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World Of Darkness por Maxianime

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Notas del capitulo:

 

Hola a todos los lectores…se q lo lean varios porque el fic lleva mas de 200 leídas, por mas que solo una persona me deja rewiebs.

Disculpen la demora con la actualización, estoy preparando lo que seria el verdadero primer capitulo del fic, ya que todo lo que he publicado son solo introducciones para que sepan quienes son algunos delos personajes, espero que entren mas rewiebs de ahora en mas…espero.

Mis felicitaciones a vegenisennawa, has ganado un fic de tu pareja favorita y el genero que mas te guste, gracias por participar y subirme los ánimos.

 

El príncipe Cálido

La que se había acumulado tras la ultima nevaba le llegaba a cubrir hasta casi  hasta las rodillas de caballo donde iba, pero el se mantenía firme y paso lento se dirigía  hasta su cabaña llevando mucha leña que acababa de encargarse de conseguir, algunos peces, una mantas que llevaba en su espalda que acababa de cambiar en el pueblo mas cercano por un venado que cazo durante la tarde, en su mano derecha tenia medicinas varias que consiguió de un viejo curandero y en su mano izquierda llevaba colgando de una débil cuerda algunos recipientes con agua de rio.

Cuando llego, ato al caballo a un poste que había en la puerta, entro a su pequeño hogar, una choza de tan solo una habitación, con un baño en la parte de atrás, pocos muebles rodeaban el lugar, una cama de una sola plaza, una pequeña mesa de noche donde descansaban vendas y demás medicamentos, una mesa y una silla en medio de la habitación, mientras en la fogata una hoya de agua hervía.

-Volví- dijo anunciándose, sin recibir respuesta alguna por aquel que descansaba en la cama de la habitación.

Dejo caer todo lo que traía en el frio suelo, para luego comenzar a ordenarlo, llevo los medicamentos hasta la pequeña mesa de luz, coloco la frazada en la cama, quito la hoya de agua hirviente del fuego para poner otra con el agua que acababa de traer. Llevo la silla hasta cerca de l la cama y luego se sentó para despertar con pequeños movimientos en el brazo a aquel que dormía plácidamente o al menos eso parecía.

-Hora de despertar príncipe azul-le susurro.

-No quiero- dijo con enojo- no quiero mas medicación, no quiero, siento mucho dolor cada vez que me cambias de vendajes, cada vez que me ponen medicina, es mucho para mi, por favor apiádate de mi, hermano- dijo entre sollozos.

-Lo que hago es por tu bien, Syd, no quiero lastimarte, además ya estas sanando ¿Qué mas esperas?- le dijo con dulzura- pronto comenzaras a correr de nuevo por los campos de Asgard, volverás a caminar,  anda,  pude conseguirte una nueva cobija para que no tengas fríos, pesque algunos peces para que comas algo mas solido y te bañare en agua tibia para que puedas sentirte mas fresco ¿Qué dices? ¿Aceptarias que te sane de nuevo hoy?

-No soporto el dolor…Bud- dijo comenzando a sollozar mas audiblemente.

-No llores, príncipe, si para mañana ya puedes caminar, te llevare a correr por el bosque, Hilda me ha obsequiado uno de sus caballos para que pueda movilizarme, sabe que te estoy cuidando y no quiere escatimar en cuidados para ti…

-Entonces ¿Por qué no me llevas hasta el palacio?- dijo sentándose en la cama mirando con enojo a su par, quien con lentitud lo volvió a recostar- ¿Por qué? ¿Por qué no me llevas al palacio si Hilda quiere que me recupere? Dímelo Bud, ¿Por qué debo estar aquí?

-Porque yo te estoy cuidando- respondió mientras le ponía la cobija con suavidad-  es un largo camino hasta el palacio, en tu estado no resistirías ni medio camino Syd, créeme, si tu condición fuera mas optima y el clima nos perdonara dos días al menos, yo te llevaría ante Hilda, pero cada día por medio una fuerte nevada a azotado la región donde nos encontramos ¿Qué quieres que haga entonces? Si hoy mismo, que hay un buen tiempo, te llevará al palacio en el caballo, tardaríamos dos días en llegar y con el clima que tenemos a mitad de camino tendría que volverme, exponiéndote a que agraves tu situación.

