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Amigos ¿Para siempre? por Drasami

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Notas del capitulo:

Hola a todos

Aqui está el capítulo, al fin xD, dije que lo subiría hace unas semanas, pero mis profesores de la universidad tenian otros planes y no habia tenido ni un solo minuto para terminar el capitulo, a causa de todo lo que tenía que hacer para la u

 

Espero les guste.

 

Los personajes son de Akira Toriyama

Trunks estaba en la puerta de entrada de la secundaria esperando al pelinegro, caminaba de un lado a otro, nervioso, miraba de vez en cuando al cielo


-¿esperas a tu novio? – preguntó la pelirroja al llegar


-ojalá sí fuera mi novio – murmuró Trunks, para que solo la chica lo escuchara, pues unos chicos de la secundaria iban pasando


-le dirás esta vez ¿cierto? – preguntó la chica un poco frustrada de que Trunks ya no reaccione alterado frente a sus burlas


-… sí – dijo luego de un rato el pelilila, aún estaba indeciso - ¿crees… crees que él sienta algo por mí? – preguntó tímidamente


-te metió su lengua hasta la garganta – señaló la chica, haciendo que Trunks se ruborizara – es obvio que le gustas – agregó


-sí, pero… – Trunks suspiró – yo me refería a si siente algo por mí, no solo atracción física – y recordó que Goten lo había encontrado “muy guapo”


Faltaban solo cinco minutos para que comenzaran las clases, Trunks se preocupó de que Goten aún no llegara, era prácticamente imposible que hubiese llegado más temprano. De pronto el pelilila sintió el ki de Goten acercándose a toda velocidad, se detuvo justo frente a Trunks y Annière, venía transformado en súper saiyan, venía más desordenado de lo usual, parecía que se había puesto el uniforma mientras iba volando. Se terminó de abrochar los botones de su camisa y solo entonces miró a sus amigos


-hola – saludó y regresó a su estado normal sin importarle que los otros chicos lo vieran y lo señalaran - ¿me veo muy desordenado? – preguntó, pero sus amigos de la preparatoria no le respondieron


-¿qué te pasó? – preguntaron al unísono Annière y Trunks, señalando el enorme chichón en la cabeza de Goten


Goten sonrió algo avergonzado y se rascó la mejilla, parecía que no les iba a responder o al menos no iba a ser sincero, pero


-lo que pasa es que mi mamá me dio un sartenazo por llegar tarde – explicó


-¿tu madre hace eso? -  preguntó horrorizada Annière


-¿qué tan tarde llegaste? – inquirió Trunks, sabiendo que la señora Milk no reaccionaría así normalmente


-es que… - comenzó a decir Goten – salí antenoche sin permiso y regresé hoy en la mañana – dijo y rio algo avergonzado


-y, ¿Por qué? – preguntó Annière


-fui a ver a un chico – respondió Goten mirando a la pelirroja, Trunks se sorprendió al escuchar eso, sabía lo que significaba, presionó los dientes y una parte de él se alegró del sartenazo que Goten recibió


-¿todo un día? – preguntó la chica con su mirada suspicaz sobre Goten, pero el pelinegro no alcanzó a contestar


-ya vamos – dijo Trunks dirigiéndose a la entrada de la preparatoria dándole la espalda a Goten y Annière – las clases ya están por empezar


-nos vemos – dijo la chica revisando su reloj y siguiendo a Trunks como si nada, pero pensando en todo lo sucedido


Goten miró a Trunks alejarse de él sin despedirse, un poco de preocupación pasó por el rostro del pelinegro al ver la espalda de Trunks - ¡nos vemos en la tarde! - gritó tratando de parecer entusiasmado. Al oírlo, Trunks se detuvo y forzándose a sí mismo se volteó, le sonrió a Goten y le hizo un saludo con la mano, y siguió su camino poniéndose serio nuevamente.


Goten se sintió bien al ver a Trunks sonreírle, pero aun había algo que le molestaba, justo cuando Trunks estaba entrando a la preparatoria, el pelinegro abrió la boca para llamarlo, pero fue interrumpido


-¡SON GOTEN! – el maestro encargado de la disciplina se acercó a él claramente enfadado - ¡¿Qué manera de venir vestido a la escuela es esa?! – lo regañó


-lo siento, es que me quedé dormido – inventó Goten, miró nuevamente hacia la entrada de la preparatoria, pero Trunks ya había entrado.


 


De ahí en adelante ambos actuaron como si nada de lo ocurrido en las vacaciones de invierno hubiera pasado. Goten volvió a salir con hartos y muy variados chicos, y aunque de los pocos que llegaron Trunks y Annière a conocer, la pelirroja llegó a una teoría: todos tenían los ojos azules. El pelilila por su parte volvió a comportarse de manera seria y formal frente a sus compañeros y maestros y a actuar más relajado y alegre con Annière y Goten. Todo volvía a ser como antes, salvo que Trunks seguía queriendo a Goten con todo su ser, cada día llegaba agotado a su casa, cansado de fingir que nada pasaba y por dentro estarse quemando de rabia y celos, amor y pasión por ese pelinegro despistado. Annière en cambio, había empezado a planear maneras de asesinar a ambos, en especial a Trunks, la indecisión del pelilila la tenía harta, ella sentía que había una oportunidad entre ellos que Trunks no se atrevía a ver, incluso cuando le comentó su teoría al pelilila, este le respondió que mejor se pusiera a estudiar, pues sus calificaciones habían bajado mucho, y lo peor de todo era que ella no podía decirle nada a Goten, porque lo había prometido.


Así pasó el resto del año escolar, Trunks estaba sentado en su escritorio mirando por la ventana mientras esperaba que sonara la campanada que anuncia el fin de las clases. Habían sido dos semanas agotadoras, tuvo que ayudar a Goten y Annière a estudiar, pues ambos se habían descuidado mucho en sus estudios, Goten a causa de sus tantas citas y además ser el presidente del consejo estudiantil, y Annière por probar ser miembro de todos los clubs de la escuela a la vez. Por suerte los exámenes finales ya habían terminado y ese día les entregarían sus calificaciones finales.


-hola chico enamorado – saludó Annière poniendo una hoja sobre su escritorio


-¿Qué es eso? – dijo Trunks sin mucho entusiasmo


-es el informe de calificaciones final – dijo ella mirando sus notas, luego de una hojeada una sonrisa iluminó su rostro – ¡genial! Subí mi promedio de seis a nueve punto cinco… gracias por ayudarme, Trunks – dijo sonriendo Annière


Trunks miraba su informe con algo de frustración en su rostro


-¿Cuánto vale el examen? – preguntó


-setenta por ciento ¿porque? – Preguntó a su vez ella, no esperaba esa reacción en el pelilila - ¿Qué nota tuviste?


