El sonido de la chicharra se hizo presente, confirmando que las clases en la preparatoria Jushou, a donde Kamui asistía, ya habían concluido. El momento que él había estado esperando por fin había llegado, conocería al “maldito usurpador” como él lo llamaba, que sustituiría al capitán Shinousuke, a quién veía como a un padre ahora.
Kamui salió lo más pronto que pudo del instituto y fue corriendo al precinto a buscar noticias, en cuanto llegó subió corriendo las escaleras y abrió la puerta, sin embargo no notó nada anormal ahí.
Caminó extrañado por los pequeños y algo estrechos pasillos que se formaban entre módulo y módulo de trabajo, él se imaginaba encontrar mucho más movimiento, mejor dicho, un alboroto total.
Después de echar una mirada por ahí y por allá dio con Marín
- Ah, oye Marín
- ¿Mm? ¡Oh! ¡Kamui-san! Hoy llegaste temprano
- Hai, he estado un poco inquieto con lo del remplazo del capitán
- Ah, como ya te encariñaste con él ahora ya no quieres que se vaya, ¿verdad? –Le guiña un ojo traviesamente
- ¿¡Qué!? ¡No digas tonterías! –algo sonrojado voltea la mirada hacia otro lado
- Te vez muy lindo cuando te sonrojas –rie
- Ya…ya deja de decir esas cosas, y mejor explícame si hay noticias nuevas
- Mm, pues no…que yo sepa no…
- ¿Nada? ¿Aún no les dicen nada?
- Bueno, hace un rato que Shinousuke-sama recogió sus cosas, creo que no tardará mucho en llegar nuestro nuevo superior
- No, eso no, el no es mi superior…
- ¿Eh?
- El capitán de este lugar siempre será Shinousuke, nadie más, ese maldito usurpador solo ha venido a causar alboroto, jamás lo aceptaré como mi capitán
- Pero Kamui-san, lo quieras o no él será oficialmente el capitán…
- Pues me niego, haré todo lo posible, y hasta lo imposible por echar a ese sujeto de aquí
- No creo que tengas las suficientes influencias como para hacer algo así
- Lo lograré, ya lo verás, a penas pise este lugar le haré la vida de cuadritos
- Mm…te meterás en problemas…-suspirando
- No me importa, mis argumentos son válidos
- ¿argumentos?
- Shinousuke aun no llega a la edad como para jubilarse, y ha dirigido muy bien este lugar, no hay razón para que lo reemplacen
- Eso es cierto, pero yo pienso que si lo van a sustituir sus razones tendrán, ¿no crees? Los superiores no tomarían decisiones insensatas
- Supongo que tienes razón, pero aun así me parece injusto, no lo voy a aceptar… -Marín suspira fastidiada
- Hai, hai, como digas, pero si te metes en líos no me mires a mí, y no me digas que no te lo advertí…
- Si, no te preocupes por eso, el que estará en líos será ese tal ‘Sasami Shiratani’
- Mm…por cierto… ¿Cómo crees que sea él?
- Un viejo canoso y decrépito ¬_¬
- Lo dudo
- ¿Por qué?
- Es ilógico, ¿por qué echarían a Shinousuke-sama para darle el puesto a un hombre más viejo?
- Mm…no lo sé… ¿por experiencia?
- No lo creo, sería posible si este lugar hubiera dado problemas, pero hemos estado perfectamente bien organizados
- Mm…cada vez es más extraño
- Creo que será un hombre joven, por lo menos más joven que Shinousuke-sama
- Hm…
De pronto la conversación se vio interrumpida por el escándalo que se formó de pronto entre las personas presentes en el lugar, comenzaron a armar alboroto y a hablar entre ellos, de pronto uno de los policías, al parecer un sargento o algo así, habló
- ¡Basta ya! ¡Cálmense todos! –todos lo miran atentamente- ya sé que todos están consternados por el cambio de capitán, pero pronto llegará su nuevo superior y no puede encontrarnos con este desorden, ya está por llegar y necesito ORDEN
- Hai –contestan todos al mismo tiempo
En ese momento escucharon unos pasos seguidos de golpes en la puerta de entrada, todos tomaron posiciones en fila para recibir a su nuevo superior, salvo Kamui que se quedó recargado en la pared rebeldemente.
- ¡Azuki! ¿¡Se puede saber por qué no has tomado tu posición!? –preguntó evidentemente enojado el sargento que había hablado anteriormente
- Porque yo no acepto a ese maldito usurpador como mi superior –contesta el chico
- Hm…-molesto- haz lo que quieras, pero que ni se te ocurra ofenderlo, no puedes juzgar a alguien antes de conocerlo
- Hai…hai…-fastidiado
Una voz muy masculina se escuchó detrás de la puerta
- ¿Se puede?
