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SOUNDTRACK por Keny-chan

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Notas del capitulo:

¡¡Hoooola!!! Dirán "oh, esta historia va muy rápido" . Afortunadamente con esta historia no he sufrido un bloqueo y eso me hace feliz. 

En esta ocasión tampoco hay canción. Tal vez dentro de dos o tres capítulos ya empiecen a salir las demás. Estaba buscándo los Character song y ya encontré una página donde todavía funcionan. Creo que es más fácil si se las paso y así si ya las tienen, es más fácil escucharla mientras lee.

Espero este capítulo, pueda reparar un poco del "daño" causado con el anterior, pero se darán cuanta de algo.

Lo dejo, deseando sea de su agrado.

 

Capítulo 4. Pasado/Susurro.

-         - Wolf –respiró profundo y continuó –yo quería hablar contigo y preguntarte algo… si no te molesta –el corazón le golpeaba con fuerza, y debido a los nervios fue disminuyendo el volumen de su voz.

-         - ¿Qué dijiste Yuuri?

-         - Na-nada, nada. Vayamos dentro.

 

Sí era un enclenque, podía verse más maduro, pero seguía siendo tan torpe, el moreno prácticamente se estaba dando cachetadas mentales por su incompetencia. Caminó en compañía del rubio hasta el interior de la casa. Wolfram saludó a sus “suegros”, porque lo quisieran o no” él seguía comprometido con el Maou. Miko que estaba feliz de tenerlo en casa, lo abrazó amorosamente en cuanto cruzó el umbral.

-         - ¡¡Wolf-chan!! ¡Qué bueno que viniste! –exclamó alegremente dejando ir al chico.

-         - Ma… ¡Miko-san! Gracias por el recibimiento tan dulce.

-         - ¡Moh! ¿Por qué ya no me llamas “mamá”, Wolf-chan? –recriminó apretándole las suaves mejillas.

-          -Tal vez sea porque Lord Bielefeld tiene una linda novia, ¿verdad Shibuya? –ya era un hecho que el hobby favorito del muchacho de lentes era molestar a su amigo.

-         - ¡Hmp! –gruñó el aludido, levantando orgullosamente la nariz y mirando al lado opuesto, muy al estilo Wolfram von Bielefeld

-         - A alguien no le gustó la noticia –dijo el sabio por lo bajo, mostrándose divertido.

-         - ¡Wolfram! –gritó la única mujer presente, su tono era claramente de reprimenda, todos guardaron silencio sepulcral, era nuevo verla tan molesta, el rubio se tensó ante la mirada ceñuda de la mujer y dejó de respirar por un momento -¡¿Por qué no me contaste nada?! Ni siquiera la has traído para presentármela, ¡eres tan malo! –soltó con su típica voz melosa.

 

Wolfram pudo respirar de nueva cuenta.

-          -¡¡MADRE!! –se quejó el menor de sus hijos.

 

El regañado sólo sonrió, Conrad  y Murata no se molestaron en reprimir sus risas, Gwendal y Günter seguían sumergidos en la sorpresa, esa señora no terminaba de impresionarlos, Shouri rodó los ojos, era típico en su madre actuar así.

-         - Lo siento, otro día la traigo a cenar –y dándole un beso en la mejilla a Jennifer, la tormenta se calmó.

-         - Wolfram no podremos….

-         - Déjelo von Christ, más tarde hablaremos con él. Además no creo que sea mala idea quedarnos unos cuantos días. –intervino el Gran Sabio.

-         - ¿Mamá, está lista la cena? –preguntó Shouri y un coro de estómagos hambrientos le hizo coro.

Todos se sentaron a la mesa, como pudieron se acomodaron y empezaron a saciar el hambre.

-         - ¿Cómo va el trabajo Wolfram? –preguntó desde su asiento principal, Shouma.

-         - Muy bien, cada vez viene más gente a escucharme. Además todos son muy amables conmigo –respondió sin tapujos.

-         - Amables es poco, las veces que voy a recogerlo a penas si logramos meter todos los regalos al coche, jajaja –el chico sólo le sonrió, pues era cierto, eso siempre les daba problemas.

-         - ¿Ya tienes oferta para sacar tu primer disco? –volvió a preguntar Shouma.

-         - Me han ofrecido varios contratos, pero no estoy muy seguro de querer ser tan famoso –contestó con un ligero rubor en las mejillas.

 

Mientras su familia le preguntaba sobre su día y el trabajo, Yuuri no dejaba de observar a su prometido. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se habían visto y que habían hablado, le hubiera gustado estrecharlo en un abrazo y porque no, darle un beso también; pero esa chiquilla, como la llamaba el pelinegro, había interferido olímpicamente en sus planes.

