Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Black Clover por carina_mew12

[Reviews - 130]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Woooola mis queridos lectores/as como prometí, aquí está su capi 11, y lo mejor es q fue antes de viernes =D me podré quedar con mi Atemu!!!

Atemu: ¬¬ viva

^^U y weno, ustedes disculparán la tardanza, pro el problema con este capi no fue la falta de inspiración, sino el exceso XDD al final terminé con 5 versiones del mismo capi, todos diferentes entre ellos y q m llevaban a 2 finales totalmente distintos; tuve q descartar uno xq, a mi parecer -.- ese final quedaba "insípido"; por lo q m quedé con el final original -sip mis fans, ya tengo planeado el final XD- así q aquí les dejo el capi q quedó como resultado de la mezcla de 3 y media versiones, jejeje....

Ah, antes de ir al capi, les aviso, hay LEMON, XDD ándala, ya me desvirgué a alguien ¬u¬; si no les gusta el lemon se lo pueden saltar, pero si quieren leerlo, aquí lo tienen... nos vemos abajito...

 

11. Betrayals

- [[¿en dónde se habrá metido Yugi?]]- se preguntaba un muy preocupado Malik, mirando la entrada del salón de clases- [[está por comenzar la tercera clase y no se ha aparecido... ¿habrá ido a casa?... no...]]- miró hacia donde estaba el pupitre del tricolor- [[no se llevó sus cosas... ¿le habrá ocurrido algo?]]- sintió una punzada en el pecho, como si presintiera algo. Recogió sus cosas y las de Yugi y salió a toda prisa en busca de su amigo; sentía que algo estaba terriblemente mal...

Mientras corría por toda la escuela buscó entre sus cosas su celular, tirando el cetro del milenio en el proceso. Se detuvo en seco, ¿no se suponía que su artículo no estaba? Miró el dorado objeto unos momentos antes de levantarlo.

- así que regresaste- le habló al artículo, o por lo menos eso le pareció a algunos alumnos que pasaban por ahí y que pronto corrieron a sus aulas, dejando al moreno solo, o mejor dicho, en compañía de su yami- ¿en dónde estabas?

- ¿para qué quieres saberlo?- dijo Marik a través de su vínculo mental antes de que el cetro del milenio, literalmente, se le escurriera de las manos en forma de un hilo de arena que llegó al piso, acumulándose ahí; este montículo empezó a tomar forma humana hasta convertirse en Marik, el cual sonreía de manera triunfal- ¿estabas preocupado por mí?

- ¡no digas estupideces! ¡Todo era mejor cuando no estabas ni tú ni los demás fenómenos!- gritó, dando la clara impresión de que no se refería a su ausencia de esa mañana, sino al momento en que los invocaron. Esto enfureció a Marik, borrándole casi mágicamente la sonrisa del rostro- ¡ahora dime, ¿en dónde está Yugi?!

- y yo qué voy a saber

- ¡no finjas! ¡Algo me dice que tuviste algo que ver con su desaparición! ¡¿En dónde está?!

- será mejor que te vayas olvidando de él

- lo sabía...- murmuró el egipcio observándole con desdén- ¡¿qué le hiciste?!

- de nada te sirve saberlo. Es demasiado tarde...

****************************

Mientras tanto, en las afueras de la residencia Mutou, el rompecabezas seguía sobre el césped del patio después de varias horas; a Atemu ya no le quedaba ni un gramo de paciencia, sabía que no le quedaba mucho tiempo, pues podía sentir el terror y la desesperación de su hikari, cosa que no ayudaba a tranquilizarlo, si no hacía algo pronto, Yugi seguramente...

Fue en ese momento que un cuervo descendió en el césped. Comenzó a brincotear por el lugar, buscando algún objeto para agregar a su nido; vio un objeto brillante en el suelo y se acercó a él, curioso*. Lo picoteó un par de veces antes de tomar la cadena del artículo y hacer el intento de llevárselo, pero el objeto era demasiado pesado como para levantarlo, así que, usando todas sus fuerzas, lo fue halando poco a poco, alejándolo del jardín.

Lo arrastró por la acera, deteniéndose de vez en cuando para descansar. Estuvo así un largo rato hasta que por fin llegó al árbol donde se encontraba su nido; volvió a hacer un intento por levantarlo pero le fue inútil, por lo que volvió a picotear el resplandeciente objeto, como queriéndolo fragmentar para hacer más fácil su transporte.

