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El Niño de Ojos Vacíos. por Naru_Naru

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Notas del capitulo:

¡Buenas noches! Aquí les traigo el capítulo número dos, no tengo mucho que hablar esta vez ^-^ así que espero  disfruten. :)

¡Muchísimas gracias a... Nao, coranchany, Damian_96, Luna, Lilyth369, Kira2!  Me gustan sus comentarios. ;)

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, estos son de Masashi Kishimoto. Más el drama de la historia si es mía.

El Niño de Ojos Vacíos. Por Naru_Naru.

¡Él es mi Papá!

 ¿Quién diría que sería padre a los doce?-

  • Siete y Doce años.

-¡Naruto! no vayas tan rápido que te caes. -Advertía un Sasuke de doce años que perseguía al rubio que acogió hace dos años. Su cabello había crecido al igual que su estatura, tenía puesto una camisa azul junto a una bermuda crema; Llegó a la sala y se encontro con Naruto que ahora tenía siete años de edad, su estatura también había aumentado un poco, pero seguía siendo más bajo que Sasuke. El mnor brincaba en los muebles con una sonrisa mientras pedía salir.- Ya, bájate de allí.

-¡Papá! date prisa, ya quiero ir al parque. -Rogaba en cada uno de sus brincos, Sasuke rió al oír como Naruto volvía a llamarle; cuando le adopto solo tuvieron que pasar dos meses para que le llamara papá, algo que le causaba mucha risa a Sasuke pero también alegría, se había encariñado tanto con él que amaba cada muestra de afecto que le dirigía; el papa, era una manera muy dulce de llamarle, aunque aveces le extrañara a él y a las personas que le oían, ¿quién diría que sería padre a los doce?- Quiero sentir el calor del sol amarillo en mi piel, porque es amarillo, ¿no?

-Si, así es. -Llegó al frente mientras lo cargaba momentaneamente para dejarle en el suelo. Naruto tenía una camisa naranja junto a un short azul, sus ojos perdidos se pasaban en el rostro de Sasuke quien había tomado una gorra y se la coloco en su rubia cabellera.- Bien, ya podemos irnos. -Naruto impaciente tomó la mano de Sasuke y guiándose con las paredes, que ya había aprendido muy bien, salió de la casa. El Uchiha le había enseñado como andar por su casa sin tener ayuda, guiándose con las paredes y aprediéndose el lugar de cada cosa; era un niño muy inteligente.

Caminaban por las calles de aquella avenida tomados de la mano, Naruto tenía puesto unos lentes de sol que ocultaban su mirada para los curiosos; nunca se había llegado a avergonzar de él pero la verdad era que odiaba cuando miradas negativas se dirigían al rubio, lograba hacerle hervir en ira, no era culpa de Naruto haber nacido ciego, era culpa de la madre que le abandonó sin proporcionarle ayuda, porque así era, el menor le había contado cosas de su vida que recordaba, como el hecho que vivía con un hombre llamado Orochimaru, alguien realmente malo pues Naruto había soñado con él numerosas veces y los sueños no eran nada agradables.

 Llegaron al parque que estaba lleno de muchos niños, algunos que conocían a Naruto, el menor sonrió feliz y jaló impacientemente a Sasuke de donde provenían los sonidos de las pisotadas y risas.

-Calma, calma. El parque no desaparecerá. -Naruto rió y jaló más fuerte hasta que escuchó los niños se acercaban más a él.

-¡Naru! has venido. ¿Quieres jugar a los vaqueros? -Preguntó un niña de cabello rosado y el menor asintió soltándose de Sasuke para ser guíado por su amiga hasta el lugar de juegos.

-Papá, estaré jugando con Sakura. -Gritó el rubio ya más alejado del alcanzé de Sasuke quien se sentó en una de las banquetas del parque observando como su "hijo" jugaba con los demás niños, claro, con ayuda de su mejor amiga, Sakura Haruno, que siempre estaba a su lado ayudándole en todo porque esta conocía de su discapacidad. Que lindo se ve mientras juega. Pensó para recapacitar de inmediato cada una de sus palabras, llegando a la conclusión de que solamente era su amor fraternal lo que le hacía pensar de esa manera. Alguien más se sentó a su lado y se giró un poco para verle. Era un chico de unos dieciocho años de edad, de cabello plateado y ojos negros.

