Roto por sol249

~Roto.~

Capitulo 2: Emprendiendo la causa a superarlo.

Ichiru estaba acostado en su cama acariciando a su gato, había pasado dos días desde que se peleo con Zero y bueno no han intentado reconciliarse y la verdad ahora no pensaba en eso. Se había despertado hace poco, no durmió mucho, otra vez; de todas maneras había vuelto soñar con aquel día, bueno al menos ahora no estaba llorando y todo porque despertó antes de llegar al peor momento de su sueño. El peli plata suspiro y sintió como alguien, sabe que es un vampiro, se acercaba a su habitación, eso lo hizo ponerse tenso y a la defensiva pero luego reconoció el aura, era de Hanabusa Aido, aunque aquello lo sorprendió, que quería hacer ese vampiro o que quería de él, era extraño pero de todas maneras no le abrirá la puerta y si se atreve a abrirla a la fuerza se defenderá y lo echara de su habitación, decidió ignorarlo.

Pasaron unos segundos y ahí escucho que alguien toca la puerta de su habitación insistentemente pero como lo había decidido lo ignoro lo mejor posible, sin embargo Aido seguía tocando insistentemente la puerta, pero Ichiru siguió ignorando ese molesto ruido acariciando el suave pelaje de su neko.

— Ichiru – sama — llamo el rubio de ojos azules aun tocando la puerta — Ichiru – sama, Ichiru – sama ayúdame por favor, esto es de vida o muerte, por favor Ichiru – sama.

El cazador miro dudoso la puerta, lo que Aido le dijo eso de vida o muerte si lo alerto y bastante y si le paso algo a Takuma u otra persona importante para él, pero porque mandaron a Hanabusa a avisarle… sin poder aguantar su curiosidad se paró de la cama y se dirigió hacia la entrada de su cuarto una vez allí parado suspiro profundamente y abrió la dichosa puerta y vio a Aido que lo miraba ¿suplicante? Tal vez.

— ¿Qué es de vida o muerte? — pregunto sin rodeos.

— Que… que… tienes que ayudarme di que si, di que si por favor — pidió con cara de cachorro abandonado.

— ¿A qué? — inquirió saber preocupado.

— Kaname – sama me mando a hacer unas investigaciones a mi solito y yo no puedo solo — Lloro lagrimas de cocodrilo — ayúdame por favor…

— ¿Una investigación? ¿Eso es tan importante y de vida o muerte? — pregunto indignado.

— Si — asintió el vampiro contralor del hielo.

— Idiota me asustaste — gruño e intento cerrar la puerta pero Aido no lo dejo.

— Por favor yo se que tu eres bueno, ayúdame con esto, te lo suplico dime que si por favor ¿verdad que si me ayudaras? — Pregunto jaloneando amablemente del brazo de Ichiru — por favor vamos Ichiru sama ¿sí? — puso su cara de cachorro abandonado.

— No pienso — gruño— suéltame.

— ¿Por qué? ¿Acaso dejaras que este yo solito investigando algo en una biblioteca gigante entre miles de libros? — Pregunto apenado — ayúdame, vamos Ichiru yo se que tu eres bueno por favor ¿Sí? ¿Sí? ¿Sí?

— Argg… ya está bien pero deja de hacer tanto escándalo por Dios es fastidioso – dijo molesto.

— Muchas gracias Ichiru – sama — sonrió el rubio y evito lanzarse arriba del peli plata para abrazarlo como muestra de agradecimiento, porque sabía que ese acto lo asustaría.

— ¿A dónde te debo acompañar? – pregunto curioso.

— A la biblioteca de la clase nocturna ¿vamos? – pregunto.

— Si vamos – susurro.

Ichiru por primera vez salió de su habitación por sí solo y sin que lo jalaran de la mano. Camino calmadamente detrás de Aido, dirigiéndose a la biblioteca, aun no comprende porque alguien como Aido le fue a pedir ayuda precisamente a él que es un cazador y si ahora es un vampiro pero que el recuerde se lleva mal con el noble de ojos azules.

— Oye ¿Por qué no le pediste ayuda a tu Kain? — pregunto el cazador.

