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¿Un simple amor de verano...? por SorarioOmoe

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Notas del capitulo:

Actualizo a las dos de la mañana, que pena :T

 

Un capítulo muy corto xDU Lo siento, pero en vacaciones me da mucha el no se que de no querer hacer nada :B Y creó a todos nos pasa.

 

Segundo reencuentro de Jairo y Abel :DD! Hasta el próximo capítulo, ahurita como antes, sus vidas a parte, y una horrible sorpresa...

 

Desde aquí empezaré a darle más importancia a Alex, así que sus fans deben emocionarse xDD! ¿Quien de mis cuatro chicos tiene más fans? :B De verdad que no lo se, porque todos cometen muchos errores, pero pues eso los hace reales, y así los amo a los cuatro *O*

 

Gózen...

Jairo miraba aburrido la ventanilla del camión de camino hacia la escuela, el y Joseph iban de traje ya que ese día sería la graduación, habían comprado esos trajes con la idea de volverlos a usar el día de la boda, en fin, la economía. Más tarde llegaría a la escuela su abuela para ver la ceremonia. Los dos iban en silencio pensando cada quien en lo suyo, sobre todo en que harían a partir de ese momento, ya no habría más escuela, ahora sería la vida real, ya no podían seguir tanto tiempo de mantenidos, Jairo ya había cumplido 18 años y a Joseph le faltaba poco para cumplirlos también, era horrendo volverse adulto.

Llegaron al fin y contemplaron a la pequeña multitud de alumnos, algunos ya acompañados de sus familias, y pues ellos simplemente ahí.

- ¿A que hora llegará la abuela?- Le pregunto Joseph tomando la mano de Jairo para entrar.

- Poco antes de la ceremonia, a las 11:00-.

- Extrañaré todo esto,- Joseph contemplo en patio de recreo, las canchas de deportes, todo.

- Bah, ni es para tanto-.

Joseph volteó a ver con una sonrisa a Jairo sabiendo que el estaba igual de melancólico por la graduación al igual que él, Jairo no tardo en devolverle la mirada y ambos acercaron su rostro para darse un beso. Joseph rodeo el cuello de Jairo con sus brazos mientras hundía sus labios en los de el y Jairo lo tomaba de la cintura con una mano y acariciaba su cabello con la otra. Más tarde ya se reunirían con sus amigos.

- Y creer que pase 3 años de mi vida en este sitio a tu lado sin saber lo mucho que te amaría,- le dijo Jairo dándole un último beso antes de ir en busca de sus amigos.
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Abel abrió los ojos con pesadez y miro hacia su izquierda en la cama, Alex no estaba, se debía de haber despertado antes que él. Tenía la intensión de seguir durmiendo, pero un pequeño llanto lo despertó y fue hacia donde provenía con una extraña mezcla entre molestia y alegría.

Entro al cuarto de Janeiro y allí estaba ella en su cuna revolviéndose inquieta entre las cobijas.

- Buenos días,- le dijo Abel con una sonrisa alzándola en brazos y yendo hacia la cocina para darle el biberón.

Estaba a punto de salir por la puerta de la habitación cuando justo entrando venía Alex con un biberón en la mano.

- Creí que seguirías dormido,- le dijo Alex dándole el biberón a Abel.

- Yo creía que irías al último día de clases-.

- No haríamos nada hoy, y prefiero quedarme en casa con ustedes-.

Abel sonrió y delicadamente deposito a Janeiro en los brazos de Alex con un leve quejido por parte de la bebé.

- Aún no he terminado mi maleta, ¿Podrías darle de comer tu?-.

- Sabes que no hay problema,- Alex la tomó y se fue a sentar a un sillón que había en la recamara de Janeiro.

Abel por su parte estaba haciendo la maleta, al día siguiente se irían de visita a casa de Jairo y su abuela, ya que ella últimamente había estado algo enferma y querían visitarla antes de cualquier cosa, aunque nada era grave, pero más valía. Abel se sentía bastante nervioso, pero trataba de alejar esos pensamientos de su mente y seguir con la maleta.
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Termino la ceremonia y Jairo buscaba con la mirada a su abuela sin encontrarla, Joseph se debía de haber perdido por ahí con Mari o Renoir, mientras el estaba con sus amigos y buscando con la mirada a su abuela.

- ¿Aún nada?- Escucho la voz de Joseph detrás de él.

- No, nada-, Jairo le dio la espalda a sus amigos para voltear hacia Joseph.

- Últimamente a estado muy cansada, quizá no le dieron ganas de venir-.

- Pero es mi graduación, ella no se lo perdería-.

Joseph soltó una pequeña risita al ver a Jairo en ese estado como de niño pequeño que se siente triste cuando sus padres no van a verlo a la escuela, le resultaba tan tierno verlo así.

