Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Muñecas de Porcelana por hana midori

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

jejeje gracias a todos los que leyeron y comentario, aqui esta el proximo cap de esta historia. Ojala les guste ^^

Capitulo 2 “La muñeca roja”

Abrió los ojos lentamente, se sentía muy cansado.

--buenos días bocchan—escucho decir a Sebastian y a los pocos segundos la luz del sol entro de golpe a la habitación, haciendo que tuviera que cubrir su cara con su brazo.

--¿Qué horas son?

--las 7 de la mañana bocchan

--¿y por que diablos me levantas tan temprano?—cuestiono bastante molesto mientras se sentaba en el colchón.

--a llegado otra carta de su majestad la reina, pensé que le interesaría leerla—una sonrisa apareció en el rostro de su perfecto sirviente, sacando un mufido molesto por parte del amo.

--damela—extendio su mano, sintiendo la sensación tan conocida del papel. Mientras Ciel leía, el demonio paso la vista por el cuarto, dándose cuenta de que sobre la mesa de noche había una muñeca, la cual no recordaba haber visto la noche anterior.

--no sabía que a bocchan le gustaban las muñecas—comento tomándola con cuidado.

--la encontré anoche en el kiosco, se la daré a Elizabeth cuando pueda—respondió sin levantar la vista, continuando la lectura. Sebastian la vio por todos lados, era una obra realmente exquisita. Sonrió con malicia y la regreso a su lugar.

--vísteme, tenemos un nuevo caso.

--como ordene—fue hasta el armario, sacando un conjunto azul muy característico de Ciel. Cuando regreso con su amo, este ya estaba sentado al borde de la cama.

--¿de qué se trata esta vez?—pregunto con verdadera curiosidad, a veces los casos a los que la Reina los mandaba eran realmente interesantes.

--un pervertido que gusta de matar niñas nobles—fue su respuesta—al parecer lleva por los menos 4 víctimas.

--¿por lo menos?—termino de abotonar la camisa, ahora proseguía con el resto.

--4 niñas nobles, no dudo que hubiera más, pero son las únicas a las que han reportado como desaparecidas.

--listo bocchan—anuncio el mayor mientras se ponía de pie.

--bien, vámonos

--entendido.

A los pocos minutos ya se encontraban en el carruaje, rumbo al centro de Londres. El chico miraba por la ventana, perdido en sus reflexiones mientras que el demonio lo observaba.

--¿en qué piensa bocchan?—pregunto Sebastian, sobresaltando un poco a Ciel.

--pensaba en el caso, y quien pudo haber matado a esas pequeñas… ¿Por qué me lo preguntas?—dirigió su vista a su mayordomo.

--curiosidad—fue su respuesta.

El resto del camino fue recorrido en silencio, hasta que llegaron a la jefatura de Scotland Yard. Esperaba que el jefe los recibiera, pero en su lugar un joven policía de cabello castaño les dio la bienvenida.

--¿Dónde está el detective encargado del caso?—pregunto Ciel, ignorando el cordial saludo por parte del otro chico.

--él no se encuentra en estos momentos…--noto la mirada desaprobatoria por parte del Conde, por lo que se apresuro a decir—estoy al corriente con todos los hechos Conde Phantomhive.

--entonces, ¿con quién tengo el gusto?

--soy James.

--muy bien James, dime todo lo que han descubierto.

--de acuerdo, por aquí—los escolto hasta una sala algo lujosa, más bien parecía una sala de interrogatorio para los nobles.

--¿y bien?—cuestiono el peliazul una vez que se instalaron.

--las victimas son niñas de entre 10 y 12 años, todas reportadas como desaparecidas por 3 días, luego eran encontradas muertas y desfiguradas. Según los informes de las autopsias la causa de muerte fue un profundo corte en la garganta.

--¿tienen idea de quién pudo hacerlo?—pregunto Sebastian.

--honestamente no, pero creo que pude ser alguien de clase baja.

--¿algún otro detalle?—pregunto Ciel.

--si…--James le entrego unas fotos a el más joven y unas copias de las mismas al mayordomo. — Estas son las niñas…--el Phantomhive se quedo callado, viendo la foto de la última víctima.

--la razón por la que se las enseño es porque una noche antes de hallar los cuerpos, unas muñecas fueron dejadas en este edificio, eran idénticas a las pequeñas incluso él usaba el pelo de las verdaderas y se las ponía a los muñecos…aunque la de la ultima victima jamás nos llego…

--¿Cuándo fue descubierta?—interrumpió el ojiazul

--¿Quién?

--la ultima niña muerta.

--esta mañana, su nombre era Alice…--Ciel se paro rápidamente.

--les entregare al asesino dentro de unos días—el castaño lo miro incrédulo—vámonos, Sebastian.

--entendido. — el mayordomo siguió a su amo hasta el carruaje, si bien entendía la razón del porque se estaban retirando tan pronto no entendía el porqué Ciel estaba tan ansioso.

--¿Qué sucedió?—pregunto una vez que estuvieron en el carruaje.