-Hola niño. -Saludó con una sonrisa mientras se acomodaba sus lentes y Sasuke le miró serio, en una especie de advertencia.- ¿Qué ocurre? solamente pasaba por el parque y te ví aquí solito, pensé que podríamos hablar un poco y tal vez quisieras ir a conocer a un buen amigo que busca jóvenes como tú.

-No me interesa. -Miró de nuevo al grupo de niños que corrían de un lado a otro sin parar, gritando y jugando. El joven de al lado suspiró pesadamente y luego retomó la compostura.

-He sido un grosero, mis disculpas. Mi nombre es Kabuto. ¿Cuál es el tuyo? -Silencio por parte de Sasuke y el peliplateado rió.- Así que eres tímido. No importa. Iré al grano, yo trabajo en una juguetería y mi jefe está buscando niños para que jueguen con sus nuevas invesiones. Si quieres ir no habrá ningún incoveniente.

-¿Por qué no buscas a otra persona que le importen esas niñerías? Yo no tengo siete años. -Mantenía una actitud y pose de chico maduro, algo que le hacía más interesante a los ojos de Kabuto quien sonreía más y más.

-Tienes toda la razón, ya no eres un niño. -Susurró sugestivamente y con una mirada perversa; Sasuke empezó a captar las intenciones que tenía ese idiota con él. Así que tomó algo de distancia y le amenazó con la mirada. Kabuto ignoró tal hecho y tuvo la iniciativa de acariciar el cabello negro de Sasuke, con mucho cuidado.- Lindo cabello.

-¡¿Qué carajo crees que haces?! -Se alejó con furia en los ojos; su cuerpo tuvó un estremecimiento al ver la asquerosa mirada de Kabuto, era espeluznante.

-Sólo veía tu lindo cabello. Es muy lindo, se parece a tí. -Sonrió mientras se relamía los labios y Sasuke sintió un escalofrío en su espalda.

-Te acabas de ganar un buen golpe, estúpido pedófilo. -Se empezó a tronar los dedos; no dejaría que un idiota le tratara así, aunque tenía doce años llevaba un caracter de un adolescente.

-Vamos, solo cálmate.

 

 

-Sakura, Sakura. ¿Mi papá me vió haciendo la voltereta? -Preguntó ilusionado el rubio a su amiga, habían pasado de jugar a los vaqueros a las escondidad, de las escondidas al monstruo del espacio, y después de tanto correr sólo hacían volteretas y muchos saltos. Sakura miró en dirección del asiento donde se encontraba el padre de Naruto y quedó extrañada de verle.

-No, tu papá no te ha estado mirando toda la tarde. -Aclaró la pelirosa y el rubio quedo extraño.

-Tiene que ser mentiras. Él es mi papá, siempre ve lo que yo hago, o eso creo. -Susurró bajito.- ¿Me está viendo horita?

-No, está hablando con un hombre muy mayor. Al parecer coquetean. -Dijo la pelirosa con un alarido de asombro, Naruto realizó el mismo sonido sin poder creérsolo, ¿su papá lo ignoraba por otro? no, no, no y no. No lo permitiría,

-Sakura, sígueme la corriente. -Terminó de decir aquello y se lanzó al suelo llenándose de mucha tierra al momento rodar y gritar de dolor mientras que un "papá" salía de sus labios. Sakura entendió de inmediato y llamaba Sasuke desesperada.