Por suerte para Atemu, aquella ave lo había llevado bajo la sombra del frondoso árbol, dándole la oportunidad de salir. El cuervo se alejó y por instinto subió a su nido, chillando mientras veía aquella extraña criatura emerger del suelo.

- juro que voy a matarte, Marik- replicaba furioso el tricolor con un semblante cansado y débil. No podía creer que le debía su existencia a un animal ponzoñoso

"¡¡ATEMU!... ¡¡MI... MI ALMA TE PERTENECE!!"

La voz del pequeño Yugi hizo eco en su cabeza... ¿a caso... a caso Yugi acaba de cerrar su contrato? ¿Cómo pudo ser tan imprudente? Sacudió su cabeza para despejar su mente, ya habría tiempo para preguntas más tarde. Se desvaneció en la sombra del árbol, regresando al rompecabezas del milenio; el cual fue absorbido por el piso hasta desaparecer...

Una vez dentro de la inmensa oscuridad que solía llamar su "morada", desprendió su ojo izquierdo de su rostro y lo levantó; el orbe comenzó a dar vueltas en su mano hasta que de pronto se detuvo, mirando a una dirección. Atemu volvió a colocarse el ojo en su lugar y corrió tan rápido como pudo hacia la dirección que le había señalado su ojo anteriormente. Desapareció entre las sombras, reapareciendo en otro lugar en menos de un segundo.

Aquel sitio estaba en penumbra y alrededor había demasiado ruido. Sintió algo moviéndose entre sus piernas, y al mirar hacia abajo, encontró su hikari sentado en el piso, temblando y llorando, murmurando cosas que no alcanzó a escuchar debido al ruido exterior.

- Yugi...- profirió para sí, soltando un suspiro de alivio. Se arrodilló frente al más pequeño y lo abrazó tiernamente- Yugi... pensé que...- lo sostuvo avidez, asegurándose de que no fuese sólo un sueño

- A... At... Atemu...- Yugi correspondió el abrazo; de nuevo sentía esa calidez ¡esta vez sí era su yami! Sus lágrimas siguieron fluyendo con más abundancia, esta vez de felicidad, por un momento pensó que todo había acabado para él- ¡realmente viniste! ¡De verdad estás aquí!

- tranquilo, todo estará bien- lo recargó en la pared que tenía más cercana, apoyando todo su peso en el cuerpo del más joven. El cuerpo de ambos tricolores comenzó a traspasar aquella oscura pared, abandonando la diminuta habitación segundos antes de que la casa en donde estaban se viniera abajo completamente...

*****************************

En cuanto sintió que terminaba recostado sobre algo, Yugi abrió sus vidriosos ojos, mirando el lugar con cierta dificultad en parte por las lágrimas que se seguían agolpando en sus orbes, y en parte debido a tantas emociones que había sufrido. Momentos más tarde logró reconocer el lugar donde estaba, su habitación; suspiró profundo para tranquilizarse y abrazó animosamente al cuerpo sobre él. Se dejó llevar por el embriagador aroma de su alter ego, quien se aferraba a él con vehemencia...

- ¿por qué, Yugi?- escuchó murmurar al mayor, el cual se separó de él para mirarle a los ojos, apoyando todo su peso en sus brazos, cada uno a los costados del más pequeño- ¿por qué lo hiciste?- su tono se escuchaba turbado, desolador, al igual que su rostro- no debiste... no debiste...- repetía el tricolor mirando con pena al chico debajo suyo

- tenía mucho miedo- comenzó a explicar el tricolor- pensé que nadie me ayudaría,... creí que iba a morir, por eso... por eso lo dije, porque... creí que si lo decía, aparecerías y me salvarías... y funcionó...

- funcionó, pero... Yugi...- un gran dolor le carcomía el pecho- ya no puedo hacer nada por ti, estás marcado...

- ¿marcado?- el más pequeño le miró con cara de no entender

- tu alma... ya no tiene salvación...- sintió que algo le mojaba el rostro, un líquido más tibio y espeso que sus lágrimas. Yugi se llevó una mano a la mejilla para saber qué era; observó sus dedos manchados de rojo... ¿era sangre? Volvió su vista al rostro de su yami y con terror comprobó que gotas de sangre escapaban de la comisura de sus ojos y descendían por sus mejillas...

