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Una extraña historia criminal de amor por yaoiana

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Notas del capitulo:

Hola minna, aqui traigo la actualización, muchas gracias por leer y a:

- seshumaru

- Hisana san

Por sus mensajes, me hacen feliz ^^

 

Aquí esta la imagen del cap  ( http://attachments.wetpaintserv.us/9EEUx9o3rfIjNmRFTTN-OQ1996327?null )  

 

Inuyasha asintió y cerró sus ojos, dejándose hacer por las fuertes, grandes y varoniles manos del mayor.   Suspiró un poco al sentir como Sesshoumaru pasaba la esponja por sus pezones, el contacto de esta y el agua comenzaban acalorarlo un poco;  intentaba controlarse, pero las acciones del mayor no le ayudaban, puesto que lentamente bajó su mano hasta tocarle el vientre y su diminuto ombligo.

Con el calor agolpado en sus mejillas, le agarró la mano y luego lo miró fijamente, perdiéndose en aquellos posos ojos ámbar que tenia el médico… buscaba respuesta en aquellos ojos… repuesta de la cual no tenía pregunta.

 

-          Se… Sesshoumaru…

 

Sintió como el mayor lo tomaba de la barbilla y luego le plantaba un apasionado beso;  el algo nublado tan solo se dejó hacer, abriendo la boca rápidamente para dejar entrar esa lengua deseosa.

Su cuerpo fue levantado de aquel balde con suma facilidad, hasta luego ser desplomado en la mullida cama; sintió a Sesshoumaru sobre su cuerpo, cobijándolo con aquel escultural físico que no perdía.

 

Luego de dejarle los labios hinchados, lo sintió besarle el cuello y recorrer con sus manos su cintura;  él tan solo jadeaba extasiado por las inminentes caricias que le ofrecía  Sesshoumaru… era el primero que en tanto tiempo lo tocaba de esta manera.

 

 

-          No se… cuando sucedió pero me gustas mucho Inuyasha

 

 

Se sonrojó  y desvió su rostro, estaba avergonzado por las palabras del otro pero más que avergonzado,  estaba feliz por sentirse de alguna forma querido.

Su rostro fue girado de nuevo por Sesshoumaru y se besaron de manera lenta para ir incrementando de tono;  temeroso  subió sus manos por la espalda del mayor, paseándolas por encima de la tela que lo cobijaba.

 

Poco a poco retiró la camisa de Sesshoumaru, este había pasado incontables minutos besándole el cuello, succionándolo, lamiéndolo y marcándolo… haciendo que la temperatura de su cuerpo incrementara de una manera sorprendente.

 

 

-          Se… Sesshoumaru…. 

 

 

El mayor no respondió  y siguió absorto besando el pecho del menor,  se fijó en los erectos pezones de Inuyasha y comenzó a degustarlos, dejando a su lengua deleitarse con aquel sabor.

Jamás había estado con un hombre y tal vez por eso se sentía algo más ansioso; Inuyasha con su actitud rebelde y retadora poco a poco lo fue cautivando; enamorándolo.

 

Luego de degustar aquellos pezones, paso al abdomen el cual acaricio atentamente, grabándose cada uno de sus pliegues y líneas hasta toparse finalmente con el diminuto ombligo el cual besó y luego hundió su lengua.

 

 

-          Mm… ahh... eso… se siente rico Sessho…

 

 

Los dedos de Inuyasha se enredaron en sus largos cabellos, al parecer lo disfrutaba y eso solo hacia que su ego creciera al igual que su libido.    Con lentitud fue descendiendo, era una fortuna que el menor no tuviese ropa, porque si no la hubiera rasgado de desesperación.

En aquel camino se topó con la delicada piel del otro, sin ningún tipo de vello en  su dermis,  no pudo negar que le sorprendió pero le pareció factible para la tarea que pronto haría.  Tomo en sus manos la erecta virilidad y comenzó a masturbarla, extasiándose por los alaridos eróticos de Inuyasha.

