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Una extraña historia criminal de amor por yaoiana

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Notas del capitulo:

Espero que les este gustando el fic, muchas gracias a todos y todas por leer y a:

Ainohono

Eliasessh

Por sus mensajes ^^

 

 

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Despertó aquella mañana al sentir algo frio en su cuerpo; se fijó y vio como  aquel hombre pasaba un trapo húmedo por todo su cuerpo, al parecer, lo estaba bañando.   Se sonrojo levemente, hacia tiempo que no tenía un contacto tan cercano y por una extraña razón comenzaba a agradarle.   

Cuando el mayor ascendió para lavarle el rostro, el tan solo lo miro fijamente, preguntándole con su mirada porque lo hacia y porque no había huido ahora que podía.

 

-          Tan solo te baño

 

-          Porque te quedaste?...  deberías irte ahora

 

-          No puedo dejarte así, no después de que me salvaste la vida

 

-          Estas consciente de que también pude habértela quitado?

 

-          Lo importante es que no lo hiciste   * tomándole el rostro levemente para comenzar a limpiarlo*

 

-          Dime tu nombre *  dejándose hacer*

 

-          Sesshoumaru… Sesshoumaru Inutaisho

 

-          Sesshoumaru…  es mejor que te  vayas y te escondas, te estarán buscando para matarte…

 

-          También te están buscando   a ti

 

-          Yo se en que me metí, no pretendas saber de un oficio que no conoces  * manoteándolo para girarse y darle la espalda*    - gracias

 

 

El mayor tan solo lo vio girarse y luego de un rato comprobó que se había quedado de nuevo dormido;  había perdido mucha sangre con aquella herida y lo mejor era que reposara para recuperarla.

Mientras eso, limpió el pequeño y vacio lugar,  se preguntaba como era que aquel joven lograba sobrevivir en aquel deplorable estado de su vivienda.   Lavo la ropa, varios tendidos y barrio y trapeo, dejando aquella morada en mejor estado; luego con algo de cuidado busco en los cajones y halló algo de dinero con el cual salió y compró algo de comer.

 

Inuyasha un rato después se levanto algo aturdido, vio que el otro no estaba y suspiró algo resignado… escuchó unos pasos y con algo de agilidad sacó su revolver y se paró tras la puerta, apuntándole en la cabeza a la persona que había entrado.

 

 

-          Soy yo…

 

-          Que haces aquí?... pensé que te habías largado

 

-          Fui a comprar algo de comida, supongo que tienes hambre  

 

-          Mira, si te vas a quedar aquí es bajo mis normas y una de ellas es que no salgas; pueden descubrirnos por un simple descuido tuyo… entendido?

 

-          Si…  * algo molesto por el tono del otro*

 

 Sirvió la comida, eran unos sencillos tallarines enlatados pero calmarían el hambre por el momento.   Detalló disimuladamente los gestos del menor, era unos cuantos años menor que él pero aun así, se veía que tenía mucho más mundo que el mismo. 

 

 

-          Te llamas Inuyasha no es así?

 

-          Si  *  comiendo*

 

-          Porque te dedicas a esta vida?

 

-          Segunda norma, no preguntes por mi vida  ya que yo no preguntaré por la tuya… vale?

 

-          Mira, estoy haciendo un esfuerzo casi inhumano por intentar llevarme bien contigo, pero tu no colaboras

 

-          Y quien dijo que yo necesito eso?... es más, si te vas para mi seria mejor

 

 

Suspiró molesto, jamás le había tocado tratar con una persona tan testaruda como aquel joven; pero lo aguantaría y saldaría su deuda puesto que si dejaba allí a ese sujeto, su orgullo se iría por el caño.

Luego de que comieron, se recostaron a dormir, Inuyasha en la cama y el en un pequeño pero cómodo futon;  escuchó la acompasada respiración del otro y se imagino que estaba dormido, en cambio el, no podía dormir al pensar que estaría haciendo su esposa, si esta lo estaría buscando.

 

Con  sigilo, se levanto y caminó hacia afuera,  necesitaba un teléfono para llamar a su esposa y decirle que se encontraba bien.  Afortunadamente encontró uno cerca y con la sobra de la compra anterior marcó a su casa.

 

 

-          Kagome?

 

-          Sesshoumaru¡… por dios dime que estas bien, donde estas?

 

-          Estoy bien… no te preocupes, no podré estar por un tiempo contigo pero estaré bien… te amo   * colgando*

 

 

Por otro lado, Inuyasha se había levantado al escuchar uno sonidos extraños.  Miró hacia el futon en el piso y lo vio desierto, al parecer Sesshoumaru se había levantado.   Caminó algo tranquilo hasta la salida, pensando que el mayor era quien promovía aquellos sonidos, pero cuando sintió un fuerte golpe en su cara y luego como se le abalanzaban encima supo que no era  este.

 

 

-          Pensaste que te esconderías para siempre… eh Inuyasha?

