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+[]+[]+ Último Réquiem +[]+[]+ por TeNsHiALiCe

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Notas del capitulo:

Neko- *detras de una montaña de saco k hacian una barrera* Ho-hola lectores Tenshi- neko xk nos escondemos? Alice- xk estamos actuaizando casi un mes despues? sera x eso? *susurrando*  aunk les dijimos k no se ilusionaran muxo con eso "Actualizaremos c/semana" ¬¬ Neko- d vrdd lo sentimos pero en la escu estamos en el turno de la tarde y no es broma cuando decian k no alcanza el tiempo para nada T_T Tenshi- pero xicas *interrumpida*Alice- digan k no nos hemos tardado + y lo subimos hoy Tenshi- Xicas...*interrumpida de nuevo*Neko- de exo estamos en semana de examenes u_u Tenshi- hey xicas!! *no la ollen*Neko- bueno mejor ya basta de excusas!!! y al punto! el nuevo Cap k decir? viene con un poco más romanticismo Alice- y para recompensar su espera esta el doble de largo k el anterior!! Tenshi- oigan xicas *la ignoran*Neko- estamos comenzando a pensar k no sabemos hacer caps cortos -__-  en fin el cap va para las hermosas personitas k dejaron un review y x supuesto a los k leen y les da flijera dejar un Review XD a si k a leer!! Tenshi- pero, pero *se calla*

......

AliNce- xk seguimos aki? Neko- O_o? Tenshi- xicas ya me escuchan!!!! *ve como las dos chicas asienten* les e tratado de decir k de kien nos escondemos? a kien le damos excusas? y a kien les hablan xk...NO HAY NADIE AKI!!! Neko y Alice- ._.? *miran al rededor* es cierto Neko- wow tan malas somos Q_Q? Alice- tal vez es x la hora...digo kien se va a pasar x aki a las 12.25 de la tarde?? todos prefieren desvelarse Neko- como Light? Alice- *tapandole la boca* shhhh calla o les arruinaras la sorpresa Neko- o_o?

 

Capítulo 2 “Disonancia*”

 

Para viajar a mundos insospechados

No es necesario surcar montañas, lagos y desiertos

Pues como un portal que cada noche abierto se presenta ante sus ojos

Ése único paisaje en el que se ve apresado cada que despierta en sus sueños.

Y en consecuencia, por quienes ya soñando se encuentran, envidia es lo único que puede llegar a sentir

 

Porque en un mundo que debiera ser suyo

Una ilusión que tantas veces repetida, le hacía sentirse capaz de predecir cada suceso

Pero no es así, nada más alejado de la realidad eran sus noches que tan igual como diferente

Hacía que al morir el sol y nacer la luna en el manto estelar Su cansado cuerpo dejara caer en la mullida cama

Que en forma de laguna lo ahogaban en esa ansiedad, que pareciera crecer, en lugar de desvanecerse.

 

Aún con los ojos cerrados, inmerso en esa oscuridad que no sabía cómo o por qué siempre regresaba a ella…tan suya y a la vez tan ajena…pues en esos momentos no se sentía dueño de su cuerpo, sus pies como si tuvieran voluntad propia caminaban en círculos, sin un rumbo, sin saber a dónde iba, esa sensación de un control nulo le hacía estremecer de un modo tal, que el simple hecho de verse envuelto en la resignación de no poder hacer nada más que volver una y mil veces a ese sitio que lo acongojaba enormemente. Y como una película repetida, a sus oídos llego nuevamente el dulce canto de lo que parecían unas escarchadas hojas, que insistentes, le invitaban a contemplar la siempre tranquila danza donde el aire helado era el fiel compañero que las guiaba.

De nuevo, y sin poder evitarlo, se dejó envolver por esa atmosfera, complaciendo ese deseo por abrir sus cobrizas orbes cuya pupila comenzó a contraerse debido a la blanca luz que irradiaba el paisaje nevado frente a él, todo un lienzo que pintado de blanco resaltaban las formas cafés de lo que podía distinguir eran los troncos curvados de enormes sauces llorones sosteniendo cansados sus platinadas hojas en forma de gota, y estas, cual diminutos cristales destellaban con un brillo aún más fantásticos por estar bajo la luminiscencia astral, los ojos se le tornaron turbios ante tal escena tal pareciera que los sauces comprendían su angustia y tratando de animarlo lo acompañaban en una infinita e inmóvil lluvia de etéreas estrellas neviscas. Notó como sus pies ahora se movían en una dirección diferente, una que entre aquel mágico paisaje se encontró corriendo desesperadamente, entonces, y solo entonces, varias sensaciones que identifico como tristeza, melancolía, impotencia, enojo y ansiedad recorrieron de forma ascendente su columna vertebral que en forma de una poderosa descarga eléctrica, terminó chocando en su pecho agitado, sus manos en un vaivén exasperado intentaron tomar impulso para así dejar atrás esa sensación, sin ningún éxito.

Esas emociones parecieron crecer cuando al final de ese paisaje, logró divisar un oscuro y ancho abismo, por su mente pasó la opción de saltar al otro lado, pero de hacerlo se estamparía de lleno con la enorme pared de piedra y al no ver más opción, se vio obligado a detenerse, tanteo rápidamente las opciones que tenía mientras sentía como se acercaba eso que lo asechaba…si tan solo supiera de que huía exactamente.

 

- Por favor, no lo hagas – escucho súbitamente, su cuerpo se heló, casi pareciera que la nieve bajo sus pies cobro vida propia envolviendo su cuerpo entero, colándose entre su ropa, dificultándole el respirar, esa frase en si no había sido el motivo de su parálisis, más bien fue la voz de la que provenía, esa inconfundible y encantadora voz que reconocía, que solo la había oído de una persona, esa única persona. Volteo lentamente como si así el ser tras él fuera a desaparecer, tenía miedo, lo admitía ya que los latidos de su pecho los sentía tan fuertes, que pareciera tener el corazón atorado en la garganta, esos palpitares que resonaban en sus tímpanos.

Solo al estar completamente girado fue cuando lo vio, un hombre en medio de ese bosque invernal, sus ropas del mismo color blanco que el entorno, una larga capa blanca cubría hasta las rodillas su delgada y andrógina figura, mientras una capucha afelpada en el borde de esta, cubría esa cabeza bañada en largos cabellos azabaches que llegaban hasta sus finos hombros, sin embargo más de su rostro no pudo divisar, pues como un terco velo aterciopelado mantenían ocultos sus ojos y la parte superior de su rostro, incluso cuando el viento helado hacia ondear esos oscuros mechones en el ambiente, pareciera que su rostro tímido se ocultaría por siempre de sus ojos.

