Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MÍO por Orseth

[Reviews - 448]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

.

 

 

 

            -Ajá… por ejemplo, de manera voluntaria, no abría cantidad de oro que pudiese comprarme una noche con usted… los motivos por lo que hace esto son muy suyos y realmente tampoco me interesa saberlos, ya soy muy viejo como para perder el tiempo en esas cosas… prefiero aprovecharlo de otra manera.

            -Me doy perfecta cuenta de eso.

            -Sé, mi querido señor Potter, que nunca volveré a tener la oportunidad de volver a tenerlo de esta manera, así que pienso aprovechar cada momento.

            -Empieza a preocuparme.

            -Alguien que enfrentó al mago oscuro más poderoso de todos los tiempos desde que era un bebé no debería preocuparse.

            -Es curioso como todos toman como parámetro del peligro a Voldemort.

            -Pues sí, ahora que lo menciona creo que es un tanto injusto para usted; pero usted es quién es y no dejará de ser el niño que vivió hasta el último de sus días.

            -Sí, eso lo sé muy bien.

            -Bueno, sé que le dije que no debería tener miedo, pero debo advertirle señor Potter, que mis gustos son un tanto singulares.

            -¿Qué tan singulares?

            -mmm… digamos que si usted sobrevivió a Voldemort, puede sobrevivir a lo que sea.

            -¿Se supone que eso debe tranquilizarme?

            -Algo así… pero tranquilo, todo estará bajo control.

            -Gracias, lo tendré en cuenta.

            -¡Oh!... ¡oh!... –gimió el señor Oliver todo despatarrado en la cama.

            -Creo que el señor Oliver requiere de su atención.

            Harry dejó su copa y se dirigió a la cama en donde el viejo Oliver se había puesto en cuatro.

            -Estoy listo… estoy listo…

            Harry tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para no salir corriendo al ver aquellas nalgas escurridas dispuestas para él; miró su propio pene y vio que ya estaba flácido de nuevo; habiéndolo notado, el señor Thomas dijo:

            -Tengo una poción que sirve para esos inconvenientes… estoy consciente que con su juventud no la necesita, pero en estas circunstancias tal vez le sea de ayuda.

            -No gracias –respondio Harry comenzado a jalársela para ponerla erecta de nuevo, ya que no deseaba tomar nada extraño además del vino; cuando se sintió listo se acercó a Oliver y con una mano sujetándole la cadera y con la otra su propio miembro, se introdujo hasta el tope.

            -¡Oh!... ¡por Merlín, esta enorme!... ¡oh que delicia!

            Sin esperar, Harry comenzó a embestirlo sintiendo morir de asco, por lo que cerrando los ojos con fuerza siguió en lo suyo, hasta que Oliver dijo:

            -Es… espera… ahora quiero hacerlo boca arriba…

            -Mierda…

            Si no viéndole la cara era difícil, viéndosela iba a ser peor.

            -Ahora entiendo tu asco, Draco… -pensó mientras embestía a Oliver ya de frente- con razón imaginabas a tus amantes…

            -¡Oh…! ¡Mira Thomas…! ¡Estoy siendo cogido por Harry Potter, el niño que vivió!

            “Oh genial, un motivo más para odiar ese estúpido mote”

            Después de cogérselo de varias maneras, el señor Oliver lanzó un grito y se corrió quedando exhausto en la cama.

            -Ah… per-perfecto… este chico tiene… un cuerpo perfecto… muchacho, fue un gusto tenerte dentro de mi… -balbuceó ya mas dormido que despierto.

            -Con esto Oliver no despertará hasta mañana, él tomó una dosis de poción revitalizante, sino no hubiera aguantado toda la faena.

            -Entiendo… voy al baño.

            -Adelante.

 

___________________________________________________________________.

 

            En cuanto cerró la puerta del baño, Harry casi corrió a la bañera en donde una regadera con manguera estaba sujeta a la pared; se lavó el pene a conciencia y luego se secó con una de las esponjosas toallas que había ahí, y sin siquiera mirarse al espejo como hacía mucho ya no lo hacía, salió de ahí.

 

___________________________________________________________________.

 

            -Señor Potter… -dijo Thomas con dos copas en las manos- tome, vamos a la otra habitación.

            Harry tomó la copa y siguió al hombre a la habitación a la que habían entrado a cambiarse, siendo casi idéntica a la otra a excepción de diferentes cuadros muggles.

            -Es para no molestar al señor Tisdale.