-nueve punto tres – respondió Trunks guardando bruscamente su hoja de notas en su bolso – de saber que valía tanto me lo hubiese tomado más en serio


-¿nueve punto tres? – Murmuró la chica, y una sonrisa burlona apareció en su rostro – significa… ¿que yo teniendo un promedio de seis todo el año te superé a ti que tuviste diez todo el año?


Trunks solo miró las nubes como toda respuesta y esperó, la risotada de Annière retumbó en el salón. Luego de unos minutos la chica al fin pudo calmar su ataque de risa, guardó sus cosas que aún estaban en su escritorio y sacó unas galletas que tenía guardadas, miró a Trunks, que aún seguía molesto


-hey, tranquilo – dijo la pelirroja ofreciéndole galletas – deberías estas feliz, ¿no? – Comentó – hoy es el último día de clases, así que mañana iras a casa de Goten y pasaran dos semanas juntos, durante todo el día – señaló


-no iré a casa de Goten – dijo Trunks tomando una galleta, ese frase sorprendió a la chica que temió lo peor


-¿Por qué no? – preguntó algo desilusionada


-… no soportaría estar ese tiempo a solas con él – murmuró Trunks para que solo Annière lo escuchara, su rostro reflejaba mucho dolor, frustración y rabia.


-pero, ¿Goten…? – preguntó la chica imaginando la reacción del pelinegro


-él estuvo de acuerdo – respondió rápidamente el pelilila – aunque sí hizo algo de escándalo al principio – añadió adivinando el pensamiento de Annière.


El pelilila tomó otra galleta y miró las escasas nubes de verano, dando por terminada la conversación, y se sumió en sus pensamientos…


-¡¡AHHHH!! ¡¿Por qué no irás a mi casa?! – exigió saber Goten gritando a las dos de la mañana ese día martes


-¡no hagas escándalo! – susurró Trunks y miró a la pelirroja que dormía plácidamente en el sofá de la habitación del pelilila. Hacía ya cuatro días que Goten y Annière se estaban quedando en casa de Trunks para estudiar para los exámenes. La pelirroja había terminado de estudiar hace pocas horas pues sólo tenía un examen al día siguiente, pero Trunks y Goten aún seguían estudiando, pues tendrían tres y dos exámenes respectivamente


-quiero saber porque no quieres ir a mi casa, Trunks – dijo Goten en voz baja, frunciendo un poco el ceño, e inflando un poco una mejilla, listo para hacer un berrinche. Trunks se hundió en uno de sus libros mientras pensaba una respuesta, había decidido eso hacía varias semanas y había previsto el comportamiento de Goten, pero todas las excusas que había pensado hasta ese momento le parecían estúpidas. De pronto sintió que alguien empujaba el libro en el que se ocultaba hacia abajo, levantó la vista y chocó con los ojos negros de Goten, pero no estaba enfadado, al contrario, los profundos ojos negros brillaban más de costumbre, vidriosos, a punto de llorar


-¿acaso… tú me odias? – susurró Goten asustado, acercando su rostro al de Trunks, para estar seguro que su respuesta era sincera


-no – susurró a su vez Trunks hipnotizado por esos ojos, “yo te amo” pensó, pero una vez más no fue capaz de decirlo y mirando hacia un lado rompió la conexión con el pelinegro – es sólo que… - dijo buscando una excusa, pero sin encontrarla


-¿ya no quieres verme? – Preguntó Goten volviendo a sentarse en su silla - ¿ya no quieres que seamos amigos?


-yo no dije eso – dijo rápidamente el pelilila – ya fui a tu casa en invierno, no es necesario que vaya otra vez en verano – dijo sabiendo que era una excusa tonta


-entonces ¿no nos veremos hasta la vuelta de vacaciones? – preguntó Goten indignándose otra vez


-pues podemos juntarnos un día y… no sé jugar videojuegos o algo – inventó Trunks, pero al mirar a Goten se dio cuenta que este seguía con el ceño fruncido – ya no somos niños – agregó – no podemos estar juntos siempre, ni compartir las camas… cada uno necesita privacidad


Ante eso la expresión de Goten se relajó, tomó un libro y se puso a leer y a contestar la guía de preguntas, luego de unos minutos, dejó el lápiz en la mesa y se quedó mirando el vacío, Trunks lo miraba algo asustado por ese comportamiento


-sí – dijo al fin el menor – creo que tienes razón, no es necesario que estemos siempre juntos – tomó dos chocolates de su bolso, le dio uno a Trunks y al otro le dio un mordisco – siempre puedo venir a visitarse, ¿verdad?


-¡claro! – respondió enérgicamente Trunks


Goten estiró sus brazos hasta que los huesos de su espalda sonaran, terminó de comer su chocolate y tomó otro libro del montón que tenía que leer


-sí, tienes razón, ya no deberíamos compartir la cama, hemos crecido mucho y es bastante incomodo –  dijo, encontró en el libro la respuesta que buscaba y se puso a escribirla en su cuaderno – en especial si alguien se mueve mucho durante la noche y hace ruidos extraños – comentó sin mirar a Trunks, concentrado en anotar la respuesta


El pelilila sintió enrojecer su rostro ante el comentario de Goten, sabía exactamente a lo que se estaba refiriendo, a aquella noche en la que él descaradamente tuvo el valor de darse placer en la cama que compartían, estando uno al lado del otro. Tomó nuevamente el libro y lo volvió a poner en su rostro, esta vez ocultando la vergüenza que sentía.


 


Las campanadas del fin del año escolar sacaron a Trunks de sus recuerdos, se puso de pie lentamente y tomó sus cosas


-¡ya date prisa! – exigió la pelirroja tirándolo del brazo, y entonces notó algo - ¡ah! Tus mejillas están algo rojas ¿en qué estabas pensando? – preguntó a viva voz, haciendo que los pocos que aún quedaban en el salón miraran al pelilila


Trunks se sintió avergonzado por la mirada de todos y se puso aún más rojo, tomó a Annière del brazo y salió rápidamente del salón


-¿Por qué siempre me tienes que avergonzar de esa manera? – preguntó a la chica mientras caminaban hacia la salida, ella solo sonrió como toda respuesta


Goten los esperaba en la puerta de la preparatoria, se fueron caminando hacia el centro de la ciudad, llegaron a un parque y entonces Goten se paró frente a ellos sonriendo


-¿Qué sucede? – preguntó Trunks intuyendo algo malo


-¿Qué les parece si celebramos el fin de las clases… con… cervezas heladas? – preguntó con energía


-¿Qué? – se alteró Trunks, sabía que no era nada bueno


-¡eso suena excelente! – dijo Annière entusiasmada


-¿Qué? ¡NO! – dijo Trunks


-¡vamos! Solo será una, para probar – dijo Goten entusiasmado


-¡Goten, no! – respondió Trunks – bueno, da igual, somos menores de edad, nadie nos vendería alcohol


-¡no te preocupes por eso! – dijo Goten sonriendo tenebrosamente, buscó algo en su bolso y lo mostró orgulloso, Trunks tomó con cautela el pequeño objeto


-¡eh! ¿es el carnet de conducir de Gohan? – preguntó sorprendido Trunks, y sospechando que el pelinegro estaría en problemas en la tarde por sacar el carnet de Gohan


-que guapo es tu hermano, Goten – observó la chica, mirando la fotografía


Trunks y Annière levantaron la vista del carnet y miraron a Goten y quedaron sorprendidos, Goten había puesto su cabello de punta y ahora era igual al de Gohan, llevaba una corbata de oficina y un saco muy formal


-¿Qué les parece? – dijo Goten sonriendo orgulloso, sus amigos lo miraban atónitos – y el toque final… - señaló Goten sacando de su bolsillo unos lentes de marco grueso, se los puso y adoptó una actitud de seriedad y profesionalismo


Annière miró la fotografía del carnet y luego miró a Goten


-¡son idénticos! – Señaló emocionada - ¿estás seguro de que no son gemelos?


