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¿Un simple amor de verano...? por SorarioOmoe

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Notas del capitulo:

Ajua! como estan?! debí de haber actualizado ayer, pero actualizó hoy :D! con mucho amor... a las 7:10 a.m cuando debería de irme a la escuela en 30 minutos, pase toda la PUTA noche haciendo el capitulo ¬¬" termine como a las 4:10 a.m solo dormí como tres horas asi que no me jodan con su foro malos fanfics y mis bolas! XDD

 

Ahora emh este capítulo me gusto mucho! :) hay mucho "bla bla bla" pero esta bonitho, hay sorpresas y aquí se podría decir comienza la historia :D!

 

 

 

Cooomenzamos!!

 

     Abel se sobresaltó enormemente al escuchar esas palabras, digo, no es que no le alegrara que su primo estuviera con vida, todo lo contrario, era la persona que mas amaba, estába inmensamente feliz pero...  Escuchó que había dicho que lo amaba!

-    Y te encuentras bíen?!- se paresuró a preguntar en parte preocupado y en parte con inmesas ganas de cambiar de tema, y las saladitas horneadas no eran la mejor opcion.

-    Si solo estoy un poco adolorido y me molesta mucho la garganta...-.

-    Eres un imbécil!  Como se te ocurre meterte con bandera roja al mar!- le respondió Abel retomando su comportamíento normal con su primo.

-    Ya tranquiló, estoy bién, solo quiero irme a dormir de una vez-.

     Así concluyó la conversación y los dos se dirigieron en completo silencio a su habitación.  Al llegar Jairo se dirigió al cuarto de baño para bañarse y quitarse el agua de mar y los molestos granos de arena.  Al quedarse Abel solo en la habitación, se puso su pijama y se recostó en su cama con solo un foco prendido que iluminaba muy apenas el cuarto.

     Apesar de estar hay en completa calma en su habitación, Abel no podía consiliar el sueño, solo se encontraba recostado en su cama en completa calma, sin hacer ningun movimiento mientras contemplaba la pared.  Despúes de unos minutos, escuchó la puerta de la regadera abrirse, entrecerró los ojos para que pareciera que estaba dormido y vió salir del baño a Jairo con la toalla atada a su cintura y el cabello húmedo, enverdad se veía realmente atractivo, tenía tantas ganas de besarlo, y muy en el fondo, claro, llegar a algo más.

     Cuando Jairo se pasó a su respectiva cama a cambiarse solo pudó ver la sombra mientras se ponía sus boxers y un pants para dormir...  Esperen un pants!  Eso significaba que le había hecho caso cuando le dijo que se pusiera algo más para dormir, ese pensamiento hizo que Abel inevitablemente sonrriera de una forma que expresaba realmente su felicidad.

-    Entonces si estás despierto- escucho enfrente de el.

     Abel abrió los ojos y vio a Jairo cepillandose los dientes enfrente de su cama, inevitablemente debidó a que hay quedaba el lavabo.

-    Acabo de despertarme...  Te estas cepillando los dientes?- le preguntó un poco sorprendidó.

-    Si y tu no lo hiciste flojo-.

-    Oye tu eres el que ayer se quedó dormido sin lavarse los dientes- Abel por orgullo, se paró de su cama y se dirigió de igual forma al lavabó alado de Jairo, con un poco de nerviosismo.

     Abel terminó de lavarse los dientes y se inclinó hacia el lavabó para escupir la espuma.  Al levantarse, lo primero que vió fue a Jairo paradó enfrente de él quien lo apricionó en sus brazos y lo recargó en su pecho oliendó el aroma de su cabello.

-    Que haces?- preguntó un poco confundidó Abel pero sin hacer el mínimo esfuerzo por soltarse de ese abrazó.

-    Te estoy abrazando, algún problema?- le contestó secamente acercandolo aún más a su cuerpo, Abel podía sentir los músculos de su primo por debajo de la delgada camisa que llebava.

-    No, es solo que...  Fue algó extraño y sorpresivo-.

-    Abel...  Encerio me amas?-.

