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¿Un simple amor de verano...? por SorarioOmoe

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Notas del capitulo:

x___x Actualizo hoy porque esta es semana de parciales, eso significa, saturada de tarea xD Y como castigo divino, alguna entidad mística decidió que mi cumpleaños fuera esta semana :T mi cumpleaños es mañana 16 de abril joJO, se que querían saber xDD (Un buen regalo de cumpleaños sería un lindo review~)

 

Bueno en este capítulo puse mucho esfuerzo owo lo leí y releí cientos de veces, es mas largo que los anteriores y cada pequeña parte (creó yo xD) esta llena de angustia.

 

Mejor me cayo y disfruten ;D

Jairo descansaba sobre su cama escuchando música, a su lado acurrucado en el espacio entre su brazo y su pecho se encontraba Joseph durmiendo tranquilamente. Pronto empezaría a nevar y el clima no sería nada favorecedor para su salud y tendría que estar todo el tiempo en casa, y justo mañana llegaba Abel.

Se libro del peso de Joseph delicadamente para poder incorporarse en la cama, era perfecto vivir con él. En la llamada por teléfono de su tía les había dicho que Abel iría junto con su prometido, sería una situación horriblemente incómoda de la cual deseaba poder escaparse. Sintió como alguien a sus espaldas llegaba y lo abrazaba por detrás pegando su cabeza contra la suya para poder escuchar la música que él escuchaba a través de los audífonos.

- ¿Sonata Ártica?- le pregunto sin despegarse de él.

- Si- se limito a contestarle y volteo a verlo- ¿Cómo te sientes?-.

- Un poco decaído, pero bien ¿Y tu como te sientes?-.

- De maravilla- le sonrió Jairo.

Joseph le devolvió la sonrisa con un beso sabiendo que para nada se encontraba bien.


- ¿Ya tienes lista tu maleta?- entro Alex en el cuarto de Abel viendo como observaba su clóset confuso.

- ¿Y si le digo a mis padres que me siento mal y no voy?-.

- ¿Entonces quien le dirá a Jairo que es el padre de tu hijo?-.

Abel se tiro sobre la cama y Alex se sentó en el borde observándolo tranquilamente.

- Termina de empacar ya, sabemos que de cualquier forma terminarás yendo-.

- Pero tengo miedo de lo que pueda pasar, ¿Y si no le importa nada de lo que le diga?-.

- El estaba feliz a tu lado hasta que inventaste todo esto, es tu deber decirle la verdad, y no puede olvidarte en tan poco tiempo-.

A veces Alex podía ser un poco duro, pero bueno, eso era lo mejor en cualquier circunstancia

El día paso lento y tortuoso, el más largo en la vida de Abel y Jairo, todo el día viendo lentamente como el sol se ocultaba dando paso a la noche. Abel se subió al auto-bus a las 8 para poder llegar a la casa de Jairo a las 9 de la mañana. Por su parte Jairo arreglaba la habitación de invitados y Joseph hacia una pequeña maleta con ropa, una vez que llegaran los tíos de Jairo y Abel no habría espacio para él y se quedaría en casa de Renoir.

A la mañana siguiente el timbre sonó escandalosamente y Joseph abrió los ojos pesadamente, había llegado el momento, miró por la ventana y vió a la familia de Jairo bajar las maletas del taxi, volteó hacia donde descansaba Jairo, conociéndolo incluso bajo esas circunstancias tardaría en despertar.

- Señora, ya llegaron- despertó Joseph con delicadesa a la abuela de Jairo.

- Hijo, por favor ve a abrirles tu, diles que tardaré en bajar-.

Joseph asintió con la cabeza y una sonrisa y bajo las escaleras algo nervioso, empezó a escuchar como alguien abría la reja y se alegro de no arriesgarse a salir al frío, después leves golpes en la puerta empezaron a escucharse.

Joseph abrió la puerta con nerviosismo cuidadosamente oculto y ante sus ojos se encontró a la persona que más envidiaba en ese mundo, Abel, quien en cuanto vio a Joseph no pudo evitar hacer una completa mueca de sorpresa y cierta repulción, ambos se observaron de pies a cabeza, Joseph con una leve sonrisa y Abel con una mueca de disgusto.