- Atemu...- levantó sus manos y con ellas limpió las encarnadas lágrimas- ¿por qué...?- acarició el rostro entre sus diminutas manos sin apartar su violácea mirada de su yami- ¿querías mi alma, no es así? ¿Por qué lloras entonces?

- no entiendes Yugi- se soltó del agarre de su hikari y juntó su frente con la del mencionado- haz sellado el contrato. Ahora, aunque no lo quiera, tengo que cumplir tu deseo... y devorar tu alma...

- ¿voy a morir?- preguntó el tricolor asustado. Atemu se apartó y desvió la mirada, incapaz de responderle; hubo un rato en silencio antes de que una voz rompiera el silencio

- ojalá fuera algo tan simple- habló su oscuridad, aún sin mirarle- no quiero lastimarte, pero... ya no hay marcha atrás... tengo que... cumplir tu deseo...

- ¡yo no quiero que nadie muera por mi culpa!- dijo exaltado

- lo siento- el llanto carmesí volvió a aparecer en el rostro de Atemu- lo siento tanto... pero tengo que matar a alguno de ellos...

- ¿alguno de ellos?

- estás lleno de odio, Yugi- el mayor lo miró con más melancolía que antes- odias a los asesinos de tus padres, odias a tus amigos, odias a Marik, incluso te odias a ti mismo,... no sé cuál es mi objetivo, así que tú decides...- una débil sonrisa se dibujó en él, una que el peque no supo cómo descifrar- ¿quién o quiénes deben morir?

- ¡¡¡no!!!- Yugi se cubrió el rostro con sus manos- ¡¡no puedes, no puedes!!

- no tengo opción, tengo que hacerlo... pero si tú no decides, tendré que hacerlo yo- el menor abrió sus manos, mirando a Atemu por entre sus dedos- esos dos... ¿te hicieron mucho daño, cierto?

********************************

Marik palideció, pudo sentirlo... pudo sentir aquel escalofriante odio proviniendo del usuario del rompecabezas... Atemu lo haría pedazos,... sin embargo, al poco tiempo empezó a reír, el tricolor no podría ponerle un dedo encima, su objetivo debía estar fijado ya, aquel pequeño bastardo acababa de cerrar su contrato,... pronto aquel chiquillo saldría de su camino...

- ¡deja de sonreír como idiota y responde!- la agitada voz de su hikari lo devolvió a la realidad- ¡¿dónde está Yugi?!

- no importa lo que hagas, es tarde para él. Las sombras lo devorarán...

- ¿qué quieres decir?- pero en vez de responder su pregunta, Marik se acercó peligrosamente a él, haciendo que su hikari retrocediera un par de pasos- ¡no te acerques!- ordenó con voz temblorosa; de pronto, algo golpeó su espalda, una de las paredes del edificio le cerró el paso. Buscó con la mirada alguna ruta de escape, mas todas sus posibilidades se agotaron cuando su yami le sujetó por las muñecas y pegó sus brazos a la pared, desprendiendo sus manos de su cuerpo para que éstas formaran una especie de grilletes de arena que inmovilizaron sus brazos. Nuevas manos nacieron de su mutilado brazo, Marik las abrió y cerró repetidamente, asegurándose de que tenían la movilidad suficiente- ¡suéltame, tengo que buscar a Yugi!

- ¡Yugi, Yugi, Yugi, es lo único que sabes decir!- le gritó el otro, harto de oírle hablar del tricolor- ¿no entiendes? Ese mocoso está casi muerto, no puedes hacer nada para ayudarlo

- ¡mientes! ¡No dejaré que lo lastimen a él o a Ryou! ¡Yo...!

- ¡basta!- le interrumpió- ¡tu maldita condescendencia me tiene harto! ¿Es que jamás piensas en ti?- a Malik le sorprendió la pregunta, cosa que no pasó desapercibida para el mayor- [[¡diablos! Hablé de más]]- pensó enfadándose más, esta vez consigo mismo.

Antes de que su hikari pudiera seguir hablando, selló sus labios en un beso. Malik levantó una de sus piernas, dispuesto a quitarse a ese engendro de encima a patadas, mas Marik se le adelantó y también apresó sus piernas con unos anillos de arena, sellando así cualquier movimiento suyo.