            -Claro.

            -Bueno, creo que ahora es mi turno de reclamar su atención.

            -Eso parece –respondio automáticamente.

            -¿Podría acostarse en la cama y extender las extremidades por favor?

            -¿Va a atarme?

            -Si, pero obviamente tendremos una palabra de control, tranquilo.

            -Eso no estaba en el acuerdo.

            -Como tampoco estaba el que usted fuera tan poco participativo, pero ya ve, no infringe nuestro voto.

            Harry sonrió cansado, el viejo tenía razón, además ¿Qué más daba?

            -De acuerdo.

            cuando se acostó, unas delgadas cadenas con esposas aparecieron mágicamente ciñéndosele a las muñecas y tobillos formando una “X” humana.

            -Esta es mi habitación –dijo Thomas sentándose en la cama admirando el joven cuerpo desnudo- y la otra es la del señor Tisdale.

            -Ya veo.

            -¿Le parece que la palabra “sirena” sea la palabra de control?

            -Me da igual.

            -Bien, imagino que ya sabe cómo funciona esto.

            -Si, cuando ya no quiera seguir debo pronunciarla… ¿vale que la diga ahora?

            El señor Thomas no pudo evitar reír ante el comentario de Harry, quien simplemente se encogió de hombros diciendo:

            -No estaba de mas intentarlo ¿no?

            -Ah mi querido muchacho… -exclamo aun riendo- es una verdadera lástima que yo no tenga cuarenta años menos para saber cómo es usted realmente en estas situaciones.

            -No le gustaría tanto, créame, se lo vuelvo a repetir… usted me sobrestima.

            -Puede ser, pero mientras tanto… -el señor Thomas se sentó en la cama y comenzó a acariciar el pecho y el vientre plano hasta llegar a la mata de rizos negros y luego al pene; jugueteó con él un rato y luego se levantó, fue por algo que Harry vio hasta que estuvo sentado de nuevo en la cama.

            -¿Una vela?

            -Una vela, mi joven amigo… -respondio encendiéndola.

            -Verterá la cera derretida en mí.

            -Ajá… ¿lo ha hecho antes?

            -No.

            -Es delicioso, yo solía hacerlo en mi  juventud, ahora ya no lo resistiría, pero amo hacérselo a otros.

            -Entiendo…

            Sin esperar más, el señor Thomas comenzó a dejar caer ardientes gotas de cera roja sobre el pecho de Harry, quien solo apretaba los labios ante el beso de la cera caliente. Y después del pecho, fue el vientre, los muslos y el resto de las largas piernas..

            -¿Todo bien, señor Potter?

            -Si…

            -Bien, le quitare las ataduras para que se ponga boca abajo.

            Obedeciendo, Harry se puso bocabajo extendiendo las manos y las piernas otra vez.

            -Me encanta su actitud sumisa… vamos muy bien, señor Potter.

            Y Harry volvió a apretar los labios al sentir la cera en la espalda, los glúteos y las piernas… después los labios del viejo quitar cada  gota adherida a su piel, llenándola de besos y lamidas… y un sobresalto al sentirlo montarse en él ya desnudo.

            -Delicioso muchacho…

            Harry sintió el pene del viejo entre sus nalgas y sus manos recorrer su espalda.

            -Eres hermoso… -mascullo inclinándose y besando la lastimada piel.

            Soportó sin queja alguna la irritación de su piel, hasta que quedó limpia de nuevo tanto de atrás como de enfrente.

            -¡Bravo señor Potter!... –exclamó el viejo Thomas habiéndose levantado y quitado la cera también por enfrente de Harry- soporto todo con estoicismo… veamos si lo sigue haciendo con lo que sigue.

Lo siguiente fue una animada sesión de fuetazos… así, acostado, para después hacer lo mismo bocabajo; con cada golpe Harry cerraba los ojos y apretaba la mandíbula… sintiendo cada unos de ellos como si fueran tres golpes en uno debido a la sensibilidad de su piel… siempre en silencio.

            -¡Vaya!... –exclamó el viejo Thomas fuete en mano- por lo general mis chicos ya piden clemencia en esta etapa, sino en serio pues tienen la palabra de control, al menos para desfogar el dolor y el estrés que esto les causa… usted tiene un amplio margen de dolor, mi amigo.

            -Des-después de… haber experimentado varios Cruciatus de mano de Voldemort… ¿Qué es-esperaba?

            -Woow eso sí que es impresionante.

