Capítulo 14: Malas intensiones.
—Señor…—Murmuró un peligris enfrente de una pantalla enorme.
—Dime Kabuto…—Se escucho desde el fondo de la sala una voz oscura y seductora.
—Algo a pasado con el proyecto Kyuuby…
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Al escapar y subir a la camioneta negra cargada de personas terriblemente armadas se sintió incomodo y prefirió haber sido devorado, pero una alarma dispararse repentinamente lo hizo dar un salto. Su atención se centro en la mini computadora que tenia en el antebrazo. El programa de Kyuubi estaba siendo consumido por lo que parecía un virus informático. Pero al revisar bien descubrió que las funciones que bloqueaban los recuerdos del chico estaba apagadas y el protocolo de personalidad destrozado. Pego un nuevo brinco de alegría y abrazo lo primero que se le cruzo siendo este a un asombrado pelirrojo.
—¿Qué rayos te pasa?—Pregunto fastidiado Deidara que se sentía desplazado y suplantado.
Kimimaro recobro su pose seria y sonrió con delicadeza.
—Alegrate...—Su sonrisa se ensancho mas—Tu hermano ha vuelto.
Por la mente de Deidara pasaba:
—¿Quien quiere alegrarse con eso?…Es tan buena noticia que hasta besaría a Itachi y le diría que no es tan feo como me parecía... Yo no estoy alegre... Estoy feliz.
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Sasuke corrió a abrazar al rubio, sabia que estaba de vuelta. Naruto no lo rechazo pero tampoco le correspondió.
—Oe Sasuke-teme, ¿Tan feliz estas?
Soltó al rubio que sonreía con una gracia enorme. Era el mismo niño lindo que lo llamaba «Sasuke-teme»...¿Teme?... Frunció el entrecejo con molestia.
—Mas respeto para tus mayores, dobe…
—Si claro…—Se quito algunos tentáculos de encima—…lo que tu digas…teme…
Corrió hacia el asustado peliplata que estaba en el suelo abrazándose a su mismo ante una atenta mirada de derrota.
—Yo te seguiré protegiendo a ti…—Toco con ternura el vientre del chico—…y a bebe.
Kakuzo no lo soporto mas, de un golpe alejo al rubio y tomo de la solapa de la camisa al asustado ojilia zarandeándolo con fuerza.
—¿¡De quien es el bebe!?
—¡Que te importa!—Grito enojado y frustrado. ¿De qué serviría que se enterara si jamás lo aceptaría?… seria solamente una perdida de tiempo.
—¡Habla Hidan!—Exigió el otro.
—¡Que no!—Grito ya con las lagrimas saliéndole de los ojos.
—¿Quieres saber de quien es ese bebe?—La voz juvenil resonó en la cabeza del castaño. Claro que quería saber. Giro en automático. Encontrándose a un molesto rubio sacudirse el polvo.—¿Quien mejor que el propio padre que debe reconocer su responsabilidad?…por que tu lo sabes perfectamente.
—Eso no es lo que quiero escuchar.-Avanzo soltando al alterado peliplata.—¡Exijo saber quien dejo a MI Hidan embarazado!
Escucho un bufido de molestia, hasta el moreno parecía saber lo que medio mundo le ocultaba.
—Ya tienes tu respuesta…—Sonrió astuto el menor.
—Sigo sin entender…—Murmuró dejando al rubio con las ganas de estrellarle una de las técnicas que tenia ahora como proyecto.
—¡¡¡Por eso no te quería decir!!! ¡Por que no lo aceptarías, ni siquiera te acuerdas, maldito desconsiderado!!!—Lloro el peliplata abrazado al rubio que había corrido en su resguardo.
Quiso morirse cuando recordó su sueño, era tan vivido y juraría saber que la piel de Hidan era extremadamente suave, ni hablar de lo caliente y estrecho… entonces… ¿Aquello no fue un sueño?… se abofeteo mentalmente. Si todo estaba mas claro que el agua, hace aproximadamente tres meses que salieron de fiesta y él se emborracho como si fuera fin de año, al despertar se encontró con un sonrojado Hidan que desde ese entonces lo miraba extraño. Había sido un ciego al no darse cuenta que esa noche si paso y lo que paso les trajo una consecuencia de nueve mes y un montón de años que le dejaba muchas perdidas. Pero que tontería, volvió a apartar al rubio con brusquedad y abrazo al peliplata con ternura. Repartiendo besos en su cuello y rostro.
—Me has hecho el hombre mas feliz del mundo…
Tras la pequeña escena de telenovela subieron al auto arroyando a esa maldita cosa que casi les quita lo mas hermoso de su mundo. Sasuke y Naruto subieron a la camioneta y siguieron de cerca al blindado. Hasta ahora todo iba bien. Pero de que empezara bien no significaba que terminaría bien
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Había encontrado en su camino una lujosa limosina con el símbolo del clan de los Uchiha. Itachi supuso que seria su padre y en el peor de los casos un zombi Uchiha. La calle estaba desierta y solo se podían ver unos que otros zombis caminado entre los autos quemados y peleándose por algún pedazo de humano.