 

 

-Ya te dije que me la suda, no iré a ninguna mierda contigo, idiota. -Le quitó la mano que tenía en su pelo de un manotazo. Kabuto rió y Sasuke se levantó furioso de su asiento. Sus sentidos se pusieron en alerta al oír como Naruto gritaba en algún lado del parque, miró desesperado a todos lados buscando la cabellera rubia tan conocida y cuando la vió rodando en el suelo salió como alma que se la lleva el diablo con él, dejando a Kabuto impresionado por ser él quien respondiera al llamado del niño que gritaba "papá".- Naruto, ¿qué pasó? ¿estás bien? -Preguntó preocupado al verlo chillando en el suelo con la mano en su tobillo.

-Se ha caído de los columpios. Un niño lo ha empujado. -Mintió Sakura estando al lado del moreno que sentaba al menor en el suelo.

-¿P-por qué no me ayudaste, papá? -Preguntó triste el rubio y Sasuke se sintió mal por aquella pregunta, estaba ocupado perdiendo el tiempo con el idiota de Kabuto.

-Lo lamento. -Acarició su cabeza con una de sus manos y el menor sonrió un poco cómplice junto a la pelirosa, cosa que no percivió Sasuke.- ¿Puedes caminar?

-Naruto negó fuertemente con la cabeza y Sasuke lo llevo en su espalda, tomando sus piernas y Naruto colgándose de su cuello.- Gracias por llamarme Sakura.

-No hay de que señor Sasuke. Adiós Naru, recupérate. -Gritó la pelirosa mientras se despedía. Los demás niños que estaban por allí jugando también se despidieron de Naruto y su papa de doce años. Salieron del parque y Kabuto les veía de lejos con una extraña sonrisa en el rostro. Él sabía perfectamente quien era Sasuke en realidad pero deseaba conocer quien era el pequeño rubio.

~o~o~


-Ya no me duele papi, gracias. -Dijo feliz el rubio con una enorme sonrisa al sentirse consentido por Sasuke, después de todo este le había acostumbrado a eso. Habían llegado a la casa y después de tomar un baño Sasuke le dió un masaje en el tobillo.

-Te has vuelto un nené caprichoso. -Recalcó Sasuke y Naruto hizo un puchero.- Bien, ya tenemos que ir a la guardería, sabes que Tsunade se molestará si llego tarde.

-La abuela Tsunade se molesta por todo y siempre grita. Es muy escandalosa. -Bajó de la silla y se pusó la gorra que su papá le había regalado junto a sus lentes.

-¿Si? pues se parece mucho a ti. -Dijo divertido y el menor negó. Salieron juntos de la casa dirigiéndose a donde Sasuke trabajó desde los diez años, era una pequeña casa que habían acogido como guardería, estaba ubicada en un pequeño pueblo a las afuera de la ciudad, acercándolo más a la naturaleza.

 Llegaron a la parada de autobús donde cogieron el que les dejaría en el pueblo. La abuela Tsunade era la dueña de aquella guardería, contrató a Sasuke al ver lo desesperado que estaba por trabajo ya que mantenía a lo que él le decía "hijo" por supuesto la rubia aceptó al ver que era cierto y hasta cuidaba del pequeño Naruto cuando el moreno no podía; aunque Tsunade y Naruto no se llevaban bien todo el tiempo, la mayoría de las veces el menor hacía miles de travesuras y jugarretas a su abuela, que lograban volverla loca. Pero por más que lo negara ella amaba al pequeño.

Estaban delante de la guardería tocando la puerta mientras el rubio no paraba de brincar, cantar y moverse; Sasuke sonreía cansino al verle, siempre se ponía hiperactivo, o más de lo que es, cuando van a la bendita guardería. Al abrir la puerta se mostró una mujer rubia que aparentaba veinte años. Naruto sonrió al reconocer ese inconfundible aroma que tenía.

-¡Abuela Tsunade! -Chilló emocionado abrazándose a las piernas de la muejer que lo alzó en sus brazos.

-Mira como está mi pequeño nieto, si que has crecido Naruto. -Dijo Tsunade maravillada por la lindura de aquel niño.

-Jajaja, pero si apenas ha pasado un día que me ves. -Rió mientras tocaba la cara de Tsunade, algo que le gustaba hacer, ya que al no poder ver por lo menos podía sentirles y eso le llenaba por dentro.