 

-          O… nigumo

 

-          El jefe me mandó a borrarte del mapa,  eres una rata bastante escurridiza, sino fuese porque ese sujeto salió de aquí, no hubiera dado con tu paradero

 

Sintió como este le pateaba el abdomen, dejándolo sin aire; también como este golpeaba el brazo donde había recibido la herida de bala.   Sentía que en cada golpe iba perdiendo un poco de conciencia hasta que los golpes dejaron de sentirse.   Asomó su cabeza y vio como Sesshoumaru tenia tendido  a aquel hombre en el suelo, dándole fuertes golpes;  se incorporó y  agarró un alambre del piso para luego pasarlo por el cuello de Onigumo.

 

-          Ayúdame a ahorcarlo  

 

 Vio que Sesshoumaru ni corto ni perezoso atendió a su petición,  colaborándole a asfixiar aquel sujeto.    Cuando vio que no se movía, dejó de hacer presión y luego se sentó a un lado.

 

-          No puedo creerlo… mate a un hombre

 

-          Era el o nosotros, no temas por eso  Sesshoumaru *  apoyando su mano en uno de los hombros del otro*

 

-          Tu… te encuentras bien?  * mirándolo*

 

-          Lo estaría si hubieras acatado lo que te dije  * gritándole*   ese imbécil me encontró porque saliste… habíamos quedado en que no lo harías  * caminando hacia el cuarto*

 

-          Yo…  disculpa   * yendo tras el*

 

Los próximos dos días ninguno se dirigió la palabra;  Inuyasha aun seguía molesto y no podía negarlo, un tanto adolorido por la golpiza de Onigumo, pero a pesar de eso, Sesshoumaru cumplía con estar allí, ayudándolo y  preparando los alimentos para ambos.

 

-          Sesshoumaru, en que trabajas?

 

-          Pensé que la segunda norma era no escudriñar de la vida del otro

 

-          Bien, no me lo cuentes

 

-          Soy médico

 

-          Médico?... entonces como fue que te involucraste con esos matones?

 

-          Pues, a mi consultorio llegó ese señor Jaken y me contrató para que revisara a un “familiar suyo”; cuando lo revise vi que aquella persona había sido victima de maltrato, tortura y violación.   Se lo dije y me amenazo, diciéndome que lo curara o yo tendría problemas.

 

-          Supongo  que estaba extorsionando a esa persona

 

-          Lo creo igual,  el caso es que como médico tuve que tener su historia clínica y varias fotos de su estado, radiografías y cosas por el estilo… pero finalmente el pobre hombre no pudo aguantar y falleció… 

 

-          Entonces… Jaken quiso borrar toda evidencia

 

-          Y lo hice, desaparecí todos los archivos, pero como ves, quería eliminarme a mi también

 

-          Ese Kaiyimbo… quiso engañarme

 

-          Pensé que eras ese tipo de matones sin consideración

 

-          No… comencé este trabajo porque no tenía otra salida, mi madre y mi hermano sufren de Sida y… tú sabes que esos medicamentos no son nada  baratos y aun si tuviera tres trabajos, no me serian suficiente para pagarlos.

 

-          Como se contagiaron?

 

-          No quisiera hablar de eso… 

 

-          Entiendo…

 

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Una semana había transcurrido,  ambos comenzaban a llevarse mejor y ahora se llamaban por sus nombres, un gran adelanto para ambos hombres que eran tan orgullosos; pero algo más había variado y eso era que los dos comenzaban a  sentir algo por el otro. 

Inuyasha cada vez que veía el fuerte y varonil torso del mayor, desviaba el rostro y se sonrojada;  en cambio Sesshoumaru  soñaba con deslizar sus manos por aquella estrecha cintura.

 

Esa mañana Inuyasha en silencio preparó las cosas para su baño; el mayor siempre lo ayudaba con esto pero… comenzaba a sentirse acalorado cada vez que Sesshoumaru  lo acariciaba con el jabón, así que, prefería hacerlo solo.    Se metió en el grande balde, en el cual cabía todo su cuerpo y con algo de dificultad  comenzó a tallarse pero para su mala fortuna el jabón resbaló y cayó al suelo.

 

-          Tsk… maldición, cuando me recuperare de este brazo

 

-          En unos cuantos días si no te mueves tanto

 

-          Se… Sesshoumaru  * algo sorprendido*

 

-          Te dije que te ayudaría  con tu baño mientras te recuperaras  * tomando el jabón y la esponja*

 

Inuyasha asintió y cerró sus ojos, dejándose hacer por las fuertes, grandes y varoniles manos del mayor.   Suspiró un poco al sentir como Sesshoumaru pasaba la esponja por sus pezones, el contacto de esta y el agua comenzaban acalorarlo un poco;  intentaba controlarse, pero las acciones del mayor no le ayudaban, puesto que lentamente bajó su mano hasta tocarle el vientre y su diminuto ombligo.

Con el calor agolpado en sus mejillas, le agarró la mano y luego lo miró fijamente, perdiéndose en aquellos posos ojos ámbar que tenia el médico… buscaba respuesta en aquellos ojos… repuesta de la cual no tenía pregunta.

 

-          Se… Sesshoumaru… 

 

Notas finales:

Espero sus mensajes con ansias, son mi recompensa ^^


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