Entró con violencia a la boca de Malik, degustándola hasta el último rincón. En un intento por resistirse, el menor mordió los labios de su yami hasta hacerlos sangrar, logrando que se apartara de él. El sabor metálico de la sangre fluyó por la boca de Marik, quien le propinó un fuerte golpe en el estómago al egipcio, sacándole el aire y aturdiéndolo ligeramente. Volvió a unir sus labios con los del menor aún más salvajemente, y una vez que se hubo satisfecho, prosiguió a morderle el cuello, enterrando fuertemente sus dientes, haciéndole sentir incluso más dolor que el que, por un momento, Marik sintió en sus labios (N/A recuerden que sus heridas sanan rápidamente por sí solas)

- es... ahhh...- se quejó Malik, sintiendo cómo sus dientes se hincaban en su piel y pronto sintió un líquido emanar de las heridas- no... duele...- cerró sus ojos con fuerza, deteniendo sus lágrimas- ¡apártate, maldita sea!

- oh, veo que aún puedes defenderte- se mofó el mayor, deteniendo por un momento el ataque al cuello de su hikari. Limpió la sangre que escurría de su boca con su lengua y la saboreó- me pregunto cuánto más tendré que torturarte antes de que comiences a gemir de placer- desabrochó con exasperante lentitud tanto la chaqueta como la camisa de su uniforme, dejando al descubierto el moreno torso del menor

- de... déjame...- el cuerpo de Malik empezaba a temblar ligeramente- aquí no...

- ¿entonces lo harías si estuviéramos en otra parte?- sonrió artero. Puso su mano sobre el rostro del otro, cubriéndolo casi por completo. El menor cerró los ojos, sintiendo cómo la mano se volvía arena y se extendía por su rostro hasta cubrirlo completamente, luego la cabeza, y siguió extendiéndose por todo su cuerpo hasta envolverlo en su totalidad.

La respiración se le hacía cada vez más difícil debido a la arena, pero de pronto la arena cayó por su cuerpo, liberándole. Tosió un par de veces antes de abrir los ojos... atónito, vio hacia arriba y luego todo a su alrededor, estaba en un desierto. Solamente había dunas de parda arena hasta donde alcanzaba su vista con el fondo de un cielo completamente azul. Estaba confundido, ¿en dónde estaba? Hace nada estaba junto a un edificio de su escuela y ahora un desierto sin fin le rodeaba...  caminó un par de metros, y al mirar hacia atrás, vio que sus huellas habían desaparecido, ¿a dónde iba exactamente? ¿Y de dónde había venido? Definitivamente era imposible encontrarle inicio y fin a ese lugar...

- ¿a dónde tengo que ir?- se preguntó abrumado Malik, mirando de un lado a otro

- no vas a ningún lado- le habló Marik de alguna parte, pero por más que buscó no pudo precisar de dónde, parecía como si su yami estuviera en todos lados a la vez. Algo le sujetó la pierna y haló de ella, tirándolo al suelo. Marik emergió de una de las dunas de arena, posicionándose sobre las caderas del menor

- ¿qué clase de sitio es éste? ¿Por qué me trajiste?- reclamó el egipcio tratándose de quitar al mayor de encima

- ya llegó el momento de borrarte esa maldita insolencia tuya- se inclinó a la altura de su rostro y lo lamió descaradamente, para luego bajar a la herida que le había hecho en el cuello, probando su sangre una vez más.

Un escalofrío recorrió a Malik entero, no tenía a dónde escapar ni cómo defenderse; aún así, se resistía tanto como podía; gritaba, pateaba, golpeaba y a veces mordía, sin lograr detener o siquiera amedrentar a su yami, al contrario, cada vez parecía más contento. 

Marik subió un poco más por el cuerpo del menor, poniéndose de rodillas sobre su pecho, dejando sus piernas a ambos lados de su hikari, apresando sus brazos debajo de ellas. Aprovechando la posición, se bajó lo el cierre del pantalón,  liberando su ya endurecido miembro; acariciándolo atrevidamente con sus manos ante el enrojecido rostro de Malik, quien, en cuanto reaccionó, cerró sus ojos y ladeó su cabeza, tratando de no mirar el espectáculo que su yami le ofrecía.