-De todas maneras, cada vez que me cambias los vendajes, cada vez que me pones medicación- reprocho comenzando a soltar lagrimas mientras su par con delicadeza se las fue secando- es mucho dolor…

-Lo se, pero así tiene que ser ¿crees que me gusta verte sufrir cada vez que te cambio los vendajes? No me gusta, lo detesto, porque llorar inconsolable y lo único que puedo hacer es continuar con la rutina- dijo sonriéndole.

-No quiero, no quiero- volvió a decir con tristeza, pero estaba demasiado débil como para oponer resistencia- No quiero.

Bud pasó con delicadeza su mano por las mejillas de su hermano secando las lágrimas que se mantenían como un torrente en el rostro de su hermano, lo sentó en la cama para comenzar con aquel tortuoso trato para Mizar, necesario según Alcor, para curar aquellas heridas que a pesar del tiempo parecían no sanar. El cuerpo de Syd estaba repleto de vendajes, algunos de un color verdoso, otros con una mezcla de rojo y los últimos eran totalmente de un rojo fuerte, anunciando a Alcor que estas heridas no estaban sanando debidamente, saca cada venda con sumo cuidado, esperando no dañar mas el cuerpo de su hermano, dejando a la vista cada herida, algunas ya sanadas y otros en proceso de sanación.

-Las heridas mas externas ya han sanado- anuncio sonriendo mientras le acariciaba en aquellas zonas donde su cuerpo se encontraba sano- solo quedan heridas un poco mas profundas, pero muy pronto se irán y solo quedaran cicatrices que yo me encargare de hacer desaparecer, ahora no sentirás tanto dolor Syd.

Alcor empapo una esponja con el agua que había hecho calentar y que se encontraba hirviendo cuando llego, con sumo cuidado los fue pasando por todo el cuerpo de su hermano para después secar las gotas de agua con una toalla que estaba preparada, cuando el blanquecino cuerpo estuvo limpio Bud comenzó a colocar los nuevos  vendajes empapados con la medicina que había traído, otorgándoles un color verdoso muy intenso, luego con lentitud los fue poniendo en cada herida aun sin sanar que poseía Mizar en su espalda, pecho y Abdomen, las heridas mas profundas lograron comenzar el llanto de aquel que una vez había vivido rodeado de lujos y que en esos momentos se sentía impotente y débil ante el trato de su hermano, el cual solamente velaba por regresarle la salud. Bud no tardo mucho en volver a colocar los vendajes en sus lugares, teniendo cuidado de no ajustarlos demasiado para el débil cuerpo de su hermano, para cuando termino comenzó a limpiar el resto del cuerpo de Syd, lavándole sus cabellos y piernas, cuando estuvo completamente limpio y seco lo recostó de nuevo en la cama, tapándolo con tres cobijas.

-Termine- dijo pasando su mano por los cabellos de su hermano, luego se recostó a su lado- ¿quieres dormir un poco hasta que este la cena?

-¿Qué cenaremos?- pregunto entre sollozos y susurros.

-Pescado, compre especias y demás para que te guste, pero te lo daré con una condición- dijo sonriéndole.

-¿Cuál condición?

-Si te hace doler el estomago o te duele cualquier otra parte deberás avisarme y dormirás todo lo que yo diga ¿entendido?- dijo mirándolo con dulzura.

-Si, entendido- respondió sonriendo- ahora dormiré un poco hasta la cena.

-Muy bien- sonrió levantándose y se encamino a la chimenea a comenzar a prepara la cena.

Miro por la ventana la nueva ventisca que acababa de empezar, una demasiado fuerte para su gusto, miro la cama donde Syd estaba, durmiendo profundamente bien cubierto por varias mantas que el se había encargado de conseguir casi arriesgando su vida, solo para que su hermano estuviera bien acogido en su pequeña y acogedora morada, aquel rincón donde se hallaba la cama, aunque era deprimente, emanaba un aire cálido y tranquilo, volvió su vista a la intensa nevada, suspiro molesto, se sintió mal consigo mismo, suspiro pesadamente y fue hasta la puerta abriéndola de par en par.