--la niña…es igual a la muñeca que encontré fuera de la mansión.

--Jo, en ese caso parece ser que el asesino lo está invitando a jugar bocchan—sonrió.

--en se caso…seria de mala educación que la rechazáramos—lo miro, y al igual que él, una sonrisa digna de un demonio apareció en su rostro.

“Definitivamente es la mejor alma que he tenido la suerte de encontrar”

Ya casi habían llegado, a lo lejos podía ver su mansión. Pero su mente estaba ocupada en otra cosa, si bien no le había contado a su fiel sirviente de la carta que había recibido junto con la muñeca eso no quería decir que no fuera importante. De hecho pensaba en ello.

Dollmarker, había sido el seudónimo con el que se había presentado.
¿Qué era lo que ese tipo planeaba en realidad?, ¿Por qué lo reto? Y lo más importante ¿Quién era?

--bocchan—nuevamente la voz de Sebastian lo saco de sus profundos pensamientos, miro rápidamente a su alrededor y noto que estaban frente a la mansión. El demonio lo ayudo a bajarse.

--¿necesita algo bocchan?

--si, necesito que investigues a todos los jugueteros capaces de ejecutar un trabajo como esa muñeca.

--¿todos?

--si, no importa quienes sean.

--yes my lord.

Ciel se alejo de la entrada para irse al jardín, esperaría a que su mayordomo regresara y le informara sus descubrimientos.

Tomo asiento en una mesa que siempre estaba afuera, por si Elizabeth quería tomar el té a la intemperie. Se quedo observando las flores que Sebastian siempre podaba con maestría, eran muy bonitas…

Puso sus brazos encima de la mesa y recargo su cabeza, había madrugado y la noche anterior se desvelo, estaba algo cansado, así que cerró los ojos para dormitar unos minutos. El aroma de las flores era suave y eso le agrado, tanto que sin darse cuenta sonrió. Le hacía recordar esos tiempos en los que disfrutaba los días de campo con sus padres, con Elizabeth…

*****************************************************************************************************

Un fuerte sonido lo hizo levantar la cara con algo de brusquedad, no podía ubicar donde estaba. Rápidamente comenzó a recordar que había estado en el jardín, viendo las flores. El sol estaba muy alto, tal vez era más de medio día. Con las manos se restregó la cara para terminar de despertar y se levanto…

--¿eh?—justo enfrente de donde estaba sentado había una muñeca, llevaba puesto un vestido rojo, su cabello negro brillaba hermosamente con el sol. Rápidamente la tomo, para descubrir que como la de la noche anterior, esta tenía una nota.

Veo que el Conde se siente muy confiado al dormir en el jardín, permítame mencionarle que esa sonrisa le sienta muy bien…debería mostrarla más seguido. Me esforcé mucho más en este presente ya que tuve poco tiempo para hacerlo, pero estoy seguro de que lo encontrara como un trabajo de primera calidad.

Usted me ha inspirado Conde, deseo hacer una linda muñeca de su persona…y estoy seguro de que mi deseo se cumplirá.

Se despide de usted, Dollmarker


Estaba enojado, ese tipo se estaba burlando de él. Con la mirada inspecciono a su alrededor, creyendo que tal vez se había quedado para ver su reacción…lamentablemente no vio nada fuera de lo común.

Dirigió nuevamente su atención a la muñeca, ciertamente era un trabajo de calidad, pero tenerla en sus manos significaba solo una cosa…una nueva niña moriría.

*****************************************************************************************************

Sebastian estaba regresando a la mansión cuando sintió que Ciel lo llamaba, cerro sus ojos y cuando los abrió estaba detrás del pequeño.

--¿me llamo bocchan?—su amo se giro, sobresaltado.

--deja de aparecerte así idiota—le dijo molesto, no iba a admitirlo pero lo había asustado.

--¿Qué sucede?

--sucede esto—extendió su mano con la muñeca, el mayor la tomo y la miro un rato.

--¿de dónde la saco?

--estaba paseando por aquí y la vi—no estaba mintiendo, simplemente transformaba un poco los hechos, se vería como un estúpido si le decía que se había quedado dormido y el asesino la dejo junto a él.

--¿no tenía nada mas?—Ciel se quedo callado, ¿debía decirlo o no a su mayordomo lo de la nota?

--no, nada mas estaba el juguete. —Sebastian le lanzo una mirada severa, como si supiera que estaba mintiendo, pero el Conde no se llego a inmutar.

--¿Qué encontraste?

--investigue lo que me pidió, y descubrí algo interesante…nadie en Londres tiene una técnica tan buena como nuestro amigo.

--¿Qué quieres decir exactamente?—él lo presentía, presentía que era lo que su mayordomo le iba a decir.

--digo que el asesino no ha hecho público su trabajo, debe ser algún tipo de hobby.

--tks, eso significa que probablemente no podremos salvar a la verdadera niña—menciono mirando con algo de lastima a la muñeca. El demonio no dijo nada, solo bastaba una orden de su amo para encontrarlo pero, sabía que a este no le gustaba hacer “trampa”.