-claro que no – dijo Goten tomando el carnet de conducir y poniéndolo en su billetera – Gohan y yo tenemos una diferencia de edad de diez u once años


-¿diez u once? – Preguntó la chica sin entender - ¿de qué hablas? O son diez o son once… ¿en qué año naciste tú y en qué año nació tu hermano?


-eee… es que es algo complicado – dijo Goten acercándose a una licorería – espérenme aquí


-¿complicado? – la intriga aun perseguía a la pelirroja, quien miró a Trunks esperando una respuesta


-es una historia larga – dijo el pelilila – así como Goten y yo tenemos casi unos tres meses más de edad de lo que dice nuestro certificado de nacimiento… luego te explico – dijo al ver a Goten acercándose


-¿y? – preguntaron ansiosos los de preparatoria


-¡me descubrieron! – dijo Goten riendo avergonzado y rascándose la nuca


-¿Cómo? – preguntó asombrado Trunks, pues el parecido era muy evidente


-la hija de ese sujeto fue operada por mi hermano – dijo Goten decepcionado – y cuando me hizo preguntas sobre su recuperación no supe que contestar


Trunks y Annière se largaron a reír con ganas, mientras Goten se quitaba su disfraz, había sido una pérdida de tiempo e iba a ser regañado por Gohan por sacar su licencia de conducir y lo peor era que no logró su objetivo.


--


Habían pasado ya dos semanas desde el inicio de las vacaciones, Trunks hacía lo que había hecho todos esos días: estaba recostado en su cama mirando el techo y lamentándose de su mala suerte en el amor, y extrañando en desmedida a Goten. En un principio pensó que lo tendría merodeando su casa todos los días, pero ni siquiera se había aparecido, sólo una vez Goten lo había llamado para decirle que al día siguiente iría a jugar videojuegos con él. Trunks se levantó, se bañó y llevó mucha comida a su habitación y se sentó frente a la consola a esperar que llegara el pelinegro, pero se hizo de noche y el pelinegro no llegó. Cuando estaba listo para dormirse llegó un mensaje a su celular


“Hi, perdón por no ir, un chico me invitó al parque de diversiones y olvidé que habíamos acordado juntarnos. Lo siento.”


Con rabia Trunks tomó su consola de videojuegos y la lanzó con todas sus fuerzas por la ventana. Al día siguiente mientras desayunaba salió en las noticias que una consola de videojuegos salida de la nada y a mucha velocidad había destrozado una casa en un pueblo a cien kilómetros de la Capital del Oeste. Por suerte para Trunks nadie de su familia escuchó esa noticia.


De eso ya había pasado una semana, bajó como todos los días a desayunar aun con su pijama puesto, subió a su habitación, con menos energía que antes de desayunar, se recostó en su cama y miró por la ventana el cielo azul, pero no podía relajarse, su mente lo atormentaba con el recuerdo de Goten. De repente sintió una especie de cosquilleo en la garganta, presionó los dientes, mientras la visión del cielo se nubló por las lágrimas que inundaron sus ojos, rápidamente se cubrió los ojos con una mano para evitar que esas lagrimas bajaran por su rostro,


-no más, ya no más… - susurró tratando de calmarse, ya no quería llorar más por Goten, ni por nadie. Cuando estuvo más calmado, quitó suavemente la mano de sus ojos, se sorprendió al sentir con la yema de sus dedos sus labios húmedos, y recordó ese beso, ese beso apasionado que lo dejó sin aliento, aun podía sentir la lengua de Goten masajeando su propia lengua. Mientras repasaba cada detalle de ese momento, comenzó a sentir rabia, presionó los dientes y frunció el ceño – solo fui uno más – se dijo enfadado – por eso ya no le interesa estar conmigo… consiguió lo que quería y ya – los ojos de Trunks se volvieron a llenar de lágrimas, estaba enfadado, con Goten y consigo mismo. De pronto se sentó en la cama y tomando su mesita de noche la lanzó con fuerza hasta el otro lado de la habitación, por suerte para él, lo que se rompió fue la mesa y no la pared. Sintió como parte de su rabia se disipaba, se volvió a recostar, pero no era suficiente, aún estaba furioso, gruñó mientras revolvía su largo cabello lila


-vaya, creo que llegué en un momento de crisis – comentó la pelirroja desde la puerta de la habitación


-¡¿Qué haces aquí?! – dijo Trunks levantando la voz y liberando parte de su frustración y enojo con Annière - ¡LÁRGATE! No quiero ver a nadie


-¡No me hables en ese tono! – dijo con voz autoritaria Annière, haciendo que la actitud agresiva de Trunks se desvaneciera por completo. La chica entró decidida y como hacía siempre, acercó una silla y se sentó junto a la cama de Trunks. El pelilila por su parte se volvió a recostar, esta vez dándole la espalda a Annière y cubriéndose la cabeza con la almohada


-he de suponer que Goten no ha venido – comentó ella volviendo a actuar con su carácter habitual


-ni sus orejas – respondió Trunks, con voz ahogada bajo la almohada – pero eso es obvio, ya consiguió lo que quería


-¿eh? ¿De qué hablas? – preguntó sin entender la pelirroja


-hablo de que consiguió besarme, y por eso ya no le interesa pasar tiempo conmigo… - Trunks se estremeció al decir eso y presionó con fuerza la almohada contra su cabeza – solo fui uno más… un chico más en su larga lista de idiotas que han caído en sus encantos


-ya veo… - señaló Annière y sacó de su bolso una pequeña libreta y un lápiz - ¿y eso como te hace sentir? – preguntó


-¡¿qué cómo me hace sentir?! – se preguntó Trunks en tono irónico y algo enfadado, rápidamente se sentó en la cama y miró a la chica para reclamarle - ¡¿CÓMO CREES TÚ QUE…?!  ¿Uh? – se detuvo al ver a Annière acariciando una larga barba que no tenía cuando entró en la habitación


-¿de dónde salió esa barba falsa? – preguntó atontado Trunks


-es que entré en un taller de teatro y debo interpretar a Sigmund Freud – señaló con energía la chica mostrando el elástico que sostenía la barba a su rostro


Trunks tardó unos segundos en interpretar lo que pasaba y luego su rabia estalló


-¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?! ¡¡¡TE ESTOY CONTANDO COSAS MUY SERIAS Y TÚ TE LAS TOMAS COMO UN CHISTE!!!