— Mm… porque… está ocupado — sonrió.

— Mm… y a Shiki o Rima o Takuma o cualquier otro vampiro ¿Por qué a mí? – pregunto curioso.

— Emm… porque tú eres el único que tiene tiempo libre y bueno tu hermano no me hubiese ayudado aparte Kaname sama lo mantiene ocupado – respondió.

— Mmm… si tú lo dices – susurro.

— Oye dime, ¿Por qué tu gato te sigue? – Pregunto el rubio – se supone que son los perros los que siguen a las personas y a sus amos – comento como si nada.

— Tal vez no confía en ti – dijo como si nada el peli plata – aparte cuando amas a alguien siempre estarás a su lado y ese gato me quiere.

— Oh ya veo y ¿tú prefieres a ese gato o a Takuma?

Ichiru se sorprendió e ignoro la pregunta de Hanabusa y siguió caminando hacia la biblioteca en un silencio sepulcral, ignorando a todos y todo lo que estaba a su alrededor.

Aido vio a Ichiru y supo que no debía haberle hecho esa pregunta, era mejor crear otro tipo de conversación con el niño, pero no se le ocurrió nada y todo el camino hacia la biblioteca transcurrió en silencio.

En el momento de ambos llegaron a la biblioteca Ichiru quedo sorprendido cuando Aido había dicho que allí habían miles de libros no había mentido en absoluto la verdad si habían miles de libros y la biblioteca era enorme, el peli plata sonrió ante la imagen y siguió a Hanabusa casi inconscientemente.

— ¿Oye sobre qué tema debemos investigar? – pregunto sentándose en una de las sillas que había en la biblioteca.

— Sobre las reglas de los lazos de sangre – dijo como si nada.

— ¿sobre los lazos? ¿Por qué Kaname quiere saber cosas sobres los lazos? – pregunto dudoso.

— Mm… no lo sé, solo busquemos – pidió

— Está bien como quieras – susurro – oye y ¿los lazos de sangre se pueden deshacer o sellar? – pregunto curioso.

— Mm… ¿Por qué lo preguntas? – inquirió saber el rubio-

— Mm… solo curiosidad, mejor busquemos lo que Kaname te pidió – susurro – ¿En qué libros debemos buscar? – pregunto.

— Los iré a buscar y volveré no te vayas

— No lo hare ya te dije que te iba ayudar así que no te preocupes – expreso Ichiru apoyándose en la mesa.

— Ok.

-0-

Takuma estaba en el centro comercial de la ciudad más cercana, había ido allí para buscar una tienda de mascotas y eso es porque quiere comprarle unos juguetes al neko de SU Ichiru y averiguar qué cosas le gustan a los gatos, etc, etc.

También quiere comprarle el postre favorito a Ichiru para ver si así come algo, esta tan delgado que a veces piensa que puede desaparecer y no solo eso le preocupa, su peli plata no ha bebido de su sangre y cree que no ha bebido de nadie, solo espera que esté bien.

El rubio aun esta curioso del porque de la pelea de Ichiru y Zero por lo general ellos nunca pelean hasta enojarse por dos días eso era mucho tiempo para ellos solo espera que esa pelea no afecte mas la mente de su amante y compañero de vida.

Cuando iba caminando perdido en sus pensamientos paso por afuera de una tienda de mascotas, se detuvo de inmediato y retrocedió unos pasos y entro a la tienda vio como habían perritos en adopción como gatitos y varios animales domésticos, solo sonrió y comenzó a buscar a alguna vendedora que lo pueda ayudar, no se demoro mucho en encontrar a alguien, a esa persona le pidió que le enseñara todos los juguetes de gatos, las camas y todo lo que se relacione con nekos.

Después de ver todas esas cosas decidió comprar unos cuantos juguetes y luego le pedirá a Ichiru que lo acompañe a comprar más cosas, espera que con esa escusa logre sacar a su amante de su cuarto, al fin de cuenta se nota que quiere mucho a su gato, y eso le hace preguntarse si en verdad debe de sentir celos de ese gato que pasa día y noche con su Ichiru.