- ¿qué... pretendes?- inquirió torpemente Malik, aún sabiendo interiormente la respuesta

- voy a cerrarte esa puta boca- con una mano haló al egipcio por los cabellos mientras que con la otra aún sostenía su hombría, apuntándola al rostro del más pequeño. Malik apretó los labios, intentando liberarse de aquel agarre. Marik soltó sus cabellos y lo sujetó por el rostro, obligándole a abrir la boca y metiendo la punta de su virilidad en ella- vamos chico, abre un poco más-  empujó con fuerza en su boca, metiendo toda su pieza de una vez.

Comenzó a mover sus caderas, metiendo y sacando su miembro de la boca de Malik mientras que con sus manos lo sujetaba nuevamente de los cabellos, marcándole el ritmo a seguir. Algunos gemidos escapaban de vez en cuando de los labios del mayor, quien miraba extasiado al joven entre sus piernas, con su rostro más que sonrojado y aún cerrando los ojos, de los cuales ya escapaban algunas lágrimas; podía ver cómo su hombría desaparecía entre aquellos finos labios, la calidez envolviendo su miembro cada vez que arremetía, ya no aguantaba más... empujó cada vez con más fuerza hasta que finalmente se corrió en la boca del chico, separándose bruscamente de él y poniéndose de pie, salpicando su rostro y parte de su pecho con su semilla.

Malik tosió estrepitosamente, tratando de expulsar el blanquecino líquido de su boca, dejando escapar su llanto mal contenido. Trató de decir algo, mas las palabras jamás salieron. Colocó su mano en el suelo e hizo el intento de levantarse, pero su yami lo tumbó en la arena nuevamente.

- no huyas- volvió a colocarse sobre él, lamiendo los restos de semen de su rostro y pecho- quiero seguir jugando contigo

- maldito seas- dijo al fin con ronca voz- déjame en paz- hacía un enorme esfuerzo por tragarse su llanto, pero no le costaba demasiado

- ¿qué ocurre? ¿No te gustó?

- ¡por supuesto que no! ¡Degenerado!

- creo que tu cuerpo no está de acuerdo- bajó una de sus manos hasta la entrepierna del moreno, haciendo que Malik notara una erección de la cual no se había percatado- ¿ves?- presionó levemente, sacando un gemido de los labios del otro. Sorprendido, Malik se cubrió la boca con las manos, no podía creer que "ese" sonido hubiera provenido de él

- no... me toques...- alcanzó a pronunciar aún con la boca cubierta- es asqueroso...

- mientes...- dijo sensual bajándose del pequeño para poder arrancarle los pantalones y ropa interior, acomodándose entre sus piernas poco después. Tomó el miembro de Malik entre sus manos y lo masajeó lánguidamente al mismo tiempo que mecía sus caderas, frotando su semi despierta hombría en la entrada del moreno. No tardó mucho para que su pieza se pusiera rígida una vez más, haciendo el contacto más notorio para Malik, quien seguía tratando de ahogar sus gemidos- no lo hago tan mal, ¿o sí?- acomodó las piernas de su hikari alrededor de su cadera, buscando una posición más cómoda.

Humedeció un par de sus dedos con su saliva e introdujo ambos de una sola vez en la entrada de Malik, quien, sin poder contenerlo más, lanzó un grito al aire. Marik introdujo sus dedos lo más que pudo, moviéndolos rápidamente para dilatar la estrecha y virginal entrada. Cuando sintió que ya era  el momento, sacó sus dedos e introdujo su miembro hasta el fondo del cuerpo debajo suyo, recostándose en él.

Malik volvió a gritar, aún con las lágrimas recorriéndole el rostro, sintiendo como si algo acabara de desgarrarse en su interior. Su yami sujetó sus brazos con sus manos y empezó con el vaivén, dando afanosas estocadas en su interior; en una de tantas estocadas, logró dar en un punto extremadamente sensible de Malik, haciéndole gritar nuevamente, pero esta vez había sido un gemido completamente diferente, pues pudo percibir cierto deje de placer en él. Soltó los brazos del más joven y siguió moviendo sus caderas, buscando el tan sensible punto, logrando tocarlo una vez más.

