Estaba atado a un poste, escuchaba que su actual dueño Shiratori, un hombre de 65 años, ojos verdes, larga blanca, cabellos canos y piel blanca, lo ofrecía por cincuenta mil monedas de oro, solo le quedaba eso esperar a que alguien lo comprara, fue cuando un hombre se acercó hacia ellos, levantó la mirada, ese hombre le causaba muy mala espina, era de piel morena, cabellos blancos atados en una coleta baja, ojos color negro, cubiertos por unos gruesos anteojos.
Shiratori: kabuto-sama- dijo haciéndole una reverencia al sujeto- buen rato sin verlo por aquí señor- decía de forma cortés
Kabuto: pues he venido a ver que tienes para mí- desvió su vista hacia donde estaba sasuke sentado- y veo que traes algo interesante- camino hacia sasuke
Shiratori: ponte de pie- le ordenó a lo que sasuke obedeció de inmediato
Kabuto: veamos- jaló fuertemente las cadenas de sasuke acercándolo a él- vaya debes ser un “circense” por lo bello que eres- tomó el rostro del chico con brusquedad- ¿Cuánto pides por el shiratori?-
Shiratori: cincuenta mil monedas de oro- dijo avaricioso
Kabuto: ja no te daría esa cantidad por él- le dijo molesto-
Shiratori: pero me costó mucho trabajo hacerme de él señor- le dijo inconforme- además mírelo seguramente atraerá mucho dinero si se lo lleva a su circo
Kabuto: mira en que condiciones me lo estas vendiendo- puso sus manos en su cintura- te daré cuarenta mil monedas de oro
Shiratori: pero kabuto-sama este chico es muy raro y lo sabe- fue cuando sintió una fuerte mano en su cuello
Kabuto: no me hagas enfadar maldito imbécil- dijo con el seño fruncido- recuerdas al rubio que me vendiste, no es nada de lo que alardeabas que era- estaba sumamente molesto tanto que sacó una espada y la coloco en el cuello del hombre-
Shiratori: se lo juró kabuto-sama es el último de los uzumaki- dijo nervioso-
Al escuchar ese apellido sasuke se sorprendió, sin que los dos hombres se dieran cuenta, por lo que de forma rápida cubrió su tatuaje con una pequeña bracera color negro para que no supieran de que clan provenía, ahora había una esperanza para que pudiera ser libre.
Kabuto: me hiciste gastar mi dinero por algo que era falso, por eso antes de que te mate me dirás el precio real de esa cosa- dijo con desprecio y clavando la espada tanto que provocó un pequeño corte en el cuello del hombre- ¿Qué me dices ahora shiratori?- mostraba sadismo en su mirada- me haras una rebaja ¿Verdad?
Shiratori: claro que si kabuto-sama- dijo nervioso- lléveselo a ese precio- fue soltado por el hombre y sintió que en sus manos caía un pequeño sacó de cuero que contenía las monedas
Kabuto: fue un placer hacer negocios contigo shiratori- jaló de las cadenas llevándoselo consigo- por cierto que nombre tiene
Shiratori: el que usted quiera estará bien, después de todo no tiene- se dio la vuelta alejándose de la carreta
Kabuto: bueno si ese es el caso te llamare shiro- lo señalo- vámonos!!!- ordenó al hombretón que estaba con el
Fue subido de nuevo a una jaula, pero esta tenía tallada sobre el frío metal la palabra “circense”, esa palabra que era usada para hacerlos parecer monstruos o errores de la naturaleza, el caballo que jalaba la carreta que lo contenía, comenzo su camino.
El camino era largo, pudo observar varios paisajes conforme el tiempo del viaje transcurría, atravesó montañas donde hacía un fuerte frío, lagos y praderas, hasta que la carreta se detuvo de forma abrupta, se hincó rápido y observo el lugar, era una gran carpa de color azul con amarillo, estaba varada al lado de un río y a lo lejos se escuchaba la caída de agua.
Kabuto: amárralo bien, no quiero que se me escape de nuevo la inversión en menos de 24 horas- dijo a modo de advertencia al hombretón
Sintió el fuerte jalón en sus cadenas, entró a la dichosa y carpa observando lo que había dentro animales de especies que jamás había visto, inclusive personas que tenían en sus cuerpos algo “diferente”
Io: tu vas aquí fenómeno- le dijo de forma despectiva lanzándolo toscamente al lugar que le habían “asignado” , su cabeza golpeo de forma fuerte en un enorme clavo que estaba profundamente enterrado en el suelo provocándole una herida que comenzó a sangrar por el lado izquierdo de su cabeza hasta su mejilla.