- Tú- le dijo Abel a modo de reclaro al ver ante sus ojos a esa persona que le había causado una gran discución con Jairo.

- Yo- le contesto Joseph divertido.

- Eres el de la playa-.

- Me llamo Joseph- le contesto tranquilamente viendo como estaba invadido por los celos.

- ¿Tú qué haces aquí?- le pregunto Abel con tono despectivo.

- Yo vivo aquí- la sonrisa de Joseph se acrecentó más al dar su respuesta mientras el ceño de Abel se fruncía inevitablemente- luces tierno cuando te enojas-.

- ¿Y Jairo?- le pregunto agresivamente cansandose de Joseph.

- Sigue durmiendo en nuestra habitación- acentuo el "nuestra".

Abel no pudo resistirlo más y empujo a Joseph para poder pasar a la casa, Joseph se quedo solo en el marco de la puerta contemplando como la familia de Abel bajaba todas las maletas del taxi. Abel corrió escaleras arriba hasta llegar al cuarto de su primo, la puerta estaba emparejada, tenía miedo, todo ese entusiasmo liberado por los celos hacia “ese horrendo muchacho” se habían desvanecido, pero no había marcha atrás.

Empujo la puerta levemente haciéndola abrirse de par en par y lo vio, aquella persona que solo en sueños veía y dolía tanto su recuerdo ahora estaba justo enfrente de él, dormido sin camisa, siempre con ese aspecto tan hermoso. Se fue acercando lentamente hacia él hasta quedar justo enfrente, se veía tan lindo durmiendo, sin poder evitarlo acarició su cabello azabache provocando que se despertara. Abel se paralizó completamente y observo como Jairo se estiraba en la cama con ojos soñolientos y como poco a poco esa expresión pacífica de recién levantado se fue borrando al darse cuenta de a quien tenía enfrente.

Ambos se miraron a los ojos y sus corazones se sincronizaron para empezar a latir fuerte y velozmente en sus pechos.

- ¿Qué haces aquí?- le pregunto Jairo incorporándose en su cama tratando de fingir enfado cuando en realidad de cierto modo estaba feliz de volver a ver a Abel.

- Yo…- no pudo decir nada al verlo al fin frente a él.

- No te quiero ver en mi habitación por favor vete-.

Jairo se levanto de golpe de su cama y empezó a vestirse, solo colocándose una sudadera gris encima, una bufanda y zapatos.

- Yo solo quiero hablar contigo- dijo tímidamente Abel armándose de valor.

Jairo volteó a verlo amenazadora mente y se dirigió hacia él empujándolo hacia la pared quedando sus rostros de frente a frente después de tanto tiempo.

- No quiero y no tenemos nada que hablar- Jairo acaricio su mejilla izquierda y sintió levemente por un momento en su intento de acercarse a él la barriguita de Abel contra su abdomen y lo invadió la melancolía, ahora ya todo parecía tan real.

Jairo bajo la mirada hacia abajo observando el abultado abdomen de Abel, no podía evitar pensar que se veía adorable. Abel se puso incómodo ante la mirada de su primo, aunque esa proximidad, sentir su respiración tan serca de él, no podía haber algo más maravilloso.

- Jairo, yo de verdad necesito hablar contigo- trato de insistir Abel.

- Si de verdad querías hablar conmigo, hubieras pensado bien las cosas antes de ocasionar esto- toco levemente el abdomen de Abel ocasionando en este un escalofrío y dolor ante sus palabras.

De un solo movimiento Jairo se aparto de él y se dirigió hacia la puerta de salida. En el transcurso en el que paso enfrente de la puerta de la recamara de su abuela supo que se arrepentiría por salir de ahí, pero simplemente no quería tener que soportar todo eso. Estar de nuevo alado de Abel era lo que llevaba tanto tiempo esperando y era tan hermosa esa sensación, hasta que el mundo real interfería, cuando los sentimientos quedaban de lado y se veía de frente en la realidad donde el estaba con Joseph, Abel embarazado y comprometido. Una vez en el piso de abajo encontró a Joseph recargado en el marco de la puerta.

