Capitulo 6: No te mueras por favor
Conduciendo con cuidado atravesó la ciudad hasta el ayuntamiento, atropello a unos que otros, sentía un hondo rencor a las putrefactas criaturas que estaban arrancando la vida del dulce rubio, la puerta metálica del ayuntamiento estaba cerrada y tenia las luces encendidas:
—¿Crees que sea buena idea entrar?—Itachi bajo del auto, pues la calle estaba vacía.
—Si no lo hacemos, él podría morir, y no quiero.—Respondió ajustando la katana a su cinturón.
Se apresuraron a entrar, algunos zombies se reunían por el olor a carne fresca, el jardín principal tenia flores de todos los colores y era indispensable cruzarlo para llegar a la puerta principal la cual estaba bloqueada con una enorme reja:
—¿Ahora que?—Pregunto impaciente al escuchar pasos sobre las hojas caídas.
—Mantente alerta, deben de haber aquí también…—Aconsejo dándole la otra katana del otro rubio.
—Espero no morir antes de conseguir una cita con Dei.—Comento para si el mayor.
Sasuke volteo mirándolo como un asesino sádico:
—¡Deja de pensar en esas mierdas y concéntrate que nada te muerda!—Le grito con una vena sobresaliéndole de la frente, Itachi se puso serio mirando por detrás de su hermano, un ser humano con una máscara extraña se aproximaba arrastrando una pesada hacha, la levanto intentando partir al moreno, lo cual no permitió Itachi, ya que corto el cabo dejándole caer la hoja en la cabeza, Sasuke se abrazó a su hermano lo más que pudo, en verdad no era un niño pero el miedo a esas cosas era algo que lo ameritaba
—Tranquilo…esta todo bien…—El mayor acariciaba su cabello tan negro como el suyo.—…ototo…—susurro esperando que el apelativo no lo incomodara.
—A…aniki…—murmuro el otro correspondiendo al abrazo.
————————————————————————————————————————————
Muy lejos de allí, Deidara caminaba en círculos pensando en que hacer….Sobrevivientes vs Naruto.
Sin duda se quedaba con su hermano pero lo necio de este lo obligaba a ir por sobrevivientes.
Suspiro por enésima vez subiendo al auto, sin arrancar puso las manos en el volante mirando al frente en el suelo aun estaban los cuerpos destrozados d e esas desdichadas criaturas que mucho antes eran seres humanos, sintió como la puerta de atrás se abría y abordaba los pelirrojos y el moreno de piel pálida que sonreía falsamente por los nervios y el temor, sonrió leve a través del retrovisor.
—Gracias chicos…no saben cuanto se los agradezco…—Murmuro reprimiendo las lagrimas.
El mayor de los pelirrojos puso su mano en el hombro de su jefe, llevaban todo un arsenal para protegerse unos a los otros. El rubio arranco el auto marchándose en búsqueda de sobrevivientes incluso ya tenía un plan para salir, en la parte de arriba del edificio amurallado se encontraba un helicóptero con capacidad suficiente para unas 20 personas.
Conforme avanzaban los cadáveres vivientes eran atropellados, no podía evitar hacer algo así ni siguiera por el respeto a que antes eran personas, se sentía amenazado por ellos y aun más por haber mordido a su pequeño sol rubio que solo buscaba remediar el error de algunos empleados.
Sus pensamientos lo absorbieron a tal punto en que no noto, un zombi moreno parado enfrente, el cabello le cubría la cara pero su cuerpo estaba visiblemente dañado, detuvo el auto bajando imprudente.
—¿I-Itachi...?—El individuo no respondió, solo avanzo unos pasos hacia el.—… ¿Y Tu hermano?—Otro paso, los acompañantes de Deidara ya estaban listos apuntándole a la cabeza.— ¿Itachi?
Justo en ese instante otro automóvil aplasto al moreno, en el interior se veía forcejeo, un cuerpo chocaba contra la puerta del lado del conductor, esta se abrió mostrando a otro moreno de cabello largo y mirada malva que intentaba controlar a un hombre mayor que por lo visto no era más una persona, Deidara no dudo ni un segundo, puso la cabeza del zombi en la mira y halo el gatillo salpicando el rostro del menor con la sangre, ayudo a quitarle de encima el pesado cuerpo y lo levanto.