Pronto el menor fue perdiendo resistencia, dejándose llevar por las placenteras sensaciones que le recorrían de pies a cabeza, abandonándose al deseo; sin darse cuenta, se asió a la espalda de su yami, dejándole profanar su cuerpo con libertad. Marik no quiso desperdiciar la oportunidad, mordía ferozmente su cuello, rasgaba la tersa piel con las uñas de una de sus manos mientras que la otra se encargaba de masturbar el miembro del más pequeño, y todo esto sin dejar de penetrar al menor. Ambos se sentían enloquecer, uno más que el otro, y pocos minutos después Malik se corrió entre ambos vientres. Pero a pesar de ello, su yami no dejaba de embestirlo; besó frenéticamente los labios de su hikari, sofocando los gemidos de ambos en su garganta; se separó de él y levantó las piernas de Malik a la altura de sus hombros para hacer sus estocadas cada vez más enérgicas, hasta que finalmente se liberó en el interior del egipcio, arqueando su espalda al mismo tiempo que gemía el nombre del otro...

*********************************

- no... por favor...- suplicaba Yugi entre sollozos. Abrazó a su yami, como intentando hacerlo desistir; los dos aún permanecían en el suelo, uno sobre otro- ellos no,... ellos... son mis amigos...

- son traidores- reiteró Atemu a su oído- no los necesitas a ellos, sólo a mí...

- son mis amigos- seguía repitiendo el peque- no quiero que mueran... no los lastimes, te lo suplico Atemu, a ellos no...

- ¿a ellos? ¿no querrás decir "a Malik"?- por un momento, sólo se escuchó el llanto del peque- dime Yugi, si dirigiera tu venganza solamente a Ryou, ¿estaría bien?

- no... a ninguno de ellos... no lastimes a ninguno de ellos...

- ¿y si te dijera...  que Malik está ocultándote algo, aceptarías?

- ¿qué puede estarme ocultando?- preguntó confuso Yugi- él nunca me ha ocultado nada

- ¿a caso te dijo que estaba enamorado de Ryou?- Yugi calló de repente; era verdad, Malik le ocultó su amor por el albino hasta el último momento

- no, pero... pero estoy seguro que no me oculta nada esta vez...

- claro que sí, él sabe quiénes lo hicieron- el menor le miró intrigado- los vio aquella noche, cuando asesinaban a tus padres...- Yugi abrió los ojos desmesuradamente, ¿había escuchado bien?

- ¿él sabe quiénes fueron...?- sus palabras fueron contenidas por los labios de su yami, quien le besó dulcemente antes de profundizar el beso.

Yugi no pudo resistirse a aquel contacto, estaba muy sorprendido como para reaccionar...

****************************

Aún con el sonrojo latente en su níveo y bello rostro, Ryou miraba televisión en la sala de Malik, tratando de distraer su mente de lo que había ocurrido en el baño. Miró el reloj, Ishizu y Malik no tardarían en llegar, por lo que se le ocurrió prepararles algo de comer como agradecimiento; además de que cocinar parecía un buen distractor.

Fue a la cocina y revisó el refrigerador, sacó algunas verduras y un poco de carne; filete asado de res con una ensalada no era mucho, pero era lo único que podía hacer en tan poco tiempo. Lavó la carne y la condimentó con algunas especias, dejándola en un plato lista para freír; luego lavó las verduras y comenzó a picarlas; en cuanto terminó las revolvió en un recipiente. Añadió algo de limón y aceite de oliva, y en cuanto terminó su ensalada prosiguió a freír los filetes.

Iba a encender la estufa cuando escuchó un ruido en la ventana, se asomó a través del cristal, pero no vio nada. Decidió ignorar aquel hecho y fue de nuevo a la estufa, pero volvió escuchar el ruido. Algo asustado, se dirigió de nuevo a la ventana y la abrió, buscando a su alrededor; inesperadamente, un gato saltó dentro de la cocina, haciéndole pegar un grito y tirándolo de sentón al suelo. El minino empezó a correr por la cocina, buscando algo de comer; en cuanto Ryou vio que el felino miraba sus filetes, se levantó, tomó un cucharón y trató de sacar al gato por el mismo lugar por el que había entrado.