Cuando salió de la tienda se dirigió a una pastelería donde sabia que siempre había el postre favorito de su Ichiru, cuando entro pidió una tártara de frutas familiar para llevar y una torta de majar y coco, cuando se la dieron se fue de la tienda y se dirigió a su limusina para regresar a la academia e ir a ver a su hermoso peli plata.

-o-

Zero recién comenzó a despertar, se sentía cómodo en los fuertes brazos de alguien y sabía muy bien quién era ese alguien, era su adorado Kaname, se removió un poco acomodándose mejor en los brazos del castaño y comenzó a frotar su rostro en el pecho desnudo del purasangre.

— Ya despertaste amor, buenos días – saludo con calidez el castaño.

— Buenos días – susurro el peli plata besando el pecho del vampiro de ojos café rojizo.

— ¿Cómo amaneciste?

— Bien – contesto y levanto la cabeza para ver mejor a Kaname y darle un beso casto en los labios.

— ¿Aun estas preocupado? – pregunto acariciando los suaves cabellos plateados de su amante.

— Mm… – asintió.

— Ya se le pasara el enoja, ya verás – comento.

— Eso espero – susurro el cazador – pero aparte de que este enojado conmigo y que quiero que se le pase el enojo, lo que más deseo es que vuelva a sonreír como antes, esa sonrisa sincera que siempre tenía, que sea gruñón y cariñoso con todos, quiero a mi hermano de vuelta – dijo melancólico.

— Zero… ya verás que se recuperara, solo hay que darle tiempo, solo el tiempo puede curar las heridas que tiene en el alma.

— Lo sé, pero ¿Cuándo?, ¿Cuándo volverá mi hermano?

— No lo sé, pero sabes que Aido, Shiki y Rima intentaran ayudarlo, Hanabusa intentara sacarlo de su habitación, es un plan que tienen.

— ¿Un plan? – pregunto interesado.

— Si algo así me explicaron, se trata que Aido le irá a decir que lo ayude a buscar información, que supuestamente yo lo mande a buscar esa información…

— ¿Y qué le hace pensar que Ichiru le abrirá la puerta y que le ayudara? – pregunto confuso.

— Oye Aido tiene sus estrategias te lo aseguro – expreso Kaname acariciando la espalda desnuda de su cazador.

— Mm… espero que si logren sacarlo de su encierro – dijo un poco más animado.

— Estoy seguro que si lo harán, confía en ellos – pidió el castaño.

— Lo intentare – susurro acomodándose nuevamente en la cama y poniendo su rostro en el pecho de Kaname.

— Oye Zero ¿no necesitas mi sangre? – pregunto aparentando inocencia el castaño.

— ¿Por qué esa pregunta? – pregunto curioso levantando su rostro para ver el de su amante.

— Por lo que hicimos anoche, pensé que hoy no ibas ni a querer levantarte ni mucho menos despertar, aparte quiero otra ronda – susurro insinuante.

— Argg… Kaname eres un idiota insaciable, mejor levantémonos y deja de decir tonterías – gruño todo rojo.

— Mm… que cruel eres amor – susurro en un puchero el castaño besando los atractivos y adictivos labios de Zero.

— Oye Kaname, ¿los vampiros solo se enamoran una vez? – pregunto el peli plata.

— Si eso tengo entendido – comento.

— Mm… ¿y tu porque te enamoraste de mi? – Inquirió saber el cazador-

— Buena pregunta, tal vez es porque eres una persona maravillosa, con corazón puro y que nuestros destinos estaban entrelazados, Zero la verdad nunca me lo he preguntado pero sé que nunca me arrepentiré de enamorarme de ti yo te amo con mi vida.

— También te amo con la misma intensidad – susurro apegándose al cuerpo de Kaname.

-o-

Ichiru estaba sentado mirando toda la biblioteca mientras veía como Aido traía y traía pilas de libros unas tras otras y no paraba aunque a él personalmente no le importa, porque simplemente el lee rápido y entiende rápido y la verdad ni siquiera sabe porque acepto ayudar a Hanabusa y venir a la biblioteca y buscar información sobre los lazos de sangre pero esa información le puede llegar a ser útil en algún momento.