- ¿Y los demás?- le pregunto refiriéndose a sus tíos.

- Están en la sala, son muy agradables-.

- Estoy a punto de irme ¿Vienes o te quedas?-.

- ¿Y a donde irás?-.

- No lo sé, solo no quiero quedarme aquí-.

- No tienes a donde ir- se burlo levemente Joseph ocasionando que el estrés de Jairo creciera.

- Incluso la calle es mejor-.

- Pues para mi no, no puedo salir de aquí para evitar un refriado o algo peor, y no pienso quedarme aquí solo con tu familia-.

- No puedes hacerme esto- se quejo completamente desesperado Jairo.

- Pero independientemente de lo que haya pasado con Abel ellos son tu familia, debes pasar tiempo con ellos.

Jairo no muy convencido pero sabiendo que con el estado de salud de Joseph no podrían salir a ningún lado ellos dos con ese clima tan frío de 3° grados se quedaron en casa y paso a la sala para al menos saludar a su familia.

- Jairo, que alegría verte- lo saludo su tía Caty levantándose del sillón para ir a saludar a su sobrino.

Joseph tenía razón, pesar de todo lo que había pasado con Abel seguía siendo su tía después de todo, y esas últimas vacaciones con ellos le había tomado más cariño a sus tíos.

- A mi también me da mucho gusto volver a verlos- le respondió dándole un abrazo a su tía.

Por encima del hombro de esta pudo ver a un chico desconocido para él sentado en el sillón individual de la sala con expresión seria pero que no rebazava los 18 años.

- ¿Donde esta Abel?- pregunto el padre de este.

- Esta arriba no debe de tardar en bajar- le respondió Jairo notando como al hablar de su primo aquel chico desconocido lo volteó a ver fugazmente.

- Jairo, no los he presentado él es el novio de Abel, Alejandro-.

Aquel desconocido que desde el principio sospecho sobre quien era y temía que sus sospechas fueran verdad, se levanto y camino hacia él, al verlo de pie pudo notar que era muy alto, tal vez 1.94 de altura, y no podía negarlo, nada feo, nada.

- Mucho gusto, por favor llámame Alex-.

- Jairo- le contesto a su saludo sin poder evitar mirarlo con el deseo de patear su rostro.

Ambos se dieron la mano y al hacerlo Jairo oprimió con fuerza la mano de Alex con furia haciendo que aquel chico sonriera por primera vez en esos minutos que llevaba de verlo ocasionando que su enojo acrecentara.

- Con tu permiso voy a subir a ver como esta Abel-.

- Si, como quieras- le contesto de mala gana Jairo siendo invadido por los celos.

- ¿Y mi madre ya se despertó?- escucho preguntar a su tía.

- Si, ya se debe de estar vistiendo para bajar- le contestó automáticamente más concentrado en detestar a "Alex" que en lo demás a su al rededor.

Alex subió las escaleras y solo divisó una puerta abierta y dio un pequeño vistazo y encontró a Abel sentado al borde de la cama.

- ¿Que fue lo que paso?- le pregunto preocupado al verlo con una expresión triste.

- Con solo verme sentí que ya tenía ganas de matarme y aprovecho la primera oportunidad para largarse, ¿Ya lo conociste?-.

- Si- recordó la pequeña presentación que tuvo con Jairo- es un chico interesante-.

- ¿No dijo nada?-.

- No, yo vi que estaba dispuesto a irse, pero su novio se lo impidió-.

"Su novio", impactaron fuertemente en Abel esas dos palabras ocasionándole aún más tristeza y preocupación.

- Eso cambia todo lo que yo tenía planeado, él tiene novio, si de verdad lo ama yo- hizo una pequeña pausa al sentir un nudo en su garganta- no podría interferir de esa manera en su felicidad-.

- Debes de decirle sin importar que este pasando-.

- No, lo amo, y tiene que ser feliz pase lo que pase, sin importar lo que me pase a mi-.