            -Además esto no es nada, creí que iba a impresionarme –dijo de repente sorprendiendo al anciano.

            -¡Vaya!... ¿así que esto no le impresiona?... mmm deberé sacar más cosas de mi repertorio –dijo el hombre alejándose.

            ¿Qué sucedía? ¿Por qué había dicho eso? ¿acaso estaba disfrutando?... por supuesto que no, era simplemente que todo ese dolor lo sentía un justo castigo de la vida, algo que tenia por demás merecido y algo que iba a enfrentar hasta las últimas consecuencias.

            -Veamos… -dijo el señor Thomas regresando con varios utensilios que comenzó a usar en Harry hasta hacerlo prácticamente desfallecer.

 

______________________________________________________________________.

           

            -¿Señor Potter?... ¿está usted consiente aun?

            -S-si… -respondio Harry en el suelo- aun estoy aquí.

            -Me excita sobremanera ver a una persona desnuda, retorcerse de dolor cuando este dolor es aceptado voluntariamente… en particular si es un joven hermoso, para ver en todo su esplendor su cuerpo.

            -Es-espero que… yo… haya… estado a la altura… -dijo jadeando.

            -La verdad es que sobrepaso mis expectativas… -respondio Thomas inclinándose y acariciándole una nalga- con pocos he llegado hasta este extremo…  y usted ni siquiera ha gritado aunque es obvio que le duele… ¿no piensa decir la palabra de seguridad? Vaya, no es que quiera que la diga, yo estoy divirtiéndome como hacía mucho no lo hacía, créame.

            -Yo tolero lo… lo que… sea… ¿acaso no soy… el niño que vivió? –exclamó mirándolo sonriente.

            Thomas lo miró a punto del desmayo, pero muy en el fondo sabia que el chico se mantendría consciente por pura fuerza de voluntad, y aunque en verdad deseaba seguir con el juego, sabía que él mismo no aguantaría  mucho y que no podía arriesgarse a tomar otra dosis de poción revitalizadora a riesgo de sufrir un infarto.

            -Lo dicho… -pensó con algo de pesar- si yo tuviera cuarenta años menos…

            -¿Qué sigue?...

            -Sigue, mi querido señor Potter, lo que llevo soñando toda la semana… ¿¡qué digo?! ¡Años!...

            Harry cerró los ojos sabiendo a que se refería el viejo, quien tomándolo de los cabellos lo insto a ponerse de pie.

            -A la cama… y ponte en cuatro, como la perra que eres… -exclamó tuteándolo por primera vez.

            Harry obedeció para sentir casi al instante las manos del viejo en sus caderas y luego en sus nalgas.

            -Hermosas… -dijo acariciándolas- y solo para mí… -añadió tomando su pene y dirigiéndolo a la tierna entrada.

            Harry supo lo que pasaría y solo cerró los ojos y estrujo la colcha.

            -¡mmm!... –jadeo al ser penetrado bruscamente.

            -Vaya… ni así lo hice gritar… -exclamo Thomas comenzando a embestirlo duramente.

            Por espacio de cinco minutos, porque el viejo tampoco daba para más, lo penetró una y otra vez para después hacerlo acostarse boca arriba.

            -¿Quién iba a imaginar que Harry Potter abriría las piernas para mí?

            -Como una puta… -musitó con los ojos cerrados.

            -Exacto… como una puta… -dijo clavándose de nuevo.

            Thomas sabía que no aguantaría mucho tiempo, pero no deseaba detenerse… el solo hecho de ver el bello rostro, con mechones de cabello negro pegado a su frente por el sudor, hacía que quisiera romperlo por dentro para llenarse de él; sin embargo su poción ya pronto seria asimilada y no tendría fuerzas ni para ponerse de pie, así que sin más tuvo que dejar ir su orgasmo corriéndose dentro de Harry.

            -¡Ah!... –gritó dejándose caer encima del moreno.

            Harry no se movió, simplemente se quedo quieto con el viejo aun dentro de él.

            -Disculpe… -dijo el señor Thomas levantándose.

            Harry se quedó desparramado, demasiado agotado para siquiera cubrirse, por lo que solo respiro profundo unos momentos y después se sentó.

            -Se-señor Potter… -dijo Thomas tumbado a un lado de él- puede quedarse a des-descansar si lo desea… el trato por una noche terminó…

            -No, debo irme… -respondio levantándose.

            -La llave lo… llevara de regreso.

            Thomas lo vio arrastrar los pies hasta la puerta, en donde salió sin decir más.