— Ya todos estos son los libros que tenemos que leer – dijo Aido agitado sentándose y pasándole un libro a Ichiru que estaba pensativo.

— Oye reacciona.

— Ah… oh perdón – susurro – tengo que buscar cualquier información sobre lazos y eso es todo – pregunto.

— No, tienes que buscar información que no sepamos sobre los lazos de sangre y sobre todo las reglas – corrigió el rubio tomando un libro para comenzar a leer.

— Está bien – susurro y comenzó a leer tratando de buscar buena información.

Un lazo de sangre puede ser creado cuando existe un gran sentimiento él una por el otro, puede ser amor u odio, el lazo se forma cuando se muerden mutuamente y se comparte sangre…

Aido miro a Ichiru sorprendido el peli plata estaba leyendo un idioma antiguo de vampiros que hasta a él le cuesta y mucho pero el cazador lo lee de recorrido como si fuera Ingles o español, le había pasado el libro para ver si lo podía leer pero nunca lo pensó que lo haría, la escena que él se imagino fue algo como que Ichiru lo insultara diciéndole idiota no entiendo este idioma, pero no fue así ahora si estaba más que sorprendido.

Ichiru dejo de leer la verdad la información no servía, hasta el sabia eso y eso que él no sabía nada, paso unas cuantas páginas más y volvió a comenzar a leer donde decía consecuencias de un lazo roto.

El lazo de sangre es sagrado es un matrimonio entre vampiros por ellos los vampiros que hacen el lazo con alguien debe aceptar las consecuencias.

Cuando un lazo es roto, por la muerte de uno de los dos vampiros involucrados a lo único que lleva es la muerte, un dolor insoportable en el pecho, el vacio en el alma, y el no poder respirar, el querer arrancarte la piel, son algunos de los síntomas y a ellos les sumamos el sentimiento de tristeza que causa la muerte de tu ser amado, pero si no lo amas y lo odias de igual manera sentirás estos síntomas.

El peli plata solo miro el libro unos segundos más, así que si él se mata todo eso sentirá Takuma, definitivamente no se puede matar ya no es una opción viable, que lastima, sonrió con melancolía.

— ¿Pasa algo? – pregunto Aido al mirar al peli plata.

— Nada, solo veo las consecuencias de un lazo roto, así que no podre matarme, no quiero que Takuma sufra – susurro.

— ¿Qué? ¿Quieres matarte? – pregunto en un grito.

— Solo lo he pensado, nunca tome la decisión, y cállate estamos en una biblioteca – siseo.

— Etto, estás loco si tú te matas Takuma morirá contigo y de paso Zero y Kaname…

— No me hables de Zero – pidió.

— Mmm ¿estás enojado con él? – pregunto curioso.

— No te interesa – respondió y vio como su gato se subió a la mesa y se acostó en ella cerca de él.

— Mm… eres cruel conmigo… - lloriqueo.

— Te han dicho que te pareces al director – gruño molesto.

— ¿Ah…?

— Mejor sigamos leyendo – pidió y se puso a leer nuevamente ignorando a Hanabusa.

Aido e Ichiru pasaron varias horas en la biblioteca buscando información pero no encontraron nada de utilidad, solo información que todos sabían, bueno el peli plata no pero eso era porque era un humano de nacimiento y hace poco fue convertido en un vampiro y por ello no le habían enseñado eso cuando pequeño.

— Hanabusa – llamo el peli plata.

— Dime… - contesto el rubio.

— Estos libros no son de utilidad, acaso no hay otro libro, uno en que haya buena información, tal vez uno antiguo – susurro.

— Emm… no, no hay mas – dijo tratando de sonar serio, el más que nadie sabía que si existía ese libro pero lo escondió, porque quiere sacar a Ichiru de su habitación con esta escusa por un tiempo más.

— Mm… pero entonces le tendrás que decir a Kaname que no hay nada bueno y que no conseguiste nada – gruño.

— No… etto… aun no leemos esos libros tal vez encontremos algo útil en ellos – dijo esperando que el cazador aceptara.

— Mm… está bien… pero dejémoslo para mañana ¿sí? – Sugirió el vampiro de ojos amatistas – tengo los ojos cansados – susurro.