-Entra…Dark- dijo pesadamente, dejando entrar a un ser alado completamente oscuro.

-Príncipe Cálido- dijo inclinándose.

-Escúchame, te dejare entrar solo porque la ventisca es muy intensa, de otra manera deberás quedarte afuera- dijo severamente, luego señalo un rincón de la casa alejado a toda la habitación- quiero que te quedes en aquella esquina, no te acerques a Syd, ¿has entendido? Es una orden de tu príncipe.

-Si señor- dijo con resignación y obedeció la orden.

-Aun estoy disgustado con tu actuar Dark y créeme, nunca te perdonare lo que le hiciste a Syd en mi ausencia, a pesar que te pedí cuidarlo- dijo con enojo mirando al ser alado pararse la esquina.

-El no debería existir- susurro entre dientes, mirando con odio la cama donde el joven heredero de la familia Mizar dormía- el es el culpable de su sufrir, príncipe Cálido, el no debería existir.

Flash Back.

El esperaba en la cabaña, orden de su príncipe protegido, le dijo que no interfiriera, que de allí no se moviera, pero el no obedeció, en contra de los principios como Ángel guardián, desafío la orden de su protegido y guiado por el cosmos de su príncipe fue a su encuentro, encontrándolo caminando con un cuerpo en brazos a pasos lentos por la fría nieve, mientras una gran ventisca comenzaba a azotar. El muchacho miro al Ángel, sus ojos parecían tristes y habían perdido su brillo, miro a aquel que llevaba en brazos y se aferro a el fuertemente.

-Príncipe Cálido- dijo el Ángel acercándose a socorrerle- déjeme ayudarlo a llegar a la cabaña.

-Estoy bien Dark, Syd esta mal herido, debo atenderle cuanto antes.

-Esta muriendo, no podrá salvarlo- le replico con enojo- déjelo en la nieve…

-Es mi hermano, no lo abandonare mientras aun tenga vida-dijo seriamente y se aferro a el.

Camino con la tormenta de nieve en su rostro, en Ángel no tuvo mas opción que cubrir con sus alas a ambos para poder seguir aquella orden sagrada de proteger a su príncipe, llegaron después de una caminata que se hizo casi interminable a aquella caballa, el joven príncipe cálido recostó en la cama al mal herido Syd de Mizar, se quito su capa y con ella lo cubrió, para luego comenzar a romper cada mueble en la choza para usarlo de leña al fuego, en poco mas de una hora una llama había comenzado a arder en la hoguera, con leña de varios muebles viejos como combustible.

-Es Inútil que intente curarle, será un desperdicio de medicación- dijo el Ángel.

-Tonterías, mientras Syd aun este vivo debo de ayudarle, no voy a permitir que muera- dijo con seriamente, mostrando una mirada desesperada y llena de angustia- se fuerte Syd, no permitiré que mueras, por favor resiste.

-Pero mi señor- interrumpió mirándolo sin entender- es inútil.

-NO- grito con enfado- Dark pon nieve en la hoya y llévala al fuego, cuando se derrita tráela, debo de limpiar a Syd.

-Pero ¿sus heridas mi señor? También merecen atención.

-Lo mío no es nada grave, lo de el si- dijo pasando sus manos por los cabellos de su gemelo el cual tenia en su rostro una mueca de dolor- Syd, ya estas despertando…no, no, debes descansar, duerme mientras te curo.