Era al parecer la voz de un hombre maduro y orgulloso, de inmediato en la mente de todos se comenzaron a formar imágenes de cómo sería el hombre al escuchar esa voz tan varonil, lo que todos imaginaban era diferente, cada quien tenía una mentalidad distinta, sin embargo no podían demorar mucho en responder y un oficial se apresuro a responder
La puerta se abrió ante las miradas expectantes de todos los oficiales que se hallaban adentro, dejando ver poco a poco la silueta imponente de un hombre maduro, pero no viejo, vestido de un uniforme muy bonito, y de inmediato todos saludaron con sus manos en sus frentes como signo de respeto, el hombre procedió a hablar
- Les agradezco a todos sus signos de respeto, sin embargo no soy yo a quien deben respetar tanto. Es decir, creo que hay un malentendido aquí, ustedes han creído que soy yo su superior, el Capitán de este lugar, ¿cierto?
Todos miraron confundidos al hombre, y como si él entendiera las preguntas aún no formuladas en los ojos de todos los presentes, procedió a decir mirando hacia la puerta
- Shiratani-sama, ya puede pasar
Ahora sí, realmente el verdadero nuevo Capitán entraría por esa puerta. Todos, inclusive Kamui, miraban esperando el momento en que ÉL apareciera frente a todos.
No tuvieron que esperar mucho tiempo, poco a poco una silueta se hizo presente ocultando la luz que venía de fuera. Tal como un eclipse de sol, una hermosa figura apareció en el lugar, inundando todo el ambiente con su dulce presencia y aroma. Todos abrieron los ojos como platos… ¿¡Realmente él sería su nuevo superior!? ¡Pero si era un jovencito!
El joven parecía tener la misma habilidad de adivinar las preguntas en los ojos de todos los presentes, tal como el hombre que había entrado primero, ya que de inmediato procedió a hablar
- Hola a todos. Mi nombre es Sasami Shiratani, es un placer conocerlos a todos. Yo seré su nuevo superior, y tomaré el puesto que, lamentablemente, está dejando el señor Shinousuke-dono. Les ruego que nos llevemos bien, y tratemos de conocernos poco a poco. Sé que parezco realmente inofensivo, pero por favor, no se dejen guiar por las apariencias –sonríe cerrando sus bellos ojos grises, e inclinando su cabeza un poco, como consecuencia, su largo cabello blanco fluyó sobre sus hombros y asomó por detrás de su espalda, podría llegarle casi hasta la rodilla. Su apariencia cautivó a todos, bueno, CASI a todos, además de también poseer una voz serena, dulce y preciosa
- Capitán… ¡Por favor! –argumenta Kamui en tono desafiante, al tiempo que avanza hasta donde está el albino, quedando a un escaso metro de éste. Se puede ver molestia en el rostro del hombre que acompañaba a Sasami, sin embargo por alguna extraña razón, se quedó callado y sin moverse un milímetro- Tú no eres mi capitán. Veo que hasta ahora nadie está en contra tuya o de que asumas ese cargo, nadie excepto yo. No lo aceptaré jamás
- ¿Mm…? ¿Por qué te ves tan molesto? –contesta Sasami sin molestarse ni un poco, ni cambiar su expresión cálida y serena
- ¿¡QUE!? ¿¡Acaso no escuchaste nada de lo que te dije?! –algo más molesto
- No…-rie un poco- …eres tu el que no escuchó ni entendió nada de lo que yo dije…no me lo tomes a mal por favor…pero creo que no me escuchaste
- ¿¡Qué quieres decir con eso!? –aun muy enojado
- Soy Sasami Shiratani, su nuevo superior, nos guste o no. Mucho gusto en conocerte…amm…
- Kamui, Azuki Kamui, no olvides mi nombre, porque será el nombre de tu verdugo… y para mí no es ningún placer conocerte
- Estás bastante estresado, ¿no crees? ¿Por qué no te relajas un poco?, no es bueno adelantarse a las cosas antes de que sucedan
- ¿¡Te estás burlando de mí!? –agresivamente avanza un poco hasta quedar frente a él y lo toma de la muñeca bruscamente
- I…itai…-cierra los ojos por el dolor, pero no hace nada por quitarse de encima al chico
- ¡Shiratani-sama! –grita alarmado *y enojado* el hombre que acompaña al capitán, a punto de golpear a Kamui al ver que éste lastima al albino, pero Sasami le lanza una mirada dura, y el hombre retrocede intimidado- H-hm…entiendo…
- Azuk…digo…Verdugo-san –añade Sasami mientras mira al pelinegro, aun sin hacer nada por liberarse- Lo que haces realmente me duele, ¿podrías soltarme por favor? -sonriendo
- ¡Cállate! ¡Deja de burlarte de mí! ¡Voy a destrozarte el brazo! A ver si así desistes de arrebatarle el puesto a Shinousuke…Si de verdad estás TAN capacitado como sustituir a nuestro capitán, entonces quiero ver que te liberes –aprieta más la muñeca de Sasami, y éste gime un poco de dolor
- No…no sé por qué me odias tanto…-con los ojos entrecerrados- …pero si eso te deja tranquilo….a-adelante, puedes intentarlo
Ambos se quedan mirándose unos segundos, ante las miradas de todos. Sorprendentemente nadie interfirió. Entonces Kamui suelta la muñeca de Sasami y voltea para verlos a todos
- ¡Lo ven! ¡Este sujeto no pudo defenderse ni de alguien como yo! ¡Ni siquiera lo intentó! ¿¡De verdad creen, y aceptarán que un debilucho y cobarde como éste, sea quien los dirija a todos!? ¡El lugar entero se vendrá abajo! –los gritos de Kamui se vieron interrumpidos por una risita proveniente del albino, el chico voltea a ver sin disminuir para nada su enfado
- Lo siento, no me estaba burlando de ti –sobando su muñeca- es que…me parece muy gracioso…estas muy molesto sin razón alguna…y…de nuevo, no me lo tomes a mal pero…estas ciego…-sonriendo como si nada
Kamui no lograba entender para nada a ese sujeto, pero ya no podía estar más enojado… Sasami voltea a ver al hombre que lo acompaña, aparentemente su guardaespaldas, mientras éste lo mira preocupado
- Parece que tengo mucho trabajo que hacer… ¿verdad, Oswald-san?