—Gra…cias…—Expreso con la vos fatigada.—…ya baja… no hay más peligro…—Ante su llamado descendió una linda morena de cabello tan largo como el del chico que se lanzo a sus brazos temerosa.
El rubio solo sonrió, esos chicos que de seguro eran de la edad de Naruto eran hermanos.
—Mucho gusto mi nombre es Neji Hyuga…—Ofreció la mano que en el acto fue estrechada.—…y ella es Hinata, mi hermana…—La morena tímida tendió la mano.
Ya con dos sobrevivientes a su favor continuaron recorriendo los vecindarios bocinando y gritando para que las personas salieran de sus hogares para ser rescatados, pero al parecer, todo lo que antes poseía alma ahora ya no la tenía, resignados giraron en sentido contrario, su camino se cortaba abruptamente por una especie de…
¿Acaso aquello antes fue un ser humano? Parecía en realidad un cocodrilo con una largo cola llena de puntas que sobresalían de su piel de un tono violáceo, de seguro por el grado de putrefacción, colmillos que terminaban al otro lado de su mandíbula por arriba y por abajo, mirada desquiciada y hambrienta, todo él, una pesadilla.
Todo conspiraba en su contra, pero de pronto vieron aparecer a un perro de color blanco, sorteárselas entre los pies de esa cosa, sus movimientos eran tan rápidos que no podía acertar en ninguno de sus ataques.
—¡Bien hecho, Akamaru!—Escucharon una vos masculina proveniente de una casa.
Dirigieron la vista a ese lugar, un castaño que tenía en el rostro dos marcas rojas que eran triángulos invertidos, apuntaba a la cabeza de ese ser y disparaba con un tiro tan certero que asustaba, su escopeta humeaba igual que la cabeza del cocodrilo, por así decirlo.
El cachorro corrió de regreso con su amo que orgulloso y feliz le dio una croqueta para perros. El adolescente, pues de seguro era de la misma edad que los demás se aproximó al auto como si fuera uno de los días más cálidos y bonitos del año a saludar.
—Hola… ¿Que los trae por este humilde vecindario?
Los ocupantes del auto sonrieron por su entusiasmo, ese chico era en verdad interesante…
————————————————————————————————————————————
—Suminístrale otra dosis…—Pidió una vos masculina, sintió una aguja hundirse en su brazo, específicamente en su vena, soltó un ligero gemido de dolor.
En un laboratorio Orochimaru y sus empleados trabajaban contra el tiempo para salvar la vida del joven heredero de Kasa, o al menos eso quería que se creyera, muchos científicos iban y venían con tubos de ensayos y jeringas con líquidos multicolores, pero uno en especial se había quedado al lado de Naruto.
—¿Quién es usted?—Pregunto tocándose el brazo en el que lo inyectaron.
—Eso no debería de preocuparte…pero aun así, te lo dure, mi nombre es…—Pero fue interrumpido por un sujeto de cabello blanco con lentes.
—No converses con él, esta aun muy débil, déjalo en paz Kimimaru.—Le puso al rubio una mascarilla de oxigeno para ayudarlo a respirar mejor
—Si señor…—Se alejó no sin antes dedicarle su sonrisa más dulce al menor.
El podre de Naruto miraba como todo le daba vueltas, la enorme lámpara de arriba se movía incesantemente, mareándolo mucho.
—¡Señor, están entrando!—Aviso una alarmada vos.
—No los dejen entrar.—Respondió Orochimaru con gesto despreocupado.
El rubio no entendía nada de lo que le hacían, se supone que debían salvarlo, no aumentar el riesgo de infección, por que era eso lo que le hacían, estaban aumentando la dosis hasta que pasara lo peor, sentía su cuerpo cambiar segundo a segundo, como su sangre fluía más rápido, sus músculos tensándose y endureciéndose, su mente siendo inundada por miles de conocimientos sobre armas y ataque al punto de perder sus propios recuerdos sobre su familia.
—Kabuto…—Llamo el moreno serpiente al peligris.—… ¿Cómo va mi querido niño?
—Muy bien señor, el programa Kyuubi funciona correctamente, de Naruto no queda más que el cuerpo.—Respondió compartiendo la misma sonrisa retorcida que su superior.
————————————————————————————————————————————