 

_______________________________________________________________________.

 

            Cuando apareció en su habitación, totalmente desnudo pues la ropa de esa noche no volvería a su armario jamás, dio un par de pasos y se dejo caer en la cama.

 

_______________________________________________________________________.

 

            -¡Harry!... ¿¡Harry estás ahí?!... ¡oh!... –chilló Hermione al entrar abruptamente a la habitación encontrándolo acostado bocabajo- ¡Ay por Dios! –gimio cerrando los ojos.

            -mmm… estoy bien… -masculló Harry moviéndose de la cama perezosamente haciendo que ella se diera la vuelta sonrojada.

            -¡Yo…! ¡Lo siento, creí que…!

            -Nada a pasado… -dijo Harry dándose cuenta de que gracias a la penumbra no se podía ver su piel lastimada, aunque si su desnudez.

            -Si, ya lo veo… eee… te espero abajo para desayunar…

            -No tengo hambre, gracias.

            -Harry…

            -De acuerdo, de acuerdo… pero tardaré como una hora.

            -Puedo esperar –dijo saliendo de prisa.

            Se dejó caer en la cama otra vez sintiendo un terrible dolor de cabeza, luego miró el reloj y vio que eran las 8:00 am.

            -¿Desayunar a las 8:00 am el sábado?... ¿desde qué hora estás despierta, Hermione?

            Tardo un rato mas acostado y luego se levanto a bañar; ya en la ducha duró también un buen rato, con el agua caliente relajando su adolorido cuerpo, luego se vistió con ropa deportiva y bajo encontrándola en la cocina.

            -Hola.

            -Hola Harry –respondio apenada.

            -Siento que me hayas visto en cueros, la verdad no te oí tocar, estaba perdido.

            -No te preocupes ¿quieres huevos fritos o hot cakes?

            “Nada… no quiero nada”

            -Hot cakes –respondio sabiendo que si no comía, Hermione se preocuparía mas- ¿tienes una aspirina?

            -Claro, espera.

            Rato después desayunaban en silencio, hasta que Hermione decidió romperlo.

            -¿Y qué haremos este día? –preguntó ella dándolo un sorbo a su jugo de toronja.

            -Yo dormir, tú no sé.

            -¿mmm?

            -Hermione… -dijo el cortando un trozo de hot cake- tu vida no tiene que girar a mi alrededor, sé que tu pasatiempo favorito es ir al mercado de pulgas a ver qué libro interesante logras encontrar; por mí no tienes que cambiar tus hábitos.

            -Pero…

            -Tampoco eres mi niñera, ni mi enfermera, ni mi psicomaga; entiendo tu preocupación pero no puedes estar sobre mí todo el tiempo.

            Hermione se quedó callada sintiéndose dolida y a la vez impotente… ¿impotente de qué?... de no poder ayudar a Harry de otra manera, la que fuera; pero al mismo tiempo sabía que Harry tenía razón.

            -Perdóname si te lastiman mis palabras, créeme que eso es lo que menos quiero; eres mi amiga y te quiero y has salvado mi vida no solo esta vez, sino muchas otras, pero estoy bien, no puedes estarme vigilando las veinticuatro horas del día; y si quiero dormir es solo porque como te diste cuenta cuando entraste a la habitación, no dormí en toda la noche.  

            -Oh… bueno… lamento eso y lamento también asfixiarte con tanta atención –respondio pinchando la yema de su huevo con excesiva fuerza.

            -Agradezco todo lo que has hecho por mí, lo juro; pero creo que es tiempo de que regrese a mi casa.

            -¡No!... yo creo que aun no es momento –exclamó presurosa arrepintiéndose de su actitud.

            -Tranquila Mione –dijo él sonriéndole al tiempo que ponía su mano en la de ella- estoy bien, en serio… ya me has ayudado lo suficiente, además tengo muchas cosas que hacer como ir al trabajo y arreglar papeleo.

            Ella suspiró sabiendo que era verdad, que no podía vigilarlo todo el tiempo, cada día, cada hora ni cada minuto; sabia que el único responsable de Harry era él mismo, sin embargo…

            -Harry, lo que sucedió en tu casa…

            -Es asunto olvidado, yo…

            -No, no lo es –interrumpió firme- no he tocado ese asunto contigo porque sé que es un tema escabroso que puede caerte muy mal, pero necesitas ayuda ¿Cuándo demonios piensas pedirla?

 

.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).