- Por favor – vio salir esa frase de los labios rosa pálido de los que era portadora aquella persona, encantadores, hermosos y delicados, así como él. El chico avanzó en su dirección, su presencia lo calmaba tanto como lo aturdía cada que la distancia entre ellos disminuía, se detuvo frente a él viendo como esa elegante mano de finos dedos se posaba en su mejilla derecha, ese suave tacto le hizo olvidar las inciertas sensaciones que previamente lo habían atacado, como las aguas tibias de un manantial secreto que se imponía ante la frialdad de la nieve, fascinado por esa deliciosa caricia posó su propia mano encima de la del otro chico, la apretó de tal forma que pareciera sostener una paloma, delicadamente para no lastimarla pero lo suficientemente fuerte como para no dejarla escapar, una forma tan cariñosa que ansioso por hacerle sentir más a ese precioso joven giró su rostro comenzando a dejar tiernos besos en la lechosa palma del chico – por favor, no – volvió a escuchar de manera suplicante a la vez que el moreno recargaba su cabeza en ese pecho donde su corazón galopaba inquieto, sintiendo como los brazos ajenos envolvían su cuello, y ya aferrados a él, notó como ese frágil cuerpo comenzó a temblar en sus brazos – Por favor, no…no me obligues – esta vez la pausa que oyó en aquella petición, se vio acompañada por un breve sollozo, quiso preguntar que le pasaba, tenía esa irrefrenable necesidad por reconfortarlo, de decirle que le protegería sin importar nada, sentía su corazón trisarse por el simple pensamiento de ver dañado al muchacho, pero una fuerza mayor lo empezó a jalar hacia el borde de ese oscuro abismo, trato de aferrarse a ese pequeño y grácil cuerpo, pero el miedo tarde le hizo reaccionar, pues cuando se dio cuenta había sido arrastrado hacia el abismo, se encontró cayendo, y mirando hacia arriba estiro un brazo tratando de tocar al otro chico, no obstante solo en ese momento pudo notar como esos ojos se deshacían en cristalinas lágrimas, que ahora, eran las únicas que lo podían alcanzar, vio la imagen de aquella persona reducirse a una estela de luz cuando segundos antes de tocar el áspero fondo del abismo, su visión solo pudo divisar un paisaje escarlata, y solo al escuchar el sonido sordo de algo chocar contra el suelo, sus ojos pudieron abrirse.

 

Estaba despierto, agitado y sudando, en su exasperación se levantó de la enorme cama sosteniendo su cabeza con su mano derecha en un intento por no sucumbir al mareo que le había causado esa sensación de caer al vacío, pero a pesar de estar sudando su cuerpo estaba frío, quizá por culpa del aire que se colaba por la ventana, quizá por su agitación, quizá aún se sentía en ese sueño de blanca nieve.

 

- ¿Yagami-kun qué sucede? Estas pálido – Oyó decir en una varonil y madura voz, cuando su fiel guardaespaldas se vio obligado a entrar a la habitación del joven cuando escucho como algo había caído, sin embargo lo que encontró fue a su joven amo con una mirada perdida y su cuerpo tembloroso.

- Otra vez ese sueño – reclamó entre un aire de enojo y resignación paseando una mano por su cobrizo, y ahora mojado cabello, sintió como un lado de su cama se hundía mientras el hombre que se hacía llamar su guardaespaldas le extendía un vaso de agua.

- ¿Hace cuánto que tiene ese sueño? – preguntó con actitud impotente el hombre mayor, pues en el fondo sabía que no podía ayudar a su jefe.

- Desde que puedo recordar – dijo llevando el vaso a sus labios, tomando un generoso sorbo del líquido en el – siempre es el mismo paisaje, el mismo sentimiento, el mismo abismo y…– enmudeció al recordar al chico de ese sueño y las sensaciones que el estar con él le causaban – la misma persona que llora por mí.

- ¿Y está seguro que no lo conoce? No sé quizá

- No olvidaría a alguien con ese aspecto Giovanni – le interrumpió el castaño con seguridad – créeme que una apariencia tan angelical como la de él, no es fácil de olvidar – sonrió de lado, fijando la mirada en su reloj de mesa – las 7:30 de la mañana, será mejor que me levante. – dijo mientras quitaba las sabanas de su cuerpo y se sentaba en el borde de la cama, un poco menos mareado que antes.

- ¿Está seguro? La reunión con el equipo de investigación no será hasta dentro de 4 horas y la expedición no dará inicio hasta las 12 del día ¿Por qué no se relaja y vuelve a dormir? – dijo preocupado el peli oscuro.

- Lo sé, y aunque me encantaría volver a ver a ese chico, caer desde un abismo no es mi idea de un sueño relajante – sonrió irónico el castaño antes de entrar en el baño que estaba del lado izquierdo de su enorme habitación. El ojimiel abrió la llave del agua caliente quitándose la pijama, cuando quedo completamente desnudo y el agua de la bañera estuvo a la temperatura optima, entro a la ducha donde recargó su espalda y brazos en el borde de la tina respirando profundamente varias veces, quería calmar sus sentidos, pero solo pudo llevar dos dedos a sus labios recordando lo real que fue la sensación de esa cremosa mano, de esas lágrimas al caer en sus manos y ese fuerte e indescriptible sentimiento al tener el cuerpo del chico en sus brazos.

 

Años ya desde la primera vez que tuvo ese sueño y los sentimientos en él, en vez de disminuir, solo parecían crecer y alimentarse más cada que veía la imagen de su divino azabache, el único que siempre, sin importar que, estaba ahí para él…drástico fue el cambio que sufrió con su presencia, ya que las primeras veces tenía miedo de que se presentara de nuevo aquel sueño, pero ahora…ahora su miedo es aquel que siente cuando piensa en la posibilidad de no poder ver a su amado moreno, pareciera una obsesión extraña pero jamás había visto el rostro del chico en todo su esplendor, solo partes y fracciones de lo que él creía fuera la memoria olvidada de algún momento en su pasado, no obstante su nombre no conocía, donde era que se encontraban ese día o como había llegado ahí lo ignoraba, solo cerrando sus ojos ese perfecto ángel se presentaba, había crecido con lo único que ese frágil chico le obsequiaba, negros cabellos de seda, una dulce piel de cremoso color, labios como botón de rosa, aterciopelada voz que lo acariciaba tan suavemente como su delicada mano y ese abrazo que lo dejaba sentir el cuerpo ajeno, el rostro incompleto de un chico que a pesar de todo, amaba.

