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Hermandad por Akii

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Notas del fanfic:

No es mi primer Fic, ni Yaoi, ni original pero si el primer One-Shot. Espero les agrade, creo que hare mas originales, aunque los proximos quiero que ya sean largos..., aunque estan solo en proyecto.

Bueno si mi animo pronto los publicare, ahora sin mas que decir, ni nada, les dejo el fic.

Si alguien de la familia se enteraba de su secreto…, pues imagino que los mas escandalizados seria ellos, sus padres, ¡Claro! A quien le gustaría tener un hijo marica, la sorpresa fue grande para cuando aquello se descubrió, su hermano mayor el que le había pillado, besuqueándose con alguien que tenia la edad de Alan y claro que en ese momento era su pareja.

Mordió su labio ante la mirada inquisidora de sus padres, su padre parecía ido, asimilado el hecho de que su hijo menor, con apenas 15 años fuera gay, y no solo eso que su pareja fuera un universitario, su por otra parte su madre parecía mirarle con una profunda ternura, por sobre todo el amor de madre era mucho mas grande.

Se escucho el tintinear de las llaves y la manija abrirse, después de ser empujada suavemente, la persona quien , casi arrastraba los pies, se adentro a la casa, pasando (aunque no quisiera) por la sala, donde estaba la familia reunida, apenas sus ojos chocolate se cruzaron con los del menor, paso a resoplar.

Alan era mayor que su hermano por cinco años, el universitario tenia el cabello lacio en castaño oscuro, el cual mantenía hasta los hombros, su piel era pálida sin llegar a los extremos y por ultimo sus ojos eran grandes en color chocolate.

Diego por otra parte, era de piel un poco mas bronceada, aunque era muy poca, su cabello era negro azabache y los ojos eran exactamente idénticos.

-¡Al!- se levanto de un brinco y camino hacia él, con él es con quien mas deseaba poder hablar, explicarle y que no pensara que su hermanito era un puto que se metía con cualquiera, además aquel chico era su pareja.

Y decía “era” porque después de la paliza que le dio su hermano mayor, dudaba que volviera a verlo, apenas los vio besándose muy juntos pues hasta ellos para separarlos lanzando al piso a Diego, su novio intento meterse para defenderlo y al final ambos terminaron moliéndose a golpes. Después de ese incidente Alan salio hecha una bestia y Carlos (su ex) también por el lado contrario, Diego por su parte solo pensó que el decírselos a sus padres de sus propia boca era lo mejor para evitar mas problemas.

Se detuvo al verle con la mirada desviada, notando el hinchazón de su mejilla, mordió su labio inferior e intento tocarle con la yema de sus dedos. -¿Te duel….-

-No me toques- susurro con voz áspera alejándose dos pasos del menor -me das asco- le mando una mirada de pura repulsión antes subir las escaleras piso arriba.

Aquellas palabras fueron peor que los golpes (que no le dio) su padre, se incrustaron perfectamente en su pecho, de todas las personas aun por encima de sus padre, siempre imagino que el apoyo lo podía encontrar en su hermano mayor.

Desde pequeños eran inseparables, Alan daba su vida por cuidarle peor que una chica, aquella mano que se había quedado estirada, bajo lentamente mientras agachaba la cabeza, tenia ganas de llorar como un crío, maldito gilipollas, él deberías estar ofendido era él, el que debía estar molesto y mandándole directo al infierno era él, no solo le empujo e hizo que sus manos se rasparan, no, también le ahuyento a su pareja de dos años, sin embargo y cuando tenia todas esas situaciones para odiarle, no podía porque recordaba las veces que le cuidado cuando estaba enfermo, las veces…, las veces en que dormían o se bañaban juntos.

-¿Qué ocurre con ese chico? ¡Vaya forma de hablarle a su hermano! Pero ahora mismo subo y me encargo de que te ofrezca una disculpa, cariño…- la mujer paso con decisión a su lado -¿Diego?- giro solo la cabeza para ver porque le detenía, sosteniendo de forma débil su brazo.

Negó tranquilamente y levanto los ojos, que estaban aguados diciéndole que el cualquier momento rompería a llorar.