Fin Flash Back

En ángel recordó con tal odio aquello, que nunca se perdono ser participe de la situación, no soportaba tener a Syd cerca, menos ver como la salud de su protegido empeoraba mientras el mejoraba, por lo que se había prometido, desde la llegada de Mizar a no permitir que este viviera mucho mas. Varios días después la situación se mantenía, Bud se ocupaba de limpiar y desinfectar cada herida de su hermano, en un proceso que duraba varias horas, sin atender sus propias heridas, pero a Alcor eso no le importaba, sentía que debía enmendar su error, sentía que debía de curar a su hermano gemelo, el cual estaba mal herido y ardiendo en fiebre, pasaba casi gran parte del día ocupándose del mal herido Mizar, obligándolo a comer caldos y sopas, sanando cada herida de su cuerpo, lo cual ocasionaba muchas horas de sufrimiento para el heredero de una de las familias mas poderosas de todo Asgard. El Ángel, en cambio, no se encontraba de acuerdo con el trato que recibía el gemelo de Alcor, estaba en contra de sus principios que aquel ser que no debía haber nacido y provoco que el príncipe cálido se separara a tan temprana edad de la emperatriz, al nacer, sentía total repugnancia hacia Syd, así que aprovechaba las largas ausencias de Bud para tortúrale mientras este entre sollozos, inconsciente por la fiebre y debilitado, solo permitía que cada golpe que el Ángel le diera fuera mas doloroso, sumando a eso la tortura Psicológica a la que el Ángel lo mantenía para debilitarlo y provocar que este poco a poco perdiera sus fuerzas.

Una mañana Bud miro la fogata, la leña del día anterior ya se estaba por terminar por lo que se vio obligado a salir a buscar mas, antes de salir le encargo a Dark, como hacia todos los días, que cuidara de su hermano gemelo durante su ausencia, pidiéndole que si este llegaba a levantar temperatura o a despertar y sentir un muy agudo dolor que le buscara, el ángel accedió a cumplir aquella orden, pero bien se alejo de la cabaña comenzó a golpear y a insultar a Mizar, con tal de hacerlo sufrir. Syd, invadido por la fiebre y el dolor de sus heridas, soportaba cada maltrato, con la idea de que esto solo era producto de su mal estar general provocado por el mal tiempo y las heridas de guerra, cada golpe del ángel era intenso, pero lo que mas le dolía eran aquellas palabras “Tu eres la razón del sufrimiento de tu hermano” eso le destrozaba el alma, lo que lo permitirá que la tortura física fuera mas poderosa a cada momento y mas satisfactoria para Dark. Bud regreso unas horas después, varias antes de lo habitual, encontrándose la macabra escena de su Ángel guardián, golpeando con un madero al ya muy débil Syd, invadido por la ira expulso de la casa a su Ángel y desde entonces no le había dejado entrar.

Desde aquel día Dark no entraba en la cabaña, no importara que tan fuerte fuera la tormenta que azotaba en el exterior, el príncipe cálido se negaba a dejarlo entrar por el bienestar de su hermano gemelo, pero aquel día su corazón se hablando y le permitió entrar, por lo que decidió que era momento de acabar con la vida de Syd, desenfundo su espada desde su espalda y se acerco con lentitud hasta la cama, donde el joven Mizar descansaba.

-BUD-dijo entre sueños Syd, lo que hizo al Ángel retroceder de sus intenciones, inmediatamente Alcor se acerco a el.

-¿Qué pasa principito? ¿Te duele algo?- le pregunto preocupado, mientras pasaba su mano por la frente de Mizar para verificar su temperatura.

-No, es que pensé que me habías dejado solo- dijo dándose vuelta para mirarlo- ¿tu me planeas dejar solo?

-Claro que no, principito, en tu estado no podría, estas muy débil- luego le dio un beso en la frente- la fiebre ha bajado, creo que ya tienes fuerzas para comer un rico pescado ¿Qué dices?

-¿Ya esta la cena?- pregunto mirando con cierta emoción.

-Si, solo tengo que sacarle las espinas y podrás comerlo- aclaro sonriéndole- ¿me prometes dormir una siesta después de la cena?

-Lo prometo- respondió sonriendo.

-Ese es mi hermanito-dijo revolviéndole los cabello- dame un segundo ya regreso, si puedes mantén los ojos entrecerrados, porque aun están algo inflamados.

