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Después de… por Mishogu

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Notas del capitulo:

Siento la tardanza n.n7

Capitulo 7: Esfuerzos.

 

Desde hace mucho tiempo se habían internado en el ayuntamiento, podía incluso jurar como las sombras tras las ventanas les seguía los pasos muy de cerca, asustado pero no lo suficiente como para aferrarse a Itachi se alejó de las ventanas con cristales especiales para evitar intromisiones de algún ladronzuelo de tercera.

 

Tras un largo pasillo llegaron a la oficina de la alcaldesa Tsunade-sama, todas las veces que fueron a ese lugar vieron miles de empleados corriendo alocados, y muy ocupados con los pedidos de esa exigente rubia de grandes atributos femeninos, incluso extrañaba ver a su morena asistente y a la rubia coqueta.

 

Al abrir la puerta todo se oscureció, por mas que gritaba y gritaba no escuchaba la voz de Itachi, por unos instantes tuvo miedo, el puro miedo a morir sin antes haber ayudado a su rubio lo obligo a correr por ese lugar tan oscuro. Sintió un haz de luz como llamándolo. Corrió en esa dirección cruzando la puerta, para su sorpresa Itachi estaba allí y tenía un pequeño maletín en las manos.

 

—Mira lo que encontré…—Sonrió—…de seguro ahora, Deidara se alegrara cuando sea yo el que le da la cura para su amado hermanito.

 

—¡Eso ni loco! —Se apresuró a responder arrebatándole el maletín—… yo soy el que se ganara el agradecimiento de mi futuro cuñado, tal vez así deje de odiarme tanto. —Comento mas para si que para Itachi.

 

Su comportamiento algo infantil, lo tomo desapercibido, pero no le importo, todo eso era por salvar a su Naruto.

 

Al salir de la oficina un par de no muertos rondaban por allí, no dudo ni un segundo, corrió a ellos y con un certero golpe los partió a los dos.

 

—¡Woooow! —Itachi se cubrió la boca como si estuviera muy sorprendido—…así que no fueron en vano las clases de defensa personal…—Se burlo soltando una risita juguetona, justo cuando se volteaba otro zombi se le lanzo encima, para su suerte, Sasuke estaba muy ágil y logro meterle la espada en la garganta igual que Naruto cuando lo rescato.

 

El cuerpo mancho la ropa del mayor impregnándola con un fétido olor, asqueado se saco la ropa y la lanzo lejos.

 

Sus orbes ónix se clavaron en el menor que sostenía contento su preciada carga. El cual noto su preocupación.

 

—¿Sucede algo aniki?

 

—¿Cómo nos desharemos de todos los infectados? —Su tono demostró la frialdad característica en él.

 

—¿Por qué me preguntas eso a mi? —Indignado le dio la espalda

 

—Pues a ti es al que más le interesa… si no llegamos a tiempo… Naruto-kun será uno más.

 

—¡No digas esas estupideces, Naruto estará bien, ya veras! —Al voltearse se hayo solo de nuevo—…¿Itachi?.... —No obtuvo respuesta—…Esto no es divertido, baka…

 

Una voz lo llamo en la lejanía y se vio obligado a ir hacia ella, empujo la puerta del ayuntamiento imprudentemente dejando que le cayeran encima una abalanza de cuerpos sin rostro que se retorcían como nunca antes, eran solo trozos de carne putrefacta, nada definido.

 

—No podrán tocarlo. —Escucho la voz del rubio menor de los Uzumaki.

 

Lo diviso parado enfrente suyo, con los brazos extendidos, ladeando la cabeza sonriendo como siempre.

 

—Ya veras Sasuke-sama lo fuerte que me he vuelto. —Muchos brazos lo rodearon arrastrándolo a la oscuridad infinita.

 

—¡¡¡NARUTO…!!! —Grito a todo pulmón, sintiendo como un par de manos cálidas lo resguardaban.

 

—Tranquilo, solo fue una pesadilla…—Rogo su hermano —En serio Sasuke…

 

Abrió los ojos, Itachi lo sostenía con fuerza contra el piso para que no se hiciera daño.

 

—Ya tenemos que irnos…recuerda que Naruto-kun confía en nosotros para llevarle la cura.

 

Regresaron al auto, Sasuke no entendía nada, o… ¿es que del terror hasta se estaba volviendo loco?

 

Condujo por las calles vacías, hasta el edificio amurallado que se abrió para su paso, no reparo en nadie, corrió escaleras abajo encontrando a su hermosos rubio acostado en una camilla con una bata blanca, le tendió el estuche que contenía una serie de jeringas al tipo serpiente y espero a que le suministraran el antídoto, la aguja se introdujo en su piel expulsando el liquido naranja.

 

—Listo… solo hay que esperar… —Aclaro con voz sensual el moreno de largos cabellos y rostro algo demacrado—…los dejo solos… —Salió cerrando la puerta.

 

—¿Cómo te sientes? —Pregunto impaciente.