-No te preocupes, madre, ¿sabes? Tengo mucha tarea, y…, y no tengo tiempo, mañana tengo un proyecto creo que llegare tarde, lo siento- se despidió de sus padre y entro a su propia habitación.

Por primera vez rogó el hecho de que el fuera en secundaria y su hermano en universidad, no le apetecía el tener que sumarle mas burlas a su persona ahora constatado que si era una “princesita”, la segunda cosa que daba gracias era el tener su propia habitación, seguro y a partir de ahora su hermano le trataría como si fuera una basura.

La noche la paso llorando como magdalena, ni aun cuando tuvo su “primera vez” sintió tanto dolor como ahora, se levanto tarde y ni tiempo de despedirse de nadie, como imagino en aquella esquina donde siempre estaba Carlos esperándole, estaba vacía, seguro ya no querría verle jamás, chasqueo la lengua incomodo, las clases fueron tediosas, y aburridas durante el proyecto que tenia con su amigo y otros dos compañeros se mostró ausente, eso causo que se retrasaran muchísimo.

-Diego, deja de esta en la luna, despabila capullo- se quejo Damian -¿Saben que? Mañana continuamos, no estamos llegando a ningún punto- si, hecho a perder el proyecto, sin embargo si era tarde, las nueve y seguro sus padres le mataban, eso si no estaban imaginando que ya estaba en algún hotel siento partido en dos, por alguien de dura herramienta. Apresuro el paso, imaginando que una patrulla ya estaría en la puerta de su casa, corrió y abrió puertas y entro lo mas agitado posible.

-¡Llegue! Se me hizo tarde porque…- silencio, era extraño por lo regular ya tendría a su madre colgada de su cuello, moliéndole la mejilla a besos -¿Mamá?- dejo las cosas tiradas en la entrada, camino hacia la cocina pero estaba completamente vacía, arrugo la nariz, acaso se habían ido y abandonado mientras se iba a la secundaria, no, eso ya era una exageración -Papá…, Umm- mordió su labio pero ya ni modos, ah joderse -¡Al!- apenas puso un paso en la sala se quedo parado -¡Mamá!- grito sonriendo pensando en quizá su familia estaba viendo una película y por eso no le habían respondido.

La luz de la televisión era tenue por eso no le podía ver bien, se acerco un poco más, pero entonces su quedo de piedra, no era ni su padre, ni su madre, era el mismo Al, que tenia la cabeza hacia atrás, recargada en el respaldo del sillón, las piernas ligeramente abiertas, y su mano bombeaba desenfrenadamente su enorme miembro.

-¿Al?- bajo la vista, y arrugo la nariz al ver las latas de cerveza vacías sobre la mesita de noche, subió de nuevo la mirada, exactamente asi aquella mano que seguía masturbándose con tanta pasión, relamió sus labios, y maldijo en todos los idiomas que conocía a Carlos quien le convirtió en un adicto al sexo.

Los roncos gemidos de su hermano mayor hacían eco en su nublada mente, y de pronto sin saber ¿Cómo?, se encontraba enfrente de él, sus manos acariciaban los muslos del mayor, subiendo hasta su entrepierna. El cuerpo de su hermano se tenso y de un respingo viendo al menor con el ceño fruncido, sin embargo no hizo mas que mirarle.

-Al- susurro hincándose en medio de sus piernas acariciándole de arriba hacia abajo los muslos, rompió el contacto visual para bajar la mirada y admirar el miembro de su hermano, era grande, estaba hinchado y joder, sentía como su entrepierna respondía, trago grueso y acerco sus manos tímidamente -Ah- las detuvo cuando el mayor se movió aunque solo para acomodarse y alejar sus manos de su propio pene dejándole vía libre a tocarle.

-Al- gimoteo en cuanto su mano tomo el grueso tronco y acaricio lentamente, escucho el suspiro profundo del mayor, quien tenia los ojos cerrados -¿Te gusta, hermano?- masturbo con mas firmeza llevando su dedito pulgar a la punta donde acaricio con la yema.

-Ah, mmm, si- su voz ronca, le dio la respuesta que tanto quería escuchar -Sigue- ordeno echando la cabeza hacia atrás, enterrando las uñas sobre el acolchonado del sofa.