Si bien era verdad que esa experiencia al dormir en muchos sentidos era más pesadilla que sueño, ver a ese chico, tenerlo una vez más solo para él, bien valía la pena ¡Se obligaría a soñar siempre lo mismo si así podía regresar con él!…y con ese pensamiento cerró los ojos en un intento por traerlo una vez más a sus sueños, pero solo pudo recordar las últimas palabras del muchacho “No me obligues”

 

- ¿A qué te refieres con eso, mi hermoso ser? ¿Qué fue exactamente lo que te obligue a hacer? – pregunto como si su “hermoso ser” pudiera escucharlo, porque en uno de esos sueños así lo había llamado y le pareció adecuado seguir diciéndole así, pues describía exactamente lo que ese muchacho era para él. Pero la pregunta de que le había hecho seguía presente, otra vez ese enojo hacia sí mismo se presentaba como cada que pensaba en eso, no podía creer aquello ya que si ese chico estuviera al lado suyo jamás podría hacerle daño, no lo haría porque jamás se lo perdonaría – Si es así…entonces porque? – se preguntó a sí mismo, porque en el fondo sospechaba que sabía la razón, solo que no recordaba, quizá si vuelve a dormir, pensó cerrando sus ojos, y hubiese podido regresar al lado de ese chico de no ser por los golpes en la puerta que retumbaron en la habitación, frunció el ceño aun con los ojos cerrados pues la repentina interrupción lo sobresalto un tanto, y a punto estuvo de reclamar cuando hoyo lo que dijo la voz del otro lado de la puerta.

- Yagami-kun lamento interrumpirlo pero vengo a informarle que tiene una llamada urgente del joven Mello ¿Le digo que espere?

 

Light abrió los ojos resignado, por un momento se había olvidado que tenía un asunto pendiente, quizá más importante. Bufo malhumorado, saliendo de la ducha y poniéndose una toalla alrededor de su escultural cuerpo que con las gotas resbalando por cada relieve y curvatura que dibujaban sus piernas, pecho, brazos, abdomen y cuello lo hacían más sensual, de lo que ya era, una escena que pocos eran los privilegiados en observar. Tomo el teléfono que Giovanni le ofrecía atendiendo la llamada, hoy era el día en el cual irían a buscar respuestas, en una aventura incierta que le concernía a escasas personas, como la joven veterinaria y declarada criptozoologa que se encontraba de vuelta en la habitación de su hotel, pues debido al altercado de ayer, había tomado una decisión.

 

- Déjeme ver si entendí senpai, se va por “quien sabe cuánto” para ir a “quien sabe dónde”, para “quien sabe cómo” buscar un “quien sabe qué”? – preguntó con una ceja levanta y mirada de extrañeza.

- Jejejeje pues si lo quieres ver así Tenshi, si eso hare – dijo la doctora un tanto divertida por como la pequeña había citado su situación – Aunque estoy segura que ya había escuchado eso en algún cuento infantil – murmuro pensante con un dedo en el mentón.

- ¡¡Pues es toda la información que me dio!! Que quiere que piense? – dijo alterada al tiempo que veía a su senpai siguiendo con su tarea de preparar una mochila de acampar – Aunque, debido a las cosas que guarda tengo una ligera sospecha – la menor cruzo los brazos recargándose en el marco de la puerta donde no se movía – Se va de “viaje” otra vez, no es cierto? – vio como la ojioscura se detuvo por un momento divisando como su cuerpo se tensaba para, después de un breve silencio, seguir empacando “Eso es un sí” pensó resignada la aprendiz, cerrando sus ojos – Al menos, podría decirme a donde va esta vez? – dijo con inevitable, pero bien disimulada, preocupación en la voz, no podía evitarlo, la sensación de un día llegar y saber que su senpai ya no regresaría la asediaba en cada ocasión.

- Confidencial – fue lo que oyó cuando vio finalizar a la mayor, cargando su mochila al hombro y al quedar frente a ella, la pelioscura le sonrió, captando la indirecta en resignación.

- De acuerdo, si no quiere decirme no insistiré – menciono dejándole el paso libre a la ojiscura, ambas se dirigieron a la puerta, Elizabeth hizo un rápido conteo de lo que le faltaba y de lo que ya había guardado – No, no falta nada, bueno Tenshi-chan todos los gastos están pagados por un mes, si no regreso en ese tiempo, ya sabes que hacer – le indicó con voz seria abriendo la puerta principal, pero sin cerrarla aún.

 

- Aparte de buscar otro lugar donde quedarme? Sí, yo me encargo – el tono molesto que utilizó la pequeña entristeció a la doctora, pero no podía hacer nada, así era cada que salía en una nueva “investigación de campo” y la comprendía.

- Bien, cuídate mucho, no contestes el teléfono y recuerda no hablar con extraños – le dijo divertida mientras al cerrar la puerta tras ella oyó un “Kyaaaaaa ¡¿¡Cuantas veces debo decirle que ya no soy una niña!?!” del otro lado Valenti contuvo un carcajada tomando rumbo hacia el despacho donde ya la esperaban, un rubio con chocolate en mano y un pelirrojo con cigarrillo en boca, la castaña no pudo evitar sonreír al ver aquel par extremadamente sexy, para que rebajarlos solo a “chicos guapos” cuando el arrebatador estilo de Mello, le hacía vestir ropas de cuero negro que ajustadas a su muy bien trabajado cuerpo, le hacía pensar que era el artista principal en un show “Solo para mujeres”. Y qué decir del encantador Matt? esos cabellos brillaban como esa piedra preciosa llamada granate, un color escarlata que solo se veía superado por esos ojos, que en exóticas esmeraldas, se engarzaban a un rostro fino con tintes infantiles, sumando la vestimenta de un chaleco beige con peluche blanco, camisa a rayas, jeans azules y botas negras.

- Te nos vas a quedar viendo o partimos de una buena vez? – pregunto el rubio con una orgullosa sonrisa en el rostro al notar como la muchacha se había mantenido parada, observándolos sonrojada. La aludida al verse descubierta se sonrojo aún más, solo pudiendo asentir tímidamente, mientras entraba al auto con la cabeza baja.