Sasuke: te arrepentirás- se limpio la herida y se lanzó sobre el hombretón dispuesto a matarlo propino un buen golpe en la mejilla al hombre lanzándolo lejos de él, este se puso de pie sacando un gran trozo de metal color negro dispuesto a darle un buen golpe al pelinegro, cuando una rama de paja se le enterró en la mano obligándolo a soltar el arma
Io: ¿Quién se tarevió?- dijo fúrico sosteniéndose la mano herida
El pelinegro miro en dirección de donde provino el ataque, observó a un chico sentado a tres lugares de donde el estaría, vestía una gruesa gabardina azul marino que llegaba a sus pantorrillas, una bufanda color café atada a su cuello y una mascara que cubría la mitad de su cara, tenía su mano estirada señal de que el había lanzado ese pequeño trozo de paja.
Io: maldito shio!!!- se lanzó contra el chico, propinándole un fortísimo golpe en la cara rompiéndole el labio, volvió a tomar el chico por su bufanda propinándole más golpes
Kabuto: se puede saber ¿Qué demonios haces io?- la voz fuerte del peliblanco detuvo al instante al sujeto, de forma rápida se acerco dándole un poderoso golpe en el estomago que lo hizo inclinarse por el dolor.
Sasuke : *increíble, pese a que se ve tan débil este sujeto es sumamente fuerte*- observó con mas atención el puño del peliblanco percatándose que este brillaba de color blanco tan claro que era difícil darse cuenta del mismo- *brujería, no me extraña que tenga esa fuerza sobrehumana*
Kabuto: maldito estúpido, no vuelvas a dañar la mercancía!!!!- lo señalo con el dedo- por tu vida espero no perder dinero-salió hecho una fiera de la carpa
Io: esta me la pagarán malditos fenómenos- se puso de pie como pudo saliendo y dejando a los chicos solos
El pelinegro pese a que era la primera vez que veía al chico, sintió un gran vuelco en el corazón aquella sensación salvaje de que esa persona debe estar contigo, vio claramente como pequeña gotas manchaban la paja donde estaba el moreno, se puso de pie y sacando un pequeño pañuelo de sus shorts
Shiro: esto servirá- dirigió su mano a el rostro del chico con la intención de limpiar la sangre que escurría por su nariz y boca después de todo el había sido en parte culpable de que el chico haya sido herido, cuando sintió un fuerte manotazo que lo obligo a separarse
Shio: sino quieres que te mate- menciono gélido al pelinegro-no te me vuelvas a acercar- se limpio la nariz y se dio la vuelta recostándose sobre la paja, dándole la espalda al pelinegro
Shiro: como quieras- camino hacia su lugar fue cuando sintió una presencia en el chico llamó su atención-
Activo su sharingan y observó el cuerpo del chico, este mostraba una energía color azul, nada fuera de lo común, fue cuando una silueta aparecía frente a él, era tenebrosa, enfoco bien su vista en la silueta, parecía la de un fiero animal mostrando sus colmillos y temibles ojos rojos.
Shiro: pero ¿Qué..?- retrocedió un poco por el miedo que en esos momentos sintió-
El pelinegro se sentó en su lugar, pero no se percató que el moreno había sentido su técnica, en esos momentos bendecía su máscara ya que esta siempre le ayudo a ocultar sus sentimientos.
Shio: *jajajaja uno mas a la colección de cobardes mi buen chico*- dijo aquella voz en su interior- *y que bueno que así sea, sino su vida correría peligro*- contesto el rubio para dormirse al instante
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El solo iluminaba uniforme, el día comenzaba para las personas que habitaban la aldea, los hombres salían con sus bestias de carga para comenzar la labor del campo y las mujeres con cestos vacíos en dirección al mercado para comprar los víveres necesarios para el día.
Kabuto: hora de despertar, idiotas!!!!- dijo fuerte sobresaltando a todos los de la carpa- vayan a asearse- lanzó sobre el sucio suelo un montón de trapos- io!!!!- llamó al hombre- colócales los grilletes de sello, no quiero ni una sola fuga este día- ordeno saliendo de la carpa
Io: bien fenómenos, fórmense- los presentes se formaron y estiraban sus manos para que les fueran colocadas unas cadenas color plateado, se veían tan delgadas que podrían romperse fácilmente-
Shiro: *acaso se esta burlando de nosotros*- pensó al ver la fragilidad de aquellas cadenas- aprovechare para escapar- dijo en susurro
Shio: no lo hagas- pronunció asustando al pelinegro quien volteo a verlo
Shiro: el hecho de que tu no quieras ser libre no es mi problema- susurro molesto
Shio: ¿porque no te callas y observas?- señaló a un chico de cabellos chocolate de ojos blancos, quién dio un gran salto, intentando escapar, pero su intento fue en vano, apenas piso 5 metros lejos de la fila y las cadenas comenzaron a brillar de forma intensa, un símbolo con la forma de un dragón apareció bajo sus pies. Oyéndose un grito desgarrador el chico se extinguió en una torre de fuego blanco quedando solo cenizas en su lugar, que se volaron con el viento.