Syd obedeció, a su mirar era la primera vez que su hermano no lo daba de comer sopa, el que había sido su único alimento desde que llego, pronto sitio que su hermano se recostaba a su lado con un plato de comida, volvió a abrir los ojos un poco para ver un suculento plato con solo pescado y su hermano con un tenedor repleto de comida.

-Abre la boca- ordeno acercándole el tenedor, Syd obedeció-muy bien, traga despacio, no querremos que te atragantes principito.

-¿Sabes? Nunca antes me han dado de comer en la cama- dijo después de tragar su primer trozo solido en días- nunca me permitían comer en la cama, por mas enfermo que estuviera.

-Pues aquí no moverás un dedo principito- dijo sonriéndole- comerás en la cama todo lo que quieras mientras estés enfermo, tu hermano mayor no va a escatimar en nada por ti.

-¿Hermano mayor?- pregunto mirándole sin entender- nadie te asegura quien es el mayor, solo nuestra madre y nuestro padre deben saber.

-El hermano mayor siempre cuida del menor, yo soy tu sombra, te he cuidado con mucho esmero desde que nos hicimos dioses guerreros y me gusta cuidarte, jamás pensé que me agradaría tenerte en cama, pensar que antes no deseaba verte, ahora no puedo dejar de hacerlo, además yo soy el que sabe mas de supervivencia y a juzgar por nuestro físico, soy mas alto que tu, soy mas fornido- dijo sonriéndole- soy mas inteligente.

-Fui criando en la alta sociedad- dijo soberbia.

-Eso no te hace fuerte donde estas ahora- le reprocho- aquí el mas calificado soy yo, además, ser el hermano menor para ti tendrá sus meritos.

-¿Cómo cuales?

-Podrás comer en la cama, podrás dormir todo el día si lo deseas, eres mi principito, si fueras el hermano mayor, en tu estado tendrías que trabajar.

-Me quedo como el menor- dijo mirando con sorpresa.

-Mucho mejor- le sonrió y luego le llevo a la boca otro tenedor lleno de carne de pescado- eso es, ¿sientes dolor?

-No- dijo con lo boca llena, tardo unos momentos en tragar y luego acoto- por el momento no siento dolor al comer.

-Eso es muy bueno, ya estas mejor ¿recuerdas que tenías dificultad para tragar?- le dijo revolviéndole el cabello- ni agua podías tomar sin llorar, tenia que obligarte a tragarla.

-Sentía dolor al tomar agua- acoto sonriendo- ahora puedo tomar varios vasos al día.

-Por el momento te estoy dando de tomar un litro, pero deberías tomar dos litros, de a poco iremos avanzando-re recalco mirando con preocupación, termino de darle de comer y dejo el plato a un lado, para poder darle un beso en la frente- bien, no tienes temperatura, las infecciones bajaron bastante, ya has comido, te traeré tu agua y deberás dormir, recuerda tu promesa.

 -Debo dormir- dijo cansado.

-Descansa principito- dijo sonriéndole mientras lo acobijaba.

-Bud, no me dejaras solo ¿verdad?

-No, no te dejare solo, si quieres me quedare a tu lado para hacerte dormir, cierra tus ojos, no me moveré de tu lado.

-Gracias hermano- susurro, dio un largo suspiro y luego cerró sus ojos.

-Descansa principito- Le susurro al oído.

Cuando Syd se hubo dormido Bud se dispuso a levantarse para poder comer, pero su intento resulto fallido cuando comenzó a sentir la oscuridad rodeándole, se regreso a la cama y llevo a Syd a sus brazos, para poder evitar que el traspaso de un mundo a otro fuera brusco, en un parpadeo se encontraba rodeado por aquel mundo oscuro que conocía desde niño. Comenzó una larga caminata hasta el palacio, buscando explicaciones de los superiores de la razón de haber sido llamado, en el castillo no encontró a ninguno, así que decidió recostar a Syd en su habitación para luego buscar a los emperadores junto a Dark.

La emperatriz se hallaba en sus aposentos mirando el cielo nocturno del mundo oscuro cuando su puerta se abrió repentinamente, miro asustada la puerta, para luego calmar su mirada al encontrar a uno de sus hijos, pero este tenía una mirada preocupada, por lo que miro acongojada.

