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MÍO por Orseth

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            -Nick, debo irme, tengo algo que…

            -No la jodas Harry, hace mucho que no convivimos viejo, es mi despedida ¿vas a botarnos en mi despedida? –interrumpió Nick pasándole el brazo por los hombros.

            -No es que quiera, pero…

            -Ven a divertirte, ya casi llegan las chicas.

            No quería parecer un aguafiestas ni un amargado, así que exhaló un suspiro y puso una de sus mejores y ensayadas sonrisas.

            -De acuerdo.

            Media hora después llegaron las chicas y el ambiente se animó; siendo las 10:00 pm, el baile ardiente de una chica en tubo animaba las palmas de los hombres que aplaudían entusiasmados.

            -Varias chicas ya te hicieron un baile, Harry ¿y aun no eliges a ninguna? –dijo Nick.

            -Estoy cansado, eso es todo.

            Una chica castaña se plantó frente a Harry y comenzó  a contonearse sensualmente mientras Nick, Tobías y Steve comenzaron a cuchichear.

            -No parece que se divierta –dijo Tobías- ¿Cómo le hacemos para que se anime?

            -Traigamos a Malfoy –dijo Nick animado ya con varias copas encima, al igual que los demás.

            -¿Por qué tanta alharaca con eso? Yo no creo que sea tan celoso –dijo Steve- nos vio platicando en la cocina y no dijo nada.

            -¿Qué?

            -¿Cuándo?

            -¿cómo cuando, Nick? Pues ayer… ¿recuerdas que fui por hielos y me tardé? Bueno, fue porque estaba platicando con Draco en la cocina.

            Tobías y Nick se miraron entre sí haciendo sospechar a Steve.

            -¿Qué? –preguntó suspicaz.

            -¿Qué tal si lo ponemos celoso? –dijo Nick cuidándose de no ser oído por Harry, quien francamente se hallaba muy ocupado mirando las tetas de la chica que prácticamente se las ponía de bufanda.

            Steve sonrió divertido a la vez que su hermano y el otro auror conspirando como niños.

            -Pues yo creo que exageran.

            -¿Eso crees? –Dijo Nick- ¿Por qué no lo comprobamos?

            Steve ya también estaba bien servido, por lo que sonriendo a los otros dos dijo:

            -Bien, pero que conste que yo no soy marica y tú lo sabes ¿eh Nick?

            -Avalo eso –respondio el interpelado alzando las palmas.

            Cuando la chica terminó sin lograr más que una arrolladora sonrisa del Niño que vivió y un guiño de esos ojazos verdes, se retiró de ahí.

            -¿Otra copa Harry? –preguntó Nick.

            -Aun no termino esta, gracias –respondio señalando su tercer vaso de agua mineral.

            -Aun es temprano ¿Por qué no vas por Draco? Estoy seguro que la pasaría bien –dijo Steve muy sonriente.

            Harry sonrió mientras daba un sorbo a su trago  sin percatarse de las miradas de sus amigos.

            -De hecho, ya casi me voy –dijo sin mostrar ningún tipo de molestia.

            -Oh vamos Harry, se armaría buena la fiesta.

            -¿Crees que no esta buena? –respondio señalando a su alrededor- ¿Qué necesitas para que este buena, un centauro cogiendo con una banshee en la pista central?

            -No estaría mal, nunca he visto ninguna de esas cosas.

            -Pues tienes suerte.

            -Suerte sería tener a tu rubio departiendo con nosotros.

            Harry sonrió sabiendo a donde se dirigía al asunto y deseó salir de ahí; pero la voz de Emily resonó en su cabeza haciéndolo quedarse en su asiento.

            “Somos personas Harry, no objetos, tú no posees a Draco Malfoy, ese sentimiento de posesión es algo que tú puedes  manejar, no es algo que pueda ni deba manejarte a ti, recuerda, eres libre de esos sentimientos, tú tienes el control”.

            -¿No te bastan las chicas hermosas que hay aquí?... no creí que tuvieras esas preferencias.

            -eee… bueno… -respondio un poco descolocado viéndose confrontado tan directamente en ese asunto.

            -Parece que a ti no te gustó ninguna, Harry –intervino Nick para salvar a su hermano.

            -La despedida es para ti, no para mí.

            -Bueno, pero el buffet es para todos.