-¡vamos, tranquilízate! – dijo la chica levantando las manos culpable, se quitó y guardó la barba falsa – además… – agregó poniéndose seria - yo no creo eso – dijo Annière sinceramente.


-¿eh?


-yo no creo que Goten te vea como uno más – señaló ella, eso tranquilizó un poco a Trunks, pero aún se veía confundido


-¿en verdad…? – murmuró el pelilila


-¡claro que sí! – Aseguró seriamente Annière, y luego poniendo una sonrisa burlesca en su rostro añadió – además… para quitarte de su lista tendrías que acostarte con él, y eso no ha sucedido ¿o sí?


Trunks se sonrojó ante ese comentario – ¡claro que no! – respondió algo alterado


-¿estás seguro? – inquirió la chica mirando fijamente al pelilila


-¡claro que sí! ¡eso no ha pasado! – dijo Trunks y miró hacia un costado, recordando aquella noche en que Goten estuvo a punto de tocar su entrepierna


-¿Qué cosa no ha pasado?


Esa voz hizo estremecer a Trunks quien miró rápidamente hacia la puerta de su habitación que permanecía abierta, allí se encontraba Goten mirando la situación intrigado y dudando de entrar o no


-hola Goten – saludó animadamente Annière al ver al pelinegro – bien… ¿y ustedes? – Preguntó aunque su mirada se concentró en el pelilila que lo miraba fijamente pero sin decir nada, - ¿acaso interrumpo algo? – preguntó Goten mirando alternadamente a Trunks y Annière.


El mayor entendió lo que Goten quiso decir y aterrado de que Goten creyera algo así, se puso a dar explicaciones rápidamente


-¡claro que no! ¡No interrumpes nada! – dijo nervioso levantando las manos, inocente


-¡JAJAJAJ! – La risotada de Annière llamó la atención de los chicos - ¡vamos Goten! ¿En verdad crees que podría haber algo entre este idiota y yo? ¡Eso es imposible! No te ofendas Trunks, pero mis gustos son más sofisticados


-ya veo – dijo Goten sonriendo – lamento haber pensado tan mal de ti Annière – comentó siguiéndole el juego a la chica


-¡hey! – reclamó Trunks por ser considerado de esa manera


-¿Qué haces por aquí Goten? – preguntó la chica ignorando el reclamo del pelilila


-¿uh? Pues… - comentó mientras buscaba algo en sus bolsillos – había invitado a un chico al cine el día de hoy, pero me llamó y dijo que no podría ir – dijo sacando al fin dos boletos para el cine – vine a ver si Trunks quería ir conmigo – al decirlo miró al pelilila quien se sonrojó un poco - pero… - añadió Goten mirando los boletos y luego a Annière – solo son dos boletos


-yo no quiero ir – declaró la chica de pronto entendiendo a lo que Goten se refería – ve con Trunks, yo vine a ayudar a Bulma con un experimento con nanotecnología, pero como estaba reparando la máquina de gravedad, me dijo que por mientras viniera a hablar con Trunks


Goten sonrió ante eso y miró a Trunks animado – entonces ¿vamos?


-eehhh… pues… - dijo Trunks tratando de dar evasivas


-¡claro que sí! – Respondió Annière por él - ¡tu madre me dijo que no has hecho nada en todos estos días! – Miró a Goten con seriedad – sí va a ir


-¡¿Qué?! ¡Oye no! – comenzó a reclamar Trunks pero nadie lo escuchaba


-¡genial! – dijo Goten sonriendo – iremos al cine, luego a comer algo y tal vez a una heladería… cámbiate la pijama, por mientras iré a comer algo a la cocina, tengo hambre – añadió rascándose su mejilla y saliendo de la habitación


Trunks miró algo enfadado a Annière - ¿Por qué tienes que tomar decisiones por mí? – dijo y se sacó su camiseta del pijama y se puso una camisa


-¡iugh! ¿Qué no piensas bañarte? – preguntó la chica


-¿para qué? Solo iremos al cine – declaró Trunks dándole la espalda mientras abrochaba parsimoniosamente su camisa


-¡vamos Trunks, no digas eso! ¡Tendrás una cita con Goten! – señaló la chica


-¿cita? – Murmuró Trunks paralizándose, se dio vuelta a ver a Annière – ¡no es una cita! – dijo alterado con sus mejillas sonrosadas


-¡¡claro que sí!! – Aseguró confiada Annière – irán al cine, a comer algo y luego tomaran helado y de seguro también irán a caminar por ahí… a mí me suena como una cita


Las mejillas de Trunks se pusieron aún más rojas – yo… él… no me ha invitado a salir… sólo soy su plan B, ¡¡para Goten esto no es una cita!!


-¡¡¡pues demuéstrale que para ti sí lo es!!! – dijo con entusiasmo Annière poniéndose de pie


Trunks dudó unos instantes, hasta que al fin preguntó - ¿Cómo…?


-¡muy sencillo! Primero ve a ducharte – dijo la pelirroja empujando a Trunks hacia su baño privado – debes verte y oler muy bien


-¡espera! Necesito buscar que ropa ponerme – dijo Trunks


-no te preocupes por eso – dijo la chica – yo buscaré algo, tu ve a ducharte – le guiñó un ojo y cerró la puerta del baño. Rápidamente fue a inspeccionar el armario del pelilila, parecía que no había nada de acuerdo a lo que ella tenía en mente, pero entonces encontró una tenida que hizo que sus ojos verdes brillaran emocionados – ¡esto es perfecto!


Trunks se metió a la ducha algo aturdido, comenzó a lavarse su cabello y entonces se dio cuenta de la gran dimensión de todo eso – tendré una cita con Goten – se dijo a sí mismo y sus mejillas se ruborizaron, sintió su corazón llenarse de miedo y emoción a la vez, sonrió y la emoción superó al miedo, siguió duchándose pensando en lo genial que sería ese día.


