ¿tus entrenamientos son bajo techo o al aire libre? –preguntó, a lo que el menor volvió a alzar el rostro, mirándolo drectamente a los ojos.

-¿Y eso?

-Pregunto, estás que ardes –aclaró el peliazul con calma, sin embargo, el chico alzó una ceja y sonrió sarcástico.

-Me acabas de follar, tarado –contestó divertido, pero la expresión seria del adulto le borró la sonrisa-. Bajo techo.

-Ya veo –murmuró Yuushi, siendo ahora el que sonreía. Sin duda le agradaba la idea de tener cierto efecto positivo (para él, claro está) sobre el pelicereza. Agrandó su sonrisa y luego procedió a colocar un pequeño beso sobre la frente del adolescente. Este, sorprendido, se sonrojó ligeramente, huyendo rápidamente con el rostro hacia el almohadón, de manera tan infantil que el prodigio no pudo evitar el sonreír y sentirse enternecido. Su mano subió nuevamente por su espalda acanelada y eso hasta llegar a trepar por su fino cuello y enredar sus dedos en la cabellera cereza.

-Tu amigo es muy lindo, ¿sabías? –murmuró de pronto, poniendo alerta a todos los entidos de Gakuto.

-Ni se te ocurra –se oyó su voz amortiguada por la almohada y luego se incorporó, mirando molesto al peliazul-. Y lo digo en serio.

-Solo decía –rió Oshitari-. Aún no me aburrí de ti...

Gakuto se inclinó rápidamente hacia adelante y lo besó. No fue nada lujurioso, aunque el era un gesto demandante, como si exigiera algo por parte del peliazul. Acarició los labios del tensai con la lengua y lentamente se volvió a separar de él.

-Idiota –farfulló.

El adulto observó atento los ojos azules del adolescente y luego ladeó la cabeza.

-¿Por qué te pones tan alerta? ¿Qué pasó con él?

Gakuto, al percatarse de su error, agachó la cara, queriendo evadir la mirada inquisidora del empresario. Sin perder tiempo, Yuushi lo tomó del mentón y obligó a mirarlo otra vez.

-Dime –entre ordenó y pidió el peliazul-. Dudo que se traten de celos...

-Lo son –repondió Gakuto como una bala, dejando en claro que no era así.

-Mientes.

-La vida de Jiroh no es tu asunto. Menos su vida amorosa.

-¿Ah no? ¿Sabías que también trabajo con su tío?

"Oh, eso explica un poco por qué Jiroh sabía que el nuevo jefe de Tatami Corp era un Oshitari..."

-¿Y eso qué? –le devolvió Gakuto molesto-. Sigues sin tener que ver con él.

-Ok, ¿qué te parece esto? Soy el amante de su mejor amigo. ¿Es eso algo más cercano?

Gakuto no respondió. Primero porque era verdad, segundo porque sabía que estaba a punto de ceder. Y eso último se estaba volviendo cada vez más común.

-Cerecita...

-Déjalo enq ue ha tenido una mala experiencia con su primera, y por poco, única pareja –masculló el acróbata, molesto consigo mismo.

-¿Le sacó la vuelta?

-Más de una... –murmuró Gakuto sin darse cuenta de que ya estaba comenzando a soltarlo todo.

-Y tú lo sabías pero no te atreviste a abrir la boca –completó el prodigio y Mukahi alzó la mirada sorprendido.

-A... así es –susurró antes de esconder el rostro en el pecho del adulto, quien se sorprendió un tanto ante aquel avance-. Bueno, no solo lo engañaba...

-¿Maltrato?

-Sicológico, toda una serie de cosas que me gustaría devolverle –pudo oír el mayor, sin pasarle desapercibida la amargura en la voz del adolescente.

-Oh, lo siento...

-Por Kami, moriría por romperle una vez más la cara al imbécil de Marui –dijo entonces acaloradamente el menor alzando la voz y el Oshitari se apresuró a callarlo. De la manera más efectiva, claro.

-Ya suficiente, te vas a poner de mal humor y eso no me conviene –rió Yuushi separándose un poco de sus labios. Gakuto hizo un pequeño puchero y quiso separarse de su amante, quien se lo impidió en cuanto que lo rodeó con sus brazos, hundiéndose en los cabellos cerezas. Acarició nuevamente la espalda del chico, percibiendo como ya se estaba relajando otra vez. Bajó a besar su cuello, mordisqueándolo ligeramente y sin dejar marca (por lo menos no una muy evidente). Oyó un suspiro por parte de Gakuto y sonrió, ajustando un poco más su abrazo. Besó sus hombros, delineó su clavícula y por un momento sintió que podría enamorarse de ese niño.

Notas finales:

Awawawaw no puedo creerlo . se acerca poco a poco en que estoy dos idiotas dejen de lado la excusa del sexo XD ajajaja nya, bueno, como sea, dejen rr y hagan feliz a esta señorita/niña/vieja/ tu-no-sabes-qué :D


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