Después de… por Mishogu

Capítulo 12: Difícil verdad. 

Kakashi abrió los ojos al sentirse siendo halado por una mano dura y áspera. Su cabeza daba topes contra el piso de concreto. 

A su lado, como si se tratase de un adolescente travieso iba Sasori, con los pasos de pajarito y una sonrisa somnolienta. Kakashi alargo la mano hasta casi rozar esos dedos blancos y delgados siendo detenido por hilos de color ultra azul que salían de la boca de la marioneta. 

—Es de muy mal gusto el que toques a alguien que no conoces…—El pelirrojo lucia como cuando lo conoció, esa dulzura en su semblante, la elegancia de sus pasos, sus hombros siempre hacia atrás en una pose alta e intimidante. El mercenario de Kasa que lo rescato. 

—Yo te conozco…—Murmuro—… más de lo que piensas. 

Sasori se rio sin mostrar esas perlas ocultas bajo sus labios, los mismos labios que Kakashi apenas pudo rozar y que ahora no se le eran permitidos. 

—Ni con eso me convences. 

Alzo la mano y movió los dedos manipulando a la marioneta para que lanzara al mayor contra una pared que debido al impacto se desplomo, Kakashi se sujetaba un costado, sentía que con un golpe más todas las costillas se le romperían. 

—Sasori por favor, no hagas esto, soy yo, Kakashi, vine aquí para rescatar a los otros y a ti, recuerda a Gaara, a tu hermanito. 

El pelirrojo arrugo el ceño, cuando una corriente de electricidad le atravesó la nuca, Orochimaru desde su ubicación alzo la mano. 

—Iniciar programa de ataque…

Los cuatro proyectos se quedaron estáticos hasta que se movieron para quedar en una pose de batalla, cada uno era diferente en su peculiar estilo, demostraban que aún quedaba algo de ellos mismos dentro de esos proyectos que no distaban mucho de simples muñecos para Orochimaru. 

~«»~

A Sasuke, los movimientos de su rubio amor lo encandilaban, la frescura de su flexibilidad, la candidez de su rostro… aun con esa aura amenazante que supuraba como veneno. 

Se hizo un poco hacia atrás al tiempo que un puño viajaba a su rostro, doblo la espalda lo justo para dejar pasar la patada, Naruto dio un giro entre sus brazos, el cabello dorado un poco más largo que el de la última vez le rozo el rostro en una tierna caricia alevosa, estaban tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, asquerosamente lejos. 

El impacto que recibió sobre el brazo tenía como destino original el cuello, Sasuke pensó que un simple golpe en esa área sería suficiente como para romperlo y matarlo. Adolorido dio un salto hacia atrás siendo seguido por el rubio, Sasuke se repetía que ese chico no era Naruto, que se trataba de un juego macabro. Miro hacia arriba dedicándole al moreno serpiente su mirada más envenenada a lo que Orochimaru respondió con una risotada. 

—Ne teme yo estoy aquí…

Se lanzó a un lado cuando la esfera de energía que otro Naruto llevaba en la mano buscaba su vientre, en su lugar hallo la pared que voló en miles de pedacitos junto a las siguientes cuatro. El Uchiha menor estaba aterrado, ahora era Orochimaru el del control, jugándose el todo por el todo y sus amores iban a matarlos, el problema radicaba en que si luchaban les harían daño irremediablemente. 

Sin pensarlo mucho y aprovechando la poca visibilidad se lanzó por el agujero creado por la explosión del ataque del rubio. 

No es que fuera un cobarde, tampoco que temiera al rubio de ojos rubíes, es que simplemente le parecía más sensato esquivar sus ataques que lo rebasaban… eh, no, no podían rebasar a un Uchiha, es que el proyecto Kyuubi tenía armas que él como humano no poseía. 

De tanto divagar no se percató del pelirrojo menor que escapaba de un ogro de tinta, ambos rodaron por el piso abrazados hasta chocar con una jaula de barrotes. 

—Levántate…—Sasuke tenía las venas inundadas con la adrenalina. No sentía dolor en la enorme raspadura de su costado ni menos en la herida de la frente que supuraba ese líquido granate. 

—Sasuke…—Gaara se ayudó en los brazos del moreno para incorporarse— ¿Qué vamos a hacer?

El Uchiha miro a los lados aun con una leve pantalla de humo protegiendo su ubicación. 

—No sé, realmente no sé cómo le haremos para salir de esta. 

Su voz temblaba levemente en cada sílaba, era la pura verdad, no sabía que tendría que hacer para salir de esa, si atacaban a los proyectos, se exponían a dañarlos y si no lo hacía no conseguirían sacar a sus amigos de esas jaulas. 

Era una encrucijada. 

~«»~

Tampoco era para tanto, Itachi solo respondió el comentario de su rubio. 