Cuando hubo terminado de ducharse, se secó y poniéndose la toalla en la cintura se acercó a la puerta


-¡hey, Annière! – llamó


La pelirroja rápidamente se acercó llevando la ropa que había escogido, entreabrió un poco la puerta y mirando hacia otro lado le pasó la ropa a Trunks, éste la tomó e iba a cerrar la puerta cuando Annière comentó


-si vas desnudo de seguro Goten lo agradecería


Trunks cerró la puerta de un portazo como toda respuesta y empezó a vestirse, pero cuando llegó al pantalón se dio cuenta de algo


-¡A-Annière! – llamó


-¿qué pasa? – dijo ella que estaba revisando que zapatos serían los más apropiados


-estos pantalones me quedan muy ajustados, pásame otros – pidió Trunks


-¡no! – Dijo ella muy segura – supuse que te quedaban ajustados y por eso los elegí, son lo más apropiado para esta situación – dijo y miró a Trunks sonriendo – debes mostrar lo que tienes, recuerda, para atrapar al pez debes tener carnada


Trunks se ruborizó y resignado se puso los pantalones, Annière le pasó los zapatos escogidos


-oye, te ves bien – dijo ella cuando él abrió la puerta para los zapatos - ¿estás listo?


-solo debo secarme y cepillarme el cabello – respondió Trunks


-está bien, date prisa – dijo Annière y cerró la puerta


En ese momento entró Goten a la habitación, venía terminándose de comer un pastelillo con una mano y con un vaso de jugo en la otra, le dio el último mordisco y tomó algo de jugo para no atorarse


-¿aún no está listo? La película empieza en media hora – señaló el pelinegro


-le falta poco, no te alarmes – dijo la pelirroja – además pueden ir volando al cine ¿verdad?


-sí – dijo Goten y justo en ese momento sonó su celular, le dio la espalda a Annière y  se acercó un poco a la ventana y contestó


-¿aló?


-hola, Goten, soy Reimi, logré desocuparme de lo que tenía que hacer, ahora podremos salir


-¿qué? No me dijiste que tenía que esperar a que te desocuparas… yo ya invité a alguien


Esa frase llamó la atención de Annière, “oh no, Goten no” pensó asustada la pelirroja y miró hacia el baño “Trunks”


-pues sí, sí quería verte – dijo Goten y tomó un sorbo de jugo – veré qué hago…


En ese preciso instante se escuchó el sonido de la puerta del baño abriéndose y Trunks salió, presionaba sus puños con fuerza, pues se sentía muy avergonzado, por vestirse así. Llevaba una camisa blanca ajustada y sobre ella una chaqueta de terciopelo negro a su medida, los tres primeros botones de la camisa estaban desabrochados, lo que permitía ver sus bien formados pectorales, aunque el color casi traslucido de la camisa permitía hacerse una idea casi exacta de cómo era todo su torso, además llevaba puestos los muy ajustados jeans oscuros que le llegaban justo a la cadera y en la entrepierna dejaban muy poco a la imaginación, sus zapatillas informales oscuras finalizaban la imagen, y su cabello lila caía suavemente sobre sus hombros, lo que le daba un aspecto de informal elegancia difícil de imitar.


Goten bajó el celular un poco para que no se escuchara lo que iba a decir y se llevó el vaso a sus labios para beber algo mientras pensaba una explicación que darle a Trunks del porqué ya no iba a salir con él, y se dio media vuelta para mirar a sus amigos, pero apenas sus ojos se encontraron con Trunks todos sus movimientos se paralizaron, sus ojos se abrieron grandes y abrió la boca, sin poder creer lo que estaba viendo, recorrió a Trunks con la vista de arriba abajo, no una, ni dos, sino tres veces, haciendo que el pelilila se sintiera aún más incómodo y sus mejillas comenzaran a arder


-¡ya estoy listo! – dijo Trunks para hacer reaccionar a Goten. El pelinegro se dio cuenta que estaba con la boca abierta, cerró los ojos y meneo la cabeza para ordenar sus ideas, acercó otra vez su celular a su oído


-¡ya tengo planes! – Dijo y cortó la llamada, se tomó de un trago el jugo y miró a Trunks sonriendo - ¡vamos! – Dijo y abrió la ventana – debemos apresurarnos – y se elevó un poco para salir por la ventana


-¿eh? Sí – dijo Trunks, tomó su billetera y salió tras de Goten. Ninguno de los dos recordó despedirse de Annière.


 


Mientras volaban hacia el cine, Goten miraba de vez en cuando a Trunks y sonreía de una forma muy extraña. A la quinta vez que pasó, Trunks ya no lo pudo soportar


-¡¿Qué?! – Reclamó – me veo ridículo con esta ropa ¿verdad? Annière la eligió – dijo avergonzado sin mirar a Goten


-yo creo que te ves bien – dijo Goten dejando de mirar a Trunks, pero manteniendo esa sonrisa – ven, bajemos aquí – dijo de pronto y descendió en un callejón a una cuadra del cine, Trunks lo siguió y se fueron caminando desde ahí.


Trunks caminaba nervioso al lado de Goten, presionaba los puños con fuerza, muchas personas lo quedaban mirando, tanto chicas como chicos y algunos le hacían señas muy descaradas, pero nada de eso le importaba al pelilila, ya tenía suficiente con soportar las miradas de reojo del pelinegro, además de sentirse algo avergonzado por la ropa que llevaba puesta, mientras su mente no le dejaba olvidar que “¡estaba en una cita con Son Goten!”.


-¡Trunks! – escuchó su nombre de pronto y lo sacó de su ensimismamiento.


-¿eh? ¿Q-Qué? – preguntó algo aturdido, miró a Goten pero rápidamente desvió la vista


-te pregunté que ¿qué has hecho en estos días? – dijo Goten mirando algo preocupado a su amigo


-no… no mucho – dijo Trunks mirando al piso, avergonzado, recordando las horas que pasó viendo los álbumes de fotografías sexys de Goten. Para su fortuna su celular comenzó a sonar, era un mensaje de Annière


“Actúa con normalidad, idiota… quieres que Goten se enamore de ti, no tan solo que se quiera acostar contigo, la ropa hizo que te viera, tú debes hacer que se interese en ti”


Trunks miró el mensaje atentamente, y se dio cuenta que la pelirroja tenía razón, sonrió y guardó su celular, respiró profundo


-¿Quién era? – preguntó Goten curioso


-era Annière – dijo Trunks actuando con normalidad – dice que la pasemos bien – mintió, miró a Goten y sonrió como siempre hacia, salvo que esta vez sus ojos brillaban, Goten le sonrió de vuelta y se fueron charlando hasta llegar a la entrada del cine.


Una vez dentro fueron a comprar palomitas de maíz, Goten compró una bolsa grande de palomitas y un vaso grande de bebida, ya que no tenía mucho dinero y no dejó a Trunks que pagara. La encargada, que estaba embelesada mirando a sus dos guapos clientes, que eran Goten y Trunks les pasó las palomitas


-aquí tienen sus palomitas, señor – dijo colocando la bolsa en la mesa – tenemos un pequeño problema con la máquina de bebidas, ¿podría esperar un momento?


