Capítulo 5 “Huéspedes del más allá”
Ingresaron al castillo con desconfianza. Sin embargo, de inmediato notaron la antigüedad del lugar y la calidad arquitectónica.
A medida que iban avanzando, se encontraron con los famosos cuadros que hablan. Anissina, la gran inventora de Nuevo Makoku estaba decidida a inspeccionarlos para saber qué clase de máquina o efecto especial los hacia hablar y moverse.
Llegaron a un largo pasillo. Algunos alumnos y alumnas miraban asombradas a esas personas. Ocasionó una verdadera histeria colectiva. Faltaba sólo tirárseles encima.
Wólfram, como siempre, andaba a la defensiva de todas esas mujeres. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando vino una turba y como una verdadera pared humana le rodearon y comenzaron a hacerle preguntas, además de tocarlo en zonas poco apropiadas.
Por lo que fue apartado de Yuuri en cuestión de segundos. El rey quedó mirando cómo se llevaban a su esposo lejos de él. Sólo le faltaba decir: “ten un buen viaje mi amor”.
Conrad logra acercarse a Yuuri por unos segundos. Apenas las fans del nuevo extranjero lo vieron, lo cercaron, sin fijarse que entre tanto empujarse unas con otras, una estudiante del último año le pegaban y pisaban.
El castaño se arrodilló y le tendió su mano. Más ella no levantó el rostro en todo momento.
Un escueto “gracias” y se fue rápidamente.
Yuuri mientras tanto, seguía de pie sin saber qué hacer, hasta que apareció Harry. Unas tremendas ojeras que no alcanzaban a tapar sus lentes y parecía decaído. Pidiendo a gritos unas horas de sueño. También notó que le costaba caminar con fluidez.
El rey se acerca hasta el niño-que-vivió para saludarle cuando una chica lo empujó cayendo encima de Harry.
Wólfram que estaba pendiente de cada movimiento de su esposo, no aguantó verlo encima de otro hombre, aunque fuese accidental.
La sangre le comienza a arder por todo el cuerpo e iba dispuesto a batirse a duelo contra ese don nadie que osaba posar sus asquerosas manos sobre su esposo.
-¡¿Qué estás haciendo debilucho?!- exclama con furia, apartando a todas las brujas que intentaban acapararle.
Harry se aparta con rapidez, ya que sentía cierta mirada penetrante en su nuca y no precisamente era amigable.
Yuuri extendió su mano hacia Harry, quien la estrecha con una boba sonrisa en el rostro. Era como el reencuentro de dos viejos amigos que ni siquiera se conocían.
-Vine a este mundo porque quería conocerte- dice el mazoku sonriendo ampliamente sin soltar la mano del ojiverde.
Para ese entonces ya no quedaría ni un pedacito de Harry. El rubio mazoku ardía en celos y vuelve a reclamar.
-¡Suéltale!- exclama Wólfram pegándole a ambos en las manos, mientras tiraba del brazo de Yuuri y lo atraía hacia su cuerpo posesivamente. Más no apartaba la vista de Harry. Si las miradas quemaran, Harry ardería en ese mismo instante en la hoguera
Dumbledore, con su impactante hechizo de amplificador de voz los hizo callar a todos y comportarse como gente decente.
-Regresen a sus clases- ordena con propiedad.
Aparece Snape por un costado y comienza a reunir a los estudiantes para llevárselos al aula.
Bastaba con una mirada asesina y el restar puntos a la casa para que le hicieran caso.
Draco se acercó hacia Harry y lo empujó con brusquedad. Pasó por su lado sin siquiera mirarle. Aunque por fuera era la frialdad en persona, por dentro le carcomían los celos. Sin embargo, era un Malfoy, él no siente celos de nadie, ni siquiera conoce la palabra. Sólo es altamente posesivo con sus pertenencias y le daban ganas de arrancarle la cabeza a todos quienes posaran siquiera la mirada sobre el niño-que-vivió, pero no eran celos, era supervivencia. En un alto grado.