 

—Ya mejor… ¿Tu estas bien? —Coloco la mano en la pálida mejilla del moreno.

 

—Si…lo mas importante ahora es tu recuperación… —Agrego besando tiernamente sus manos.

 

Recibió una sonrisa picara a la vez que Naruto se recostaba en la camilla abriendo las piernas, el color carmín pinto sus mejillas sintiéndolas arden por la vergüenza de esa escena, esas piernas torneadas y canelas le subían el ritmo cardiaco.

 

El rubio tomo su mano y la puso sobre sus piernas incitándolo a tocarlo, pero el Uchiha se negó.

 

—¿Acaso no te gusto? —Sonrió con burla, al saber la respuesta.

 

—Si y mucho. —No titubeo ante el menor.

 

—¿Y… entonces que esperas? Ya estamos solos.

 

Hizo que la mano de Sasuke se metiera entre la bata rozándole apenas la entrepierna que se alzaba ya entre la blanca tela, no pudo contenerse se abalanzo sobre el menor posicionándose entre sus piernas acariciando su espalda, si algo deseaba era hacer suyo al lindo rubio, beso su boca con desesperación como si fuera un nómada perdido en el desierto y que acaba de encontrar agua, deslizo la lengua en su cuello abriendo por completo la bata, el rubio era hermosos tanto que le restaba cordura.

 

Sus manos se colaron entre las piernas acaneladas y sin pudor alguno acaricio ese pedazo de carne que lo identificaba como hombre, sus dedos recorrieron la delicada piel hasta que bajo a la dulce y virginal entrada, la recorrió con el dedo sin meterlo, escuchaba los suspiros del menor, como se retorcía de placer entre sus brazos, retiro el dedo y los llevo a la boca de cereza del rubio para que los mojara con su saliva, una vez hecho esto, los introdujo haciendo todo lo posible para ensanchar dicho orificio y no causar tanto daño.

 

Naruto se aferraba a sus brazos clavándole las uñas en los hombros, sus piernas se movía acariciándole la espalda al moreno, Sasuke alzo la mirada, justo enfrente había un gran espejo, de seguro solo de apariencia ya que por detrás debía de haber algún pervertido mirando, pero no le importo.

 

Recostó a Naruto y se bajo la cremallera del pantalón dejándole ver lo mucho que estaba excitado, tomo con su manos su extensión y la llevo a la entrada del rubio, se adentro hasta la mitad, pero al ver el rostro de su bello tesoro olvido la delicadeza y fue más adentro con solo un golpe, Naruto gimió de placer, tuvo que cubrirse la boca para no gritar tan alto, sus zafiros se fijaron en los ónix que atentos le seguía cada movimiento.

 

—¡Quiero más de ti!—Pidió enredando las piernas en la cintura de Sasuke.

 

—En…tonces estamos…iguales…—Embistió con fuerza, junto a la camilla se encontraba una mesa con utensilios metálicos que comenzaron a caerse por el movimiento que realizaban.

 

Tomo entre sus dedos la palpitante extensión del menor y comenzó a masturbarlo, mientras besaba su cuello dejándole marcas rojas, bajo por su pecho y se encontró con su sensibles pezones los cuales no dudo en morder.

 

Saboreo cada centímetro de ese cuerpo tan lindo, todo en Naruto era perfecto, sintió que no podía mas, sus embestidas se hicieron mas violentas, procuraba llegar al clímax para dejar descansar a su dulce amor.

 

Sintió algo cálido resbalar de su vientre, miro discretamente pues Naruto se había corrido ya, una ultima estocada y el término dentro de ese cuerpo perfecto.

 

—¿Satisfecho Uchiha?—La voz del rubio sonó madura, fría, hasta dolorosa.

 

Alzo la vista para mirarlo, encontrándose, si con Naruto, pero este no parecía ser él, las marcas de su mejillas estaban tan marcadas, sus bellos zafiros eran rubíes y sus colmillos parecían los de un vampiro.  

 

—¿Qué?—Desconcertado noto que el rubio tenía el brazo lleno de yagas putrefactas, su rostro se demacraba hasta semejarse una calavera con pedazos de carne colgándole.

 

—Un ultimo beso…—Pidió ese horrendo ser que no era su Naruto.

 

Cerró los ojos fuerte frunciendo los labios por lo fuerte que los cerraba.

 

—Sasuke por favor despierta…—Pidió la preocupada voz de Itachi.

Al abrirlos, se dio cuenta de la situación, ambos estaban colgados desde el tercer piso del ayuntamiento y debajo un nutrido grupo de cadáveres vivientes alzaban las manos para alcanzarlos sin lograr rozarlos tan siguiera.

 

Notas finales:

Ojala les guste, no soy muy buena dibujando pero más o menos le doy.

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El dibujo lo pondre en otro momento... n.nU7 no lo tengo a la mano... 

Comenten por favor!!!!

Nos vemos pronto n.n/


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