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Después de… por Mishogu

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Notas del capitulo:

n.n7 gomen, volví a tardarme, en serio lo siento pero como ya saben me dio gripe y  aun no se me quita _ _||| tengo mala suerte respecto a esta enfermedad.

n.n y también por que estaba terminando con un bonus dedicados a todos mis lectores.

¬w¬ espero que les guste…

A leer se ha dicho!!!!! n.n/

Capítulo 10: Trueque injusto.

Shikamaru se estiro en su lugar después de haber trabajado hasta tarde con los nuevos programas para proteger los archivos de Kasa y de paso desaparecer sus nombres entre las listas. Miro la pantalla enorme del computador principal donde Haku jugaba con un gracioso conejo virtual.

—Te ves cansado… —Comento Zabuza del otro lado de la pantalla.

—Un poco. —Contesto el moreno dando vueltas en la silla—… ya casi terminamos con las últimas instalaciones.

El menor se levanto hacia Zabuza y le mostro el animalito pero el mayor lo alejo de un empujón y se puso en alerta.

— ¿Qué?

El adulto en la pantalla tomo a Haku entre sus brazos y empezó a correr al otro lado de la pantalla por que una serie de puntos negros había empezado a comerse los pixeles.

—Virus… —Susurro Zabuza antes de entrar al pendrive, Shikamaru aisló el virus e intento eliminarlo, pero solo conseguía hacerlo más grande con cada comando que tecleaba.

—Rayos…—Tecleo una ultima vez y en un puf, las pantallas se apagaron dejándolo en la más inhóspita oscuridad—Estoy muerto, que problemático. —Se lamento.

De pronto se escucharon unos pasos que se acercaban a su lugar, se imaginaba la cara del jefe al descubrir que no había podido con el maldito virus y lo obligarían a pagar cada computadora que estuviera dañada, y por lo visto es que era un virus demasiado peligroso y agresivo.

— ¿Qué paso Shika? —Pero no era su jefe, si no el gordito.

—No sé Choiji…—Se rasco la cabeza—… algún tarado me mando un virus y para rematar no logre detenerlo.

—Eso no suena bien… ¿Qué tal si vamos a comer?

El moreno se rio un poco ante la propuesta, sin embargo noto, no sin cierto desagrado que algo había cambiado en la actuación del castaño. En vez de tomarlo del brazo y correr al restaurante más cercano le había preguntado. Se giro al tiempo en que las luces regresaban, el chico que había creído su amigo y ver que el que si era su amigo estaba en el piso amarrado e inconsciente, alzo la vista al otro individuo para apreciar como el rostro se le desencajaba y los rasgos se deformaban como si fuera un dibujo en tinta al que le echaron agua.

Shikamaru ahogo un grito y empezó a correr a la salida, pulso el botón del elevador desesperado sin poder pensar en otra cosa más que el miedo era muy problemático, al fin la puerta del elevador se abrió e ingreso asustadísimo, en el interior había otra persona, era…

— ¿Sai? —Y la tinta empezó a caer hacia abajo cubriéndolo.

Y así, uno a uno los sobrevivientes, cayeron en las trampas que el destino les tenía preparadas.

————————————————————————————————————————————

Madara no dejaba de caminar de un lado a otro, ante la atenta mirada de los cuatro amantes malditos, Sasuke se fumaba el quinto cigarrillo e Itachi seguía cambiando de canal.

—Ya regresara. —Animo Kakashi sin dejar de ver el librito entre sus manos.

— ¿Y por qué tarda? —Contrataco aterrado.

—Tal vez se demoro por no encontrar alguno de los ingredientes. —Gaara miraba por la ventana, en el poste de enfrente lograba ver a un joven vestido de una manera algo extraña.

Madara iba a responder cuando escucharon los gritos que daba Kakuzu a algo o alguien.

— ¡Aléjate maldito!

Las cinco personas en la habitación salieron disparadas hacia el nivel que ocupaba la futura familia, la puerta estaba atorada así que tuvieron que derribarla a punta de patadas. El interior estaba oscuro y las luces no encendían pero los gritos venían de una habitación. Madara tomo un atizador de la chimenea y se encaminaron  hacia ese lugar donde Kakuzu seguía gritando. La abrieron lentamente, Kakuzu tenia a Hidan entre sus brazos, ambos se abrazaban el uno al otro con fuerza y le gritaban a un rincón oscuro.