Al recordarla y recordar también que papel jugaba en la vida de Wolfram, no pudo evitar fruncir el entrecejo, dejando ver lo molesto que estaba con la existencia de Yuuki.

-         - ¿Yuuri? –la voz de Conrad y el codazo que le dio este a un costado, lo hicieron emerger de sus pensamientos desagradables.

-         - No es nada –respondió para no alarmar a nadie.

-         - Lord von Bielefeld ¿puedo preguntarle algo?

-         - Por supuesto Alteza y por favor sólo llámeme Wolfram, como todos mis amigos –todos estaban bastante impactados por la actitud del rubio, si no lo conocieran bien, dirían que era otro.

-         - De acuerdo… Wolfram, ¿cómo es que te convertiste en cantante?

 

El rubio no se apresuró en contestar, todos los ojos mazokus se posaron en él, esperando por la respuesta. Esa había sido una pregunta que todos quisieran hacer en cuanto lo vieron.

-         - Bueno –comenzó –cuando recién llegué me hospedé con Miko-san y Shouma-san. Pero debido al carácter de la misión por la que vine no podía permanecer aquí, así que tenía que independizarme. Como ya estaba familiarizado con las costumbres de este mundo no fue difícil incorporarme. Busqué un trabajo que fuera flexible para poder llevar a cabo la misión, pero que encajara con mis habilidades. –hizo una pausa para verificar que todos lo escuchaban, incluso Miko, Shouma y Shouri ponían atención, porque a decir verdad no sabían como ahora trabajaba de cantante –Conseguí un trabajo que requería de bastante fuerza física. Con el dinero que me pagaron pude rentar un apartamento. Ya instalado en él, abandone ese trabajo y busqué otro aún más conveniente, fue entonces que entré a trabajar como modelo para una marca de ropa reconocida…

-         - ¡¡¿MODELO?!! –exclamaron Günter, Yuuri y sus dos hermanos.

-         - Así es. ¡Y yo tengo todas las revistas en las que apareció Wolf-chan! –repuso Jennifer, saliendo de la habitación a toda marcha para encontrarlas.

Todos soltaron una risita y Wolfram prosiguió.

-         - Un día, de camino al estudio fotográfico di con ese bar. Solicitaban a un cantante, pero llevarían a cabo un concurso para elegirlo. Recordé que yo solía cantar en compañía de Conrad en las fiestas del castillo.

-         - Y siempre peleabas por ser el primero –comentó el castaño son una amplia sonrisa al recordar los viejos tiempos.

-         - Y siempre ganaba –aclaró el rubio.

 

Yuuri, que los observaba con cuidado en ese momento, nunca los había visto tan cercanos, volvían la atmósfera muy dulce y cálida. Se podía tocar el amor fraternal que se tenían. El moreno se percató de que Gwendal estaba muy feliz de verlos así.

-         - ¿Pero cuándo fue que compusieron esa canción? –preguntó Yuuri, recordando lo que había dicho el rubio por el micrófono.

-         - Antes de que estúpidamente comenzara a “odiar” a mi hermano por ser mitad humano y mitad Mazoku –confesó el ojiverde, cohibido por tener que tocar ese tema.

-         - Fue la última canción en la que trabajamos, pero nunca tuvimos oportunidad de cantarla… hasta esta noche y estoy agradecido por esa oportunidad. –musitó el castaño, despeinando cariñosamente a su hermano menor.

-         - Conrad…–los ojos verdes se humedecieron un poco.

 

El ambiente se empezó a tornar melancólico, así que Gwendal optó por cambiar de tema.

-         - Recuerdo aquella vez que Anissina intentó crear un aparato para “guardar” sus voces. –a todos se les erizó la piel de sólo imaginarlo, excepto a Shouma que no entendía lo peligrosa que era la mujer peliroja.

-         - Y explotó como todos ¿no? –dijo Yuuri, conociendo de antemano los resultados que arrojaban todos esos inventos.

-         - No. Lo logró pero…

-         - Pero… -corearon Murata y Yuuri al general.

-         - Después de poder escucharlo, explotó –concluyó Günter.

 

Las risas no se hicieron esperar, era obvio lo que podía resultar de un invento de Anissina: no duraría mucho.

-         - Como iba diciendo. Recordé que solía cantar, pero hacía mucho de eso. Así que entré a una escuela de música, donde también daban canto, así pude desempolvar mi voz. Progrese rápidamente, entré a la competencia y gané, desde entonces trabajo ahí –terminó de explicar el rubio.

-         - Es admirable tu facilidad para adaptarte Wolfram –confesó un hombre de cabellera lila, de manera sincera.

-         - Gracias Günter. Pero cambiando un momento de tema, con respecto a la misión ya he concluido las investigaciones y puedo darte los detalles más tarde, hermano. Aunque también hice un reporte muy completo.