 

-          Ahh… mm…

 

Luego de abordarlo con sus manos,  reunió el valor para pasar su lengua por aquel rosáceo glande;  fue un lengüetazo tímido al principio,  pero luego de acostumbrarse aquel apetecible sabor, se dejó llevar haciendo el movimiento más ardiente y repetitivo. 

Inuyasha jadeaba sin descanso, sintiendo esa lengua en su miembro… tan ardiente, caliente y húmeda.   Cerraba con fuerza sus ojos y sentía un mar de saliva deslizarse por la comisura de sus labios; jamás imaginó experimentar tal placer.

Gimió aun más al sentir como la lengua del mayor descendía por su tallo y como lo introducía por completo a su boca, aquella succión pretendía  sacar lo más profundo de él.

 

 

-          Mmm… sigue haciéndolo asi… ahh… Sesshoumaru…

 

 

Con una de sus manos apretaba ligeramente los testículos del menor, todo esto lo hacia al compas de las felaciones que le daba aquel miembro; sentía la necesidad de devorarlo, probarlo  y marcarlo para que no olvidara quien le sacaba aquellas palabras de deseo.

 

Se vio tentado a palpar mas, por lo cual llevó uno de sus dedos  a la entrada del otro, haciendo forma en círculos… sintiendo como esta ansiosa, lo invitaba a entrar, succionándole la punta de su dedo.   

Ante aquella acción sintió el cuerpo bajo su yugo respingar, por lo cual se detuvo.

 

 

-          Aun no te penetrare… tu tan solo disfruta mis caricias Inuyasha

 

 

Se relajó ante las palabras mencionadas por Sesshoumaru, concentrándose de nuevo en el placer que le ofrecía a su intimidad; pero aquel placer prontamente subió de nivel, intentando buscar una salida de escape… un orgasmo.

 

 

-          Ahh... ya… no más… me voy a venir….

 

 

Vio que en vez de parar, Sesshoumaru aumentaba antes el vaivén,  haciéndolo venir en su boca.    Miró como lo contenía en su boca y luego lo tragaba para relamerse los labios… aquello le pareció demasiado erótico por parte del medico.

 

 

-          Sabes… jamás había probado semen pero no puedo negarte que sabes muy bien Inuyasha

 

 

Se sonrojó por lo mencionado y se incorporó para besarlo lentamente, sintiendo como en la intersección de ambas bocas chocaban sus lenguas.    Con su rodilla accidentalmente toco la hombría del mayor y la sintió dura…  también tenia deseo contenido.

 

 

-          Sabes lo que sigue Inuyasha

 

-          Si… si

 

 

-          Quieres?

 

-          Si… lo deseo igual que tu

 

 

Aquellas palabras eran un permiso rotundo, una invitación a consumar sus cuerpos;  se retiró con premura la ropa, quedando desnudo bajo la atenta y penetrante mirada de Inuyasha.

Le tomo una de sus manos y lo obligó a que tocara su intimidad… viendo como aquel fino rostro se tornaba impresionado.

 

 

-          Ves lo duro que me tienes Inuyasha…

 

-          Lo… tienes enorme  * sonrojado* 

 

-          Te diré un pequeño secreto  * acercándose a la oreja del menor*   - jamás lo había tenido así de grande…  que esté de este tamaño es solo por ti. 

 

 

Vio atento como el menor soltaba un suspiro de éxtasis y él aprovecho esto para bajar hasta la retaguardia del menor, comenzando a pasar su lengua por aquella entrada.  Hundió su puntiaguda y gran lengua, buscando profanar y probar aquel interior… el cual pronto poseería.  

Su lengua subía y bajaba, entraba y salía dejando rastros de su saliva, lubricándola para poder iniciar con la preparación de aquel ansioso esfínter.    Primeramente introdujo su dedo índice, mirando lascivamente como poco a poco se perdía en aquel interior.

 

 

-          Ahh… Sesshoumaru… mas… mete otro….