— ¡No entren! —Advirtió temblando de miedo y aferrado de tal forma a su esposo que nadie hubiera podido apartarlos.

Algo se movió en la oscuridad alertando a Madara que corrió blandiendo su improvisada arma, escucho el crujir de la madera y una manos del mismo material arrebatarle el atizador, la sombra, que ahora, gracias a las luces de la calle se encendían, tenia la forma de un muñeco, igual a los de Sasori y tenia entre un montón de brazos que le salían de la espalda a Mizuki, Iruka con su bebe y a los tres niños. La marioneta se lanzo sobre Madara y todos creyeron que lo había devorado pero los gritos del hombre moreno se escuchan desde adentro, todos estaban paralizados, eso no era un zombi y no entendían como lidiar. La marioneta volvió a atacar y esta vez se había llevado a Hidan y a Kakuzu, rio malignamente y salto por la ventana con todos sus rehenes.

Pero ellos aun seguían clavados en el piso, con los ojos abiertos y el cerebro desgarrado, no había pensamientos ni reacciones, estaban estupefactos.

————————————————————————————————————————————

Kimimaro logro ver el edificio donde vivían los demás, sonrió recobrando un poco de aire y apuro el paso, justo al entrar escucho cristales rompiéndose y algo que no podía definir escapar calle arriba, lo miro asustado.

—Da algo de miedo. —Escucho a sus espaldas, el muchachito rubio que había creído Naruto estaba parado en lo alto de la escalera sonriéndole.

— ¿Qué esta pasando? —Cuestiono empezando a subir las escaleras, pero cada vez que avanzaba Naruto daba un salto y se ponía lejos de su alcance— ¡Naruto! —Grito desesperado.

El rubio se detuvo en seco y alargo una mano, varios clones atraparon al peliblanco que estaba aterrado, su sueño, era una advertencia. El Naruto original se acercó despacio, elegantemente y le sonrió angelical para después noquearlo.

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Sasuke fue el primero en reaccionar, corrió a la ventana y saco la cabeza, logro ver a alguien que saltaba hacia la calle y corría al lado de la marioneta, se froto los ojos al creer ver que era pelirrojo.

—Ototo…—Itachi miro el entorno buscando otra terrible marioneta que se los llevara a ellos ahora.

—No pierdan la calma. —Kakashi de inmediato se recompuso, tomo del brazo a Gaara y lo alejo de la puerta.

El silencio se prolongo estrepitosamente dándole a la habitación adornada para un infante un aire de vértigo, como si las paredes se contrajeran y exhalaran, los cuatro en completa tensión para correr si hacia falta.

Y de pronto escucharon el teléfono sonar, se miraron entre si y emprendieron la marcha hacia el dichoso aparato que no dejaba de sonar una y otra vez, el que lo descolgó fue Sasuke.

— ¿Diga?
«Viendo de ti debo considerarlo cortesía—Respondió una voz viperina—… y yo esperando un grosero “¿Qué?”»
—Orochimaru…—Siseo con el rostro en una mueca de rencor y odio— ¿Qué quieres?
—«Y allí esta…—Chasqueo con la lengua en un gesto reprobatorio—… estábamos tan bien, Sasuke-kun»
—Habla rápido y dinos que quieres. —Exigió.
—«Si tu quieres ir al grano…—Canturreo el moreno desde el otro lado—… quiero a los cuatro en el edificio principal de Kasa en Suna, tienen que ir solos.»
— ¿Cómo sabemos que dejaras ir a los otros? —Sasuke leyó los labios de su hermano y pregunto en automático.

Una risa malvada y un poco de silencio.

—«Eso lo veremos aquí, vengan antes de la media noche.»—Corto la comunicación.

 

 

 

 

 

 

 

~«»~

Bonus 2:
Necrofilia.