 

El trayecto brusco en ese Ferrari se le estaba haciendo mala costumbre a Mello, parecía enojado, sin embargo la castaña no lograba dar con la respuesta ya que, o se concentraba en sus deseo por ayudar al ojiazul o conservaba sus instintos por sobrevivir a ese ajetreado camino, prefirió la segunda opción. Al intentar dar la vuelta en un semáforo el rubio casi choca con otro auto, no paso a mayores, pero el pelirrojo le aconsejo que:

 

1- Lo dejara conducir

2- Se calmara y tomara una actitud más prudente al volante

 

Ya estando a la mitad, el camino se había hecho más tranquilo y esperanzador (por mantener su integridad física intacta), pues el que iba conduciendo ahora era Matt. La doctora le agradeció internamente al ojiverde, pues en esta ocasión su destino era más alejado, paso un tiempo en el cual el color grisáceo de los edificios predominaba, hasta que se encontraron en los límites de la ciudad, casi en las faldas de una enorme montaña, donde ahora el verde prevalecía, la chica pensó que en esa ubicación era fácil suponer como sucedieron aquellos crímenes. Sin embargo, aún había algo que no encajaba.

Pararon frente al esqueleto metálico de lo que se planeaba fuera el edifico secundario de la compañía, se habían construido ya los primeros 10 pisos, pero los siguientes 5 aún seguían inconclusos ya que hasta el cuarto crimen, se decidió que las actividades pararían. Dieron la vuelta para llegar a la parte trasera, y ya ahí, bajaron viendo como otros tres autos estaban aparcados.

Al lado de un coche rojo estaba aquel hombre de rostro envejecido que por razones de tiempo no se puedo presentar. En un Audi Negro de última generación estaba recargado el chico que ayer se había mantenido callado hasta que le informo a Elizabeth sobre la última víctima, dentro de aquel mismo auto, logro distinguir otra persona, aunque no la pudo reconocer y por último una camioneta azul obscuro donde un chico de aproximadamente 30 años estaba revisando unos papeles en sus manos.

La doctora y los otros dos chicos bajaron del Ferrari notando como del Audi negro bajaba Light, con su característico aire gallardo. Elizabeth se quedó estupefacta, ayer el castaño le había parecido algo más que apuesto, pero ahora a la luz del sol matutino era una gloriosa aparición, su sedoso cabello castaño cobrizo relucía con luz propia, los melados ojos cuyo tintineante brillo irradiaban seducción innata, su nariz respingada y elegantemente fina sobre unos labios color durazno, tan jugosos, tan sugestivos, tan de él. La tersa piel apiñonada envolviendo ese cuerpo de brazos, pectorales y hombros definidos que, por el cuello en “V” de la camisa negra, lograba divisar, invitándote a tocarlo, tentándote tan maravillosamente con todo su ser, que solo imaginarse en sus brazos parecía ya una experiencia celestial. Pero como todo ente divino, tan cerca, y a la vez tan quimérico.

 

- Buenos días Elizabeth-san – Dijo el castaño conforme se iba acercando a la doctora y al otro par de chicos recién llegados – espero que su viaje no haya sido tan malo – sonrió haciendo énfasis en el “Tan” para ver disimuladamente al rubio, que al escuchar aquello cerro el puño, tensando su cuerpo al punto de querer reclamarle al castaño, pero al sentir la firme mano de Matt posándose en su hombro volteo súbitamente su rostro alterado por el enojo, en un intento por intimidar al pelirojo sus ojos azul agua se convirtieron en hielo incandescente, pero las esmeraldas se mantuvieron firmes, pues no sólo le sostuvieron esa penetrante mirada, sino que negó con su cabeza logrando así, que el ojiazul desistiera y se marchara a paso firme hacia donde empezaba un denso y frio bosque, ese que la doctora pudo reconocer por las fotos donde se mostraban las peculiares huellas internándose en él. No obstante su atención se centró en como el rubio descargaba su ira en el tronco de un árbol de durazno, trizando la corteza.

- ¿Siempre es así de temperamental? – preguntó curiosa la ojioscura al chico frente a ella, el otro solo suspiro cansado mientras le respondía

- Estoy comenzando a pensar que sí – fijo sus melados ojos en el rubio, desde que se conocieron, por alguna razón desconocida no se llevaban bien, el único que les servía como intermediario y réferi de sus encuentros era el pelirrojo, que a pesar de todo, sentía que a él le daba igual lo que le pasara al castaño. Tampoco es como si el pelirrojo debiera hacerlo, puesto que hace dos semanas no se conocían. – Bien Elizabeth-san le presentare a las personas que nos acompañaran en este viaje. – La ojioscura asintió viendo como el chico se volteaba para guiarla en su camino, no obstante aún había algo que la chica quería decirle al castaño.

- Yagami-san – el castaño volteo a verla con mirada dubitativa – Yo… ¡Lo siento! – dijo inclinándose hacia delante, y al no oír respuesta por parte del castaño, quizá por no haber terminado de entender porque se disculpaba, explicó – Ayer por alguna razón te molestaste, y tengo la impresión de que fue por algo que dije, por esa razón, me disculpo – El castaño solo desvió la mirada tomando un gran suspiro para regresar a ver a la doctora.

- Pero que dices? Soy yo el que debe disculparse por tomar esa actitud cuando te oí hablar tan alegremente de los asesinatos que incluían la muerte de mi padre – la castaña de alguna forma sintió eso como un regaño muy bien disfrazado, así que alzo una ceja mostrando su extrañeza al castaño que siguió diciendo “amablemente” – Como sea, no debí comportarme así puesto que aún no sabías de ello, pero si te hace sentir mejor…te perdono – después de una dudosa pausa el ojimiel extendió su mano para que la doctora la estrechara

- Gracias Yagami-san (?) – dijo devolviendo el gesto

- Oh y no me llames tan formalmente, dime Light – el chico mostro su linda sonrisa haciendo que la ojioscura olvidara todo lo anterior.

- Ok, entonces Light-kun será – dijo ya más calmada mientras oía como el castaño pedía que se reunieran todos

- Muy bien Eli-san primero que nada le presentare a mi socio el señor Kyosuke Higuchi – el mencionado hizo una reverencia corta – Ahora como sabrás en un viaje con cierto rango de peligrosidad se necesitara protección, esta será proporcionada por el experto en armas Mello – el rubio solo mordió sonoramente la barra de chocolate que sostenía mientras miraba a la doctora, casi pareciera decir “Si, ese soy yo” la castaña parpadeo un poco en sorpresa aunque muy en el fondo sabía que esa imagen de pistolero iba acorde con su carácter, y recordando aquello, desvió la mirada un tanto nerviosa “Nota mental: jamás hagas enojar a Mello” – Bueno, él es Matt... – pero el castaño fue interrumpido por el ojiazul

- MI compañero y a pesar de su apariencia es el mejor hacker del mundo y, me atrevo a presumir que es capaz de encontrar cualquier información si esta se encuentra en una computadora, teléfono, disco o memoria electrónica – dijo orgulloso el pelidorado haciendo énfasis en el “Mi” como quien presume de algún juguete o mascota de la mejor calidad. Lo que logro hacer que el pelirrojo sonriera discreta, aunque tiernamente.