-Tienes toda la razón, pero es que te has puesto más guapo. -Alborotó su rubio cabello y formó una conversación un tanto graciosa con el menor omitiendo totalmente a Sasuke que ya había pasado a segundo plano. Cuando la rubia estuvo apunto de cerrar la puerta ante las narices del moreno este la paró con la mano.- Oh Sasuke, estabas allí. ¿Qué haces holgazaneando? pasa ya a ayudar a Shizune con los niños.

-Claro, con gusto. Solamente si me das espacio para pasar. -Recalcó el Uchiha y Tsunade pasó ingorando el último comentario, Sasuke suspiró fastidiado y entró, esa muejer si que cambiaba cuando llevaba al rubio a la guardería. Cuando llegó al lado de Shizune, la ayudanete de Tsunade, notó que se encontraba más atareada de lo normal. Todos las niñas lloraban, pero exclusivamente las niñas. Llegó a su lado y esta sonrió de emoción, algo que asustó a Sasuke.

-Al fin has llegado Sasuke. Todas estas niñas han llorado porque no quieren que yo las atienda. No quieren nada que sea de mi o de Tsunade. -Exclamó Shizune al borde del pánico. Sasuke le miraba atónito, su aspecto era de una total loca, el cabello totalmente alborotado con muchos pelos rebeldes, su ropa manchada de una variedad de cosas que no se veían ni olían bien. ¿Qué podría hacer él? Si cuando Naruto era más pequeño había veces que tenía que llevarlo con Tsunade para que hiciera que dejara de llorar.- Ellas solamente te quieren a ti.

-¿A mi? ¿y por qué sólo me quieren a mi? -Preguntó entre molesto y extrañado. No se le apetecía tener un montón de niñas en sus piernas.

-Les gustas. -Rió Shizune. Sasuke le miró de mala manera y la morena le dió algunos tazones de papilla.- Dásela a las niñas, no han comido. Yo me he ocupado de todos en lo que ha pasado de tarde. Así que descanzaré un poco, estos pequeñajos son muy agotadores. -Se quejó la morena mientras salía de la cocina, Sasuke miró a las niñas que le sonreían y saludaban con mucha sincronización; una de ellas llego a su frente mientras le hablaba graciosamente.

-Hola Sasuke, mis amigas y yo queremos pasar esta tarde junto a ti. Así que... ¡A él chicas! -Las niñas empezaron a correr a su dirección gritando muchos "Sasuke, Sasuke" quien solo atinó a girarse para huir de allí. ¿Por miedo?, claro que sí, pero el gran Uchiha nunca admitiría eso en voz alta.

-Cálmense para que les de su almuerzo, pero no me toquen tanto. Mierda, ya basta. -Reclamó mientras empujaba a cada una de las niñas ansiosas por verle y tocarle, era su ídolo y les encantaba tenerle cerca.- Así es, todas tranquilas pasaré a darle su papilla. -Con cautela fue con cada niña dándole su tazón lleno de aquella sustancia pegostosa. Cuando terminó verificó que todas comían se sentó en una silla suspirando.

-Sasuke -Se escuchó el grito de una nena rubia llamada Ino, agitaba los brazos desesperada tratando de conseguir la atención del pelinegro, quien cansado se levantó hasta llegar a su lado.- ¿Dónde está Naruto? ¿no vino?

-Si, él está... ¿Dónde estará? -Pensó en voz alta. Vió a Tsunade llegar con el rubio entre los brazos dejándole en el suelo junto a unos niños que jugaban con unos bloques, Tsunade le dió una mirada cargada de amenazas y Sasuke lo entendió a la perfeccion, sintiendo el sudor frío que recorría su cuello al ver la furia de aquella mujer.

-¡Sasuke, Sasuke! Cárgame en caballito. -Se levantó una niña de la silla dando secuela a que las demás siguieran su ejemplo.