-   Yo no te amo...- le contestó depúes de un largo silenció en el que intentó soltarse inutilmente de los brazos de su primo.

-    Esta bién lo que tu digas- terminó diciendole al tiempo en que lo soltaba y se dirigía a su cama, sin antes despedirce dandole un beso en la frente.

     Abel podía sentir su corazón latir a gran velocidad en su pecho, sus mejillas ardían a mas no poder inundadas por el color carmesí caracteristico del sonrrójo de cuando alguien esta enamorado.  Decidió no pensar en eso y se dirigió a su cama, donde se recostó y cerró los ojos con la luz ahora apagada.

-    Yo si te amo...-.

     Esuchó una voz en la oscuridad que se perdió en el silencio e hizo que se le quitara el sueño por completo otra vez.

     A la mañana siguiente, Abel despertó con un poco de pesadéz debidó a que esa noche no había podido dormir muy bién que digamos.  Volteó instintivamente a la cama de Jairo y se encontró con que estaba vacía, lo cual le sorpendió inmesamente.  sin darle mayor importancia empezó a cambiarse cuando minutos despúes escuchó que alguien tocaba la puerta, terminó de vestirse rápido y fue a abrir.  Al abrir la puerta se encontró a Jairo con una bolsa de plastico en las manos y se hizo a un ládo para que pasara.

-    Te traje el desayuno flojo- se limitó a decirle aventandole la bolsa y recostadose en su cama al tiempo que encedía la televisión.

-    A que hora te levantaste?!- le preguntó Abel sabiendo que esó de levantarse temprano no era cosa de Jairo.

-    Mmh no losé, como a las 10 y como ví que no estabás despiertó decidí no despertarte y mejor traerte tu comida antes de que cerraran el comedor.

-   Oh...- se limitó a decir abriendo la bolsa y sorprendiendose de que en el toper de comida se econtrában sus alimentos favoritos, al parecer Jairo lo conocía mas de lo que el creía- muchas gracias-.

-    No hay de que-.

     Esto se estába volviendo cada véz mas raro, erá lo único que podía pensar Abel al vér el extraño comportamiento de su primo, que derrepente se había vuelto tan amable con el, no es que lo le agradara ese nuevo comportamiento, le facinaba, pero erá un cambió bastante repentino.

     Aún pensandó en esas miles de cosas, se sentó en una silla del cuarto alado de una pequeña mesa, y se pusó a comer su desayuno bajo la mirada disimulada de Jairo.

-    Entonces...  Porque derrepente empezaste a comportarte tan amable conmigo?- le preguntó Abel a su primo al terminar de desayunar.

-    Acasó no escuchaste lo qué de dije antes de dormir cuandó apagamos las luces?-.

     "Yo si te amo..." recapacitó en su mente Abel al recordar las palabras que le había dicho.

-    No, no te escuche deseguró ya estába dormido-.

-    Púes yo no estaba inconciente del todo cuando dijiste que me amabas...-.

-    Esó fue solo por el sentimentalismo de pensar que ibas a morír!-.

-    Pues yo si te amo...-.

     Hubó un largo silencio despúes de esas palabras en la que los dos miraban a distintos lados sin dirigírse nisiquiera la mirada.

-    Mientes...- Abel rompió el silencio diciendo esa palabra.

-    Disculpa?-.

-    Te he dicho que mientes!  Tu enverdad no me amas lo dudó mucho-.

-    Yo enverdad te amo, desde hace mucho tiempo-.

-    No, no es verdad tu solo estás jugando con mis sentimientos!!-.

     Jairo suspiró profundamente y se levantó de su cama para ir a abrazar a Abel.

-    No sueltame bastardo!- le gritó Abel a su primo tratando de retirar sus brazos de su cuerpo, aunque la diferencía de fuerzas era demasiado grande.

-    Tu enverdad me amas?- le volvió a preguntar Jairo aferrandose fuertemente al delgado cuerpo de su primo.

-    Claro que te amo...- admitió alfin hipeándo ligeramente por el nudo en su garganta que se forma cuando contienes el llanto.