- Si bueno, gracias a la excelente presentación de Mello, imagino que todos saben por qué se contrató a Matt – la ojicafe solo pudo ver al hacker con admiración mientras asentía – Lo segundo más importante en una expedición son las herramientas necesarias para enfrentarse a cualquier tipo de situación, tanto peligrosa como indispensable

- Perdón por la interrupción Light-kun pero te refieres a palas, cuerda, lámparas y todo eso? – pregunto la ojioscura al no querer oír tanto tecnicismo para decir algo tan simple.

- Precisamente Eli-san, a decir verdad no encontré mejor persona que mi propio guardaespaldas, el ex marine Stephen Giovanni – el aludido de ojos que a la pelioscura recordaba a un aquamarine hizo una breve reverencia en forma de saludo, los ojos oscuros de la doctora brillaron de emoción a su parecer la expedición no sólo sería interesante de investigar, sino que también podría echarse un buen taco de ojo con todos los apuestos hombres que estarían ayudando en el caso…paseo sus ojos por los hombres y al llegar al socio de la compañía Yagami se corrigió “Bueno CASI todos ¬_¬” pensó frunciendo un tanto el ceño.

- Por ultimo – dijo el castaño para volver a llamar la atención de la joven – quiero pedirles a todos que guarden la mayor discreción posible, pues ha sido muy difícil mantener esto en privado y no podemos arriesgarnos que un escándalo llegue a los medios y mucho menos a la policía, por eso mismo quiero presentarles a la persona que nos ha estado cubriendo en ese aspecto el Capitán de la policía Japonesa Matsuda Touta – El hombre que respondía a ese nombre tenia ojos cafés, pelo oscuro y rostro un poco aniñado, Valenti se le quedo viendo mientras esta hacia un reverencia con un aire que a la doctora le pareció de nerviosismo, quizá era cosa suya pero le pareció muy joven para tener un cargo tan alto, pero quien era ella para pensar eso, después de todo ella con tan solo 25 años ya tenía fama internacional.

- Bueno caballeros me complace presentarles a la Doctora Elizabeth Valenti reconocida veterinaria y la mejor en el campo de la criptozoologia

- ¿Una criptozoologa? – pregunto asombrado Matsuda – disculpa la pregunta Yagami-kun, pero ¿Cómo llegaron a la conclusión de que es necesaria una especialista en esa ciencia? – los demás chicos presentes lo miraron asombrados logrando que el policía se pusiera nervioso por las miradas acusadoras que le mandaban, y la ojioscura se hubiera unido de no ser porque ella tenía la misma duda.

- Bueno al principio se sospechó de algún lobo o gato de montaña que hubiera atacado a los obreros en defensa propia, no obstante cuando Matt busco en los antecedentes del territorio no encontró algún casi similar, incluso se investigó de ataques previos con algún perro de los habitantes pero se descartó tal teoría al notar que ningún perro, por muy grande que este fuese, sería capaz de desgarrar tan profundamente la piel de un solo zarpazo, la única opción eran los gatos silvestres intentando proteger su territorio, pero hasta la fecha no se han reportado tales ataques – explico el rubio y antes de proseguir le dio otra mordida a su barra de chocolate casi extinta – Claro que todas esas suposiciones podrían ser válidas si descartamos las huellas a lado de los cadáveres como evidencia. – dijo después de haber degustado de su amada golosina mientras mantenía un semblante tan serio como frio.

- Por eso mismo, y por muy increíble que sonara, nos dispusimos a investigar las heridas y que tipo de criatura podría dejar tan desgarradoras marcas, Matt y yo comparamos las fotografías con las de las bases de datos veterinarias a nivel de clínica y campo, pero nada – esta vez fue Giovanni el que había hablado.

- Fue cuando el nombre de “Elizabeth Valenti” salió a relucir Matsuda-san, ella es la única con la experiencia y conocimiento suficiente como para darnos una idea de lo que estamos buscando – recalcó Matt con su típico tono sereno.

- Ya veo, bueno es un gusto Valenti-san, yo me encargaré que todo se mantenga en la misma condición – la pelioscura asintió al momento que volvía a escuchar la voz de Light.

- Bueno concluyendo con esta presentación y para no alargar más está investigación les recomiendo que pongan las cosas que llevaran en la camioneta que esta por allá – menciono el ojimiel mientras señalaba una enorme 4x4 de color verde oscuro. La doctora obedeció de inmediato sacando su mochila del asiento trasero del Ferrari, notando como los otros dos chicos que la acompañaron durante el recorrido hacían lo mismo pero dirigiéndose a la cajuela.

 

Al llegar al enorme vehículo noto varias cajas negras y equipo de montaña, incluso llego a notar lagunas fundas de lo que creía eran armas ilegales en un país tan pacifico como Japón.

 

- Aja, “pacifica”

- Sucede algo Eli-san? – pregunto el castaño al aproximarse a la camioneta y dejar su equipaje en ella.

- Oh no, no es nada Light-kun, solo pensaba en que revista leer mientras esperamos a que los demás estén listos para seguir las huellas – dijo alegre al sacar de su bolsa de mano tres revistas con una portada similar, ya que en todas por alguna “extraña” razón estaba la foto del ojimiel, que al ver ese arsenal de información suya formo con sus labios una sonrisa nerviosa

- En serio lees esas cosas? – pregunto extrañado el castaño sacando de su maleta una botella de agua, se le hacía extraño que una doctora de su rango leyera revistas así, pero al fin y al cabo, mujeres son mujeres.

- Por supuesto que sí!! Soy una gran fan tuya! – le hizo saber al castaño en un tono emocionado al mismo tiempo que abría una de las revistas, no podía dejar pasar esa oportunidad de saciar esa curiosidad que traía desde que leyó la última entrevista del castaño – Por cierto Light-kun, tengo una enorme duda.

- Dime – le miro curioso mientras comenzaba a tomar un generoso trago de agua pues el medio día se acercaba, haciéndose notar con el creciente calor.

