Capitulo 7: la luna llena…
Corriendo por los pasillos, hecho un diablo, queriendo aniquilar al primero que vea, así estaba yugi, quien maldecía una y otra vez al faraón, hasta había planeado como matarlo mientras dormía, pero no era por el beso que estaba tan furioso al punto de cometer homicidio, sino que en el fondo, muy, muy, muy, muy, muy en el fondo, le había gustado.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH-grita el tricolor fuera de sí, dando un golpe fuerte a la pared (tan fuerte que se agrieto 0.o si que esta enojado…)
Maldito faraón, desgraciado, hijo de la puta de tu madre, como te atreviste, ¡ahora veras!, cuando te vea, yo..,yo…..yo….-interrumpió su amenaza al darse cuanta que no sabia donde demonios estaba.
Lo que me gano por agarrar rabias…-da un suspiro largo y sonoro, dio la vuelta pero antes de caminar nota a su hermana aiko a lo lejos, ella estaba cortando una flor que crecía en una enredadera.
Aiko…-una sonrisa nace en sus labios pero muere al ver que la misma castaña que había visto antes se le acercaba por detrás- ¡¡aiko!!...-corre hacia ella
La joven castaña, cortaba una bella flor rosada, tarareaba una canción de cuna que había escuchado hace tiempo, siente como alguien la mira por la espalda, se da la vuelta y hay la ve, una joven de melena castaña corta, de ojos azules y piel pálida.
Hola…-dice la joven aiko, quien con una sonrisa se acerca a la joven- ¿Quién eres?...
Soy anzu, una amiga de atem…-dice con falsa amabilidad- tu eres aiko la princesa del reino de Hatti… ¿no?...
Si… soy aiko… encantada…-se inclina
Eres una joven hermosa….-se le acerca- muy hermosa…-estira su mano para poder tocar su cuello pero alguien la interrumpe
¡AIKO!...-grita su hermano quien vino corriendo hacia ellas
Yugi…-sonríe y se le acerca- yugi ella es anzu… una amiga de atem-sama…
El príncipe yugi, es un gusto conocerlo al fin…-la joven se inclina y le da una falsa sonrisa
Aiko…vete a tu cuarto…-pide su hermano sorprendiendo a su hermana- akane y hanako deben de estar buscándote, ve a tu cuarto por favor…
De acuerdo hermano…-aun un poco confundida, la joven se va, dejando a su hermano con aquella castaña.
¿Pasa algo malo príncipe yugi?...-la castaña le sonríe falsamente, en eso el tricolor la mira, sus ojos se cambiaron aun color rojo muy fuerte y en un movimiento rápido toma a la castaña por el cuello y la aprisiona contra una pared.
Escúchame pequeña perra…-su voz era muy pero muy gruesa, casi la de un demonio- no te atrevas a tocar a mis hermanas… que no sabes de lo que soy capaz…
Le suelta el cuello y se va, dejando muy asustada al la castaña, el tricolor por fin hallo el camino a su cuarto, dando un portazo a su puerta, comienza a lanza cosas por todo su cuarto, descargando así su rabia.
Tocaron a su puerta, el tricolor paro lo que estaba haciendo, dio un largo respiro, sus ojos volvieron a la normalidad, dijo con su voz habitual un suave “pase”.
Príncipe yugi…-dice el consejero al entrar, sus ojos se abrieron de sobremanera al ver el tremendo desastre del cuarto- ¿Qué paso aquí?...
Nada, nada…-dice ya menos alterado- ¿Qué hace aquí?...
Pues yo…-se sonroja y saca de su espalda un libro- se le cayó esto y vine a devolvérselo…
Mi libro…-lo toma entre sus manos y le da una sonrisa al consejero- ¡muchas gracias!….-sin aviso lo abraza y le da un beso en la mejilla.
No se que hubiera pasado si se perdiera, gracias Mahad…-le da una sonrisa tierna.
No hay nada que agradecer…-se sonroja notoriamente, baja la mirada y toma aire- y-y-yugi… me preguntaba….si-si..u-usted qui-quisiera, salir conmigo mañana a los jardines del palacio….te-tengo algo importante que decirle…
Claro, ¿después del medio día?...-el moreno asiente nervioso- entonces..nos vemos mañana Mahad…
Nos vemos…-sonrojado el moreno se fue de su habitación, cuando la puerta se cerro tras de el, el tricolor perdió su sonrisa y se concentro en su libro.
Fui muy torpe al dejarlo caer…-murmura para si el tricolor, quien dejo su libro en la mesa de noche de su cuarto, en medio del desastres que ahora era su cuarto, camino evitando los vidrios del suelo de un florero que lanzo.
Siempre me dejo llevar por mi rabia…-se acerca a la ventana y abre las cortinas, esa noche la luna llena brillaba, ese color plata iluminaba la piel pálida del menor, dio un suspiro y se dedico a mirar la luna.
Hay tanto que mi familia oculto…-baja su mirada y sus mechones rubios tapan sus ojos- solo mi madre y yo sabemos la verdad oculta entre las sombras…