-¿Qué ha ocurrido? – pregunto mirando detenidamente a su hijo, quien no se había movido desde que entro.

-El Mundo oscuro me trajo, pero esta vez no estoy en condiciones de poder quedarme- dijo mirando con respeto a su madre- debo irme cuanto antes, es peligroso.

-Podrías decirme la razón de tu apuro por volver- dijo mirando con preocupación.

-Tuve que traer a Syd, acabamos de sobrevivir a  una guerra, no puedo dejarle solo, no tuve opción, lo tuve que traer, mas me preocupa que despierta y vea mucha oscuridad, por lo que el se asustaría, no esta acostumbrado a tanta sombra a su alrededor, madre- dijo mirando consternado- necesito saber cuando antes que es lo que necesitan de mi, para poder irme.

-Cálmate hijo- le dijo con dulzura- ¿Syd esta mal herido?

-Esta curándose, sus heridas están tardando mucho en sanar- dijo mirando desolado- se que dirás que es culpa mía…

-No lo diré, se que no es tu culpa, entiendo que seas su sombra protectora como dios guerrero, pero eso no te hace culpable- dijo mirando seriamente- el tiene que poder hacer cosas solo, que el sea incapaz de poder valerse por sus propios medios es otra cosa, en el mundo humano tu padre y yo nos encargamos de enseñarle todo lo que necesitaría para poder subsistir solo, para poder defenderse solo sin ayuda de nadie, obviamente…

-Estas diciendo que no te importa su situación- dijo mirando con sorpresa- dices que no te importa.

-No he dicho eso, príncipe cálido, tu hermano fue criado para poder valerse por sus propios medios, se le negó ciertas cosas que podrían malcriarlo, según tu padre,  intentamos criarlo feliz pero duramente, ¿me entiendes? Tu hermano tiene el poder para poder defenderse, si por cierta razón no pudo, no te hace responsable de el- dijo son severidad.

-¿Qué es lo que quieren de mí ahora?- dijo severamente- mientras mas rápido lo cumpla, mas rápido saldré de aquí.

-Tengo una atención especial para ti, hijo, se que tienes una relación demasiado unida al príncipe inocente, humilde y valiente, en estos momentos los tres se hallan en Japón, pero los príncipes orgulloso y arrogante se mantienen en una cercanía peligrosa para ellos, tu los has llevado por buen camino, me preocupa lo que pueda pasar.

-¿Saga y Camus? Son inofensivos, madre- dijo seriamente- Saga será mayor que yo, pero casi no se ha hecho ver en el mundo oscuro, casi ningún príncipe lo conoce, salvo yo, el resto no lo registra, ocurre exactamente lo mismo con Camus, ninguno tiene relación con ellos.

-Escucha, el príncipe orgulloso y el príncipe arrogante han estado muy misteriosos últimamente, me preocupa lo que pueda pasar con ellos y los que tienen a su alrededor, siendo otros príncipes, en estos momentos todos tus hermanos de sombras están en Japón, una mala mezcla, no quiero exigirte mucho, pero quiero que vigiles a tus hermanos mas vulnerables, sabes mejor que yo que el estado de Valiente, Humilde e Inocente es muy inestable.

-Lamento tener que ser el malo de la película, madre- dijo molesto- pero tengo que cuidar de Syd.

-Iras con el…y conmigo- dijo con severidad- yo me encargare de cuidar de Syd durante sus ausencias, pero tu deberás de cuidar de tus hermanos de sombras.

-Negativo, no dejaría a Syd contigo, me ha costado mucho poder tener una relación fraternal con el, aun teme por la medicación, así que me niego- dijo cruzándose de brazos-lo siento.

-Esta bien, te dejare ir a Japón con el, enviare a un Ángel contigo para que se encargué de cuidar de Syd durante tu ausencia, el emperador te dará un hogar cercano a la casa del mas pequeño pero a su vez cercana al del mas grande, quedara como responsabilidad tuya si el príncipe arrogante y el príncipe orgulloso lograran corromper a los que con tanto esfuerzo has sacado adelante- dijo severamente.