— Si ¿entonces me ayudaras mañana? – pregunto con ojos brillosos por la esperanza.

— Si ya te dije que te ayudaría – bufo.

— Que bien – dijo con felicidad.

— Oye tú y Kain tienen un lazo de sangre ¿no? – pregunto algo dudoso.

— Ahh… ¿Cómo lo sabes? – pregunto el rubio.

— Eres evidente lo amas – contento el peli plata.

— Bueno si lo amo, Kain es el mejor amante que puede existir – expreso con los ojos brillosos.

— Mm… oye… etto… ya que tú sabes más que yo en los lazos emm…

— ¿Qué pasa? – pregunto el rubio mirando curioso al vampiro de ojos violetas.

— Etto… en un libro salió que cuando se crea un lazo de sangre luego se debe consumar para que se haga más fuerte o eso entendí – susurro.

— Si eso se hace – dijo el noble algo sonrojado al recordar como lo consumo con Kain.

— Pero… ¿Cómo se consuma? – Pregunto con inocencia - ¿tú y Kain ya lo consumaron? Explícame como se hace – pidió suplicante.

— Emm… ¿tu… t- tú no sabes? – pregunto rojo como un tomate, como le iba a explicar a Ichiru como se consuma simplemente no podía.

— No, ¿cómo se consuma un lazo? – pregunto curioso.

— Etto… bueno… veras… un lazo de sangre… se consuma… cuando mm… - Aido miro a Ichiru que lo miraba esperando una respuesta.

— Cuando hacen el amor – se escucho una voz grave por la biblioteca.

Ichiru se giro de inmediato para mirar quien era y reconoció a Kain.

— Hola Kiryuu – sama

— Hola Akatsuki sempai – susurro.

— ¿Quieres saber más sobre los lazos? – pregunto.

— Si un poco – murmuro algo incomodo.

— Bueno yo te explicar algo si quieres, no me molesta – menciono.

— ¿En serio? – pregunto el peli plata.

— De verdad

— Oye Kain ¿Qué haces aquí? – pregunto el rubio.

— Te estaba buscando, luego me encontré con Shiki y Rima me dijeron que estabas acá con Kiryuu sama, decidí venir a buscarte – dijo con calma besando los labios del rubio.

— Kain – protesto en un puchero el noble controlador del hielo haciendo que Kain sonriera.

— Dime Kiryuu sama ¿Qué quieres saber? – pregunto.

— ¿Cómo se consuman los lazos? – dijo de inmediato.

— Bien al parecer Aido no te respondió, aunque no lo creas puede ser muy vergonzoso.

— Kain – volvió a protestar haciendo un mohín – no soy vergonzoso.

— Claro Hana, el lazo de sangre se consuma igual que un matrimonio entre humanos, solo que en el lazo esto se hace por amor, lujuria, pasión, tal vez en el matrimonio de humanos es igual pero con el lazo es como sellar el amor que se sienten y el lazo se hace más fuerte de lo que ya es, hacer el amor entre vampiros es distinto que hacer el amor entre humanos o un vampiro y un humano como eran tu y Takuma antes…

— Mmm… hacer el amor – susurro melancólico – yo… yo no creo que vuelva a sentir ese amor infinito o placer al hacerlo, para mi ahora ya no es un acto de amor, ese acto se transformo en… en uno abominable, algo asqueroso, que te hace sentir sucio y asqueado, que… - al cazador se le quebró la voz y se le escapo unas cuantas lagrimas que se seco con la mano de inmediato, no podía mostrarse débil ante los demás, debe aprender que con llorar no soluciona nada, ya no es un niño pequeño.

— Mm… Ichiru – kun – llamo Kain – que te hayan violado no significa que todas tus experiencias sexuales sean iguales, recuerda tu y ta… e Ichijou – sama lo hicieron antes cuando aun eras humano y estoy seguro que no te sentías así, más bien te tuviste que sentir pleno y feliz y sensaciones que no se puede definir con simples palabras – dijo el peli naranja ganándose la mirada de Aido e Ichiru que lo miraba lloroso.

— Puede ser pero destruyeron esas sensaciones cuando… ese día – susurro en un sollozo quería controlarse pero no podía.