- Es cierto que ya tienes alguien a quien amas? – el castaño en su asombro hubiera escupido el agua, de no ser porque en ese momento al recibir semejante pregunta personal esta quedo a la mitad de su garganta atorándose en el proceso. Sin duda no se esperaba eso, creía que su pregunta sería a cerca del caso o algo parecido “Está bien que las mujeres sean mujeres pero por el amor de dios!! que poca discreción!!” pensó entre molesto y sorprendido, por su mente pasó el no responder aquello pero como el caballero que era debía hacerlo con la sinceridad necesaria para no decir demasiado.

- Pues a decir verdad si, ya tengo alguien a quien amo.

- OH POR DIOS!!! Lo sabía!! ¿Y quién es? ¿Misa la modelo? Hay no que horror no creo que tengas tan malos gustos, ya se!! ¿Qué tal Takada la reportera? Aunque hacen buena pareja no creo que se lleven mucho porqu– la castaña fue callada por dos dedos que se posaron en su labios, y al seguir con su oscura el brazo de la persona noto como el castaño la la veía divertido.

- No es ninguna de ellas Eli-san, para ser sincero, ni siquiera lo conozco.

- Oh dios!!! Que lastima, pero como puede una chica…- después de decir la última palabra la doctora codifico y recodifico lo que dijo el castaño, había escuchado bien? – “Lo”? – pregunto tanto par sí como para el chico, viendo como este asentía tranquilamente – en masculino? – esta vez su voz salió nerviosamente de su garganta, nerviosismo que solo pudo crecer al ver como el ojimiel asentía – Wow! Entonces eres gay?!

- No me considero gay puesto que el único hombre que me ha llegado a gustar es él.

- Pero dices que no lo conoces, ¿Cómo es eso posible? – Eso mismo se preguntaba a veces el castaño ¿Cómo era eso posible? La verdad no lo sabía a ciencia cierta pero de algo estaba seguro, lo amó desde la primera vez que se presentó en sus sueños, ni siquiera su nombre había escuchado, era algo tan difícil de explicar, ya que esa atracción tan intensa no podía ser puesta en palabras, ese vínculo que había formado superaba la barrera de lo extraordinario, pues que tan normal era aquel amor que le profesaba en sueños a ese chico de rostro incompleto y memoria difusa, su único amor, su siempre fiel ángel, su ensoñación, su celestial presencia…eso y nada más tenia de él.

- Light-kun? – la doctora sacudió su mano frente al rostro del castaño buscando traerlo de vuelta. Se había quedado callado desde hacía un rato y la castaña comenzaba a ponerse nerviosa.

- Lo siento Eli-san, será mejor que vaya con Matsuda y Giovanni para hacer los últimos arreglos antes de partir – dijo el ojimiel alejándose de la camioneta, la castaña hizo un leve puchero al ver como su oportunidad de una entrevista exclusiva se iba por la ventana.

 

Eran casi las 2 de la tarde y a pesar de tener que salir al medio día un contratiempo los había hecho retrasarse más de lo debido, al parecer Matt debía establecer algunos equipos y antenas para poder comunicarse con Matsuda, el cual se quedaría en el edificio vigilando que nadie sospechoso se acercara.

 

- Mas a la izquierda!! No, no atrás!

- Maldita sea Matt esto es desesperante!! – reclamó el rubio agarrado de la rama del árbol más alto que encontraron intentando sintonizar la frecuencia que Matt buscaba.

- Ya sé pero debes hacerlo!!! – grito el pelirrojo con una laptop en su mano.

- Oigan no quisiera interrumpir su discusión pero ya me duele la espalda!! – ahora era el pobre Giovanni el que se quejaba pues cierto rubio estaba en sus hombros, al principio no se quejó pero todos lo harían después de tener al chico cargando más de 1 hora!. – Mello deja de patearme el abdomen!!

- Disculpa pero no soy ardilla para moverme libremente por los arboles!! Esto no es tan fácil como parece – en su ataque de ira el ojiazul se comenzó a ir para atrás logrando que Giovanni casi perdiera el equilibrio de no ser porque logro agarrarse con la mano izquierda de una rama cercana, mientras el rubio con la pierna derecha se apoyó en el tronco una posición bastante incomoda, y graciosa – Estúpida antena!! – maldijo el choco/adicto dándole un manotazo a la antena

- Perfecto!! Ya está Mello pueden bajar!! – les hizo saber el ojiverde al notar como la conexión estaba al 100%, el rubio al oírlo sonrió satisfecho.

 

- Bien decía mi abuela que todo aparato se arregla con un golpe – dijo en tono orgulloso bajando de los hombros de Giovanni este por su parte se preguntaba qué clase de familia habría tenido el blondo.

 

Todos los presentes vieron como ambos chicos bajaban del árbol, no obstante cuando el rubio quiso poner el pie en una rama esta comenzó a romperse logrando que el ojiazul se precipitara al suelo, el pelirrojo al notar eso corrió hacia la base del árbol calculando a tiempo donde caería el rubio, y con un poco de esfuerzo logro atraparlo, haciéndolo caer en sus brazos

 

- Te tengo Mello – dijo sonriente a un ojiazul que se sonrojo al notar la cercanía de sus rostros – Oye deberías comer menos chocolate, ya sé porque Giovanni se quejaba tanto, si estas pesadito – bromeo sarcástico oyendo como Light reía sonoramente junto con los demás presentes.

- Maldito perro, me estás diciendo gordo?!?! Bájame, bájame!! – el pelirrojo obedeció divertido de la actitud de su berrinchudo amigo.

- Bueno ya hechos los últimos preparativos será mejor partir – Dijo autoritario el de ojos melados dándole las ultimas indicaciones al policía – No le darás información a nadie que yo no haya revisado primero – el chico asintió viendo como los 5 chicos y la doctora emprendían su camino siguiendo el rastro de esas raras huellas.

 

Hubo un punto donde tuvieron que ir a pie pues las huellas se hicieron más difíciles de distinguir conforme la hierba crecía, unos cuantos metros más al frente y el rastro desapareció del piso, por un momento creyeron perder el rastro, no obstante la doctora al alzar la vista noto como la rama de un árbol estaba quebrada.

 

- Por la forma en cómo se quebró yo diría que el animal no solo puede andar por tierra – dijo Giovanni haciéndoles ver a los presentes que efectivamente la rama no había sido cortada limpiamente, parecía rasgada por una cosa sumamente filosa.