Io: una recomendación- sonrió sádico- no traten de escapar- salió del lugar dejando a algunos aterrados por lo que acababa de pasar
Shio: es tu oportunidad ahora que no esta- le dijo sarcástico caminando hacia el río
Shio: ¬¬#
Shiro: *ese muchacho puede divertirme un poco*- dijo divertida la voz en el interior del moreno- vigila que nadie me vea- ordeno a la voz en su interior- *claro, claro na-ru-to*- pronunció burlón- agradece que estas dentro de mí sino estarías muerto por pronunciar mi nombre- puso su mano sobre su máscara quitándosela para comenzar a bañar su cuerpo
El pelinegro se había dado cuenta que el moreno se había apartado del grupo, caminando en dirección a donde había ido, con la intención de decirle si quería morir al separarse tanto, se escuchó el sonido de una cascada y fue cuando se topo con la visión más increíble que hubiese visto en su vida, ahí estaba, el moreno quién se bañaba con tranquilidad en aquella cascada, mostrando su hermoso cuerpo a los ojos de un sonrojado pelinegro.
Shio: *demonios, demonios, demonios!!!!*- repetía sin parar en su mente, siguió viendo al moreno quién estaba de espaldas, notó que en su rostro faltaba algo sumamente importante que distinguía al moreno de los demás, su fiel máscara.
Como si fuera en cámara lenta el moreno se volteo, mostrando el rostro más bello que el pelinegro hubiese visto, ojos de un hermoso tono en azul, flequillos rubios cubrían parte de su frente y mejillas, su cabello llegaba estaba a la par de sus caderas, pero sobre todo, esas hermosas marquitas que le fascinaron desde la primera vez que lo vio.
El pelinegro sin darse cuenta piso una pequeña rama -¡Diablos!- expresó alertando al rubio quien se volteo al instante observando serio al pelinegro
Shiro: ¿se te ofrece algo shiro?- menciono tranquilo volteándose de nuevo-*pero ¿Qué diablos te pasa niño? Se supone que debes matarlo*- menciono molesta esa voz en su interior-*¡matalo!*- gritó una vez más- silencio!!- pronuncio molesto a modo de orden a aquella voz
Shio: estas al borde shiro y solo vine a recordarte que no debes pasarte- le dijo tratando de ocultar las sensaciones de ver al rubio desnudo frente a el
Shiro: ¿Crees que soy tan bestia, como tu comprenderás? - tomó un trapo comenzando a tallarse el cuello-más bien espero que tu sepas a que distancia estas- se tallaba su brazo
Shio: usuratonkachi- susurró quitándose el trapo que cubría sus caderas
El rubio se volteo para reclamarle al pelinegro el haberlo llamado de esa manera, esta vez fue turno del rubio para ver el desnudo cuerpo del pelinegro, sentimientos desconocidos hasta ahora por el comenzaron a nacer, fue cuando ambos esquivaron una enorme lanza que se clavó dentro del río levantando una gran cantidad de agua, el rubio envolvió su cadera con un trozo de tela que había tomado anteriormente, tomo su máscara y se la coloco de nuevo sobre su rostro mientras que el pelinegro se colocaba su larga camisola.