            -Y sería un buffet más nutrido si hubieses traído a Draco –dijo Steve recuperando el control y más animado por las copas- no tengo esas preferencias pero nunca es tarde para experimentar ¿no crees?

            No sabía si golpear al tipo o salir de ahí, sin embargo supo que esa era una magnífica oportunidad de poner a prueba su avance en sus terapias, así que simplemente se levantó de hombros diciendo:

            -Es tu culo, tú sabes a quien se lo das.

            Esa respuesta dejo callado a Steve mientras Harry se ponía de pie y se dirigía a la barra.

            -¿Otra mineral? –pregunto el barman.

            -Si –dijo metiendo la mano a su bolsillo para sacar sus píldoras- con una estará bien… no, con dos.

            Sabía que aun no era hora de sus medicamentos y mucho menos que debiera tomar dos, pero en verdad necesitaba algo de ayuda para controlar su temperamento.

            Cuando regresó con los demás, todos seguían riendo muy quitados de la pena.

            -No debo huir… -pensó sentándose- debo confrontar esta situación… situaciones como esta habrá muchas, debo aprender a lidiar con ellas.

            -¿Entonces si? –preguntó Steve.

            -¿Sí, qué?

            -Oh vamos viejo, la noche es joven y hoy hay permiso de todo.

            -Ajá, si es necesario después nos aplicamos un Obliviate a todos –dijo Nick riendo.

            -¿Nos aplicamos? –Repitió Harry- ¿ya también quieres al centauro y a la banshee?

            -¿Por qué no? dentro de unos días deberé ser un hombre bien portado, hoy le digo adiós a todos los excesos.

            -No sé, tal vez después podamos armar una fiesta más privada, si eso prefieres podemos ir a tu casa –dijo Steve antes de dar un sorbo a su cerveza.

            -A mi casa, claro… -repitió sonriente entre dientes.

            “Deseas algo propio porque nunca lo tuviste Harry… -había dicho Emily- pero si analizas tu vida, ahora ya tienes la opción de hacer las cosas a tu manera, a saber actuar con inteligencia y libertad, no como cuando eras niño y solo podías hacer lo que tus tíos te ordenaban.”

            -Soy libre y prudente… -pensó mirando su vaso de agua mineral con la rodajita de limón flotando entre los hielos.

            -Solo iríamos nosotros, claro –exclamó Tobías ya con el rostro colorado.

            -¿Y tu porque? –Preguntó Harry- tu ni con la banshee podrías tener acción esta noche, a menos claro que le pagaras a alguna de estas putas, porque por amor al arte mmm… al menos no contigo, te lo aseguro.

            La risa se borró del rostro del auror; reacción contraria a los otros dos, que se carcajearon de lo dicho por Harry.

            -Yo no sabía del convenio que hiciste con el ministerio –dijo Steve ya un poco más calmado- oye, que genial; ojala eso se pudiera hacer en el mundo muggle.

            Oír eso hizo sentir a Harry como un verdadero dictador, como alguien que impone una tendencia popular, pero por demás horrible; sin embargo no iba a discutir ese asunto con un trío de borrachos.

            -Aunque Draco te fue dado a ti, no creo que haya problemas con el ministerio de que alguien más lo use ¿o sí?

            De que alguien más lo use…

            Harry apretó los dientes y se levantó de golpe para dirigirse directamente a la barra.

            -¿Otra mineral?

            -No, dame un vodka, no… mejor un whisky de fuego.

            El barman alzó ambas cejas cuando al darle el trago a Harry, éste se lo zampara de un tirón.

            -Dame otro.

            -¿Seguro?... –de acuerdo –exclamó al recibir ojos de pistola.

            -Oye, como que ya se molestó  ¿no? –dijo Steve viéndolo desde su lugar.

            -Si, creo que si –respondio Nick.

            -Pero no suelta prenda, el muy hijo de puta –dijo Tobías enfurruñado.

            -Tú te enojaste porque te puso en evidencia –dijo Nick riéndose de su compañero.

            -Cállate.

            -¿De qué hablan por aquí? Parecen muy divertidos –dijo Bob, otro auror que llego al grupo con su copa en la mano.

            -De Harry y Draco Malfoy –respondio Tobías.

 

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            -No es una cosa para que lo usen… -pensó mientras      regresaba al grupo copa en mano.