- Más bien cinco cosas filosas – corrigió la chica al comparar la distancia de las garras del animal con la forma que había quedado impresa en la madera trizada - Entonces avancemos – Light arranco el auto, ahora las miradas estaban en las copas de los árboles, ¿Pero que clase de criatura tenia semejante habilidad? Se preguntaban los hombres mientras la doctora se formaba una buena idea de la criatura que perseguían.

 

Siguieron así por casi 2 kilómetros, y hubieran podido avanzar más de no ser porque la última rama daba hacia una enorme pared de roca sólida.

 

- Y ahora qué? – preguntó fastidiado el rubio al ya no ver a donde dirigirse - Busquen en los alrededores alguna pista debe haber – ordeno el ojimiel bajando del 4x4 con su mochila al hombro, los demás siguieron su ejemplo comenzando a buscar “algo” que les dijera por donde seguir buscando.

 

Light se aproximó a la pared tanteando la superficie rocosa, por un momento se sintió tonto, no sabía exactamente que estaba buscando, pero sus pensamientos se vieron fulminados por un agudo dolor de cabeza, se agarró la cabeza como si buscara las manos invisibles que le oprimían en dolor. Cerro los ojos intentando calmar aquello, pero al hacerlo una ilusión se materializo frente a él abriéndose paso entre la oscuridad, vio una mano que después de un momento pudo identificar como suya, la vio posarse en la pared mientras comenzaba a rodear esa estructura, al cabo de un rato sintió un relieve diferente, volteo con un sentimiento de seguridad que le sorprendió, y ese asombro sólo pude crecer al notar un símbolo extraño tallado en la rocosa superficie, vio cómo su mano presionaba ese símbolo, en ese momento sintió ese dolor crecer al punto de casi oír un leve, pero agudo zumbido, y así como vino esa sensación se fue, junto con esa extraña quimera.

 

- Light-kun? – Oyó como la chica lo llamaba y noto como su mano estaba precisamente donde la había visto en su ilusión.

- ¿Q-qué pasó? – preguntó temeroso a las personas que lo miraban extrañados.

- Veras cuando escuchamos como gritabas y te sostenías la cabeza corrimos hacia ti pero repentinamente te paraste con una mirada perdida, era como si no estuvieras consiente.

- Parecías sonámbulo – opino el ojiazul - Y entonces te paraste aquí y posaste tu mano en…- el guardaespaldas se interrumpió al no saber cómo llamar a aquel símbolo

- ¡Un Triskel – dijo asombrada la muchacha al reconocerlo.

- Un cómo? – pregunto Higuchi.

- Un Triskel es un símbolo celta cuyo significado no está del todo claro aunque por lo general se relaciona con el culto solar, el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo. Los druidas lo tomaron como símbolo de la trinidad el pasado, presente y futuro.

- Pero que hace tallado en un lugar así – preguntó el pelirrojo al no ver ilógico encontrar un símbolo europeo en una tierra occidental.

- No lo sé, pero…- el castaño recordó como en su sueño había presionado el símbolo y aunque no lo logro distinguir pudo sentir como le daba vuelta a la izquierda. Algo le decía que debía hacerlo, así que sin más, se aventuró. Con fuerza logro hacer aquello que vio con lujo de detalle al punto de darle casi la vuelta y cuál fue su asombro al ver como ese emblema comenzó a girar por sí solo.

 

La impresión poco les duro al notar como el suelo bajo ellos súbitamente desapareció, segundos después se encontraron cayendo por un oscuro y fangoso túnel, las 6 víctimas de tal percance intentaron agarrarse de las terrosas paredes, pero solo lograban llenar sus manos de polvo, de pronto un aire caliente con olor a cobre inundo sus sentidos, al final de ese túnel distinguieron una azulada luz que pronto se convirtió en un manantial subterráneo, el cual los acogió entre sus tibias aguas.

 

- Pero qué demonios fue eso!! – exclamo el rubio, los demás le hubieran respondido pero de un momento a otro se vieron sacudidos por un temblor.

- Naden a la orilla – gritó Giovanni al ver el peligro inminente si se quedaban ahí ya que varias rocas comenzaron a caer con la amenaza de dejarlos muy malheridos, el castaño noto como a lo lejos se distinguía una pequeña luz dorada, sin pensarlo se dirigió a ella, los demás lo siguieron corriendo a todo lo que sus piernas les permitían, al irse aproximando notó como esa luz crecía al punto de enceguecerlos.

 

Al adaptar sus pupilas al ambiente se encontraron en una cueva, parecía antigua por los dibujos en ella.

 

- Todos completos? – preguntó Light a sus compañeros al recibir una afirmación como respuesta se calmó.

- ¿Qué es este lugar? – preguntó Giovanni curioso, todos estaban estupefactos las imágenes en las paredes les llamaron la atención a todos menos al pelirrojo que mantenía su vista fija en un punto.

- Eli-san reconoces algunas de estas criatura – le preguntó el ojimiel señalando las imágenes rupestres

- Claro que sí pero que magnifico al parecer cuenta la historia de un lugar donde todas las criaturas criptozoologicas vivían en armonía, distingo hipogrifos, hadas, elfos, duendes,aves fenix, sirenas, y al parecer había una familia real conformada por…-

- Lamento la interrupción pero – dijo Matt señalando como el túnel por donde había entrado ahí comenzaba a brotar agua del manantial, estaban atrapados la cueva era pequeña y si se llenaba de agua, en menos de 4 minutos morirían ahogados.

- Oigan encontré una puerta – dijo Higuchi emocionado pero se vio transformada en enojo a notar que estaba atascada – demonios!! No se abre!!

- ¡El Tristan! debe haber uno por aquí.

- Es “Triskel” no “Tristan” – corrigió el ojimiel.

- Como sea!!! Hay que buscarlo!! – los chicos comenzaron a buscar por las paredes, una situación difícil pues el agua ya les llegaba a la cintura.

- Aquí esta!! – dijo emocionada la doctora que sin pensárselo 2 veces repitió lo que vio hacer el castaño.

 

Respiraron tranquilos al ver el agua bajar pero otra sorpresa los aguardaba al ver no solo como el agua se hundía sino que el suelo lo hacía junto con ella, aquel agujero se comenzó a hacer tan grande que los chicos quisieron ser arañas para trepar por las paredes y no ser tragados por ese agujero. En un acto de desesperación Giovanni intento atar una soga que traía de su mochila a un pilar o algo, pero se vio imposibilitado al ver lo último de suelo bajo sus pies desvanecerse, otra vez se encontraron cayendo y rezaban por caer en alguna formación de agua que les hiciera la bienvenida menos dolorosa de lo que lo haría la tierra sólida. Tal parece que sus plegarias fueron escuchadas y esta vez cayeron en lo que parecía un lago de aguas verdosas que a diferencia del manantial (a parte del color) el agua estaba fría.