- Eres un tonto- se acerco a Abel resignado sabiendo que no lo haría cambiar de idea- pero tienes todo mi apoyo en lo que sea que pase-.

Mientras el destino de Jairo se decidía en su propia habitación, fue por unas sillas a la cocina para las personas que no alcanzaran sillón, su idea sería sentarse el con Joseph en el cómodo sillón dejando a Abel y Alex en esas incómodas sillas, tan siniestro.

Tomó asiento junto con Joseph y el silencio reino por unos segundos en la sala.

- No nos hemos presentado formalmente- hablo Lalo el papá de Abel volteando a ver a Joseph.

Joseph sonrió levemente y pensó en cómo presentarse ante la familia de Jairo.

- El es mi novio, se llama Joseph- le contestó Jairo tomando la mano de su pareja al momento de presentarlo haciendo que en los labios de Joseph su sonrisa se tornara mas tierna.

- Fue muy amable al habernos abierto la puerta- hablo Caty- ¿Te estas quedando durante Navidad aquí?-.

- En realidad desde hace unas semanas que vivo en la casa de Jairo-.

La cara de Caty fue de un poco de sorpresa y no tardo en retomar la conversación.

- Me sorprende que tu abuela te haya dejado que tu novio viva contigo-.

- Pues, le tiene mucho cariño a Joseph, y en estos momentos el no esta pasando por un buen momento-.

En lo que decía eso pudo ver como por las escaleras iban bajando Abel y Alex dirigiéndose hacia la sala. Abel camino tímidamente hacia el sillón individual y Alex tomo la silla de madera y se sentó alado de él, provocando una sonrisa de satisfacción en el rostro de Jairo.

- ¿Puedo preguntar porque?- se atrevió a preguntar Caty con un poco de timidez de estar tocando un tema tal vez no muy agradable para ellos.

- Hace unas semanas me diagnosticaron sida- le contesto Joseph esta vez con una sonrisa amable para hacerla sentir más cómoda.

- Oh Dios mio, que terrible, ¿Tu no estas enfermo Jairo?-.

En el rostro de Abel ante la posibilidad de que su primo también tuviera esa enfermedad puso un rostro de preocupación que no paso desapercibido ante la mirada de Jairo.

- No, descuida tía yo estoy bien-.

- ¿Y tu familia Joseph que dijo cuando se enteró?-.

Esta vez su respuesta no fue instantánea y se tomo unos segundos para contestar en los cuales inevitablemente para él su sonrisa de desvaneció.

- Vivía solo con mi madre, ella al enterarse me corrió de la casa-.

- Lo siento tanto- le contestó con un gesto de lastima que a Joseph no le agrado mucho, no quería que sintieran lastima por el, él solo respondía unas preguntas.

El silencio se apodero de la sala después de esa conversación, Abel tenía una expresión de tristeza ante esa historia y Alex seguía tan serio como siempre, Jairo se sintió muy incómodo y en su mente solo estaba el pensamiento de no voltear hacia donde estaba Abel, para evitar cualquier tipo de contacto visual.

La mañana paso de forma lenta y tortuosa para Jairo y Abel, teniendo que intercambiar de vez en cuando palabras, pero esos momentos de platica en la charla terminaron poco después de que bajara la abuela de Jairo y Abel para ponerce todos a organizar como se dormirían.

Los padres de Abel en la habitación de huespedes, y ahora, ¿Los demás?

- Jairo, no te importa que Abel y su novio duerman en tu habitación, ¿Cierto?- le dijo su abuela con tono amenazante.

Jairo fruncio el ceño por unos segundos, todos los años le tenía que seder su habitación a Abel, y eso estaba bien, pero ahora Abel dormiría en su cama, con su novio y el dormiría solo en la sala amaneciendo con dolor de espalda.

- ¡¿Cierto?!- insistió aún más.

- No, no hay problema- al final se rindió y subió las escaleras para ordenar aunque sea un poco su cuarto.

Joseph no tardo en subir a ayudarle sin evitar reirse de la situación ocasionando el enojo de Jairo, aunque el bien sabía que solo era un berrinche.

- ¿Y donde se quedará Joseph?- preguntó Caty al ver que solo había un sillón en el cual pudiera dormir una persona.