Voz: jajajaja miren lo que me encontré- se escuchó una voz burlona
Shiro: parece que tu virtud es fastidiar el prójimo ¿verdad eriol?- dijo en tono molesto al ser interrumpido
Eriol: vaya, la palabra virtud salida de tu boca se oye tan asquerosa- se vio a un chico de largos cabellos blancos atados en un trenza larga que llegaba por deba de las caderas, ojos dorados y sotana negra con una cruz bordada en el pecho de lado izquierdo-además parece que tendré que trabajar horas extras hoy - pronunció el peliblanco volteando su vista al pelinegro
Shio: solo eres un simple sacerdote– pronunció en el mismo tono que el rubio, sin importancia-
Shiro: te lo advierto eriol - le dijo con el ceño fruncido
Eriol: ay, ay, ay mis pequeños monstruos saben que el único lugar donde pueden estar es en el infierno, yo solo vengo a hacerles el favor de regresarte a casa- les sonrió de forma perversa-
Shiro: lárgate- se dio la vuelta
Shio: tsk tsk tsk- expresó chasqueando la lengua y moviendo su dedo de forma negativa- respuesta incorrecta- sacó un libro de tapas de cuero color café el cual abrió al instante- parece que tendré que enseñarles buenos modales-las ropas del sacerdote comenzaron a moverse de forma suave a su alrededor- ¡santa atadura¡-levantó su mano hacia ambos chicos
Shio: pero que…- sintió como una enorme mano de agua lo tomaba por el torso al igual que al rubio, ambas manos se movieron rápidamente estrellando a ambos chicos entre ellos de forma fuerte atontándolos en el acto y dejándolos caes estrepitosamente en el agua- me dolió- se sostuvo la cabeza algo mareado por el anterior golpe
Shiro: este tipo de poder no es de las dichosas escrituras sagradas-enfocó su vista al libro que tenía en sus manos el peliblanco- *es un libro de magia tipo extracción*-pensó tranquilo-*así que ese imbécil quiere sacarme*- pronunció divertida la voz en su interior
Eriol: en nombre de dios lo que tienes en tu interior regresará al infierno y así la iglesia consolidará su poder sobre las naciones-esta vez una mano color negro salió del libro y como si fuesen garras se enterró en el estómago del chico haciendo que de su estomago comenzara a salir sangre color negro
Shiro: *acaso es idiota*- dijo burlona la voz- *vaya es una magia bastante fuerte para alguien tan mediocre* así que ¿Te diste cuenta?- dijo serio sin siquiera moverse para quitar esa garra sobre su estómago-
Shio: shiro!!!- le gritó al ver que su estomago sangraba, sintió un fuerte enojo al ver que el sacerdote había lastimado al rubio cerró sus ojos fuertemente concentrándose- sharingan- activó sus ojos y de forma rápida se soltó de la mano que lo sostenía y con una increíble velocidad le propino un buen puñetazo en el rostro al sacerdote, lanzándolo lejos de él y desintegrando la magia que el sacerdote había usado, el rubio cayó sobre sus rodillas
Shiro: no necesitaba tu ayuda- dijo serio y colocando su manos sobre su estómago
Shio: si claro- puso sus manos en su cintura- y lo dice el sujeto a quién estaban a punto de partirlo en dos- señaló el sangrante estómago del moreno
Eriol: oh dios me bendice- dijo aun tumbado en el suelo y con un hilillo de sangre saliendo de sus labios- miren que encontrarme un uchiha cuando supuestamente estaban extintos- sonrió triunfante
Shio: que tipo tan desagradable- dijo con molestia-
Shiro: *bien chico es hora de darle una lección a ese estúpido*- djo aquella voz en su interior- *solamente no te pases no debes matarlo, no ahora*-
Shio: ya me harté de ver siempre a sujetos como este que no pueden dejar a uno en paz- apretó sus puños, iba a lanzarse contra el peliblanco cuando se detuvo de golpe- pero que…- dijo con los ojos abiertos al ver que el rubio era cubierto con un manto color rojo.
Eriol: asi que decidiste salir monstruo del infierno- salió de entre la nube de polvo- ya te dije que te enviare a ti y a tu contenedor de vuelta al infierno- pronunció el sacerdote volviendo a abrir su libro en dirección al rubio-
Shiro: será mejor que pienses bien lo que harás- levanto levemente su mano y lanzó un poderosa ráfaga de viento que levantó al sacerdote lanzándolo contra un montón de árboles que cayeron al sentir el impacto del cuerpo del sacerdote- ¿Sabes a lo que te enfrentas si me haces enfurecer?- sonrió sádico y de su mano derecha de la cual salió una especie de garra color anaranjado que tomo por el torso al peliblanco- ahora me toca a mí- azotó de forma estrepitosa al sacerdote una y otra vez hasta dejarlo sumamente herido
Eriol: maldición…- tenía una pierna y el brazo roto - *si esto sigue así me matará*- pensó angustiado al ver el sadismo en la mirada del rubio quien al parecer no se había cansado ni un ápice al estarlo torturando
Shiro: ¿Verdad que es divertido?- se puso frente al sacerdote- torturar a alguien hasta tenerlo al límite entre la vida y la muerte- aferró el cuerpo del sacerdote con su garra derecha al suelo y de su mano izquierda otra garra salió de y lanzó un poderoso zarpazo contra el peliblanco, pero fue grande su sorpresa al ver que el brazo era cortado haciéndolo desaparecer al instante y varios filos de espada eran colocado alrededor de su cuello y otros sobre los puntos donde estaban sus órganos vitales
Voz: será mejor que te tranquilices kyuubi- se escuchó una voz femenina a lo lejos- no me hagas sellarte antes de tiempo- aquella voz provenía de una chica de cabello azul corto, con un pequeño chonguito del lado derecho de su cabeza el cual era adornado por un rosa blanca, vestía de la misma forma que el peliblanco solo que en la espalda traía bordada una cruz que era envuelta por una rosa
Shiro: me siento honrado - soltó al semiinconsciente sacerdote- que varios miembros de la rosa del vaticano vengan por mí- menciono burlón levantando sus manos desinteresadamente
Konan: siéntete afortunado ya que no hemos venido por ti- dijo tranquila- nuestro objetivo era kabuto, quien por desgracia se nos escapó- uno de los acompañante de la peliazul tomo por la cintura al herido sacerdote- además sabes que en este momento tú y tu contenedor no representa más que un piquete de insecto frente a cualquiera de nosotros, así que será mejor que se hagan fuertes, ya que la próxima vez no tendré compasión y los sellare para siempre- los sacerdotes desaparecieron al instante
Por su parte el pelinegro se puso de pie y puso su mano sobre el hombro del moreno, quién se estremeció al sentir su toque.