 

- ARG! Se acabó!! Me arte de que me trataran como hámster!!

- Hámster? – exclamo extrañado el ojimiel

- Por los toboganes – explicó Matt restregando sus esmeraldinos ojos. Los chicos nadaron hasta la orilla más cercana, sacando sus mochilas he intentado exprimirse lo más posible el agua.

- ¿Dónde estamos? - preguntó la doctora viendo que a su alrededor habían inmensas montañas verdes, enormes y frondosos árboles con frutas y flores que no habían visto antes. Pareciera que no se encontraban bajo tierra pero el oscuro color café donde se suponía debía estar el cielo les rectificaba que estaban bajo tierra, aunque la luz que se colaba por diferentes partes del techo iluminaban perfectamente el inmenso paisaje.

 

De lejos todo parecía normal pero al acercarse más a esas singular vegetación la chica pudo ver como la supuesta madera de los troncos en realidad era cobre, incluso oro, las hojas estaban hechas de un metal verde, los frutos eran enormes piedras preciosas que en forma de manzanas se encontraban granates, en los arbustos pequeños zafiros asemejaban zarzamoras, las uvas eran amatistas, las pequeñas flores rosas y blancas en realidad estaban nacaradas como si de perlas se trataran.

 

- Dios santo, todo en este lugar parece sacado du una costosa joyería – comento Higuchi mientras sus ojos destilaban una codicia diabólica – te imaginas lo que ganaríamos vendiendo estas joyas Yagami-kun?

- Higuchi, creo que este es el momento menos indicado para pensar en ganancias, tenemos que averiguar en donde estamos.

- Según el GPS no hemos salido de Japón

- Estas bromeando? GPS? – menciono asombrada la doctora al ver como el equipo electrónico de Matt estaba intacto

- Siempre llevo mi mochila forrada de plástico impermeable, en estas misiones hay que preparase para todo.

- Entiendo – comento la doctora, aumentándole 5 puntos de admiración al pelirrojo.

- Oigan creo que encontré una aldea – les hizo saber Giovanni que se asomaba por una pequeña colina que les cubría la vista. Los 3 chicos y la chica se asomaron cautelosos por la colina viendo a lo lejos lo que parecían personas, no obstante a la vez tenían rasgos diferentes que les hacía ver como animales salvajes.

- Imposible

- ¿Qué sucede Eli-san?

 

- Esas criaturas que ven allí – señalo a las "personas" – Creo que son Teriantropos, y antes de que me pregunten, la criptozoologia los define como criaturas con la supuesta habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa. Con rasgos característicos del animal que duerme dentro de él, el término teriántropo significa 'parte hombre y parte bestia'.

- Como los Hombres Lobo? – preguntó el rubio, todos los presentes esperaron la respuesta en un suspenso digno de película de misterio, bueno casi todos los presentes pues el mayor de todos los hombres había logrado arrancar algunos frutos de los arbustos y árboles de ese mágico lugar.

- De hecho los Hombres Lobo, también conocidos como Licantropos, son una raza de Teriántropo, aunque la historia dice que vivieron en una región especifica y la mayoría de las razas fueron extintas hace 10,000 años al caer su imperio a manos de la naturaleza, pero mírenlos!! ¡Es increíble! – la ojioscura dijo emocionada como fan a la que le acaban de decir que su cantante favorito dará un concierto en la ciudad donde vive. – Parece un sueño

- Pues será mejor que despiertes – oyeron esa frase en la voz de Higuchi.

 

Los chicos al querer preguntarle a que se refería con eso, voltearon la cabeza solo para encontrarse con filosas lanzas y cuchillos hechos de obsidiana, dirigiéndose a sus cuellos, abdomen y corazón.

 

- Eli-san una pregunta más – dijo Light en tono nervioso al tener una lanza entre sus ojos melados sostenida por un hombre cuyos brazos estaban cubiertos a la mitad por lo que parecía la piel de una verdosa serpiente, ojos intimidantes cuyas pupilas daban el aspecto de una línea recta, curvados colmillos resaltando de su boca y cabeza cubierta por un platinado cabello apenas perceptible. – Los Teriantropos…que tan amigables son?

- La verdad – comenzó a decir la doctora paseando los ojos de un lado a otro notando que estaban rodeados por varias razas de Teriantropos, entre ellos, un escorpión, zorro, hiena y halcón, no quería pensar en qué pasaría si se resistieran - No lo sé Light-kun – dijo tan o más temerosa la doctora mientras fijaba su vista en el cuchillo que presionaba su cuello esté era sostenido por un chico cuyos delegados brazos, al igual que el hombre/serpiente, estaban cubiertos de café claro, unos escalofriantes ojos negros la miraban y repasando la complexión del chico apostaría que tenía una araña durmiendo en su interior, solo esperaba que esos Teriantropos no fueran tan bestiales como contaban las leyendas.

 

 

Notas finales:

Neko- bueno eso es todo por hoy ^^ Alice- esperamos nos digan k les parecio xk aunke nos gustaria ser adivinas si no dicen nada ps no sabremos nada "Obvio ¬¬" Tenshi- a ver si logran adivinar k es lo k le pasa a Light n.n Neko- woooo y hemos notado k hay varias fans de los Wammy's Boys *O* saben estamos pensando en poner una pareja de ellos, pero no somos expertasen en ese tema Alice-yo diria k ni principiantes XD Neko- <.< *mirando feo a Alice* solo digamos k sabes lo basico, asi k someteremos a votacion k pareja Wammy kieren

por numeracion:

#1 si kieren ver MxM

#2 si prefieren NxMello

#3 si les gusta la variedad y kieren ver NxMatt

Neko- como sea nosotras no nos kejaremos n.n Alice- tmb podria haber trio no? Tenshi- Alice!!! Alice- k? tmb podemos hacerlo, aunk sera dificil Neko- pero siempre es bueno poners retos asi k si kieren el trio sera el #4 "espero no arrepentirme -_-" Alice- nos vemos en otro cap xicas *cuales?*

 

Bye Bye

 

Disonancia* Grupo de sonidos que "chocan" entre sí. Conviene decir que la disonancia no consiste en crear la tensión necesaria para el interés de una obra musical.

Este es un Triskel:

Triskel

Se cuidan!!1


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