-         - Me alegra saber que no te desviaste del cometido –repuso el general.

 

La puerta se abrió estrepitosamente dando paso a una mujer castaña muy entusiasmada, que dejó caer una pila de revista sobre la mesa.

-         - ¡Aquí están! –canturreo, orgullosa de su tesoro.

Cada uno tomo una revista, fácilmente eran 25 y en cada una Wolfram aparecía en la portada, con poses muy atractivas y con distintos estilos. Miko volvió a tomar su lugar, entre su esposo y su hijo mayor.

-         - ¿Por qué Wolf tiene el cabello negro en las fotografías? –cuestionó el moreno, aunque debía confesar que también se veían bastante atractivo de cabellera negra.

-         - Eso… creí que sería mejor si cambiaba un poco mi apariencia, para no tener problemas al cambiar de trabajo.

-         - Ya veo –el joven rey dejó trabajar su imaginación con cada nueva foto de su chico.

Mientras Murata veía una de las revistas, donde Wolfram modelaba la temporada de Otoño-Inverno, recordó otra cosa que tal vez no sólo a él le intrigaba.

-         - Uhm, Wolfram – lo llamó y el aludido le miró inmediatamente – Hay algo que me ha estado rondando por la cabeza y me preguntaba si serías tan amable de despejar esas dudas.

-         - ¿Qué es Alteza?

-         - Perdona el atrevimiento, pero quisiera saber, ¿cómo conociste a tu novia? –soltó finalmente y todos prestaron completa atención.

-         - Como ya le había contado, fue hace dos años que ingresé a la escuela de música, pero yo dejé de asistir hace ya más de un año. La conocí en uno de los corredores, iba muy apresurado para tomar mi clase y me estrellé contra ella. La pobre cayó al piso y la ayudé a levantarse, pero nada más. Después de eso, comenzamos a encontrarnos con más frecuencia y ella siempre me regalaba una sonrisa. ¿Recuerdan a Kyoko? –todos asintieron con la cabeza –Yo ya me había hecho su amigo, nos conocimos en las clases de esgrima y un día descubrí que ellas dos eran amigas. Kyoko me la presentó y después conocí a Naoko y a Yukari. Me empecé a llevar muy bien con las cuatro y nos hicimos buenos amigos. –hizo una pequeña pausa y recuperó saliva –Hubo una ocasión, cuando me iba de camino al trabajo, encontré a Yuuki defendiendo a unos niños de unos grandulones brutos, sinceramente me recordó a alguien que conozco cuando la vi alardeando sobre los valores y otras cosas. Obviamente no podía dejar que se defendiera sola, así que intervine y ella me lo agradeció profundamente. Al día siguiente me confesó que yo le gustaba, y me preguntó si quería salir con ella. No podía decir que no, porque en algún momento también comenzó a llamar mi atención –concluyó.

-         - Y eso fue hace seis mese –afirmó el chico de lentes.

-         - Exactamente, ¿pero por qué tanto interés en eso, Alteza? –cuestionó el ojiverde, un tanto confuso.

-         - Por nada en especial. Creo que todos los presentes teníamos interés en saberlo –puntualizó y los demás afirmaron con la cabeza.

 

Yuuri estaba molesto, pero se mantenía tranquilo. Había tenido sentimientos encontrados, quería saber cómo es que su prometido había terminado teniendo novia en su estadía en la tierra y por otro lado no quería saberlo, porque era una forma de recordarle que no era un mal sueño toda esa historia.

Pero lo que menos quería saber era si el rubio amaba a esa chica.

*----*----*

Yuuri se había retirado a tomar un baño, Wolfram estaba atendiendo una llamada en el jardín, los demás integrantes de la familia Shibuya estaban preparando las habitaciones para los invitados. En la sala sólo estaban Murata, Conrad, Günter y Gwendal, sumergidos en un silencio tranquilo. Fue el Gran Sabio es que estuvo dispuesto a romperlo.

 

-         - No les parece ¿que esa chica les recuerda a alguien que conocemos muy bien? –soltó de la nada el pelinegro de piel blanca.

-         - ¿A Yuuri cuando tenía 16? –contestó el castaño.

-         - Ahora que lo menciona Alteza… cuando la conocimos en aquel lugar, sentí que algo me era familiar de ella –repuso Günter, tomando su barbilla y pensando detenidamente.

-         - Me sentí de la misma forma von Christ. Pero hay algo más que me inquieta –se acomodó los anteojos.

-         - Lo que está pensando Alteza, ¿es que Wolfram se fijó en ella porque se parece a ese niño? Sabemos que no sólo por su apariencia, si no por su personalidad, él mismo lo dijo, eran parecidas –Gwendal finalmente se había atrevido a hablar.