 

-          No te desesperes… quiero hacerlo con calma para no lastimarte   * sonriendo al ver  como Inuyasha se nublaba por el placer y pedía mas de sus caricias*

 

Luego de algunos momentos de aquel tortuoso movimiento, sintió otro digito en su interior; entrando y saliendo como lo hacia el anterior.    Tiró su cabeza hacia atrás debido al placer y a las contracciones de su cuerpo ante tal goce; imagino por un momento el tener el falo del otro adentro y eso solo hizo que su libido aumentara y con esto sus exclamaciones de deseo.

 

 

-          Mhm… ahhh…. ahhh más…..

 

Su autocontrol se había desmoronado ante tales ruegos, así que decidió sacar sus dedos y complacer a Inuyasha.   Tomo la punta de su hombría con una mano y lentamente fue hundiendo su palpitante glande… al principio le dolió puesto que aquel interior era estrecho pero su deseo pudo mas, introduciéndose por completo.

Vio como el menor se aferraba a las mantas y mostraba una expresión de sufrimiento, así que fue considerado y no se movió  hasta que se acostumbrase.

 

 

-          Pu… puedes moverte ya

 

 

Se inclinó y sin salir de aquel interior,  besó a Inuyasha con intensidad, su boca tenía un elixir mágico el cual jamás quería dejar de probar.  

Después se incorporó de nuevo y tomando ambas piernas del menor comenzó a moverse lentamente; sentía que la asfixiante presión en su miembro se iba a todo su cuerpo, respirando difícilmente.

Miró  con atención al menor y vio como respiraba igual de el, sus mejillas estaban muy sonrojadas y sus ojos cerrados; de aquella deleitable boca salían gemidos… gemidos que le provocaban una extraña adrenalina por hundirse mas en aquel interior.

 

Por otro lado, Inuyasha no razonaba, tan solo deseaba sentir mas y mas aquel duro y gran miembro en su interior, por lo cual contraía sus paredes sintiéndose mas a gusto.   Abrazó por el cuello al mayor y con sus piernas abrazó también su cintura,  creando así un acceso más factible a su interior.

 

 

-          Bésame… mmm… bésame Sesshoumaru

 

 

Lo abrazó por la espalda y luego lo besó tal cual como lo pedía, sin dejar de penetrarlo; sintiendo como una parte de su alma se desfragmentaba y se unía con la de Inuyasha en cada embestida.  Aquel vaivén era intenso y constante, pero al sentir como Inuyasha le gemía al oído y le mordía el cuello, le hizo perder los estribos; comenzando a estocarlo con violencia; tocando en cada vaivén el punto erógeno del menor.

 

 

-          Ahh… ahhh… si… mmm me gusta, sígueme dando… ahí Sesshoumaru…

 

-          Inu…yasha… mphg…

 

 

En aquel momento las palabras sobraban, cada uno estaba en concentrado en recibir el placer del otro.  El mayor absorto en como su hombría entraba y salía de aquel interior y el menor,  ensimismado en sentir como era profanado.

 

Inuyasha sentía una gran presión en su vientre y una descarga eléctrica en su cuerpo, que comenzaba desde la punta de su pie hasta su cerebro; abrazó a Sesshoumaru del cuello y le susurro al oído “voy a venirme”,  para luego hacerlo.

En aquel arqueo de su cuerpo,  su entrada se contrajo, permitiendo que el mayor llegase también al orgasmo en aquel instante.

 

Se recostaron uno encima del otro, mirándose fijamente mientras sus pechos respiraban con violencia;  ¿que decir en ese momento?, sus cuerpos ya habían hablado por ellos.

 

 

-          Sesshoumaru…  creo que también me gustas

 

 

El médico tan solo sonrió y acomodo a su amante en su pecho, acariciándole el rostro y el cabello tiernamente.   Jamás se sintió tan enamorado y feliz, ni siquiera cuando se  caso y… extrañamente, deseo que el lugar de su esposa fuese tomado por Inuyasha. 

 

Notas finales:

Espero sus mensajes, son mi recompensa ^^


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