--¿Qué hará bocchan?

--iremos al centro—se dio la vuelta, dándole la espalda a el ojirojo.

--¿al centro?

--si—empezó a avanzar en dirección a la mansión—iremos a verlo. —el pelinegro sonrió mientras avanzaba detrás del niño.

Sabía muy bien a quien le harían una visita.

*****************************************************************************************************

No se molesto en tocar, simplemente abrió la puerta y entro, seguido de Sebastian.

--¿estas aquí Undertaker?—pregunto en voz alta, esperando una respuesta.

--bienvenido conde…--una sombra salió de la parte más alejada de la tienda, mostrando al hombre de cabellos plateados.

--a que debo su agradable visita—le dijo con una sonrisa en los labios.

--Sebastian.

--si—el demonio se acerco al sepulturero y le entrego las muñecas—mi amo desea saber quien hizo estos juguetes.

--oh, no sabía que el conde jugaba con muñecas…venga vamos a jugar.

--¡no seas tonto!—un ligero sonrojo apareció en sus mejillas, le avergonzaba que lo acusara de eso.

--bueno, si no quiere hacerlo frente a su mayordomo puede pedirle que salga…

--¿sabes quién las hizo?—lo interrumpió el niño, caminando hacia ellos.

--mmm…--las observo un rato, como si estuviera buscando marcas o algo parecido. —Hace mucho que no veía un trabajo tan esplendido…--Ciel se estaba impacientando, realmente era una persona exigente.

--conocí a alguien que era capaz de hacer esto—le entrego los juguetes a Sebastian.

--¿Cuál es su nombre?

--ah, conde creo que está olvidando algo—la sonrisa de Undertaker se ensancho, dejando caer algo de saliva. El chico suspiro, luego miro a su sirviente, este entendió el mensaje.


*1 minuto después*


--¡jajajajajajaja!—el peliplata se tiro al suelo mientras seguía riendo, había sido un muy buen chiste. Este seguía sonriendo cuando Ciel interrumpió su risa.

--el nombre.

--jejeje—suspiro para tranquilizarse, después se aclaro la garganta y su gesto cambio a un serio, parecía que diría algo importante—hace tiempo, en una aldea algo cercana aquí viva un pobre juguetero llamado John…

--no estoy para cuentos Undertaker.

--no es un cuento conde, es algo que paso y que tiene que ver con los asesinatos de las niñas.

--¡¿Cómo…?!

--bocchan, déjelo proseguir—le dijo el mayor, poniendo su mano sobre el hombro de su amo. Este lo miro y después asintió.

--donde me quede…ah sí, era muy pobre pero su trabajo era el mejor, los más hermosos de todo Londres, pero odiaba venderlos por eso no tenía dinero aun así nada evito que una humilde jovencita se fijara en él, el nombre de ella era Saga. Ambos se enamoraron y como la muchacha no tenia padres pues era huérfana se casaron de inmediato. Pasaron los años, y un día, tuvieron un hijo lo nombraron Magus por que según la mujer, ese había sido el nombre de su padre. La familia parecía ser muy feliz pero…en una ocasión, unos aldeanos vieron como Saga hablaba con una figura espectral…un demonio—Undertaker miro a Sebastian, Ciel lo imito.

--la acusaron de brujería—continuo el peliplata—y fue condenada a morir en la hoguera, su hijo también iba a ser quemado, pero este logro escapar. Unos meses después, su padre apareció muerto en el rio, se había ahogado. — un silencio bastante incomodo se apodero del lugar, aunque los dos habían dejado de mirar al pelinegro, el niño no podía dejar de pensar en la historia.

--me estás diciendo que ese tal “Magus” es el asesino.

--como le dije, solo vi un trabajo parecido a estos que tiene aquí. —Volvio a sonreír—eso es todo lo que se mi querido conde jijiji.

--gracias por la información—se dio la vuelta—vámonos Sebastian.

--ah, lo olvidaba, me permitiría hablar con su sirviente.

--¿para qué?

--bocchan hágale caso, lo veré en el carruaje—no estaba muy convencido pero eran 2 contra uno…

--no tardes—salió del lugar, cerrando la puerta detrás de él. Se sintió tentado a pegar su oído contra la puerta, para ver si podía oír algo de la conversación, pero sabía que lo descubrirían. De mala gana espero en el carruaje y después de 5 minutos el demonio entro en el vehículo.

--¿Qué te dijo?

--nada importante bocchan. —Ciel le lanzo una mirada que decía “no te creo” para la cual Sebastian solo sonrió. El carruaje se puso en movimiento.

--el demonio…--susurro el niño.

--¿eh?

--el demonio de la historia… ¿eras tú verdad?—el ojirojo no dijo nada, simplemente dirigió su vista hacia afuera. El pequeño no insistió luego de decir eso, conocía la respuesta, el silencio de su sirviente la rectificaba.

Notas finales:

jejejeje comenten y diganme que tal ^^ atentas por que el proximo lunes actualizo (ahora si xD)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).