--No puedes hacerlo—dijo Sholomon Motou.
--Yo creo que si—replicó el castaño con irónica sonrisa en el rostro.
--Pero es la inauguración mañana. Por favor espera al menos hasta entonces—pidió el tricolor.
--Lo haré pero después me iré—dijo Kaiba con tono decidido.
--Bueno. No podemos retenerte contra tu voluntad—dijo el mayor--Pero quisiera saber porque lo haces--.
--Es por ese Joey—dijo el mas joven y ambos lo miraron.
--Supuse que esto pasaría tarde o temprano—dijo el ojivioleta y Seto lo miro a los ojos. No podía negarlo.
Estaba en medio del salón en el que todos los representantes de embajada, gobierno, alta sociedad y cultura se habían juntado para ver la nueva exposición.
Un escenario había sido instalado en medio del gran salón.
--No entiendo eso—dijo el castaño.
--Es que el museo decidió que dar una presentación especial sería muy beneficioso para la muestra—dijo el mayor de los Motou.
--Con que no traigan uno de esos grupos musicales estridentes me da igual.¿Pero que tendrá que ver la música con una muestra de museo—dijo molesto el arqueólogo.
--Kaiba esto es una presentación en sociedad. Hay que hacer que la gente no se aburra—dijo Yugi.
--Si se aburren en los museos no debieran venir a uno—dijo el de ojos azules algo molesto.
Tenía que ir.
No había opción.
Necesitaba verlo tanto como respirar por eso no le importó lo que pasara y entro al gran salón buscándole con la mirada.
Ahí estaba junto a su… no podía ni pensar en esa palabra.
Estaban hablando hombro con hombro.
Si se acercaba solo recibiría insultos de el castaño pero no sabía que era peor. Si eso o el verlo con alguien mas. Alguien que de seguro el ojiazul ahora quería mas que a él.
¿Por qué rayos el destino se ensañaba con él? Justo cuando había logrado acercársele pasaba… lo que hace 5 años le costara su felicidad.
Un miembro del consejo directivo del Museo subió al estrado y dijo—Su atención señores y señoras. Para ambientar aún más esta encantadora velada llena de objetos que evocan un pasado glorioso y misterioso he aquí una joven de encantadora voz de cuyo éxito no se duda con una canción que tiene mucho que ver con ru7inas antiguas y deliciosas emociones. Nos ha dado el agrado de su presencia así que por favor disfruten de su talento y de esta hermosa composición.
La luz bajó y todos pudieron ver de pronto enfocada a una joven en medio del escenario mientras unos acordes comenzaban a sonar y luego voces del coro se oyeron.
¿Donde fue el calor? Fue lo que su melodiosa voz pregunto.
Y luego ¿Dónde el mañana?
Un nudo se atoro en la garganta de los dos que pensaban que esa canción narraba algo muy personal.
Luego la cantante propuso sincronizar los latidos del corazón y que siempre, siempre estaría a su lado.
Seto arrugó el ceño no quería pensar en esas cosas ahora pero estaba en un acto oficial y no podía irse como lo hubiera preferido.
Joey desde su lugar miraba la espalda del castaño.
“¿Estará pensando en lo mismo que yo?” se preguntó. “No lo creo. Es probable que jamás ya logre que me perdone. ¿Qué hago aquí de todas formas? Es inútil que me esfuerce. El es un hombre orgulloso y yo lo he dañado ya dos veces” se dijo antes de voltear.
Sintió de pronto la presión de una mano en su brazo y volteó a ver la cara de su dueño.
Tenía una pequeña esperanza,,, una efímera esperanza que se esfumó cuando vio la cara de Taylor.
Lucía enfadado.
--¿Rebajándote otra vez a hacerle la corte a ese desgraciado?—preguntó el castaño.
--El nada te hizo así que no le llames así. Ademas ese no mes asunto tuyo. Ya te lo dije antes yo siempre…--lo defendió el rubio.
--¿Estarás con él?—preguntó con algo de burla el otro. –Pues creo que no se dará cuenta porque creo que se estará divirtiendo con otro—añadió para lastimar al ojos mieles.
Joey manoteó para quitar de su brazo la mano del otro, quería salir de ahí, esas palabras lastimaban porque era así, Seto ya no lo quería a él.
Sin querer golpeó la copa que uno de los invitados tenía consigo y esta cayó rompiéndose en el piso.
El sonido de cristal roto llamó la atención.
Seto volteó para ver a Joey que después de disculparse arremetía contra el castaño que había tomado su brazo de nuevo. Su expresión molesta y la forma en que se alejo del otro le dijeron a Seto todo lo que tenía que saber.
Kaiba se fue tras Wheeler mientras Yugi se lo quedó viendo.
“Estaba escrito ya que esos dos no podrían permanecer indiferentes por el resto de su vida” se dijo. Por mas que le doliera ese era el final esperado.