Aido miro al peli plata, no sabía porque pero se le oprimía el pecho escuchar los sollozos del cazador claro que no lo admitiría abiertamente pero no soporta ver así a ese niño.

— Ichiru, ¿realmente piensas que es así hacerlo con Takuma? – pregunto el noble controlador del fuego.

— Mm… no pero… esos recuerdos vuelven a mi mente y el parecido entre mi Taku y Asato no me lo hace muy fácil – susurro, esta era la primera vez que hablaba sobre cómo se sentía con alguien.

— En verdad Asato y Takuma se parecen pero lo distinto entre ellos dos es su mirada, Takuma es bondadoso, amable, alegre y protege a las personas que ama, es capaz de dar su vida por ti, Asato era un viejo vampiros sádico y sangriento, le gustaba ver como la gente sufría, Takuma no es Asato y recuerda Asato está muerto tu mismo lo mataste.

— Lo sé pero… - Ichiru miro los ojos de Kain por unos minutos y luego agacho la cabeza culpable.

Kain lo miro y luego se acerco un poco al cazador que de un momento a otro se paro y lo abrazo buscando apoyo, alguien que lo entendiera y por alguna razón pensó que ese alguien era Akatsuki, sabe que no debería hacer esto pero… pero se siente seguro abrazando al noble.

Akatsuki se sorprendió pero abrazo el cuerpo de Ichiru y luego sintió como se volvía más pesado lo separo un poco de su cuerpo y se dio cuenta que estaba desmayado.

— Se desmayo – susurro el peli naranja tomando en brazos el cuerpo inerte de Ichiru.

— Kain aquí hay un sillón, dejémoslo ahí y quedémonos con él hasta que despierte – pidió el rubio.

— Claro hana – Kain recostó el cuerpo del peli plata en el sillón y después abrazo a su pareja - ¿Por qué lo ayudas? – Pregunto – le tienes cariño ¿verdad?

— Claro que no – susurro.

— Estoy seguro que si hana…

— Bueno un poquito – acepto.

-o-

Takuma estaba en la casa de Cross, andaba dando vuelta como un león enjaulado, cuando llego le dijo a el director que iría a ver a Ichiru a su cuarto pero Yagari le dijo que no estaba que había salido y no saben a dónde ni con quien, es que acaso no le preocupan, bueno es un vampiro y sabe defenderse pero esta débil no ha tomado sangre ni comprimidos, no ha comido ni a dormido, está cansado y si le pasa algo, Dios jamás se lo perdonaría, quiere que llegue, quiere verlo y asegurarse que está bien, y aunque es bueno que haya salido de su cuarto también puede llegar a ser malo por si se quiere dañar o matar… por Kami quiere verlo y saber que está bien.

— Cálmate – gruño Yagari – tu aura se está saliendo de control.

— Lo siento sensei – susurro.

— Ichiru está bien, ya llegara, no te preocupes tanto

— Mm… claro – susurro tratando de calmarse y se sentó en el sofá moviendo la pierna, ni siquiera estaba el gato de Ichiru.

En ese momento llego Zero junto con Kaname que vieron a Takuma que se paró de inmediato y luego los miro desilusionado y volvió a sentarse en el sofá suspirando por lo bajo.

— ¿Qué le pasa? – pregunto el cazador.

— Ichiru no está en su habitación y este chupasangre está preocupado – bufo molesto.

— ¿Cómo que no está? ¿Dónde está? – pregunto preocupado.

— No lo sabemos – contesto.

— Debe de estar con Aido, ¿recuerdas lo que te dije Zero? – menciono el castaño con tranquilidad.

— Es verdad, pero ¿y si no está con él? – pregunto preocupado.

— Tu lazo con el sentirá si le pasa algo.

— Emm…

— ¿Por qué esta con Aido? – pregunto el rubio.

— Hanabusa tiene un plan para sacarlo de su habitación, Takuma – explico el castaño con brevedad.

— Mmm… ¿un plan? – se pregunto a sí mismo.

— Si un plan, luego le puedes preguntar, pero es para ayudar a Ichiru.