Meneo la mano con rapidez mientras su boca buscaba uno de sus testículos, para chuparlo, succionado la piel, dejándole libre para hacer lo mismo con el otro, las bolas de su hermano eran adornadas por brillante saliva, saco por completo su lengua y la introdujo en medio de ellos.

-Arg- arqueo la espalda y su mano izquierda tomo del cabello al menor para alejarle -Tu boca…- dijo áspero viéndole con los ojos dilatados, no necesito mas palabras que ellas, se acerco y envolvió con su esponjosa lengua la cabeza de su pene, que tenia presemen, abrió lo máximo su boca y empujo el tronco hasta su garganta, las primeras “penetraciones” fueron lentas, solo para acostumbrarse y después subieron de nivel, repartió besos.

-Ummm- gimió suavemente, crispando sus dedos sobre su cabello, marcando su propio ritmo, embistiendo contra su boca, dios santo que oral mas rico le estaba dando su hermano. Y este sumisamente, se acoplaba a su movimiento, un tanto brusco. Mordió sin llegar a lastimarle la punta. Su cuerpo se tenso y aun cuando el mayor quiso separarle el siguió bombeando con su boca hasta que termino viniéndose en ella.

Se alejo tosiendo, sintiendo que se ahogaba, Carlos lo tenia mas pequeño por unos centímetros, lamió sus labios y se volvió a acercar, para lamer el miembro flácido, los restos de semen que quedaban en el.

Le sorprendió cuando la mano del mayor le tomo del mentón, obligándole a levantarse para hundir sus bocas en un beso hambriento, Diego abrió su boca dejando que Alan sintiera el sabor salado de su boca, entonces su razón volvió, y le hizo separarse de golpe del mayor que soltó una risa tonta.

Acaba de hacer sexo oral a su propio hermano, aquello le dio pánico, por lo que salio huyendo a su habitación, donde de nuevo comenzó a llorar.

-Diego…, Diego no t-te vay…as- intento ponerse de pie pero su cuerpo estaba pesado y mareado, así que se dejo caer de nuevo sobre el sofá.

z88;

Después de llorar por segunda vez como una magdalena se quedo profundamente dormido, en una posición muy incomoda, estaba sentado en el suelo, con los brazos y la cabeza recargada en el borde de la cama.

-Ah- gimoteo al sentir caricias en su entrepierna, putos sueños húmedos porque le asaltaba ahora, ronroneo y giro recargando la espalda. -Umm- entreabrió los ojos, lo primero que vio fue el rostro de su hermano, lo cual le hizo tensarse -A-Alan- bajo la vista notando como su pantalón estaba abierto y la mano del mayor acariciaba descaradamente su miembro erecto -¿Q-Que mierda haces, Alan?- intento empujarle pero para que negarlo, le gustaba, le gustaba mucho.

-Solo devuelvo el favor, Diego- respondió tranquilamente abrazándole mientras su mano seguía acariciando su pene hinchado, sus mejillas se colorearon, porque se notaba que su hermano no estaba tomado, ósea que hacia eso muy conciente, si era gay pero no un puto incestuoso, por mucho que fantaseo y se masturbo con la imagen desnuda de su hermano.

-¡Detente! Al…, Ahh- gimió echando la cabeza hacia atrás, se podía escuchar el movimiento de su mano, su respiración agitada, llevo las manos hacia las brazos de su hermano, crispando los dedos mientras de su boca solo salían gemidos. Tardo poco, terminando en su mano mientras Diego solo podía escuchar el suspiro satisfecho de Alan.

-¿por…., Por qué?- pregunto bajito esperando que con eso fuera suficiente, que su hermano se detuviera.

Alan se alejo de el, fue entonces que se dio cuenta de que el mayor solo llevaba la parte de debajo de la pijama, malditas hormonas.

-Demonios- susurro Diego mordiendo su labio, intentando cubrir su entrepierna de forma discreta, sin embargo Alan ya se había dado cuenta, asi que solo le vio inclinarse, después escucho el sonido de sus labios y lengua que succionaban con delicia su miembro.