- Así es, Shiratani-sama. Ahora veo la razón por la que estamos aquí…
- Hai…no cabe duda que los superiores están muy bien capacitados…y han tenido razón en enviarme aquí. Por lo menos me alegra contar contigo, Oswald-san –sonriendo como ángel, acción que hace sonrojar al aludido
- Pa…para mí es un placer estar a su lado, Shiratani-sama…-desviando la mirada nervioso, el albino solo se rió un poco
Kamui pareció enfurecerse aún más al notar que no era apoyado por nadie en el lugar, y comenzaba a desesperarse, ya que ese tal Sasami no parecía tomarle importancia a sus amenazas.
- Yo ya te lo advertí…si no te largas de aquí por tu voluntad haré que te arrepientas de haber venido aquí desde un principio –alegó Kamui para después salir dando un fuerte portazo.
Pasaron un par de semanas después. Kamui se sentía un poco deprimido, ya que debido a su rabieta no pudo despedirse bien de Shinousuke antes de que se fuera, sin embargo eso ya no podía cambiarlo, y aunque ya no estuviera igual de enfadado que ese día, seguía sin ceder a aceptar a Shiratani como su capitán.
A pesar de estar consciente de que Kamui lo despreciaba, Sasami no hacía más que sonreír al primero. Le sonreía, lo trataba amablemente y con toda la paciencia del mundo, mientras que el pelinegro se empeñaba en maltratar al pobre capitán, haciéndole todo tipo de cosas, tales como tirarle el café encima, empujarlo “por accidente”, golpearlo en la cara porque, según él “Una abeja quería picarte y yo solo te protegí”.
Al principio las maldades las hacía con toda la alevosía del mundo, descaradamente sin importarle ser obvio, pero conforme pasaba el tiempo todo lo que le hacía a Sasami se empezó a convertir en una manera de divertirse, haciendo parecer que eran accidentes “desafortunados”, aunque Sasami bien sabía que le hacía todo eso a propósito, pero por alguna razón, el no parecía molestarse ni un poco, a pesar de que en ocasiones las “bromas” de Kamui eran realmente hirientes.
En una ocasión, el pelinegro entró a la oficina de Sasami cuando él no estaba, y se oculto detrás de la puerta, de ese modo cuando el albino entró a la pieza, Kamui le echó encima un balde de agua helada, provocando que el lindo Capitán se enfermara de una fuerte fiebre y tuviera que faltar un día completo para permanecer en cama, ya que él decidió quedarse así como estaba, mojado, a pesar de la insistencia de muchos en que se fuera a cambiar. Todos los oficiales, que ya se habían acoplado bastante bien a su nuevo superior, reprendieron a Kamui, pero a él no le importó en lo absoluto, y añadió que había hecho eso precisamente con el fin de que el chico enfermara para así no verlo al menos por un día.
- Shiratani-sama…yo entiendo muy bien su forma de pensar, sus objetivos y la manera en que está sobrellevando la situación, pero realmente creo que está dejando a ese muchacho inmaduro pasarse de los límites… -decía Oswald, el guardaespaldas de Sasami a éste- además, yo pienso que debería dejar que por lo menos me quedara con usted…así no le sería tan fácil hacerle pasar malos ratos –Sasami rió tiernamente y miró a Oswald
- No te preocupes por mí, Oswald-san… tu mismo ya lo mencionaste, yo sabré sobrellevar todo lo que haga Azuki-san
- Pero….capitán….
- Ah, y no puedo dejar que te quedes a mi lado…ya te dije que no necesito protección. En primer lugar, porque me se defender solo, a mi manera, y eso deberías saberlo ya, y en segundo lugar, tengo suficiente protección con todos los oficiales, ¿no crees? –sonriendo
- Hmpf…está bien, confiaré en usted, pero si me necesita no dude en llamarme, vendré corriendo a ayudarlo… -el albino sonríe
Mientras tanto, un joven pelinegro y ojiazul se encontraba tras la puerta, había escuchado toda la conversación, y dijo en voz baja
- Claro…deja que tu guardaespaldas se vaya y confíate, eso será mejor para mí…Que tonto, no te das cuenta de que el mayor peligro está dentro de tu escuadrón de policías, y tiene un nombre y apellido: Azuki Kamui…
CONTINUARA…