-No podrán logarlo- dijo con orgullo y luego se retiro.

En sus aposentos la emperatriz miro preocupada la situación, sabía perfectamente los problemas futuros que se avecinaba, con lo último predicho por las estrellas y los recientes príncipes que habían logrado convertirse en príncipes completos, solo era cuestión de tiempo para que entre ellos comenzaran una batalla por convertirse en los siguientes emperadores. Le había llamado la atención que su hijo, aquel que en el mar había criado bajo las enseñanzas del amor y el respeto, el cariño y la compresión, ahora se mostraba distante y lleno de ira hacia ella, mas aun ahora tenia mas cariño hacia su hermano, al cual según su propio criterio no llego a conocer.

-Ha cambiado- susurro, miro hacia la oscuridad de su habitación percatándose de su compañero de casi toda la vida-Blake, quiero que cuides de Syd.

-Pero mi misión es…

-Tu misión como mi ángel pronto culminara, estoy segura que moriré en poco tiempo, cuando Bud sea ya un señor yo no tendré que venir tanto al mundo oscuro y moriré al lado de mi esposo, en estos momentos Syd se encuentra en muy mal estado y su hermano se niega rotundamente a dejarlo solo, algo habrá pasado para que tome esa decisión y no permita que su ángel guardián le cuide,  quiero que lo cuides.

-Como desee mi señora- dijo haciendo una reverencia, luego se fue tras la oscuridad.

Detrás dela puerta de la emperatriz y habiendo escuchado todo, el príncipe arrogante emprendió su camino de regreso al mundo real, con total calma en su caminar. Se mantenían con un semblante serio, y siendo perseguido por su Ángel guardián, el cual, al igual que su príncipe, emanaba un aire frio.

-No tienen la menor idea dela situación que atravesamos- dijo con enojo, miro hacia la oscuridad que lo rodeaba por cada pasillo- emperatriz, nosotros si queremos hacer algo, no como ustedes que hasta el momento se han quedado de brazos cruzados.

-Príncipe- le dijo su ángel con enojo.

-Frozen, ¿tu crees que estamos haciendo mal?- pregunto mirando a su ángel con una mirada triste.

-A mi parecer ustedes están haciendo algo que por alguna razón los emperadores se han negado a hacer- dijo severamente- están contrariando a los emperadores en si.

-Se que no llegare a emperador, pero…me niego a quedarme de brazos cruzados cuando alguien necesita de ayuda, ahora que tengo posibilidades de hacer algo no voy negarme a ayudar, Frozen, tu los viste a todos ellos, el llanto desconsolado de un niño pequeño, la mirada triste, el odio en los ojos, ahora que puedo hacer algo, quiero hacerlo- dijo mirándolo fijamente.

-Usted tiene un semblante de rey ¿lo sabia?- dijo mirándolo con orgullo- usted no nació bajo la estrella de la arrogancia, usted nació bajo la estrella de la bondad seguramente, pero las estrellas le jugaron una mala pasada, tiene un gran corazón, me preocupa que se ponga contra los emperadores y señores, pero, creo yo, usted esta haciendo bien.

-La verdad las estrellas viven jugando conmigo, cuando creo que paso por un momento de felicidad, enseguida llega un momento de amargura, cuando creo que no podre salir de la tristeza enseguida me llega la felicidad, Gracias por tus palabra de aliento, Frozen- dijo mirando hacia adelante del pasillo- hora de volver a casa.

La oscuridad rodeo a ambos, el príncipe cerro los ojos por un segundo, seguido apareció delante de una gran arboleda de un parque, el mismo lugar donde estuvo antes de ser enviado al mundo oscuro. Camino lentamente hasta la enorme residencia blanca, siendo cuidado por sus espaldas por su fiel ángel, iluminado su camino por la luna. Llego al que desde que había despertado era su hogar, aquella enorme mansión donde convivía con el resto de sus compañeros, dos de los cuales eran sus hermanos de sombras, uno sin saberlo.