-Ah- bajo la mirada observando su cabello que le hacia cosquillas en el vientre, ¿En que momento le quito la camisa? Debía aprender a no tener el sueño tan pesada, la suave mordía le hizo gemir ruidosamente -¡Ah! ¡Alan!-

Se separo del miembro del pequeño sonriendo satisfactoriamente -Se escucha bien cuando dices mi nombre- especto tomándole de la cadera para que el menor se levantara -siempre quise pensar que yo seria el primero en poseerte- se acerco para acariciar su mejilla, y después su cabello, pego sus frentes como cuando eran niños y se contaban secretos.

-¿Eh?- aquello le pillo, sus mejillas se colorearon, cuando tenia doce su forma de ver a su hermano fue diferente, siempre se bañaban juntos, prestaba mas atención en el cuerpo de su hermano que el bañarse, a los trece comenzaba a tocar imaginando que era Alan quien lo hacia, entonces en su vida apareció Carlos quien le enseño todo lo que sabe -Es-Estabas…, ce-celoso, hermano?-

-¡Por supuesto! Desde pequeño eh cuidado de ti, viéndote crecer para cuado estuvieras listo, sin embargo el puto de Carlos termino por atraparte, mira me sentía molesto contigo por no esperarme o por lo menos decirme que las chicas no te gustaba.- lamió sus propios labios y se inclino para besar sus labios, apenas un pico -Ve a dormir, cariño, perdona lo que hice-

-No quiero dormir- se alejo para quitarse por completo el pantalón y los boxer quedando desnudo ante los ojos de su hermano mayor -Quiero tener sexo contigo, quiero que lo hagamos aquí, donde quieras…, en la cocina, afuera, en un hotel- se acerco al mayor para rodear su cuello y abrazarse a su cuerpo meneando su cadera con el miembro duro del mayor -Hoy, mañana, de día y noche, en la escuela, quiero que me hagas el amor todos los días, quiero que me poseas, hasta sentir que soy tuyo y de nadie más, te deseo. Hermano-

Sonrío ampliamente, con una sonrisa sexy y natural, Diego trepo a la cama, gateando y quedando en cuatro, con el culo en alto, meneándolo de un lado a otro, sugerente y poniendo mas caliente a su hermano.

-Que sexy vista, Diego- se inclino para morderle un glúteo, lamiéndole en un caminito hacia su prieta entradita, con ambas manos abrió sus nalgas para meter su lengua ya acariciar la entradita, después comenzó a envestirle con su lengua, lubricándole.

-mmm, que rico, Alan, que rico lo haces- gimió echando las nalgas mas para atrás, dejo caer la cabeza sobre el colchón aun con las nalgas bien paradas.

Su mano comenzó a masturbar el miembro del menor, lamió tres de sus dedos, y acomodándose contra su espalda introdujo el primer dedo, ganándose un quejido de incomodidad, mordió su hombro dejando una marca roja, el segundo dedo y después el tercero, estaba desesperado por penetrarlo.

-Deja eso, Al, quiero sentirte a ti, deja ya- rogó inclinado la cabeza para verle de reojo.

-Valeee~- canturreo sacando sus dedos, tomo aire y paciencia para no lastimarle y después de posicionar su miembro le fue empujando lentamente observando como se enterraba entre sus redondas nalgas -Ah, que estrecho estas hermanito-

Lamió sus labios resecos, y comenzó a embestirle lentamente, con las manos sobre su cadera para empujarle con mayor fuerza, sus testículos rebotaban contra sus glúteos haciendo un sonido hueco, Diego se masturbaba a si mismo, porque quiere que Alan ocupe su total atención en darle duro.

-Umm, así, así sigue follandome de esa forma, Alan- gemía ruidosamente sintiendo palpitar su miembro, trago grueso y termino por venirse de forma abundante sobre su mano. Sus paredes internas se tensaron y asfixiaron deliciosamente el miembro del mayor, dos envestidas mas y termino por correrse en su interior.

Repartió besos en su espalda -Diego…-

-Te amo- le dijo Diego sonriéndole dejándose caer sobre la cama ¿Serás mi amante?-

Sonrío dulcemente ante lo directo que era su hermanito -Claro, seré tu amante, también te amo, hermanito- se dejo caer a su lado, solo para abrazarle posesivamente -Que Carlos no te vuelva a tocar ¿Eh?-

-No, no, mi único amó eres tú hermanito-

Fin.


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