-    Eso era lo que quería escuchar- dijo poniendo su rostro de frente al de su primo mirandolo directamente a los ojos.

-    Y tu...  Encerio también me amas?-.

-    Claro de que si tonto-.

-    Entonces porque siempre me trátas tan mal?!-.

-    Somos primos, en ningun lado esta permitidó este amor, y mucho menos entre dos primos del mismo sexo, debía de impedir de algún modo el amarte, pero ahora véo que no fúe lo mejor que pude haber hecho-.

-    Eres un idiota!  Todos estos años he estado sufriendo tanto por tu egoísmo-.

-    No, no fue egoísmo también lo hacia por ti...  Simplemente no puedes amarme, ni yo a tí-.

-    Porque?!  Solo porque somos primos?-.

-    Si, "solo" por eso- pasó su mano delicadamente por el cabello de Abel y también acarisiando su mejilla sonrrojada por la situación.

-    No me importa nada de eso, te amo y tu me amas...  Porque no estar juntos?!-.

-    Somos primos, tenemos la misma familia, somos practicaménte hermanos, no podemos, enverdad lo lamento- se acercó aún mas al rostro de Abel sintiéndo su respiración en su rostro y beso su frente con el mayor cariño y dulzura que pudo haber exprezado en su vida con un solo y pequeño beso.

     Tras haber besado su frente, Jairo salió de la habitación sin decir ninguna palabra más dejando en su llantó a Abel, solo en aquella pequeña habitación.

     Despúes de un rato de estar llorando, otro de tratár de calmarse, y uno mucho más grande de asimilar lo que acababa de pasar, Abel salió de la habitación y se dirigió a ningun lugar aparente, simplemente apesar de lo que acabába de pasar, no arruinaría su día, o ese por lo menos era su falso pensamiento de auto consolación.

     No tenía ganas de hacer nada en especial debidó a su muy, muy bajo entusiasmo en esos momentos, así que lo mejor que se le ocurrió fue llevarse un silla a la zona de la playa y sentarse a ver el mar.

     Se encontraba en un estado de tranquilidad realmente inmenso y el día era bastante agradable, y deseába inmensaménte haberse llevado un libro para leer en esos momentos.  Tan relajado se encontrába que no se dío cuenta de en que momento empezó a cabezear del sueño, hasta que calló profundamente dormido.

     Empezó a tener un sueño bastante extraño, era el de pequeño afuera de la casa que Jairo compartía con su abuela.  Alado de el había varias maletas que su padre subía al auto una por una, volteó hacia otro lado y vío a su madre abrazándo a su abuela.

-    Porque no vas a despedirte de Jairo?- le dijo su abuela mas como una sugerencia que cómo una pregunta.

     Sin dudar, Abel subió corriendó las escaleras hasta llegar al cuarto de Jairo y lo habrió sin avisar.

-    Con que ya te vas...- le dijo Jairo de 9 años a su primo de 8.

-    Te voy a extrañar mucho Jairo- dijo Abel sencillamente acercándose para darle un fuerte abrazó a su primo, el cual correspondió sin dudarlo un instánte.

-    Abel...  Tengo que decirte algo-.

-    Que pasa?-.

-     Es que yo...- se detuvó Jairo en secó sin terminar lo que tenía que decir.

-     Si?- lo alentó a continuar su primo.

-    Lo que pasa es que tú...  Me gustas- dijó Jairo un poco sonrrojadó y tomando las manos de Abel entre las suyas.

-    Pero Jairo, eso no se puede-.

-    A que te refieres?-.

-    Ambos somos hombres-.

-    Eso no ímporta, te amo-.

-    Además somos primos...-.

-    Pero a tí también te gusto?!-.

-    Si pero...  Lo siento, no puedo- al terminar de decir esto, Abel salió corriendo de la habitación dejando a su primo con el corazón roto.


     Abel despertó del sueño dandose cuenta de que no era un sueño, erá un recuerdo.  Jairo no lo había rechazado por temor a lo que dijeran los demás, lo había rechazado porque el lo rechazo cuandó eran niños.  En esos momentos se sentía un tanto cumplable por  sus acciónes, necesitaba encontrar a Jairo y disculparse por lo que había pasado cuando eran pequeños.