Avanzando por las desoladas calles los sobrevivientes revisaban cada movimiento notorio a su alrededor, se sentían intimidados por el silencio y la falta de acción en su entorno, sabían, por experiencia que el silencio no traía nada bueno consigo.

De pronto algo se movió a la derecha del auto que estacionado esperaba, bien podían ser simples cadáveres andantes o ser uno de esos cadáveres andantes evolucionado en alguna forma casi indestructible.

Pero cualquier cosas que pudieron pensar no llegaba a alcanzar lo que en realidad estaban por presenciar.

Entre los autos volteados y humeantes, dos siluetas se recortaban poniendo en sobre aviso a los ocupantes del auto, cuyas frentes eran recorridas por el sudor, cada persona dentro se apretaba contra el arma que lo mantendría a salvo.

Un gemido gutural y escalofriante le siguió a los golpes que recibían los autos, era posible que alguna pobre victima incauta que hasta ahora decidiera salir de su escondite, una mala decisión, ahora fuera la cena de alguno de esos cadáveres.

Itachi le indico a Deidara que subiera al techo del auto y enfocara las dos figuras usando la mirilla del rifle, el rubio, obedeció en silencio abriendo la ventana en el techo y se deslizo fuera siendo perfectamente vigilado por Sasori.

— ¿Qué ves? —Murmuro el moreno.

—Son dos hombres... están a unos cuantos metros de nosotros…—Explico.

— ¿Están vivos? ¿Al menos uno de ellos? Aun tenemos un poco de la cura. —Insistió Itachi.

Un silencio denso cayo cuando Deidara respingo en su lugar, un nuevo gemido lleno el aire. Las dos figuras avanzaron a trompicones hacia el único lugar donde serian visibles por completo.

Y los ocupantes del auto comprendieron por que Deidara no había dicho nada más.

Ambos estaban muertos, los delataba la palidez anormal y las heridas de bala en sus pechos, pero se encontraban enfrascados en una lucha por quitarse la ropa bañada en sangre y chocaban con todo a su paso, el que parecía tener aproximadamente 19 0 20 años lamia y mordía sin llegar a romper la carne, al otro, un muchacho de 15 o menos.

— ¿Q-qué rayos están haciendo? —Murmuro Kiba.

Todos giraron hacia Shikamaru como si el tuviera la mayoría de las respuestas lógicas de un asunto, claro que las tenia pero al menos deberían darle la oportunidad a otro y no recargarlo sobre él, eso era demasiado problemático.

— ¡Vamos por el amor de Dios! ¿Están ciegos o solo intentan ignorar el hecho? —Se quejo el moreno de peinado de piña.

—Se reproducen…—Corto Sasori—… han pasado al siguiente nivel.

Todos los ojos en los autos giraron a ver como el mayor asía de la cintura para que el otro pudiera abandonar sus pantalones en el piso, la piel pálida rasgada en algunas partes se pego al cristal de una de las puertas dándole a Itachi una vista bastante ilustrativa del cuerpo de un zombi.

Ambos muertos giraron mientras se besaban, las lenguas rosas jugaban fuera de las bocas, salivaban dejando un húmedo camino por las barbillas hasta el pecho herido del menor. Al llegar al frente del auto, el zombi mayor subió por completo al otro abriéndole las piernas, exhibiendo en su totalidad un pene largo y erguido matizado por un roció de vello negro, el zombi menor siseo hacia Deidara en el techo del auto como si quisiera que se fuera de paseo o algo así, el rubio precipitándose al interior abrazo a Sasori en busca de consuelo.

Cuando ya nadie podía interrumpirlos el mayor de los muertos se agacho entre las piernas de su compañero llenando de besos la cara interna de los muslos fríos, los ocupantes del auto jadearon involuntariamente, algunos ya tenían las manos en las entrepiernas acariciándose lentamente aprovechando el show que se desarrollaba afuera.

El zombi mayor quedo satisfecho con las marcas que adornaban a su amante póstumo así que fue hasta el nido de vello negro, paso la nariz, como si pudiera aspirar el aroma almizclado que en vida adornaba al chico y ahora en muerte era inexistente. Aun dentro del auto, el gruñido excitado del muerto fue perceptible alterando los niveles de gozo por un acto levemente extraño a los que si tenían vida. Era casi animal y lleno de impulsos.