Shiro: tienes algunas cosas que explicarme shio si ese es tu nombre en realidad- dijo con voz seria
Shio: no tengo porque decirte o explicarte- dijo frunciendo el seño- no sabes con quien hablas siquiera- dijo con tono altanero
Shiro: puedo ver muy bien que eres o quién eres con esto- señalo sus ojos- así que con quien quiero hablar es con shio no contigo - dijo con tono molesto
Shiro: de acuerdo no tengo ganas de hablar con un crecido como tu- ahora cerró sus ojos suavemente esta vez dejando al rubio en su lugar
Shio: bien ahora me dirás tu nombre- se sentó frente al rubio
Shiro: hasta que tu me lo digas primero- menciono serio- por tus ojos puedo deducir de que clan provienes, pero debo confirmarlo-
Shio: mi nombre es sasuke y vengo del clan…- lo vio- y ya confirmaste de qué jodido clan vengo ¬_¬- dijo serio por la pregunta-
Naruto: mi nombre es naruto, el último descendiente del clan uzumaki- dijo serio, pero se alejó de pronto al ver que el pelinegro acercaba demasiado su rostro y parecía analizarlo- ¿Qué tanto me ves?-
Sasuke: me lo imaginaba- se cruzó de brazos-
Naruto: ¿De qué hablas?- menciono dudoso
Sasuke: así que tu eres el contenedor del legendario demonio kyuubi ¿Verdad?- le dijo serio el pelinegro al moreno
Naruto: te advierto que…- antes de que acabara la frase unos pasos se escucharon a la orilla del bosque, ambos se voltearon a ver con complicidad.
Sasuke: bien debemos irnos antes de que otro aldeano nos vea- dijo ya vestido con un pantalón de gamuza café, una camisa blanca, saco color café, botas de cuero color chocolate y una sombrero café
Naruto: a veces es bueno que los humanos tengan tantos vicios- se termino de poner el saco- estaban tan ebrios que no recordarán ni quienes les quitaron sus ropas- dijo ya vestido con un pantalón color verde musgo, camisa blanca, zapatos cafés, saco color verde caqui con un sombrero del mismo color que el saco.
Sasuke: mira lo que me encontré- le enseño al rubio una pequeña bolsa de gamuza, tenía bordado el símbolo de la iglesia- parece que a ese idiota se le cayó esto cuando casi lo matas- dijo burlón
Naruto: muy gracioso- dijo con sarcasmo-
Sasuke: parece que debemos ir primero a la aldea de Tora, según esta nota ese imbécil debe reunirse con un tal giocco en tres días- guardó la carta-
Naruto: necesito respuestas- dijo serio comenzando con su camino siendo seguido por el pelinegro- no necesito que me acompañes- dijo sin siquiera ver al pelinegro
Sasuke: aunque tampoco me gusta la idea de estar contigo, también debo preguntarle unas cosas a ese sujeto- caminaba a la par del rubio- si está involucrado con la iglesia debe saber algo más que solo los asuntos de la aldea
Naruto: es bajo tu propio riesgo el que compartamos camino
Sasuke: lo mismo digo-
Ambos chicos comenzaron su travesía, misma que no solo cambiaría el pensamiento de los humanos sino que lograrían una tierra de coexistencia y paz entre humanos y circenses, para así evitar que se repitiera la misma tragedia que ellos habían sufrido cuando eran pequeños, la extinción de sus clanes.