—«¡Aprecia el arte por el que morirás!»—Vocifero dándole forma a una araña. 

—«Tu arte es pequeño e insignificante.»—Vocifero él en un intento desesperado para controlar sus deseos de saltarle encima al muchacho y comérselo a besos.

Hubiera sido mejor eso a que Deidara lo persiguiera por el laberinto destrozando paredes y explotando esculturas para acabar con su vida. 

En uno de esos cambios de dirección tan bruscos Itachi perdió el equilibrio y cayó al piso de bruces, con la difícil que le resulto escapar de su prisión de arcilla cuando se lo encontró y para terminar boca abajo con una criatura informe sobre la espalda lista para explotar, cerró los ojos y se preparó mentalmente para ser un montón de nada cuando…

El gruñido que provenía de adelante llamo su atención, eran tres zombis evolucionados que miraban con hambre al hombre suculento del piso. 

— ¡Malditos envidiosos!—Grito el rubio cambiando de objetivo— ¡Este bastardo es mío, hum!

La escultura se abrazó a los zombis y exploto dándole a Itachi la oportunidad de escapar. Cada cuanto se topaba con un zombi menor, solo debía golpearlos con la culata del rifle y los apartaba del camino, sabía que Deidara estaba detrás, caminando lentamente hacia su ubicación. 

Justo al pasar por una abertura pudo apreciar el cabello rojizo de aquel que aparecía en cada fotografía de Deidara. 

— ¡Sasori!—Ante sus ojos, el elegante mercenario estrangulaba al que una vez fue su amor con la ayuda de una marioneta. 

El otro se giró lanzando a Kakashi a los pies del moreno. 

— ¿Qué?—Seguía teniendo la misma voz, pero el timbre, la aspereza de las sílabas delata la falta de identidad. 

— ¡Danna este es mío, hum!—Chillo un rubio detrás de los sobrevivientes. 

—Entonces mátalo…—La marioneta arremetió contra los mayores separándolos en esa inmensa jaula del terror—… pero apresúrate que no tenemos toda la noche. 

— ¡Pero Orochimaru-sama si no la dio, hum!

El pelirrojo rodó los ojos algo enfadado controlando a la marioneta para que atacara a Kakashi que estaba muy desorientado a causa de los recientes por lo que Itachi se vio obligado a asirlo de la ropa y escapar. 

Y pensando que estaban seguros por el enorme trecho que habían corrido se detuvieron. 

— ¿Estas bien?—Pregunto el moreno apoyado en la pared ensangrentada. 

—No…—Reconoció Kakashi iniciando a recuperarse—… no nos recuerdan, saben quiénes son pero no deben de tener sus antiguas memorias y por ende, sus sentimientos. 

Itachi entorno la mirada dirigiéndola hacia arriba donde Orochimaru y su asistente tecleaban a toda velocidad. 

De pronto un batir de alas llamo su atención, ambos alzaron el rostro en la misma dirección para encontrar a un ave de arcilla blanca cuyos ocupantes sonreían sádicamente. 

—Mejor trabajamos en equipo, ¿No danna?—El rubio preparaba pequeñas esferas mientras Sasori solo miraba hacia abajo con esos ojos de rosa encarnada y la típica superioridad de su hermoso semblante. 

—Si…—Fue todo lo que pronuncio. 

Para los mayores, paso demasiado rápido, Deidara lanzo al aire las múltiples esferas blancas seguidas de la ráfaga de agujas llenas de una sustancia violeta que seguramente era un potente veneno, las agujas las atravesaron dirigiéndolas a una velocidad mayor hacia sus desprevenidas presas. 

— ¡Corre!—A penas pidieron hacerlo, cada vez que la táctica combinada impactaba el piso, la arcilla explotaba. 

No muy lejos de allí, Gaara y Sasuke se defendían de un nutrido grupo de zombis mientras Sai y Naruto se reían a carcajadas de su desgracia en un muro alto. De los nada ambos proyectos callaron componiendo un rostro de terror. 

— ¡Esos dos me la pagaran!—Vocifero el rubio. 

—Solo alejémonos…—Y de un salto esquivaron los proyectiles que se enterraron en el cuerpo de los zombis pero no alcanzaron a los otros dos. 

— ¿Sasuke?—Gaara veía con asombro como sus amantes se retiraban pero la mano de Sasuke empujándolo para correr fue más fuerte. 

Aunque la comitiva del terror quedaba lejana la explosión término de desplomar las últimas paredes en pie, tanto Sasuke como Gaara yacían en el suelo con escombros encima. 

— ¿Gaara?—La sangre emanaba de la frente del moreno que algo alterado buscaba a su compañero— ¿Dónde estás?

Pero nada, podía entrever en la densa nube de humo las siluetas espectrales de los últimos zombis en pie. El chasquido del fuego consumiendo los cuerpos corruptos y los pasos desenfrenados de alguien que intentaba escapar. 