           “A menos que seas tú quien lo use” dijo una vocecita en su cabeza.

           -Ya cállate –masculló poniéndose una  mano en la cabeza.

           -¿Te sientes bien? –preguntó Bob al verlo llegar.

           -Si…

           -¿Así que hablaban de tu perra, Harry? ¿Qué tal te lo montas? Nunca hablas de eso.

           Los demás se le quedaron mirando con tremendos ojos al oír a Bob preguntar tal cosa con tal frescura como si hablara del clima.

           -Nosotros abordando el tema poco a poco y viene este imbécil con la delicadeza de un hipopótamo –pensó Nick viendo ahora  a Harry para ver su reacción.

           -Si no hablo de eso es porque no se me da la puta gana ¿y?

           -¡Uy tranquilo, yo  solo decía!

           -Pues deberías de compartir –dijo Steve ya muy metido en el asunto de divertirse a costillas de Harry- y no solo hablo de información.

           Todos comenzaron a reír de nuevo mientras Harry contaba hasta diez para después solo resoplar y tomarse su whisky.

           -Así que no dices nada… -pensó Steve- ya veremos… pues yo insisto en que la pasaríamos bien –dijo tomando un sorbo de su cerveza- al menos eso fue lo que dijo él.

          Los ojos de Harry estaban fijos en su vaso, y así se quedaron sin siquiera mover una pestaña, por lo que Steve continuo hablando.

          -No seas aguafiestas Harry, yo soy buen conversador y también hago muy bien otras cosas, él no se aburriría conmigo.

           Harry hizo un sonido, un ruidito que pareció una risa o una burla.

           -¿Qué no me crees?... hagamos la prueba y veras.

           -No tengo necesidad –respondio alzándose de hombros mientras el tipo aquel le purgaba cada vez más el hígado.

           -mmm… yo creo que no quieres porque saldrías perdiendo.

           Todos guardaban silencio mirando a uno y a otro en sus respectivas respuestas, ese show estaba mejor que el de las fulanas en cueros.

          -¿No lo sabes? –Dijo entonces fijando sus ojos verdes en él- yo nunca pierdo.

          Por un mínimo instante Steve creyó ver a otra persona en el tranquilo chico de gafas, pero su ebriedad decidió pasarlo por alto.

          -Dime de qué presumes y te diré de qué careces –respondió entonces Steve.

           Harry sonrió viendo la clara provocación, sin embargo su mantra terapéutico sosegaba su cabeza.

           “Soy libre y tengo el control”

           -Cuando me lo encontré en la cocina parecía muy aburrido y dijo que sí, que nunca lo sacas… se animó mucho en el ratito que estuve con él.

           “Soy libre y tengo el… ¿Qué?”

           -Anda Harry, no seas egoísta… se mostró muy interesado cuando le hablé de la fiesta, dijo que se moría de ganas por salir de esa aburrida casa.

           “Soy libre… y… y…”

           -Dijo que yo le caí muy bien.

           -No es cierto… -dijo finalmente.

           -¿Por qué no? yo suelo caer bien… ¿a ti no te caigo bien?... no estarás celoso ¿cierto?

           -Claro que no, no habría porque.

           -Pues qué bien, porque me dan unas ganas locas de cogérmelo duro y bonito.

            El mismo Nick miró sorprendido a su hermano, pues el juego estaba tornándose demasiado provocador.

            Aspirando aire por la nariz y expulsándolo lentamente por la boca, Harry se giró y pidió un whisky más que un compañero le acercó solícito; ya en su mano lo apuró para intentar calmar el calor abrazador que en un instante se le había subido a la cabeza.

            -Y es que con esa ropa que se cargaba, pedía a gritos ser montado por quien fuera; oye debería ser un crimen vestirse así… con ese culo tan carnosito que él se cargaba de mostrarme a cada instante…

             La botella de cerveza que tenía en su mano estalló de repente haciéndole un pequeño corte.

             -¿¡Que carajos?!... –exclamó sorprendido agitando la mano- ¡ups! ¡Creo que tengo más fuerza de la que creo! –añadió riendo.

             Los que ya no reían eran los demás, Nick miró a su hermano y con rostro sonriente de nuevo en cuestión de segundos, dijo:

             -Steve, mira, esa chica de allá está muy buena ¿no quieres que te haga un baile en la mesa?