Goten sonrió abiertamente y ladeó un poco su cabeza – por supuesto – contestó y le guiño un ojo, haciendo que la encargada se ruborizara al máximo. Trunks tan solo lo miraba incrédulo y pensaba “pobre niña, si tan sólo supiera que a Goten no le interesan las chicas, él solo lo hace porque sabe que puede derretir a alguien con su sonrisa”.


-oye, Trunks – dijo Goten mirando al pelilila – porque no te adelantas con las palomitas y me guardas un buen asiento, ¿sí? – añadió sonriendo cálidamente al mayor


Trunks se quedó casi tan embobado como la encargada con la sonrisa de Goten, pero se contuvo, tomó las palomitas y se dirigió a la sala del cine, mientras se alejaba sintió una especie de escalofrío recorrerle la espalda, como si alguien lo estuviera mirando fijamente, se detuvo y lentamente volteó un poco la cabeza y pudo ver claramente como Goten se inclinaba un poco para mirarle con detenimiento su trasero. Las mejillas de Trunks comenzaron a arder, no podía dejar de mirar a Goten, tenía que estar seguro que lo estaba viendo a él, de pronto los ojos del pelinegro chocaron con los azules del mayor, las mejillas de Goten se sonrojaron casi imperceptiblemente al sentirse descubierto, rápidamente miró hacia otro lado, tratando de actuar con normalidad. Trunks siguió su camino, apenas si podía respirar, cuando al fin encontró un buen puesto en la sala de cine, se dejó caer y respiró profundo, tratando de calmarse


-¡actúa con normalidad! – se dijo recordando el mensaje de Annière - ¡sí, claro! –agregó con sarcasmo


Pasaron cinco minutos antes de que llegara Goten con un enorme vaso de bebida para ambos, ya Trunks se había relajado bastante y actuaba como si nada hubiera pasado


-lamento la tardanza – dijo Goten sentándose al lado de Trunks e inclinando su cuerpo hacia el pelilila, por suerte para Trunks, los apoya brazos que los separaban los mantenían a una apropiada distancia


-¿de qué se trata la película? – preguntó Trunks actuando lo más tranquilo posible, miró a Goten y sonrió. El pelinegro, extrañado por ese comportamiento tan amigable, alzo una ceja intrigado


-es… de acción – dijo mirando a Trunks curioso, pendiente de cada movimiento de pelilila.


En ese momento se apagaron las luces, lo cual fue un gran alivio para Trunks que se estaba sintiendo como un idiota por actuar como una quinceañera, “¿porque sonreí de esa manera?” se preguntaba Trunks mientras daban los avances, pero sus regaños mentales a si mismo fueron interrumpidos por un escalofrío que recorrió su cuerpo cuando Goten posó su cabeza en su hombro. Miró de reojo, Goten parecía no darle importancia a la situación, prácticamente estaba recostado en la butaca y sostenía la bebida en sus manos a pesar de tener un posavasos en la butaca


-¿Por qué no usas el posavasos? – susurró Trunks pues la película estaba empezando


-me gusta sentir el frio del hielo en mis manos – susurró a su vez Goten, sin darle mucha importancia, con la mano que tenía libre sacó unas cuantas palomitas de la bolsa que Trunks tenía en sus manos. El pelilila hizo el ademan de querer pasárselas


-no te preocupes – susurró Goten – así está bien, si quieres bebida solo toma – Goten quitó su cabeza del hombro de Trunks, al parecer le había interesado la película, sin embargo seguía algo recostado en la butaca e inclinado hacia Trunks.


Habían pasado veinte minutos de la película, ambos estaban muy concentrados en la pantalla, Trunks comía ávidamente palomitas, se inclinó un poco a Goten


-¿me das bebida? – susurró


-¿Qué? – preguntó Goten que estaba muy concentrado en la película


-la bebida


-ya te dije, ¡solo tómala! – dijo Goten algo molesto por la interrupción. Trunks tomó el vaso y luego se lo devolvió al pelinegro, quien lo puso sobre su muslo al lado de Trunks, de manera que el pelilila pudiera tomarlo con facilidad.


Luego de un rato Trunks se había acostumbrado a sacar el vaso, beber un poco y luego devolverlo a Goten para seguir comiendo palomitas, el pelinegro por su parte estaba concentrado en la película, apenas si tomaba bebida y no había tocado las palomitas. Cuando la película llego a ese punto de reflexión que toda película de acción tiene, Goten inconscientemente, cambio de lugar el vaso para así alcanzar las palomitas, tomó un gran puñado, para evitar que Trunks se las comiera todas, pero el pelilila ni siquiera se dio cuenta, estaba muy concentrado en la pantalla grande. De pronto a Trunks le dio sed nuevamente y sin dejar de mirar la película comenzó a tantear para tomar el vaso y su mano se depositó suavemente y sin querer sobre la entrepierna de Goten, un escalofrío subió por la espalda del pelinegro, acercó sus labios al oído de Trunks y susurró


-ese no es el vaso – una sonrisa de burla se dibujó en su rostro, sabía que había sido un accidente pero molestar a Trunks era muy divertido, no era consciente de lo que ese hecho había causado en el pelilila.


Trunks al sentir que su mano se había posado en un bulto suave se paralizó y al escuchar el susurro, sin querer tan sensual, de Goten en su oído, fue como si en un segundo su cuerpo se hubiera congelado y en el mismo momento se hubiera transformado en un volcán ardiente, retiró lentamente su mano temblorosa de la entrepierna del pelinegro y se hundió en su butaca, cubriendo su rostro avergonzado con la bolsa de palomitas. Goten miraba a Trunks de reojo y sonreía, solo para molestar aún más a Trunks se acercó nuevamente a su oído


-no te dije que la quitaras – susurró


El aliento cálido de Goten en su oído alteró aún más, si es posible, al pelilila y sin poder aguantarlo más, se puso de pie, le pasó las palomitas a Goten y salió de la sala. El pelinegro lo vio alejarse, pensó en seguirlo, pero decidió que lo mejor era que Trunks se calmara un poco, así que se quedó hasta el final de la película.


Trunks salió rápidamente de la sala, su rostro ardía y su respiración estaba agitada, estaban en el segundo piso del cine, se acercó a la baranda y sintió el viento frio calmando su rostro, respiró profundo y trató de calmarse. Miró su mano, con la que había tocado accidentalmente la entrepierna de Goten y sintió nuevamente su rostro encenderse


-¡¿Por qué?! – se dijo a si mismo y se inclinó hasta apoyar su cabeza en la baranda, aun se sentía muy avergonzado.