El miembro erguido rozaba la barbilla del mayor, llenándolo del pre-semen, la boca del zombi se abrió y se trago el eje endurecido subiendo y bajando de forma lenta e incluso algo torpe sin perder el matiz erótico.

¿Apuesto a que el sexo zombi será sexy? —Se dijo el inventor del virus—démosle un último goce a los muertos.

Más rígido de lo humanamente posible, el zombi menor se arqueo golpeando los glúteos en el capo del auto mientras embestía la boca de su amante, los sobrevivientes se masturbaban al mismo ritmo, en el interior del auto los jadeos eran demasiado estridentes.

El mayor dejo que el miembro endurecido resbalara de su boca, entonces se subió a horcadas sobre el otro, quedando sobre el pecho acribillado, otorgándole el que le diera placer de la misma forma.

El chiquillo muerto se abrió para recibir el falo del peliazul, en el interior del auto podían apreciar en primera mano que la nariz aguileña del muchacho chocaba contra la mata de vello azulado una y otra vez.

Las manos blancas del muerto estaban sobre el parabrisas, con la expresión más erótica que un muerto podía poner, usándolo de apoyo para mover las caderas lo más rápido que pudiera, un grito inhumano rasgo el silencio de nuevo, el pene que chorreaba semen abandono la boca fría del otro y lo giro, dejando que mirara directamente a los ojos de los vivos que disfrutaban de su momento.

A pesar de todo, era fácil vislumbrar como la punta se presionaba sobre el cerrado anillo de músculos invadiendo al menor lentamente, violando el cuerpo helado. El zombi moreno jadeo, sus ojos vacíos se cristalizaron con el placer, dando la sensación de que regresaba a la vida solo para sentir lo que otro podía ofrecerle. La mano del peliazul aferro una de las piernas y le obligo a levantarla para ponerla sobre el auto dándose de esa forma un mejor acceso y ángulo de penetración. La rodilla doblada y abierto de piernas, el moreno era empujado hacia arriba tan rápido que su pecho que ya no aspiraba aire subía y bajaba en un intento de llevar el oxigeno que no necesitaba.

Los gritos de fruición que salían eran roncos, ásperos, como una garra deslizándose por la sensible piel de la ingle. El mayor giro quedando sobre su espalda, entonces salió del cuerpo del menor y lo ayudo a montársele encima penetrando en otra posición.

— ¿Es normal que sean así de creativos? —Murmuro Neji cubriendo los ojos de Hinata sin dejar de acariciarse.

— ¿Por qué no sales y les preguntas? —Mascullo Sasori sonrojado, cubriendo furiosamente a Deidara y Naruto con ambas manos dejando desatendida su erección, que no era por los zombis si no por Kakashi que estaba de piernas abiertas y tocándose.

Los zombis gritaron su placer una vez más y se desplomaron en el suelo, delante del auto.

Ya habían terminado y podían continuar, el olor del semen apuñalo los sentidos de los que no encontraron placer en ese espectáculo si no el de la persona que les gustaba. Sasuke cerró su bragueta y tiro al suelo del auto el papel higiénico que utilizo para limpiarse.

Una vez los zombis salieron de su camino, aun pegados y haciéndose arrumacos salvajes y torpes los autos empezaron a moverse.

Un saciado Sai rodeo los hombros de un abochornado Gaara.

—Ahora si sé como es el sexo zombi. 

 

Notas finales:

n.n espero que les haya gustado el bonus y el capítulo, n.ñ Orochimaru tan malvado como siempre… y los zombis haciendo zombicitos XDDDDDDDD

En el próximo capítulo veremos a nuestros queridos ukes…—recordando a Sai—… y a nuestro adorado seme n.n en su modalidad de proyectos.

Comenten por favor n.n/

Gracias a: Kaiser onii-sama por su apoyo.

Cuídense mucho, no olviden dormir sus horas completas y comer sano… 

owo así habrá mas tiempo de vida para disfrutar del yaoi XDDDDDDD

Nos vemos en la próxima n.n/


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