-0-

Ichiru despertó de su desmayo y se sentó de inmediato, tomándose la garganta, tenía sed, sentía como la garganta le quemaba por el líquido rojo que se ha negado durante semanas. Su respiración se estaba acelerando.

Kain y Aido lo miraron y se dieron cuenta que los ojos del peli plata antes violetas ahora eran carmesí llameantes eso significaba que tenia sed y ansiaba sangre, también notaron que este luchaba consigo mismo para controlarse, lo mejor ahora era que el cazador bebiera de alguien o terminaría dañando a algún alumno.

— Le daré de mi sangre – susurro el rubio.

— No, yo seré su donante – dijo decidido el peli naranja.

— Pero Kain… – protesto.

— Hana – susurro – yo le daré mi sangre.

— Está bien – acepto a regañadientes.

Kain se acerco al peli plata y le extendió la mano exponiendo su muñeca.

— Bebe, seré tu donante

Ichiru levanto la mirada y luego comenzó a negar con la cabeza, aun podía controlarse.

— No… aun… aun… pue… do contro… larme – susurro.

— Bebe – ordeno el joven vampiro de ojos marrón.

Ichiru volvió a negar con su cabeza mientras su respiración era cada vez más pesada pero Kain seguía insistiendo.

— No se… donde morder…. Solo he… bebido del cuello de… Takuma – susurro agarrándose la garganta.

— Mm… - Kain miro a Aido que este asintió – bien bebe de mi cuello – exigió el noble controlador del fuego, exponiendo su cuello.

— Pero… Aido – susurro.

— Está bien, solo bebe – respondió el rubio.

Ichiru los miro unos segundos y luego sin poder aguantarse más se lanzo en contra de Kain, lo iba a morder con brusquedad pero recordó que debía preparar la piel, aparte no quiere ser bruto con su donante.

El peli plata comenzó a pasar su lengua por el área de mordedura y luego de eso enterró sus colmillos en ese delicado cuello, bebió el primer sorbo y sintió como ese delicioso líquido viaja por su cuerpo y su garganta dejaba de arder pero que pedía más a cada momento, sin embargo intento no beber muy rápido.

Después de unos cuantos sorbos mas se separo del cuello de Akatsuki y lamio las heridas gemelas, aun tenía sed pero ya podía controlarse, se separo del cuello y lo miro culpable.

— Lo siento – se disculpo pasándose la lengua por la boca sacando la sangre de sus labios y luego paso la mano para limpiarse lo que la lengua no pudo.

— No importa, yo me ofrecí.

— Ni creas que dejare que vuelvas a tocar a mi Kain – bromeo el rubio – pero te manchaste la ropa – menciono.

— Mm… es que yo…

— Aun no aprendes, pero es solo práctica – comento el noble de ojos azules.

Ichiru solo pudo sonreír, al parecer el rubio y Kain no eran tan desagradables y comenzaba a caerles bien.

— Es mejor regresar a la casa de Cross, para cambiarme ropa, ¿quieren venir? – pregunto en voz bajita.

— Claro vamos – respondió Kain por los dos.

— Pero no puedes salir con esa camisa con sangre, es peligroso – menciono el rubio.

— Mm… pero no tengo más ropa – susurro.

— Te emprestare mi sweter – comento sacándose el sweter y entregándoselo a Ichiru que solo miro.

— Te esperaremos afuera – comento el peli naranja – pero cuando salgas me pasas tu camisa para quemarla – susurro.

— Está bien – comento.

-0-

Takuma tomo aire y luego lo voto, estaba intentando controlarse pero le era difícil sin saber dónde está su amante y que pasa si no está con Aido como dice Kaname y si le paso algo o ¿Quién sabe?

El rubio comenzó a dar vuelta por la sala preocupado, y solo paro cuando sintió la puerta y la presencia de Ichiru que se acercaba a la sala de estar junto con Kain y Aido.

— Ichiru – susurro el vampiro de ojos verdes.

— Mm… hola tamu – saludo el peli plata con calma.

— Dios Ichiru estaba tan preocupado ¿estás bien? - pregunto

— Si estoy bien, perdón por asustarte yo…

— Me está ayudando con una investigación – intervino Aido.