-Regrese- se anuncio al pasar.

-¿Podrías decirme donde andabas?- le pregunto su compañero de habitación cuando lo vio entrar, mirándolo con enojo- me tenias preocupado.

-Solo fui a caminar, no es nada del otro mundo- dijo tranquilamente.

-Nos tenias preocupados- dijo cruzando los brazos.

-Solo a ti- dijo una voz desde la habitación contigua a la entrada.

-No te metas- grito con enfado.

-Maestro- dijo una voz joven, seguido un muchacho de catorce años fue corriendo a abrázalo- pensé que le había pasado algo, ¿Dónde ha estado?

-Solo salí a caminar, necesitaba algo de aire, despejar mi mente- explico mirando con seriedad- no he hecho nada que cualquiera no haga.

-Me tenias preocupada- dijo una joven acercándose.

-Siento si le preocupe, mi diosa- dijo inclinándose- necesitaba despegar mis ideas.

-Entienda, es difícil para alguien tan cerrado de pronto tener que convivir con tanta gente todo el tiempo- explico un hombre apareciéndose de la nada- normalmente el se cierra en su mundo, ahora no tiene como, comparte habitación, a toda hora esta rodeado, no esta acostumbrado a eso.

-¡Valla que sabes mucho Saga!- dijo su gemelo mirándolo impresionado.

-Fui patriarca, se que es exactamente lo que le disgusta a cada uno de los dorados, menos a Aioros, a Mu y al antiguo maestro- se explico- diosa, por favor  dele un poco mas de tiempo a Camus para adaptarse a la nueva vida.

-No dudo que necesite tiempo para poder adaptarse- dijo mirando con seriedad- entiendo, si requieres de algo no dudes en decírmelo, no te negare ninguna atención.

-Si mi señora- dijo mirando a su alumno- solo desaparecí por dos horas.

-Revivió esta tarde, pudo desmallarse o algo peor- se explico- usted no conoce la actualidad, pudieron robarle o matarle.

-No exageres- dijo agarrándose la cabeza- dudo que alguien pueda robarme.

-Si no pueden lo matan- dijo el castaño apareciéndose- en estos días, ven a alguien extranjero, además que tienes cara, intentan robarle y si no pueden lo asesinan ¿Nunca han visto las noticias?

-Seiya- dijo el rubio mirándolo molesto.

-No le des ideas Pegaso- dijo mirando el pelirrojo con enfado.

-Vamos a cenar-anuncio la peli morada-

Continuara

Notas finales:

Muchas gracias por leer, espero les allá gustado, ya saben acepto todo tipo de rewiebs desde quejas hasta sugerencias de cambios en el fic XD.


Como se habrán dado cuento los príncipes son de Saint Seiya son:


Calido: Bud


Valiente: Aioria


Orgulloso: Saga


Arrogante: Camus


Entonces ahora si puedo poner el adelanto del próximo capitulo:


En la mansión Kido, debido a que el santuario ya no existe, conviven los doce caballeros dorados junto al patriarca, Kanon y los cinco caballeros de bronce, algunos dorados tomaran revancha de Tatsumi al enterarse de los malos ratos que el mayordomo les hizo pasar a los santos de bronce en su niñez. Saga y Camus tiene un plan ente manos donde el de leo es participe muy importante, Aioria no sabe que son príncipes del as tinieblas, al igual que el ¿Qué pasara? Bud esta al pendiente de Syd, pero al mismo tiempo esta al pendiente de tres príncipes mas, no confía en ningún ángel ¿podrá cuidar a los cuatro o tendrá que abandonar a alguno? El príncipe inocente y el príncipe humilde aran su aparición estelar, pero Camus y Saga tienen algo que hablar con el humilde ¿Qué pasara? ¿Para que lo quieren?


Todo esto y más en el siguiente capitulo.


Gracias de nuevo por leer, nos vemos en el siguiente capitulo.


Dudas, sugerencias, quejas, tomatazos, etc  solo por rewiebs ¿si?


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