El gato siguió corriendo, tirando un frasquito de especias en el piso junto con una botella de aceite de soya que Ryou había sacado para marinar la carne. El albino logró sacar al gato después de un rato, suspirando aliviado porque había logrado salvar su comida. Limpió el pequeño desastre de la cocina, mas al verse en el reflejo de uno de los muebles, vio que el aceite de soya le había salpicado la camisa.

- [[justo cuando acabo de cambiarme]]- se quejó mentalmente mirando la prenda. Dio un respingo y se dirigió al cuarto de Malik, tenía que cambiarse la camisa y lavarla, después de todo, ni siquiera era su camisa.  Mas abrir la puerta de la habitación, se quedó de piedra- ¡¡¡kkkyaaaaaaaa!!!- gritó fuertemente en cuanto pudo, tapándose su ruborizado rostro con las manos. En el suelo del cuarto estaba el egipcio, inconsciente y a medio vestir

- ¿qué?- Malik se incorporó de repente, sentándose en el suelo- ¿Ryou?- dijo confundido mirando al peliblanco

- ¡¡¡por Dios Malik!!! ¡¡Ponte algo!!- pidió el albino sin descubrir su rostro. Fue hasta ese momento que el moreno reparó en su desnudez; su camisa y chaqueta estaban en su lugar, algo desordenados, pero en su lugar; la parte desnuda del moreno era de la cintura hacia abajo, precisamente la parte del cuerpo que nadie quería mostrar

- ¡¿pero qué...?!- avergonzado, cubrió su entrepierna con las manos, buscando su ropa por el suelo. Encontró su pantalón y sus bóxers hechos girones, por lo que lo único que pudo hacer, fue buscar otra alternativa- ¡¡la cama!!- exclamó dirigiéndose a ésta, jaló sus cobijas y las enredó en su cintura- listo...- suspiró

- Ma... Malik...- Ryou descubrió lentamente su rostro, mirando al mencionado- ¿cuándo llegaste? ¿Y qué son esas marcas?- habló mirando varias heridas en el cuerpo de su amigo, aún con algo de sangre brotando de éstas

- yo... ehh...- tragó saliva, ¿qué le diría? No podía sólo decirle, "me acabo de acostar con Marik", porque, para empezar, el sólo nombre le asqueaba. Pero lo que más le causaba náuseas era la oración completa... acababa de tener sexo con uno de esos engendros. Sintió cómo algo le escurría entre las piernas; se dio la vuelta y se desató la sábana para revisar; el semen aún caliente descendía por sus piernas- ¡¡¡¡waaaaaaaaaaa!!!- gritó pálido como el papel

- ¿qué ocurre?- inquirió el albino al ver su reacción

- ¡¡nada!!- se apresuró a responder, envolviéndose en la cobija para que no viera su cuerpo - no es nada...- se volvió de nuevo hacia Ryou, buscando cómo evadir el tema- ¡Yugi!- dijo de pronto- ¡Yugi está en problemas!

- ¿qué? ¿Yugi?- el albino se asustó- ¿le pasó algo?

- no estoy muy seguro, desapareció de pronto de la escuela. Tenemos que buscarlo- el albino simplemente asintió- voy a darme una ducha, ¿podrías buscarme algo de ropa limpia?

- claro- y mientras el peliblanco rebuscaba en el armario de Malik, éste corrió al baño, abrió la llave y se metió bajo el chorro de agua, importándole un soberano cacahuate que el agua estuviese helada.

Lavó su cabello y se enjabonó lo más rápido que pudo, asegurándose de limpiar los restos de semen de su interior. Sus mejillas se encendieron violentamente, ¿qué rayos le había ocurrido? Aquel tipo había querido abusar de él, pero al final terminó cooperando... ¿por qué? ¿Por qué se había dejado ultrajar por "esa cosa"? Sintió su corazón acelerarse al recordar lo acontecido; se frotó la cabeza desesperado, tratando de concentrarse, y siguió con su ducha.

Una vez limpio y fresco, regresó a su alcoba y se vistió tan rápido como pudo y salió de su hogar junto con Ryou en busca de su amigo tricolor. A Ryou se le ocurrió el lugar más obvio para buscar, la casa de Yugi; era poco probable, pero era su única opción por el momento. Se encaminaron al hogar de los Motou, y al llamar a la puerta y no ser atendidos por nadie pensaron en marcharse y seguir su búsqueda, mas un presentimiento les hizo querer entrar; por lo que buscaron alguna entrada al domicilio.