-         - Sólo es una suposición. Todos tenemos conciencia de los sentimientos de Shibuya por Wolfram, es mi amigo y no me gustaría que él sufriera, no ahora que él también es consciente de su amor por el rubio. Además representa un obstáculo para el regreso de von Bielefeld a Shin Makoku. –dijo seriamente, Ken.

-         - Pero tenemos que estar seguros de lo que siente Wolfram. Estimo a Yuuri, pero también quiero a mi hermano y no quiero lastimarlo –sentenció Conrad, muy seguro de sus palabras.

-         - ¿No estarás diciendo eso sólo porque se llevan bien de nuevo, o sí? –bromeó su hermano mayor.

-         - No –repuso el castaño con un ligero sonrojo en las mejillas.

-         - Bueno, debemos asegurarnos de todo esto. Y después veremos qué hacer.

-         - Eso quiere decir que nos quedaremos más tiempo, ¿cierto Gwendal?

-         - Cierto Günter.

*----*----*

 

La noche había caído por completo, Miko le había insistido a Wolfram para que se quedara esa noche en casa, logrando convencerlo son su métodos infalibles. Gwendal y Günter se habían quedado en el cuarto de huéspedes. Shori tuvo que compartir su habitación con Conrad. Ken se había retirado a su casa y Wolfram se quedaría con Yuuri en su habitación.

-         - Y dime Yuuri, ¿cómo has estado, y Greta, mi madre, cómo están todos? –preguntó Wolfram desde el piso donde se había acomodado.

-         - Uhm, pues –Yuuri se encontraba muy nervioso –Greta se marchó a Suberera ya hace algunos años.

-         - Cierto, ya debe ser toda una bella mujer, ¿aún no se casa verdad? –preguntó con una repentina exaltación.

 

El moreno rió por verlo reaccionar así, era de esperarse, después de todo seguían siendo el mismo Wolf de siempre. Lo había extrañado tanto.

-         - No, aún no se casa –hizo una breve pausa –Ohm, ¿no te gustaría dormir en la cama conmigo, Wolf?

-         - No te preocupes por mí. Estoy bien.

-         - Pero hace frío, no me importa compartirla contigo –insistió.

-         - Ya que lo mencionas, sí hace frío. Está bien, dormiré a tu lado. –el rubio se levantó, caminó hasta llegar a la cama, donde Yuuri abrió las cobijas invitándolo a hacerle compañía, dudo una milésima de segundo, pero cedió a la invitación.

Quedaron frente a frente, muy cerca el uno del otro. El corazón del moreno golpeaba, agitado en su pecho. El del rubio no se quedaba atrás.

-         - ¿Qué te estaba diciendo? –preguntó Yuuri en voz baja.

-         - Sobre Greta y los demás.

-         - Bueno, tu madre sigue viajando, pero ya no busca el amor. Al parecer encontró al hombre indicado en el señor “Fanfan”.

-         - Me da gusto escuchar eso –musitó el rubio, mostrando una muy dulce sonrisa. Una que hizo sonreír también al joven rey.

-         - Los demás… todos están bien. Tan alegres como siempre, aunque te extrañan mucho.

-         - ¿Y tú? –estaba cansado y su voz apenas era audible. Pero no apartó su mirada de esos ojos azabaches.

-         - Yo… también te extrañé –guardó silencio un momento, pensando en las palabras que diría. –En realidad te extrañé más que nadie. Y debes escuchar algo… Wolf… yo te a… –pero no pudo terminar, unos ligeros ronquidos le indicaron que la persona a su lado ya se había quedado dormido.

 

Lo observó unos instantes, acarició su cabello y besó su frente.

Él lo amaba, amaba con locura a ese demonio de fuego, lo sabía… desde hace mucho lo sabía. Lo seguía negando delante de los demás porque no quería confesárselo a alguien que no fuera Wolfram, quería que él lo escuchara primero, de sus propios labios.

No quería decir  “lo amo”, quería decir “te amo”.

No le importaba si ahora, en su mundo, él tenía una novia. Encontraría el momento para susurrarle aquellas palabras que había guardado por tanto tiempo, sólo para Wolfram.

Arrullado por la calidez del cuerpo a su lado, fue cerrando sus párpados, hasta quedarse dormido.

 

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿Merece sus humildes revs? 

Ojalá que si, si no me tiro de un puente.... ok not.

¿Saben? Me gustó este capítulo, jejejeje. 

 

Oh cierto, a Korime, no sé si volviste a leer el capítulo anterior, pero espero que si lees esto, vuelvas a leer el capítulo 3, porque hay una pequeña sorpresa para tí. 

Aprovecho para mandar un saludo a himiko-chan.

Besos


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