-¡No, no! ¡Mejor cárgame a mi! Yo soy más linda Sasuke. -Nuevamente el Uchiha se encontro en el medio de una discusión de un bullicio de niñas que peleaban entre si olvidándose del tema original, algo que alento a Sasuke para huir con mucho disimulo de la situación, justo cuando estaba apunto de ir al baño, un lugar vacío y en paz. Alguien le abrazó las piernas. Maldijo interiormente pero luego se arrepintió al ver que era su pequeño rubio.

-¿Papi? -Preguntó entre dudas mientras olfateaba su tan peculiar aroma; sonrió mientras le tomaba de la mano.- Quiero ir a casa. -Hizo un tierno puchero y Sasuke negó con la cabeza.- Esas niñas no me gustan.

-A mi tampoco. -Pensó Sasuke irritado de todas ellas. -No puedo, Naruto. Tengo que terminar mi hora de trabajo, si no, Tsunade se molestará. ¿Entiendes? -Se agachó a su altura. Naruto torció la boca en una mueca de desagrado.- Solamente tenemos que esperar dos horas. Te prometo que pasarán rápido.

-D-de acuerdo. -Se resignó decaído mientras sollozaba. Tsunade que pasó por allí oyó al rubio y no evitó acercarse a los dos.

-¿Qué pasa aquí, Sasuke? ¿por qué mi nieto llora? -El moreno levantó la mirada encontrandose con los ojos color avellanas de la rubia.- Responde ya. -Exigió demandante.

-Quiere ir a casa. -Tsunade enarcó una ceja, eso no le explicaba nada.- No puedo, estoy trabajando, ¿lo recuerdas? -Dijo con obviedad.

-¿Ese es el problema? pues vete, igual no te necesitamos. -Se empezó a mirar las uñas como lo más importante del mundo.- Mira no quiero que mi nieto derrame ni una sola lágrima más o serás tú quien lo pague. -Chantajeó la mujer voluptuosa; Naruto sonrió nuevamente abrazándose a Sasuke quien lo cargó dirigiéndose a la salida con una gran y saltante vena en su frente; de verad que no toleraba a aquella mujer. Salieron de la guardería mientras se depedían de Tsunade, Sasuke volvió a ponerle los lentes obscuros al menor para ocultar su mirada tomando un transporte que les llevara cerca de su casa.

Bajaron del autobus y Naruto caminaba al lado de Sasuke entre charlas de lo que quería cenar esa noche o que clase de cuento deseaba oír de Sasuke antes de dormir. Una mujer realmente guapa se acercó a los dos chicos sonriéndole a Sasuke quien le vió interrogante.

-Hola chico guapo, ¿quieres tomar algo? yo pago. -Invitó la peliroja de lentes viendo con desdicha como el Uchiha negaba con la cabeza. Miró a Naruto y sonrió con mucho pesar.- Si es por tu hermanito no hay problema el puede ir.

-Lo siento pero no estoy interesado además... -Naruto apretó el agarre que tenía a la mano de Sasuke quien le vió preocupado.- ¡Pasa algo Naruto?

-Yo no soy su hermano. -Susurró muy bajo pero los dos mayores le pudieron oír sin sabes a donde quería llegar con eso.- ¡Él es mi papá! -Gritó en el medio de la calle; Sasuke se sonrojó al ver que muchos adultos le miraban realmente mal; la peliroja se tragó la risa y le guiñó un ojo a Sasuke acordando en que sería en otra ocasión, sin siquiera consultarlo con él. No podía evitar avergonzarse por el repentino comportamiento de Naruto aunque también le trajera felicidad el hecho de que su compañero le quisiera tanto como a un padre, lo que menos pensaba era que eso después le traería más problemas que unos simples celos de niños. Pero lo afrontaría junto a él, después de todo era su papá, ¿no?

Notas finales:

¡Gracias por dedicarme su tiempo para leer! y también gracias por los que dejan un pequeño comentario ¡Un abrazo! ¡Perdonen los errores los corrjo cuando haya tiempo! T_T

¡Aviso! Mañana actualización de Amor del Inframundo. ¡

¡Nos leemos! ¡Paz!


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