- No se preocupe, yo me quedaré a dormir en casa de un amigo para no causar molestías en lo que dura su visita-.

- Tonterías, no serías ninguna molestía-.

- Pero mis cosas ya estan en su casa- trato de excusarce Joseph.

- Ve por ellas, en verdad me daría mucho gusto que te quedarás junto con nosotros-.

Jairo observo todo desde lejos intentando averiguar la razón de que Joseph no quisiera convivir con su familia, porque otra razón no había para insistir tanto en quedarse en casa de Renoir.

- Entonces iré en taxi y volveré lo antes posible-.

Caty sonrió satisfecha viendo como Joseph bajaba las escaleras y a Jairo detrás de él en su busqueda.

- Tu no puedes ir, te hará daño- trato de detenerlo.

- La casa de Renoir no esta lejos e iré en taxi, todo estará bien lo que tu no quieres es que te deje a solas con ellos- sonrió divertido sabiendo que había descubierto sus intenciones.

Jairo al saberce descubierto simplemente lo abrazo y se apresuro a pasarle sus abrigos para salir a la calle.

- No me mal interpretes, también me importa tu salud- rodeó el cuello de su novio cuidadosamente con una bufanda.

- Lo se- le sonrió gentilmente sintiendo el cariño de las manos de Jairo.

- Ellos irán a una obra, y en lo que van yo iré a comprar los ingredientes para la cena navideña, nos vemos aquí en una hora y media, ¿De a cuerdo?-.

- Me parece bien tu sal primero, yo iré por otro abrigo a la sala-.

- Abuela ya tome el dinero nos vemos en la noche- grito desde la parte de abajo de sala y se despidio con un tierno beso de Joseph para salir a la fría calle.

- Ten cuidado Jairo- le contesto su abuela desde la habitación de huespedes donde se encontraba con los demás.

- ¿A donde va?- le pregunto Abel algo decepcionado de no poder pasar tiempo con Jairo ahora que Joseph ya se iba a ir.

- Va a comprar los ingredientes de la cena de mañana-.

- Que lastima, nos hubiera acompañado a la obra-.

Abel se quedo en silencio observando la ventana y camino hacia ella, pudo ver como Jairo se alejaba caminando y volteaba hacia la ventana, la mirada de ambos se encontro de nuevo, decian tantas cosas y nada a la vez sin saber nunca lo que alguno de los dos quería decir. Después ya de unos segundos Jairo siguió caminando dejando atrás la casa.

¿Cuanto podía tardar alguien en ir de compras? Pensó Abel, debería de volver en cuestión de una hora máximo, quiza si se quedaba en la casa y esperaba su regreso, para entonces todavía no habría nadie en la casa y sería su oportunidad de hablar con su primo.

- No me siento con ánimos de salir- dijo Abel lo más fuerte y convencido que su tímidez lo permitió ante aquella decisión.

- ¿Te sientes mal hijo?- se apresuro a preguntarle su madre.

- No estoy muy acostumbrado a este clima y, me siento cansado por el viaje, mejor me quedaré a descansar, pero estoy bien de verdad-.

- Entonces creó que mejor todos nos quedamos en casa- hablo esta vez el padre de Abel.

- ¡No! Por favor ustedes vayan, no quiero que se pierdan la obra solo por mí-.

Los adultos en aquella habitación se miraron confundidos, Alex lo miro extrañado y algo confuso sabiendo que el no querer ir a la obra no se debía al cansancio o cualquier otra sandes de las que decía Abel.

- Fue un largo viaje, si de verdad te sientes tan cansado supongo que no esta mal que te quedes a descansar aquí- le sonrió su madre al decir eso no muy convencida de ir al teatro sin su hijo.

Alex salió de la habitación hacia las escaleras y Abel lo sigió sabiendo que era probable que quisiera hablar con él

- ¿Porque quieres quedarte?- le pregunto Alex confundido.

- Quiero estar aquí para cuando Jairo regrese y así poder hablar con él sin que nadie nos interrumpa-.

- No sabes si tenga planeado regresar junto con su novio a la casa-.