- Ya, relájate, de seguro con lo pequeña que es esta perdida entre la multitud-, trato de calmarlo Joseph poniendo una mano en su brazo y ambos voltearon para seguir hablando con sus amigos.

Después de un rato todos llegaron a la conclusión de ir a celebrar la graduación a algún lugar ya de noche, también Joseph y Jairo llegaron a la conclusión después de un buen rato de búsqueda de que su abuela no se encontraba por ningún lado, así que algo resignados y por parte de Jairo, decepcionado, regresaron a casa comentando sobre la graduación cosas irrelevantes, el tonto discurso que había dado Renoir y por el que todos esa noche se burlarían de él. Y aunque ninguno de los dos lo dijera, con todo eso ambos se decían lo mucho que extrañarían la escuela.

Al fin llegaron a la casa y Jairo vio el bastón de su abuela en la entrada, justo donde el lo había dejado la última vez, eso significaba que su abuela no había salido. Jairo se sentía algo enfadado al saber que su abuela no había ido así que subió escaleras arriba con el propósito de hacer un mini berrinche, pero lo primero que vio al llegar al segundo piso fue a su abuela recostada en el suelo boca abajo.
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Mientras Abel seguía haciendo la maleta Alex miraba fascinado a Janeiro dormir entre sus brazos, era demasiado tranquila y hermosa. En realidad el jamás se pudo imaginar terminar en esa situación, estando alado de la persona que amaba, Abel, y con una hija, y si bueno Janeiro no era su hija, simplemente no podía amarla más de lo que lo hacia.

Cuando acepto fingir ser él padre se imaginaba que al final los descubrirían, y solo pensaba en estar cerca de Abel, pero ese momento en el que vio a Janeiro por primera vez en la incubadora tan pequeña y frágil, fue como si algo en el hubiera estado incompleto hasta ese momento.

- Listo-.

Escucho la voz de Abel en la puerta de la habitación sacándolo de sus pensamientos. Alex le paso a Janeiro y Abel tomó asiento en el sillón alado de su novio.

- Alex, ¿Puedo hacerte una pregunta?- Lo volteó a ver Abel con un gesto serio-, ¿De verdad eres feliz con todo esto?-.

Alex tardo un poco en contestar aquella pregunta, pero no por dudar sobre la respuesta, se dio unos segundos en los cuales contemplo las paredes de aquel cuarto, su mirada se posó en Abel y luego bajo para ver Janeiro que dormía tranquilamente.

- Claro que soy feliz con ustedes dos-.

- ¿De verdad que no te gustaría que las cosas hubieran sido distintas?-.

Alex empujó levemente con sus dedos la frente de Abel haciendo que este hiciera un gesto de molestia.

- Ya, te he dicho que estoy bien, aunque esto no es nada parecido a como me imaginé que pasaría mi vida-.

- Lo siento, todo esto a sido mi culpa-.

Abel no había terminado de hablar cuando sintió los labios de Alex contra los suyos haciéndolo callar, retirando cualquier duda o mal pensamiento de su mente.

- Calla, no podría ser más feliz con ustedes dos a mi lado-.
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Joseph de verdad no sabía que hacer, estaba afuera de la habitación de urgencias tratando de tranquilizar a un histérico Jairo, ambos aún llevaban el traje de la ceremonia, solo que la corbata suelta y en el caso de Jairo sin el saco.

- Ya llevaba días demasiado débil, debí de haber hecho algo,- Jairo dio un fuerte puñetazo contra la pared haciendo una pequeña abolladura.

- ¡Basta!- Le grito Joseph tomando su brazo, pero Jairo logró zafarse para dar un segundo y un tercero golpe.

En el cuarto Joseph logró interponerse recibiendo él el golpe en el brazo y soltando un pequeño quejido que hizo a Jairo tranquilizarse.

- Lo siento,- dijo simplemente Jairo mirando hacia el suelo.

Joseph le sonrió a las enfermas tratando de decirles que ya no habría problema con el comportamiento de Jairo.

- Descuida,- Joseph tomó la mano de Jairo viendo que tenía la piel de los nudillos desgarrada, apretó débilmente la palma de su mano y Jairo soltó un pequeño grito.- Eres un imbécil, vayamos a que te revisen esto-.

- No quiero,- le retiró su mano con un gesto de dolor

- Te estas comportando cómo un niño pequeño-.

- No se que haría si la llegara a perder,- las lágrimas empezaron a agolparse en sus ojos.