     Se levantó de su silla y lo buscó por todas las partes de hotel, en la parte de la alberca, cerca del comedór, en la habitación, en el gimnasio...  Nada, no se encontrába en ninguna parte de hotel.

     Cansado de buscar, decidió darse un descansó e ir a sentarse en la parte no profunda de la alberca.  Hay pasó la mayor parte del tiémpo hasta que empezó a llover y tubó que subirse a su habitación a bañarse para despúes ir a comer.

     Entró a la habitación con un pequeño brillo de esperanza de que Jairo se encontrara hay, pero se desilucióno completamente al ver que todavía no regresaba.  Se baño rapidamente y salió de la habitación para ir a comer con sus padres.‎

     Dío varios pasos fuera del edifício donde se encontraba si habitación y se encontró a Jairo fumando bajo la muy léve lluvia.  Un poco tímido, se acercó hacia el y se le quedó mirando fijamente de frente.  Jairo dejó de mirar hacia la nada y enfocó su vista en su primo quien le miraba algo molestó, según Jairo sin explicasión alguna.

     Sin que Jairo se diera muy bién cuenta, su cigarro cayó al suelo con un fuerte manotázo.

-    Sabes lo que proboca el cigarro a tu salud?!- le preguntó molesto Abel.

-    Si, lose- se limitó a contestar mientras sacaba otro cigarro que fue tirado de igual forma al suelo- podrías dejarme fumar por favor?-.

-    No, me preocupo por tí y no dejaré que hagas algo que te hace daño-.

-    Esta bién, esta bién, ya no fumare en tu presencía-.

-    Jairo hay algo que debó decirte...-.

-    Si es sobre lo de está mañana, no tiene discusión y no me harás cambiar de opinión-.

-    Si se trata sobre eso, y al mismo tiémpo no- al decir esto captó completamente la atención de Jairo quien lo volteó a ver aún mas fijo- queríaa pedirte perdón por lo que pasó el día en que me fuí a vivir a Guadalajara-.

-    Te refieres a cuando te confesé mis sentimientos y me rechasazte cruelmente y te fuiste sin despedirte adecuadamente?-.

-    Amh...  Si, se podría decir que a esó me refiero-.

-    Tranquilo, te perdoné hace años, porque me dí cuenta de que tenías razón, es imposible que nuetro amor seá posible- el tóno en el que hablaba Jairo era impresionante, era tan frío y seco, como si hablara de cualquier tema corriente.

-    No, tu erés el que tenía razón- tómo la mano de Jairo delicadamente y la posó sobre su pecho haciendo sentir a Jairo los fuertes latidós de su corazón- enverdad no puedó vivir sin tí...  Te necesitó a mi lado, aunque seá solo en estos días que falta, y si las cosas funciónan porfavor, dejame ser algo mas que tú primo el tiempo que seá posible-.

     Jairo simplemente lo mirabá sin saber que decir, y sin ningun sentimiento perceptible, solo lo miraba secamente.  Abel soltó la mano de Jairo y se preparó para darse la vuelta hacia el comedor, hasta que sintió dos brazos tomarlo por los hombros y darle la vuelta, para dar pasó a sus labios abrazados a los de Jairo.

-    Ya veremos lo que pasá estas vacasiónes...- dijo cuando separó sus labios de los de Abel- te amo- lo abrazó con toda la delicadeza del mundo, en esos momentos no había nadie presente para recriminarles sus pecados.

-    Yo también te amo Jairo-.

Notas finales:

awwh! que wonitho <3 oOk no XD si les parece algo apresurado comuniquenmelo porrfavor oOk... n.n con toda confianza y respeto pero solo piensen que solo tengo 5 capitulos para que "floresca el amor" XD y que ellos ya se amaban desde antes :)! bno un abrazo y lamento los errores que haya de todo corazón mil disculpas el proximo capitulo estara mas chulo!

 

 

 

                          Cherry Flavored Kisses...!~*


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