— Mm… ok – suspiro el rubio, quería abrazar a su Ichiru pero era mejor aguantarse las ganas para no asustarlo.

— Me iré a cambiar ropa – comento el menor de los Kiryuu.

— Mm… ¿puedo acompañarte? – pregunto el rubio de ojos verdes.

— Etto… - Ichiru miro dudoso a Takuma, no sabía que responder pero debía confiar en su amante – si ven conmigo – susurro y comenzó a caminar hacia su habitación, tratando de ignorar a Zero que lo estaba mirando hace un rato.

Cuando llegaron a la habitación del menor, Ichiru encaro a Takuma y le sonrió.

— Quédate con Taku – pidió y se dirigió a su closet saco una playera y luego se fue al baño.

Takuma se sorprendió al ver una sonrisa sincera de los labios de Ichiru, eso era una buena señal ¿verdad? Ichiru había sonreído y no falsamente si no que con naturalidad.

— Taku, tú papá se está recuperando – susurro – bueno eso espero, sonrió eso es bueno – comento mientras tomaba al gato en brazos y lo abrazaba.

— Taku lo ahorcaras – susurro el cazador saliendo del baño.

— Oh perdón – se disculpo dejando al gato en el suelo quien lo rasguño y luego se fue al lado de su dueño, entendiéndose Ichiru – me sigue odiando.

— Puede ser – expreso el menor.

— Sabes hoy fui al centro comercial – comento viendo como Ichiru se sentaba en la cama.

— Mm… ¿hay algo bueno? – pregunto acariciando a su neko.

— Tal vez, pase por casualidad por afuera de una tienda de mascotas y compre unos juguetes a Takuma… el neko – se sintió algo extraño llamándose a sí mismo.

— Mmm… ¿juguetes? – pregunto.

— Si juguetes de seguro le gustara, al menos eso me dijo la señorita que me atendió – dijo meditando.

— ¿Dónde están?

— En la cocina – respondió el rubio.

— De seguro le gustara, Taku es algo travieso y juguetón – comento el peli plata – ¿y había otras cosas?

— Sí, habían cama para gatos, iba a traer una pero no sabía cual le iba gustar, pensé que tal vez podemos ir juntos a comprarla – comento esperando una respuesta del cazador.

— Mm… yo…

La puerta de la habitación se abrió con delicadeza y se dejo ver una silueta de un hombre.

— ¿Ichiru podemos hablar unos minutos? – pregunto.

— Mm está bien ni san – respondió ausente mirando a Takuma.

— ¿Takuma puedes irte? – pregunto el mayor de los gemelos.

— Claro, ichi abajo hay torta de majar y coco y una tártara de fruta, te espero – comento el rubio.

— Claro, luego comemos juntos – susurro Ichiru y Takuma solo así se fue de la habitación – ¿qué quieres hablar conmigo Zero ni - sama?

— Mmm… - Zero iba a protestar por el ni - sama pero se arrepintió, había venido a arreglar las cosas no ha empeorarlas.

— ¿Aun estas enfadado conmigo? – pregunto.

— No sé ¿Qué crees tú? – pregunto ausente.

— Que aun estas enfadado conmigo – susurro.

— Si lo sabes para que me preguntas – gruño.

— Ichiru perdóname – pidió suplicante – sé que me equivoque, nunca tuve que decirte aquello me arrepiento, perdóname – suplico.

— Estas pidiéndome perdón ¿tu? ¿Por qué? – pregunto sin malas intenciones.

— Porque te quiero, no me gusta estar enfadado contigo, sabes que no puedo estar enfadado contigo me siento mal yo…

— Yo también te quiero Zeth – susurro y se lanzo a los brazos de su hermano – perdóname a mí se que tienes razón que debo poner de mi parte para superarlo pero por favor entiéndeme es difícil – susurro escondiendo su rostro en el pecho de su gemelo.

— Lo sé, lo intentare – dijo con calidez acariciando sus cabellos.

— Te quiero Zero

— Yo también te quiero Ichiru - dijo con una sonrisa en sus labios y luego de unos minutos se separaron - ¿bajaras?

— Si se lo prometí a Takuma – dijo con calma.