Sintió que a su lado algo se movía, estaba debajo de los escombros, Sasuke quiso ver de reojo que era pero los hilos ultra azules llamaron más su atención, siguiendo la línea que trazaban hasta una mano cuyas uñas estaban pintadas de verde oscuro, era Sasori que halando extrajo a Gaara de entre la pared desplomada, el pelirrojo menor apenas respiraba y tenía el rostro empapado en sangre. 

Allí, Sasuke supo que aún había esperanza, en esos ojos antaño humanos se reflejaba un desconcierto por su propio actuar, como si no supiera porque rescataba a su enemigo. 

Sasuke se levantó al tiempo en que Sasori, regresando a su modalidad proyecto lanzara al suelo a Gaara. Lo atrapo antes de que su cabeza chocara con el suelo y miro esos ojos, aun había desconcierto. 

Sasori solo miraba las figuras inmóviles en el centro de la destrucción. 

—Señor…—La voz de Kabuto resonó en el nivel—… tenemos problemas. 

Orochimaru giro en su silla apartando la mirada de la pantalla en la que monitoreaba los pensamientos de sus juguetes. 

—Explícate. —Exigió. 

—El Proyecto Sasori está teniendo fallas en su programación. 

Orochimaru se alzó de la silla y alcanzo a ver la silueta inmóvil del pelirrojo. 

—Envía a los otros para la recuperación, destruye a los intrusos. 

Kabuto tecleo las ordenes correspondientes. 

Sasori sacudió la cabeza por la corriente eléctrica que nacía de su nuca, Deidara se aproximó detrás atrapándolo de la cintura. 

— ¿Danna?

—Hay que completar la misión. —Se apartó del rubio y extendió más hilos por la sala entera, como había hecho con Gaara rescato los cuerpos de los zombis. 

Deidara no tan convencido se puso a esculpir algo que matara a esos tipos mientras Kyuubi y Sai se les unían. 

—Matamos a estos primero y después vamos por los otros. 

—Es un hecho…—Sasori manipulaba los cuerpos podridos de los que alguna vez fueron humanos para que arremetieran contra los otros dos, para él que estaba acostumbrado a controlar no le era tan difícil. 

—«Sasori onni-chan, ¿Verdad que papá y mamá si van a regresar?»—Un pequeño pelirrojo de ojos aguamarina, muy parecido al que intentaba matar apareció en un recuerdo. 

Ya no podía concentrarse, simplemente le llegaban imágenes que no le pertenecían, él no conocía a ninguno de esos intrusos que querían destruir la empresa donde le dieron hogar y alimento, Kasa era el lugar a donde pertenecían, donde Orochimaru los cuido desde niños y Kabuto se hizo un hermano. Dejo que todos los zombis callaran al piso sosteniéndose la cabeza. 

— ¡Basta!

— ¡¿Danna que tienes?!—Podían ser asesinos crueles pero entre ellos las cosas eran muy distintas, se querían como la familia que eran. 

— ¿Qué está pasando?—El moreno pálido atrapado al pelirrojo antes de que se precipitara al vacío. 

—No sé, simplemente empezó a ponerse mal, ¿Crees que este bien, hum?

El moreno reviso el entorno, las detonaciones de los dos individuos rodeados de muertos vivientes atrajo poderosamente su atención. 

—Debe ser una falla en su sistema, deja que descanse y encarguémonos nosotros. —Dibujo un león que se lanzó sobre las muertos y los destrozaron sin que fueran un impedimento para alcanzar al moreno Uchiha y al pelirrojo. 

Sasuke vacío sobre el animal de tinta la mayor parte de municiones de la ametralladora portátil pero no se detenía, seguía avanzando a paso lento hacia su lugar. 

— ¡Oye remedo de gato por aquí!—Del otro lado Gaara saltaba y agitaba los brazos logrando que el artístico depredador cambiara de dirección— ¡Ven por mí!

— ¡¿Qué rayos haces?!—Sasuke se barrió por debajo del enemigo y tomo a Gaara de la ropa— ¡Jugar al héroe ahora no nos ayudara a nada!

— ¡Eso no importa! ¡Vámonos!—Apretó la muñeca del Uchiha y corrió a pesar de que una escultura de arcilla bloqueaba el paso. 

Ambos estaban atrapados, Sasuke, sabiendo que las opciones se agotaban abrazo a Gaara de la cintura y cayó sobre él, el león de tinta en un intento de detener su carrera enterró las zarpas en el concreto y se precipito sobre la escultura de arcilla, todo termino en un amasijo de desperdicio, Sasuke, con los últimos estertores de valor, alzo a Gaara y corrió, tal vez ya era la hora de defenderse. 

El momento de asumir esa difícil verdad… ellos no volverían nunca más… no mientras Orochimaru siguiera tecleando directrices.