Luego de diez minutos comenzó a salir la gente de la sala, pero Trunks no miró, no sabía que decirle a Goten, se quedó apoyado en la baranda mirando el pasar de los autos, de repente su visión fue interrumpida por un vaso


-¿creí que querías bebida? – dijo Goten sonriendo burlesco


Trunks lo miró molesto y avergonzado, con sus mejillas rojas, pero no tanto como antes


-idiota – murmuró y miró hacia otra parte. Goten rio y apoyó su espalda en la baranda, continuó sorbiendo el jugo, en eso estaba cuando


-¡ay, no! – murmuró Goten mirando fijamente hacia las escaleras mecánicas


-¿Qué pasa? – preguntó Trunks mirando al pelinegro


-nada – susurró Goten mirando hacia otra parte, pero dando rápidas miradas a ese lugar. De pronto pasó un brazo por encima de Trunks y acercó nuevamente sus labios al oído del pelilila


-oye – susurró - ¿puedes fingir que eres mi novio? – preguntó en un leve susurro


En una fracción de segundo el corazón de Trunks se disparó y comenzó a latir con una fuerza increíble, comenzó a sudar frío y su rostro se tiño nuevamente de rojo, miró a Goten asustado


-¡¿QUÉ?! – dijo casi gritando, totalmente alterado


-sshhhh – dijo Goten mirando seriamente a Trunks – no grites – añadió susurrando – te pregunte si puedes fingir ser mi novio


El pelilila reaccionó, por un segundo había creido escuchar que Goten le pedia ser su novio, pero no, solo le pedia que finjiera serlo.


-¿para qué? – murmuró Trunks desilusionado, mirando el piso


-luego te explicó – dijo Goten mirando a través de Trunks – por favor


Trunks presionó la baranda, se había emocionado tanto que ahora lo único que quería era irse a casa, pero entonces, como si estuviera metida en su cabeza escuchó lo que Annière le hubiera dicho en una situación así:


“¿acaso eres idiota? ¡no te puedes ir ahora! ¡!APROVECHA!! Aprovecha cada oportunidad para estar cerca de Goten”


El pelilila tragó saliva, asintió con la cabeza y esperó, Goten le guiñó un ojo y se acercó un poco más a él. De repente se escuchó la voz de un muchacho algo mayor acercándose


-¡Goten! Vaya, vaya, vaya… pero si se trata de Son Goten


-¿Qué quieres Naga? – dijo Goten con voz firme, no estaba enfadado, pero se notaba que le incomodaba y molestaba la situación. Trunks se sorprendió que Goten le hablara así a alguien, lentamente giró la cabeza y vio al muchacho.


Se sorprendió, el muchacho tenía alrededor de veintitrés años, era alto, musculoso, cabello color vino y ojos amarillos como los de un águila, miraba a Goten de arriba abajo descaradamente, como si fuera su próxima presa para la cena


-míranos, el destino parece querer juntarnos – dijo Naga sonriendo con suficiencia y acercándose peligrosamente a Goten, sus rostros quedaron muy juntos, ni siquiera notó que Trunks estaba ahí


-no lo creo – dijo Goten apartándose de ese tipo con fastidio – la verdad es que estaba aquí con mi novio – añadió y puso su mano en el hombro de Trunks. En ese momento Trunks sintió como una vocecita irritante le gritara en su cabeza “¡¡¡aprovecha, aprovecha, aprovecha, aprovecha!!!” guiado por esa voz, se acercó aún más a Goten y tímidamente lo abrazó. Goten algo sorprendido por ese actuar, aprovechó de inmediato la oportunidad de demostrar que no estaba solo y abrazó a Trunks con una mano por la cintura. Naga miró la escena con una frialdad casi aterradora, como si no le importara que Goten tuviera novio o no, pero entonces notó la ropa ajustada de Trunks y lo bien formado de su trasero, alzó una ceja y una mueca de triunfo se dibujó en sus labios


-y… ¿Cómo se llama tu “amigo”? – preguntó Naga haciendo hincapié en la palabra “amigo”


El pelinegro notó las intenciones de Naga y se aferró con más fuerza a la cintura de Trunks


-¡Oh, vamos! – Exclamó el muchacho con altanería - ¡hey, novio de Goten! Dime ¿cuál es tu nombre? – preguntó esta vez Naga, dirigiéndose directamente a Trunks


Pero el pelilila no contestó, su mente no estaba en ese lugar ni en ese tiempo, tan solo su cuerpo se encontraba presente. Cuando Goten lo tomó de la cintura se sintió desfallecer, estaba tan cerca, tan cerca de su Goten, podía ver claramente su cuello despejado, esperando ser lamido, mordido, besado apasionadamente, y su olor, ese olor dulce, pero nunca tan dulce como los besos del pelinegro, ese olor se quedaría impregnado en la ropa de Trunks por mucho tiempo, y ¡Oh, Dios! Agradecía a Annière por obligarlo a usar esa ropa, era tan ajustada y la camisa tan traslucida  que incluso a través de ella, podía sentir los detalles, los músculos de Goten bien pegados a su cuerpo, ¡Oh, bendita ropa ajustada! Y al pensar en eso se dio cuenta del lio en el que estaba. Esa ropa no dejaba nada a la imaginación, y la cercanía de Goten había producido ciertas “reacciones” en su cuerpo adolescente, y cuando se apartara del pelinegro serían MUY evidentes. En ese momento fue que su mente volvió a la realidad y escuchó a Naga hablándole, lo miró y sin saber por qué se aferró un poco más a Goten


-mi nombre es… Trunks – dijo con voz baja, como si fuera un muchacho torpe y tímido


Una sonrisa algo maliciosa se dibujó en el rostro de Naga, levantó la cabeza como si hubiera obtenido una información muy valiosa, metió las manos a sus bolsillos y se dirigió a la sala del cine


-mi película ya está por empezar – dijo, se volteó a mirarlos – nos vemos, Goten – dijo como si nada y mirando fijamente a Trunks – un gusto, Trunks


Un escalofrío recorrió a Trunks, su rostro se puso algo azul, pero entonces el pelinegro hizo un leve movimiento, como poniéndose entre medio de ellos dos con una actitud muy protectora, como un lobo que protege a su cría, ante eso las mejillas de Trunks se ruborizaron y se quedó mirando embelesado a Goten, su corazón latía fuerte, no quería que ese instante terminara, entonces Goten lo miró y sonrió


-gracias por tu ayuda – dijo el menor


Trunks recordó entonces que sólo se trataba de una farsa, que en realidad no eran novios, se apartó de Goten y miró hacia otra parte


-de nada – murmuró algo molesto


-vamos a comer algo, ¡tengo hambre! – dijo Goten sonriendo como si nada


-está bien… - aceptó Trunks y entonces recordó algo - ¿me vas a decir quién era ese tipo? – preguntó


-¿eh? – Goten miró a Trunks, su rostro inocente se transformó a uno de rabia – su nombre es Naga… - dijo mascullando las palabras con una ira que sorprendió a Trunks – él es… es un tipo insoportable


-¿fueron novios?


-¡claro que no! – Dijo Goten subiendo su tono de voz y mirando enfadado a Trunks - ¡¿Quién crees que soy, ah?!