Para su suerte, encontraron una ventana abierta, sin embargo el único que podía ingresar por ella era el albino debido a que era un poco más pequeño y delgado que el otro. Ryou ingresó a la casa y fue a la entrada principal para abrirle la puerta al moreno y comenzaron a buscar; no parecía haber nadie, pero fueron al cuarto de Yugi, sólo para cerciorarse. Lo que vieron al entrar los dejó perplejos; Atemu estaba sobre Yugi, besándolo.

- ¡Malik!- profirió sorprendido Yugi en cuanto vio a sus amigos parados en la entrada, deshaciendo el beso

- ¡¡Atemu!!- gritó el moreno entrando al cuarto y caminando hasta los tricolores. El mayor de ellos se puso de pie y desapareció ante la incrédula vista de los presentes.

De pronto, el egipcio sintió una punzada en el estómago; miró hacia abajo, observando cómo una mano ensangrentada salía de su vientre... el tricolor acababa de atravesarlo...

Continued...

 

* Los cuervos son conocidos por llevarse cosas brillantes para añadir a sus nidos o simplemente ocultarlos.

Notas finales:

Malik: TT-TT por q me haces eso??? Mala!!!!

¬¬ no m vengas a reclamar hasta q leas el siguiente capi, ok??? ^^ y bueno queridos/as lectores/as, hasta aquí el capi de hoy. Espero que lo hayan disfrutado, y para todos los fans d Malik, bueno, para todos los q leen el fic, si han leído cuidadosamente cada capi verán algunas pistas del capi próximo; realmente es sencillo

Malik: ¬¬ claro, dices eso porq tú eres la autora

^^U quizá tengas razón, pro en serio, es algo q se ve muy clarito...

Weno, y pasando a otro tema, estaba pensando en subir un nuevo fic, bueno ¬¬ no s si decir nuevo o viejo, porq la mayoría de mis fics ya stán terminados; pero el chiste s q será nuevo para algunos d ustedes, y m gustaría saber q les gustaría leer; aquí están los "candidatos":

1.- Lovers to Midnight. (Parejas: AtemuXBakura, AtemuxYugi y un poco de BakuraXRyou); una historia q transcurre mitad en el antiguo Egipto, mitad en la "actualidad"; romance, traiciones, conspiración y varias versiones d la misma historia

2.- Love in a phantasmal Winter (Parejas: RyouXMarik, BakuraXMalik, BakuraXRyou, MalikXRyou); en un viaje a las montañas, extraños sucesos comienzan a rondar a nuestro querido Ryou, ayudándole a ver a quién ama realmente... una historia de terror (o al menos eso intenté ¬¬) y amor

3.- Deamon Ripper (BakuraXMalik); un accidente en su infancia cambió su vida para siempre; ahora ronda el cielo nocturno, en busca de su próxima víctima... un one shot de cómo 50 págs, >.< q además d cumplir muy bien su papel de terror, también tiene gore, no apto para cardíacos

XD esos son los participantes; ahora q si quieren otro fic q no aparece en la lista, lo pueden proponer y votar él; m lo puede comentar en un review, y el primer fic q tenga 5 votos (o el q tenga más antes d la siguiente actualización) gana!!!

Ummm.... Creo q es todo, no se... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

Atemu: O.O!! are???

Ace: se durmió???

Atemu: -picándole las costillas con un palito- sip, bien dormida

Ace: u.u se entiende, se quedó hasta muy tarde escribiendo

Atemu: ¬¬ le dije que tenía tiempo suficiente, pero no m hizo caso

Ace: y ahora??

Atemu: tendremos q terminar nosotros... q crees q diría??

Ace: algo como "gracias x seguir mi fic; espero sus reviews"

Atemu: "sus reviews son el alimento para mi mente fujoshi, me gusta leer sus comentarios antes d seguir escribiendo, son buena inspiración. Ah, y no se olviden de votar por su fic favorito; hasta el siguiente capítulo"

Ace: creo que diría "capi" no "capítulo, pro bueno, muy apegado a lo original ^^

Atemu: por qué sonríes??

Ace: ^^ siento q pronto apareceré en algún fic....

Atemu: U¬¬


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).