- No pierdo nada con intentarlo, y cuanto antes se lo diga mejor-.

- Entonces yo me iré con ellos- dijo eso último Alex con una mueca de disgusto al saber que iría solo con los padres de Abel y su abuela.

- Lo siento- sonrió con nerviosismo Abel- te prometo que algún día te compensaré todo lo que has hecho por mí-.

Alex solo sonrió divertido esperando lo mejor para esa persona que tanto amaba y ambos subieron las escaleras. Ninguno de los dos se percato que en la sala justo abajo de las escaleras, Joseph había estado buscando su abrigo y había logrado escuchar una y cada una de sus palabras.

La idea original de Joseph era ir por sus cosas y regresar a la casa con Jairo, pero al llegar a la casa también estaría Abel, y eso era algo que Jairo no sabía. Joseph ya se encontraba en casa de Reoir, pero prefirió antes que cualquier cosa quedarse a hablar un rato con su amigo, después de todo él le había ofrecido quedarce con él.

- No lo entiendo- le dijo Renoir completamente confundido a Joseph.

- Es muy simple, solo quiero que Jairo sea feliz-.

- Joseph, él es feliz a tu lado-.

- Se fuerza a ser feliz conmigo que es diferente, yo se que aún ama a Abel- Joseph rió levemente con la melancolía inundando su voz- Por eso necesito que Jairo se reuna con él, tienen que hablar y solucionar las cosas-.

- Creí que Jairo no soportaba ni verlo, y en todo caso si el no te ama ¿Porque seguiste andando con él? ¿Por qué haces todas estas cosas por él si solo te utiliza?-

Renoir estaba frustrado ante el comportamiento de su amigo, y no paraba de preguntarce como Jairo podía ser tan imbécil como para no darse cuenta de lo mucho que sufría Joseph.

- Porque yo lo amo a él, y si el quiere estar conmigo para calmar su dolor y distraerce, yo estaré a su lado, y si el quiere estar lejos de mi, me conformaré con morir lentamente sin Jairo, tal vez soy su plato de segunda mesa, pero al menos es mejor que nada-.

- Tal vez todo esto es demasiado dramático-.

- Pero necesario, ellos dos simplemente necesitan hablar-.

- ¿Incluso si regresan y decide dejarte por él?-.

Joseph dudo por unos segundos de su respuesta, pero era lo mejor, simplemente no había nada más que hacer, si sabía que Abel y Jairo aún se amaban, no había otra opción más que no interferir.

- Si- le contesto secamente.

Sintiendo como si una flecha le atravesara el pecho se quedo sentado en la sala de Renoir dispuesto a no volver hasta que hubiera anochecido.

Renoir pudo ver cómo Joseph de un solo movimiento hecho su peso hacia atrás contra el sillón y se cubría los ojos con su brazo y una dolida sonrisa en su rostro fue atravezada por gruesas lágrimas, eso debía ser amor, y lo demás, otra cosa.

Jairo termino de hacer las compras y miro el reloj, ya era hora de volver a casa con Joseph y ya todos estarían en la obra, o eso creía.

Abel se despidió de todos y se quedo solo en esa casa, no sabía si ver la televisión, subir al cuarto te huéspedes a intentar dormir o simplemente esperar, pero de algo estaba seguro, no importaba lo que hiciera el tiempo pasaría lento y horriblemente tortuoso.

Notas finales:

¡Próximo capítulo Jairo y Abel hablaran a solas! ¿Abel tendrá el valor de decirle a Jairo la verdad? ¿Y que hara Jairo cuando sepa? :B Me siento novela churra que ven las doñas jaJA.

 

Ojala les haya gustado, y yo amo a Joseph :'c xD si esta historia no fuera sobre Abel y Jairo la haría solo de él xD

 

Y todos los que pensaban que el JairoxAbel había acabado pues ¡No! :D Ellos dos aún se aman y lucharan por la felicidad del otro.

 

Sufran el suspenso y nos vemos en el siguiente xD gracias por leer <3

 

(Recuerden que un lindo regalo de cumpleaños sería un review LOL)


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