-¡está bien, está bien! No te enfades – el pelilila estaba sorprendido por la reacción de Goten, decidió que lo mejor era cambiar de tema - ¿qué quieres comer? – preguntó tímidamente


Goten se dio cuenta que estaba alterado, respiró profundo y cerró los ojos – vamos por una hamburguesa – dijo comenzando a caminar hacia la salida del cine


Trunks lo siguió por las escaleras, iba detrás de Goten pensando en todo lo que había pasado, aun tenia curiosidad, quería saber quién era ese tipo y porque Goten lo detestaba tanto, aunque no le molestaba tanto su aparición, algo bueno había salido de eso: pudo abrazar a Goten y éste lo abrazó, “se sintió tan bien” pensó. Miró la espalda de Goten, su corazón comenzó a latir rápido, sus manos temblaban


-¡Goten! – llamó, antes de ser consciente de lo que hacia


El aludido se dio vuelta, sus ojos grandes mostraban curiosidad, estaba a dos escalones de distancia de Trunks, inclinó levemente la cabeza


-¿Qué sucede? – preguntó


Trunks abrió la boca, sintió como sus mejillas comenzaban a arder, su boca se resecó, en un instante el nerviosismo se apoderó de él, presionó sus puños tratando de ignorar la presión en su estómago y tratando de mantenerse en pie, pues sintió como sus piernas perdían resistencia


-tú… - dijo y no soportó más mirar esos ojos negros y brillantes que lo miraban atentos, bajó la vista, respiró profundo y luego tomó aire, decidido miró a Goten una vez más - ¡tú me g…!


-¡¡GOTEN!!


Ese grito interrumpió la declaración de Trunks, ambos saiyan miraron, al pie de las escaleras y saludando con energía estaba Padius, uno de los amigos de Goten, el chico alto, desarreglado, cabello negro y largo y ojos grises, se acercó a los jóvenes y abrazó a Goten, detrás de él venía su novio Remi, subió calmadamente las escaleras, llevaba palomitas y se veía algo avergonzado, cuando llegó junto a ellos, miró a Trunks y se dio cuenta de que habían interrumpido algo muy importante


Trunks estaba con su rostro muy rojo, su respiración era muy agitada, se veía su pecho subir y bajar, parecía que no era consciente de lo que pasaba a su alrededor. Mientras Padius conversaba con Goten animadamente, Remi se acercó a Trunks


-¿estás bien? – le susurró.


Eso sacó de su aturdimiento al pelilila, se sentó en la escalera, cansado, como si hubiese corrido alrededor de la tierra, “había estado tan cerca de decirlo” – pensó


-¿me equivoco al pensar que interrumpimos algo importante? – preguntó Remi sentándose junto a él


-no, no te equivocas – murmuró Trunks mirando fijamente a Goten


-tranquilo – dijo Remi sonriendo – encontrarás el momento ideal… sino es que Goten lo encuentra primero


Trunks miró a Remi intrigado y luego miró a Goten que discutía animadamente con Padius sobre la película que habían visto – no lo creo… - susurró Trunks con tristeza – para él yo no existo de esa manera – agregó


-bueno – dijo Remi poniéndose de pie – Padius era un mujeriego cuando lo conocí… no te rindas – sonrió cálidamente y comenzó a subir la escalera, cuando llegó arriba se dio vuelta – Padius, date prisa, ya va a empezar la función


-¿eh? – Padius miró a su novio, se despidió de Goten y subió las escaleras corriendo, cuando pasó al lado de Trunks, lo miró unos instantes y entonces lo reconoció, cuando llegó junto a Remi se dio cuenta de lo que pasaba – volví a interrumpir algo importante ¿verdad? – le preguntó


-muy importante – le señaló Remi


 


Trunks se puso de pie, Goten lo miró y entonces recordó


-oye, ¿Qué me ibas a decir? – preguntó mirando atentamente a Trunks


-¿eh? – el pelilila se puso nervioso y miró asustado a Goten – no, nada – dijo y sonrió nervioso


-¿estás seguro? – Preguntó incrédulo el menor – parecía algo importante


-claro que no


-mmm… está bien – dijo Goten y sonrió


El resto del día fue muy tranquilo y entretenido, fueron a comer hamburguesas a un restaurante en el que Goten aceptó un desafío de comida y ganó, luego tomaron helados en un local donde Goten tenía un helado con su nombre: el “Goten Special”, que tenía más de veinte litros de helado, sin contar las chispas de chocolate, los dulces, la crema, el dulce de leche y muchas cosas más. Caminaron por la ciudad sin rumbo fijo y Goten insistió en tomarse muchas fotografías en todos los lugares que él consideró divertidos, a regañadientes de Trunks que no le gustaba sacarse fotografías


Cuando comenzó a atardecer se fueron caminando a través de un parque en dirección a Corporación Capsula, en ese momento una risita tonta salió de los labios de Goten


-¿Qué pasa? – preguntó Trunks sin entender


-no es nada – dijo Goten – es solo que estaba pensando en Annière


-¿eh? ¿Por qué pensabas en ella? – preguntó algo ofendido el mayor, deteniéndose en la mitad del camino


Goten lo miró – solo pensaba en lo que nos diría si nos hubiera visto – dijo el pelinegro sin entender la actitud del pelilila


-ya veo – dijo Trunks algo avergonzado y comenzando a caminar – de seguro diría que esto pareció una cita – añadió tratando de parecer casual


-¡es cierto! – Admitió Goten – no me había fijado, en realidad pareció una cita de amor


En ese momento llegaron a la entrada de Corporación Capsula, de pronto el teléfono de Goten comenzó a sonar, el pelinegro contestó, luego de un minuto colgó y miró a Trunks


-era mamá – dijo – quería que me invitaras a cenar, pero ella insistió que regresara pronto a casa


-entiendo – dijo Trunks algo decepcionado – no te iba a invitar a cenar de todos modos – añadió solo para molestar a Goten


El pelinegro como toda respuesta, simplemente se acercó a Trunks y le dio un suave beso en la mejilla


-¿Qué haces? – se apartó Trunks con el corazón en un hilo


-termino nuestra cita con broche de oro – dijo Goten sonriendo con burla


-¿tu siempre terminas tus citas con un beso? – preguntó algo emocionado Trunks


-pues, la verdad ahora ultimo siempre las termino en la cama – comentó Goten sin notar la reacción del pelilila


-¡GOTEN! – gritó alterado el pelilila


El menor se elevó por los aires, se despidió de Trunks y se fue volando a toda velocidad


Trunks lo miró alejarse, sonrió suavemente, “una cita” pensó “al fin tuve una cita con él

Notas finales:

No sé ustedes, pero no me emocioné tanto escribiendo este capítulo, espero que les haya gustado

sobre el siguiente capitulo, escribiré lo más que pueda durante mi unica semana de vacaciones que será para la semana del 16 de septiembre, no tendré internet esa semana, así que probablemente la semana que sigue a esa subire el capitulo 15


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