Joseph se limitó a abrazarlo y al instante ante ese contacto Jairo lo rodeó fuertemente con sus brazos empezando a llorar. Joseph sabía que Jairo lloraba porque pudo empezar a sentir como su hombro se humedecía y los hipeos de Jairo al llorar. Esa sería un largo día en el hospital.
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Las maletas ya estaban en la puerta, sería un viaje de noche y llegarían allá por las 9 de la mañana, Abel estaba hablando por teléfono mientras Alex jugaba con ella en el tapete de la sala, era muy pequeña, así que solo se retorcía pegándole a sus juguetes y riendo, para tener 3 meses era demasiado activa.

Alex se divertía observándola hasta que Janeiro empezó a llorar al pegarse contra el suelo tratando de gatear.

- Ya, no llores,- la alzó en sus brazos Alex y empezó a mecerla en sus brazos,- eres más hermosa cuando sonríes-.

Janeiro dejo de llorar al sentirse protegida en los brazos de su "padre", y en unos segundos ya estaba jalando débilmente con sus manos la camisa de Alex y retorciéndose para querer volver al suelo.

- Te quiero mucho, a ti y a tu"mami"- le dijo sintiéndose algo tonto de hablar con una bebé,- siempre voy a cuidarlos-.

Otra vez estaba tan entretenido viéndola jugar que no se dio cuenta de cuando Abel ya estaba enfrente suyo en la entrada a la sala, alzo la mirada para preguntarle si ya podían irse, pero Abel hablo antes irrumpiendo la tranquilidad.

- Acaba de llamarme mi mamá, Jairo le ha dicho que mi abuela esta en el hospital-.
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Joseph y Jairo estaban sentados en silencio en la sala de espera, su abuela había tenido un paro cardíaco y la había dejado demasiado débil, según el doctor no podía resistir un segundo paro cardíaco y eso angustiaba bastante a los dos, sobre todo a Jairo.

Joseph se recargo en el hombro de Jairo y miró su mano, estaba vendada y tenía dos puntos, Jairo cuando se enojaba de verdad que era tonto. Joseph acarició el brazo de Jairo, el mismo brazo de la mano lastimada, ganándose una mirada indescifrable por parte de su novio.

- ¿Cómo te sientes?- Le preguntó Joseph.

- Aún me duele, pero es soportable-.

- Me refiero a tu abuela-.

- ¿Cómo mierda quieres que me sienta con mi abuela hospitalizada?-.

Joseph lo rodeo con sus brazos de nuevo acariciando el cabello de Jairo, lo recargo delicadamente en su pecho y siguió así por un buen rato sintiendo como Jairo se iba tranquilizando poco a poco.

- Mis tíos llegarán mañana, no se que hacer,- se frotó Jairo la cara completamente estresado.

- Pero ya les has dicho que tu abuela esta hospitalizada,- le respondió Joseph algo frustrado al ver que sería una misión imposible relajárlo.

- Si, pero ellos tienen que dejar las maletas en casa, y todas esas tonterías-.

- ¿Entre las "tonterías" te refieres a la bebé?- Se rió Joseph sabiendo que Jairo le tenía cierto resentimiento a la pobre bebé.

- No solo a la bebé, si no todo y yo no quiero moverme de este sitio hasta saber más sobre el estado de mi abuela-.

Joseph sonrió enternecido ante la conducta de Jairo y le dio un beso en los labios, esperaba que Jairo lo rechazara por toda la tensión que debía tener, pero sus labios fueron bien recibidos.

- Yo iré en la mañana a la casa para abrirles, y tu te quedas aquí a esperarnos, ¿Te parece?- Le pregunto Joseph abrazándolo y mirándolo a los ojos.

- Gracias, aunque si quieres puedes irte desde ahora, no quiero que te arriesgues a pasar la noche aquí con tanta enfermedad suelta,- correspondió el abrazo Jairo rodeándolo por la cintura.

- También quiero mucho a tu abuela, le debo bastante, quiero quedarme aquí contigo para estar al pendiente-.

Más tarde unas enfermeras les llevaron unas cobijas y se improvisaron una cama en un pequeño sillón de la sala para los dos, cenaron unas galletas de una máquina expendedora.

Ninguno de los dos pudo dormir muy bien, había demasiada luz y movimiento y el sillón donde habían dormido ni hablar. Joseph miró uno de los relojes, las 8:15 a.m, debía darse prisa para llegar a la casa. Se despidió de Jairo y fue en camino hacia allá.

Estaba completamente adolorido y se arrepintió de no haberle hecho caso a Jairo e irse a dormir a casa, ya que se estaba empezando a sentir mareado, pero ya lo vería después no había tiempo para él en esos momentos.

Cuando llego a la casa pudo ver que la familia de Jairo ya estaba ahí, debía de ser más tarde de lo que pensaba.

- Lamento llegar a estas horas,- se disculpo Joseph lléndo hacia ellos.