             -Si, recuerda que es la despedida de soltero de tu hermano- exclamó Tobías un poco pálido a pesar de su embriaguez.

             -No quiero que te sientas desplazado Harry… -continuó Steve sin hacer caso a su hermano- ni que parezca que no atiendes bien a Draco, ya sabes… en cuestión de cama, pero por su forma de comportarse parecía bastante urgidito ¿eh?

             -Steve, suficiente –dijo Nick haciendo señas de que alguien fuera por alguna chica.

             -Oh vamos Nick, tú lo viste cuando llegamos  a su casa, ahí estaba el chico acostado, vestido así ¿no es obvio?

             -Steve…

             -En la cocina prácticamente se me ofreció…

             -No es verdad –mascullo Harry entre dientes.

             -Sí que lo es amigo.

             -Steve, basta…

             -No quiero que te enojes con él –continuo Steve sin siquiera oír a Nick- pero ¿Por qué crees que estábamos tan sonrientes cuando llegaste? Pues porque pude comprobar de primera mano… -añadió alzando ambas manos- que bueno estaba ese par de nalgas.

             Todo sucedió tan rápido que nadie pudo hacer nada cuando de repente Steve salió volando hacia atrás, como empujado por una fuerza invisible que lo estrelló contra los espejos que adornaban la pared haciéndolos añicos, ni supieron como Harry en un par de zancadas o saltos o quien sabe cómo, llegó hasta él y comenzó a molerlo a golpes.

             -¡No, déjalo! ¡Harry!

             El mitote se armó entre los que intentaban quitarle de encima a Harry, quien parecía transformado en un verdadero perro de pelea, del tipo que se les traba la mandíbula sobre su presa sin que poder humano logre zafarlos.

             Nick y los que estaban sobre ellos intentando separarlos se preguntaban de dónde demonios sacaba Harry esas fuerzas para seguir tundiendo al chico a pesar de todos los brazos que lo rodeaban e intentaban jalarlo; pero Harry no oía razones, de hecho no escuchaba nada, un zumbido ensordecía sus oídos y su visión se había tornado roja; no oía nada, no veía nada más que a su objetivo, al idiota aquel que se retorcía bajo sus puños; solo sentía ira, una ira abrumadora que solo sentía alivio al estrellar sus puños en aquel rostro, o en el cuerpo o donde se pudiera.

             Cuando al fin lograron arrancárselo, el pobre Steve estaba inconsciente y bañado en sangre.

             -¡Basta, tranquilízate idiota! –Gritó Nick al verlo forcejear para soltarse- ¡Harry reacciona! –dijo dándole un puñetazo que pareció cumplir con su objetivo.

            -¡Suéltenme idiotas! –gritó logrando zafarse viendo como Nick se ponía en guardia frente a su hermano; pero Harry ya no tenía interés en el chico noqueado.

           -No… -masculló viendo al chico tirado siendo atendido por varios aurores- no eres tú… quien me debe una explicación…

           Y dando vuelta salió de ahí empujando  a todos a su paso.

 

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No supo como lo logró, el caso es que salió por su chimenea dando tumbos, sentía su cabeza retumbar y dar vueltas mientras se dirigía a las escaleras, se sujetó del barandal pues todo se movía; llegó  a su habitación o mejor dicho, a la que antes era su habitación y ahora era la de Draco y sin siquiera tomarse la molestia de tocar, simplemente le dio una parada que le hizo apretar los dientes de dolor, pero que sin embargo no logró su objetivo, así que se preparó para patear de nuevo.

 

__________________________________________________________________________.

 

Un ruido espantoso lo hizo despertar y sentarse de golpe en la cama en medio de la oscuridad de su habitación.

-¿Qué demonios…? –exclamó encendiendo la lámpara del buró a toda prisa.

Saltó entre horrorizado y espantado al ver su puerta abrirse de golpe en lo que al parecer fue una patada de… ¿Harry?

-¡Harry! –exclamó sin bajarse de la cama al verlo quedarse parado en el marco- ¿¡qué diablos pasa, porque pateas mi puerta?!

Pero Harry no respondio…

 

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Notas finales:

ES TODO X HOY, NOS LEEMOS DENTRO DE POCO, BESOS!!!


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