Deidara estaba de mejor humor y su puntería era excelente pues solo basto que subiera al auto y disparara a todo lo que se movía. Itachi bajo corriendo a revisar la limosina encontrándose con la sorpresa de ver a su tío Madara en una sola pieza jugando ajedrez con el chofer de la limosina.
—Hola Ita-chan.—Saludo sonriente haciendo el movimiento ganador—Me debes unos tragos Zetsu, jaque mate.—El aludido solo apretó con fuerza la pieza y se encogió de hombros.
Una gotita le resbalo a Itachi en la nuca. Ese hombre no cambiaría, seria un bromista infantil pero cuando menos uno esperaba era un empresario de mente fría y calculador. Todo un Uchiha.
Camino a quien sabe donde con los nuevos sobrevivientes cayeron en cuenta que el combustible no era eterno y se quedaron varados a medio camino. El otro auto no podía avanzar a menos que el de adelante lo hiciera.
—Hay que ir de compras.—Opino Madara con el brazo apoyado en su rodilla.—Allí.—Señalo un centro comercial con las persianas abajo pero una levantada lo suficiente como para entrar.
Su mirada se centro en unas piernas cubiertas por un pantalón negro pegadito a la anatomía del portador, fue subiendo lentamente hasta que el cabello a los hombros que grácil se movía al compás del resto del hermoso cuerpo enmarco el rostro perfecto. Era un lindo peliblanco de mirada profunda y verde. Ojos más hermosos no había visto jamás.
Salió de su ensoñación por el jalón que le dio su chofer para salir del auto, era tiempo de correr, el aroma a vivos estaba atrayendo a los zombis. Miro a varios niños de las manos de sus senseis y a unos cuantos adolescentes. Escucho que alguien se caía y volteo a pesar de que Zetsu se lo quería impedir. El hermoso peliblanco estaba en el suelo enfrascado en una lucha por la vida. Tenia encima a tres o cuatro no vivos que querían morderlo, miro que uno de los niños llevaba una resortera y corrió quitándosela, se arrodillo y recogió unas cuantas piedras de concreto. Apunto a uno de los zombis y soltó un tiro que le dio en el ojo al zombi. Estaba consiente que ellos estaban armados pero si disparaban herirían al chico y eso seria contraproducente. Volvió a cargarla y atino como la primera vez de una forma tan espléndida que Deidara enmudeció ante el tino.
Kimimaro se cubría la cabeza asustado sintiendo el peso de varios cuerpos, poco después una ráfaga de disparos llenaron el ambiente. Una mano fría y firme lo sujeto de la muñeca y lo levanto para correr, era ese hombre jodidamente apuesto, los sobrevivientes entraron al centro comercial y el solo atino a barrerse para alcanzar entrar, Madara lo imito y ambos entraron rodando abrazados. Kimimaro tenía el cabello por el rostro pero aun así estiro los brazos y festejo, en cambio Madara coloco sus manos en la cintura estrecha atreviéndose después a bajarlas más pero para su mala suerte el muchacho se levanto y conecto la computadora que tenia a un tomacorriente.
—Kimimaro...—Se escucho—¿Como esta el proyecto Kyuubi?
—Perdí contacto con él.—Respondió con simpleza.
—¿Cual es tu ubicación?—Insistió la voz.
—Ni siquiera sé en donde estoy…—Añadió mirando con temor al hombre proyectado en la pantalla.—Me perdí.
—¿Te encargaste de los sobrevivientes?—Esa pregunta asusto a más de uno.
—No tuve tiempo de programarlo para eso.—Se escucho una risa socarrona que le quitaba la paciencia hasta a un santo.
—Entonces…encuéntralo, reprográmalo y mata a los sobrevivientes. Y me lo traes, tienes aproximadamente 1 hora para salir de Konoha con el chico, después de ese tiempo has de saber que mis queridos amigos evolucionaran y serán imposibles de exterminar…
La comunicación se corto, esas eran en realidad muy malas intenciones, pero el como el nuevo hermano mayor de Naruto no iba a permitir que alguien como Orochimaru le pusiera las manos encima.
Abrió un canal alterno y encriptado para darle a su pequeño rubio la ubicación exacta. Estaba hecho, en menos de una hora el estaría fuera de Konoha acompañado de todas esas personas. Incluso tenia ya preparado el como, había conseguido hombres leales en Kasa y ellos ya estaban recibiendo ordenes para llevar un helicóptero y sacar a los sobrevivientes.
No dejaría que las malas intenciones alzaran a los que iniciaba a ver como una familia.