- Nos asustamos al ver que no había nadie, pero descuida, llevamos poco tiempo esperando,- le dijo Caty la tía de Jairo.

Caty fue la primera en saludarlo, después siguió el padre de Abel, y luego Alex, por último y por quien más sentía curiosidad en esos momentos fue Abel, estaba detrás de Alex y al instante lo primero a lo que se dirigieron sus ojos fue hacia el "bulto" que estaba cargando en sus brazos.

- Hola,- lo saludo Abel con una sonrisa algo nerviosa.

- Hola y hola,- acerco su rostro hacia la bebé viendo su rostro gordito y "apretujáble" aunque al instante se le hizo de lo más extraño que la bebé tuviera el cabello negro azabache mientras que Alex, tenía el cabello casi rubio y Abel de un castaño cobrizo.

- ¿Y Jairo?- Pregunto Caty sacándolo de sus pensamientos.

- En un berrinche decidió quedarse en el hospital, pero pasen,- se dio cuenta Joseph de que ya debían de estar fastidiados de cuidar las maletas.

En lo que se instalaban en el cuarto de Jairo y suyo y en el cuarto de visitas el mareo de Joseph iba en ahumentó, se sentía demasiado cansado, e ir al hospital de vuelta para quedarse ahí todo el día, después de haber dormido 3 horas y en su estado, simplemente no, aunque le dolía no ir.

- Ya estamos listos para irnos,- bajo las escaleras Caty seguida de su familia y Alex.

- Díganle a Jairo que lo siento mucho, pero me quedaré a descansar en casa,- les dijo Joseph sintiendo que en cualquier momento caería muerto al suelo.

- ¿Te sientes bien?- Se preocupo un poco Caty.

- Si, solo necesito dormir, descuide-.

- Alex también se va a quedar, en el hopitál no aceptan bebés y él se quedará aquí a cuidarla-.

- Me parece bien,- Joseph hizo su mayor esfuerzo de sonrisa hasta que al fin cruzaron la puerta y se quedaron solos el y Alex.

Alex fue hacia la sala con Janeiro en sus brazos y se sentó ahí a darle verla dormir, ya que la pobre no había dormido bien en el camión. Joseph también fue hacia la sala, aunque estaba demasiado cansado, y se sentó en el sillón enfrente de Alex.

- Debió ser un largo viaje para ella,- hablo todavía con su sonrisa un poco fingida.

- Y para todos,- le contestó Alex sin dejar de ver a Janeiro.

- Ambos no tuvimos una buena noche,- hablo refiriéndose a él y la bebé.

- Te vez algo pálido, deberías de ir a descansar-.

- Si, pero antes me gustaría conocer bien a mi sobrina,- se enterneció aún más al decir esas palabras.

Alex se levantó de su asiento para pasarle a Joseph a Janeiro.

- Soy muy torpe con los bebés,- trato de excusarse Joseph.

- Solo pon los brazos cruzados y un poco abiertos,- le dijo Alex amablemente.

Janeiro se quejo y lloro un poco, pero a los segundos ya estaba dormida en los brazos de Joseph.

- Es tan linda,- dijo Joseph al aire con ¿Nostalgia? En su voz.

- Gracias-.

- La genética es sorprendente, ¿No crees?- Le dijo Joseph dejando su sonrisa para poner un semblante más serio.

- ¿Disculpa?-.

- Que una niña con padres de cabello color claro tenga el cabello completamente negro-.

Alex se tenso un poco al escuchar aquella frase e hizo un además para quitarle a Janeiro de los brazos.

- Por parte de Abel su abuelo era de cabello oscuro, y mi madre también tiene el cabello negro, si que es sorprendente,- sostuvo a Janeiro en sus brazos quitándose un poco el nerviosismo ante su perfecta excusa.

- ¡Basta de idioteces!, Yo se que su padre es Jairo-.

Notas finales:

¡Joseph lo sabe! D: Que cunda el pánico, (esta vez cuidé más la ortografía :'3 ¿Lo notaron? xD)

 

Lo siento si tarde, pero es que cuando escribo un fic quiero que quede bonito, como una colegiala escribiendo una carta de amor, poniéndole brillitos y mamada y media... Todos ustedes son mis enamorados *-----* xD

 

¡¿Joseph les dirá a todos sobre Janeiro?! ¿La abuela morirá? (Todos sabemos que si XD) Y a parte de todos los problemas es el segundo reencuentro entre Abel y Jairo...

 

¿Que dirá Jairo al ver a Janeiro? ¿Porque le puse Janeiro?... Pues porque es parecido a Jairo y me gusta Río :'D xD

 

Dejen review, son el alimento del fic, los amo y feliz vida a todos :'3


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