-¡Harry!- exclama Hermione dándole un fuerte abrazo. Parecía que le recibían después de la guerra.
Draco sólo miró por el rabillo del ojo, más su aura negra se fue extendiendo de manera sorprendente. Todo a su alrededor era frío.
Blaise, su gran amigo, esbozó una sonrisa. Más se quedó callado. Quería demasiado su vida como para perderla por decir la verdad.
Pansy, la eterna enamorada de Draco, llegó a su lado. Comenzó a hacerle preguntas sobre su ausencia. Pero se asustó al ver que el rubio tenía una expresión de dolor en su rostro.
Harry también comenzó a sentirse mal. No sabía exactamente la razón, pero su pecho dolía como si le hubiesen dado un gran golpe.
-Harry, ¿qué sucede?- pregunta Hermione muy preocupada.
Parecía que mi corazón se partía en pedacitos… ¿qué me está pasando?... es como si me estuviesen aplastando y me es difícil respirar…
Harry cae inconsciente al suelo.
¿Por qué siento tanto dolor?... no logro controlar la magia que va en dirección de Potter.
Cada fibra de mi cuerpo arde con intensidad hasta el punto de no poder respirar. Mientras más intento alejarme, más doloroso es este calvario…
Sólo un paso más…
-¡Drake!- exclama Pansy escandalosamente.
Draco yacía inconsciente en el suelo.
El frío que se había sentido anteriormente, fue pasando gradualmente.
-¡Yuuri!- exclama Wólfram intentando detener a su esposo, quien se había zafado de su agarre para ir en rescate de Harry.
Yuuri se arrodilló al lado del gryffindor y posó sus manos sobre el torso del moreno. Una cálida energía celeste le rodeó. Más su Maryoku no fue efectivo. Harry seguía sin abrir los ojos.
-Rey Yuuri, yo me haré cargo- dice Dumbledore mirándole con compasión.
Yuuri se sentía realmente mal. …l quería ayudar a Harry, pero las heridas que tenía no eran físicas. Eran mágicas. No una magia cualquiera.
Wólfram le ayudó a levantarse del suelo.
Estaba preocupado por su esposo. Sabía que no podía quedarse quieto sin ayudar a la gente.
Por eso mismo sufría al ser traicionado
-Yuuri- esbozó Conrad.
Todo el lugar quedó en un profundo silencio.
Todos los estudiantes se fueron a sus respectivas salas. Quedando los extranjeros sin saber dónde dirigirse.
Harry fue llevado por sus amigos y Dumbledore, mientras que Draco fue llevado por Blaise y Pansy hacia las mazmorras.
Al fin había despertado lo que estaba dormido en el interior de Draco. Era inevitable. Pero, la persona en que recae ese poder es su enemigo de toda la vida escolar.
¿Cómo le iba a decir que su sangre veela había despertado?, y que la pareja escogida por esa sangre no era nada más y nada menos que Harry Potter.
Yuuri iba cabizbajo por los pasillos hasta que a sus pies llegó un papel. Wólfram se lo quitó de las manos y vio que se trataba de un partido de Quidditch.
-¿Quidditch?- preguntaron al unisono.
Salía un chico montado en una escoba con otro uniforme.
Antes de que Gwendal dijera: “regresemos a Nuevo Makoku”, Yuuri volvió a sonreír diciendo: “quiero ir”.
Sólo frunció el ceño y aguardó en su puesto, esperando que un milagro ocurriera y pudieran algún día regresar a Nuevo Makoku.
Precisamente cuando pensaba de que tal vez sería una aventura, apareció detrás de Gwendal el famoso fantasma decapitado, quitándose la cabeza de su sitio.
Fue tanto el impacto que no pudo decir nada.
-¡Maravilloso!- exclamó Anissina con sus ojos muy brillantes. Era como si hubiese encontrado el gran invento de toda la historia.
El fantasma siguió volando en línea recta, pero Anissina le siguió a toda velocidad por los pasillos para usarlo como un nuevo experimento.
Todos suspiraron, menos Gwendal quien todavía no recobraba el habla.
Continuará…
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